Las opiniones, consejos, sugerencias e información presentados en este artículo son solo para fines informativos y no reemplazan el consejo profesional o la consulta con un(a) médico(a) pediatra o profesional de la salud, dietista o experto(a) en alimentación y deglución. Nunca ignores el consejo médico profesional ni te demores en buscarlo debido a algo que hayas leído o visto aquí.
Estas páginas han sido creadas pensando en bebés y niños con un desarrollo típico. Si tu bebé/niño(a) tiene diferencias médicas o de desarrollo subyacentes, que incluyen, entre otras: prematuridad, retraso en el desarrollo, hipotonía, diferencias en las vías respiratorias, anomalías cromosómicas, anomalías craniofaciales, diferencias gastrointestinales, enfermedad cardiopulmonar o diferencias neurológicas, discute el plan de alimentación de tu hijo(a) para comenzar a ofrecer bocados con el/la proveedor(a) médico(a) primario(a). Un seguimiento cercano con un(a) especialista en alimentación y deglución puede proporcionarte una guía segura para el proceso de alimentación de tu hijo(a).
Si tu hijo(a) está teniendo una emergencia de salud, llama al 911 o a tu proveedor de servicios médicos de emergencia de inmediato.
Se considera un peligro de ahogamiento a cualquier objeto que pueda quedar atrapado en la garganta de un(a) niño(a), obstruyendo sus vías respiratorias y dificultando o imposibilitando la respiración.
Si crees que tu hijo(a) se está ahogando comienza los primeros auxilios para casos de ahogamiento y llama al 911 o al número de servicios de emergencia de inmediato. No esperes. El daño cerebral o la muerte pueden ocurrir dentro de los 4 minutos posteriores a la falta de oxígeno.
Para ejemplos visuales de la diferencia entre arcadas y ahogamiento, visita arcadas o ahogamiento y revisa nuestra guía de rescate infantil.
Podemos hablar todo el día sobre qué alimentos son un peligro de ahogamiento y cómo prepararlos mejor para minimizar el riesgo, pero la realidad es que cualquier alimento puede causar ahogamiento, a cualquier edad, incluso cuando se corta y se prepara de la manera más adecuada y segura para el nivel de desarrollo. Esta es la razón por la que establecer un entorno de alimentación seguro y comprender cómo tragan los(as) bebés es clave.
La deglución es un reflejo complejo con múltiples líneas de defensa incorporadas para evitar el ahogamiento. Estas acciones suceden de manera reflexiva, lo que significa que no tenemos que pensar en ellas ni hacer nada especial para que sucedan. Hay tres líneas de defensa que tenemos con cada deglución.
1. Cuando tragamos, nuestras cuerdas vocales, que son como puertas corredizas dentro del tubo respiratorio, se juntan, cerrando las vías respiratorias y evitando que los alimentos entren en los pulmones.
2. Los músculos de la garganta elevan el tubo de respiración ligeramente hacia arriba y hacia adelante, colocándolo fuera del camino por donde pasa la comida en un lugar seguro.
3. La epiglotis, una pequeña lámina de cartílago, se inclina hacia abajo para cubrir las vías respiratorias formando un sello hermético con las articulaciones que ayudan a mover las cuerdas vocales.
Al igual que cualquier sistema funcional, tenemos un medio de respaldo de seguridad ya incorporado, cómo una respuesta de tos para empujar objetos hacia afuera si algo llegara a deslizarse más allá de las puertas de seguridad. Para mas información, visita nuestra página de arcadas y ahogamiento.
Aquí hay algunos consejos adicionales para minimizar el riesgo de ahogamiento:
1. Nunca pongas comida en la boca del/a bebé con tu mano; deja al/a bebé autoalimentarse cuando ofrezcas bocados.
2. Nunca pongas tus dedos en la boca del/a bebé.
3. Nunca dejes que el/la bebé coma en movimiento. Esto incluye gatear, caminar, escalar o cualquier otro movimiento.
4. Abstente de ofrecer comida en la carreola o asiento para automóvil.
5. Asegúrate de que el/la bebé esté en una silla completamente vertical que ofrezca suficiente apoyo y nunca lo alimentes en sillas reclinables o asientos para automóviles. Consulta nuestra página de sillas altas/tronas para obtener consejos sobre cómo adaptar las sillas altas para que sean seguras para comer y cómo alimentar al/a bebé si no tienes una silla alta/trona.
6. Retira cualquier objeto pequeño que no sea comida de la mesa durante todas las comidas: los paquetes de condimentos, las tapas de botellas y los juguetes pequeños pueden crear una situación de alto riesgo durante las comidas.
7. Cuando el/la bebé esté enfermo(a) (tos, congestión, etc.), ten cuidado y, si le ofreces algo de comer, utiliza las presentaciones menos desafiantes de cada alimento.
8. Mantén la calma cuando el/la bebé tenga arcadas y dale a su cuerpo la oportunidad de gestionar la comida de forma independiente.
9. Modifica los alimentos que son firmes, redondos y/o resbaladizos para que ya no sean duros, redondos y resbaladizos. Corta los alimentos redondos por la mitad a lo largo, cocina los alimentos firmes/duros hasta que estén blandos y cubre los alimentos resbaladizos en cereal triturado, nueces finamente molidas o incluso sobras de cereal para bebés para darles un poco más de textura.
Los alimentos que son pequeños, firmes, redondos, resbaladizos y difíciles de masticar, o que se vuelven pequeños, firmes, redondos y difíciles de masticar al morderlos, presentan un riesgo elevado de ahogamiento. Si bien un(a) bebé puede ahogarse con cualquier alimento o líquido, incluso la leche, es importante evitar ofrecer o modificar los alimentos que son un peligro común de ahogamiento o que conllevan un riesgo excepcionalmente alto de verdadero ahogamiento.
Existen otros factores que también contribuyen a un mayor riesgo de ahogamiento, entre ellos:
Actividad física (gatear, caminar, saltar o correr mientras se come).
Comer una posición no óptima (acostado(a) o sentado(a) en una posición reclinada).
Llorar mientras se come.
Falta de preparación (incapaz de sentarse con un apoyo mínimo o mantener la cabeza erguida)
Falta de supervisión
La lista a continuación incluye alimentos identificados como peligros de ahogamiento por la CDC de EE. UU. y la Academia Estadounidense de Pediatría. Además, la lista también incluye alimentos identificados como alimentos de alto riesgo en las investigaciones y la literatura médica, así como otros que se consideran un alto riesgo en función de sus propiedades estructurales. También es importante tener en cuenta que los niños pueden ahogarse con objetos que no son alimentos.
Ya sea que estés preparando alimentos para un(a) bebé de 6 meses o un(a) niño(a) de 4 años, los alimentos listados a continuación conllevan un mayor riesgo. (Un asterisco indica que el alimento no es apropiado para bebés en ninguna presentación).
Aceitunas
Apio (crudo)
Arilos de granada
Arroz, cebada y granos (grano entero)
Barras de granola*
Bayas
Biscuits, galletas saladas
Bolas de melón
Bolitas de tapioca (como las del té de burbujas/boba)*
Camarones
Carne (en trozos o en tiras)
Carne seca (palitos de carne redondos procesados)*
Cerezas
Chicle*
Dulces*
Edamame
Embutidos
Fruta enlatada
Fruta seca
Galletas*
Galletas de arroz inflado
Garbanzos
Granos de maíz
Guisantes
Hielo*
Judías verdes
Kumquat
Lychee
Malvaviscos*
Maní
Mantequillas de nueces (con trozos)
Manzana (cruda)
Mariscos (ostras, almejas, mejillones, etc.)
Medicina en gomitas o dulces
Naranjas y otros cítricos (si no se quita la membrana)
Nueces y semillas (enteras)
Palomitas de maíz* y granos de maíz sin reventar
Pan con mantequilla de nueces
Papitas y snacks*
Pasas, sultanas y grosellas (uvas pasas)
Pera (cruda)
Perros calientes*
Pescado con espinas
Pretzels*
Queso, especialmente queso en tiras, palitos de queso y cubos
Rambután
Semillas de sandía (negras)
Tomates (cereza y uva)
Uvas
Verduras crudas
Zanahorias (crudas)*
Zanahorias baby
Existe la creencia popular de que el ahogamiento causado por los alimentos es una de las principales causas de muerte entre los niños menores de 5 años, pero no es así. Al examinar las causas de muerte en niños en los Estados Unidos utilizando la base de datos WONDER de la CDC, las lesiones no intencionales (o accidentes) son una de las principales causas de muerte entre los bebés y los niños más pequeños (de 1 a 4 años de edad), y representan 1,210 y 1,252 muertes por año respectivamente. La asfixia accidental en la cama, el ahogamiento en una piscina o en un cuerpo de agua dulce, el ahogamiento causado por alimentos y el ahogamiento causado por objetos que no son alimentos son algunos ejemplos de accidentes.
Después de examinar las causas subyacentes de muerte accidental entre los bebés, está claro que el ahogamiento no es una de las principales causas de muerte. La asfixia accidental en la cama representa el 70% (alrededor de 844 casos) de las lesiones accidentales entre los bebés cada año. Comparativamente, el ahogamiento con alimentos representa el 0,8% de las muertes por accidentes cada año (10 casos por año), y el ahogamiento con objetos que no son alimentos representa el 2,0% de las muertes accidentales cada año (24 casos por año). El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, que no está codificado en accidentes, representa 1,510 muertes al año.
Al examinar la información sobre los niños de 1 a 4 años de edad, se pueden observar patrones similares. Los accidentes representan 1,252 muertes al año. De estas muertes, el 2,8% (35 casos por año) se atribuyen a ahogamiento con alimentos y el 2,1% (27 casos por año) se atribuyen a ahogamiento con objetos que no son alimentos. La muerte accidental por ahogamiento en una piscina o cuerpo de agua dulce representa el 26% de las muertes accidentales (322 casos por año).
Es seguro concluir que el ahogamiento causado por alimentos no es una causa común de muerte entre los niños pequeños; sin embargo, la prevalencia de eventos de ahogamiento no fatales, si bien es extremadamente difícil de calcular, es mucho mayor entre los niños, y es imperativo tener cuidado al introducir alimentos de alto riesgo de ahogamiento.
Si bien hay alimentos en la lista anterior que no son apropiados para bebés en ninguna forma, hay muchos alimentos nutritivos que se pueden modificar para hacerlos más seguros para los(as) bebés.
Alimentos redondos (como las uvas y los tomates cherry): se pueden cortar en cuartos a lo largo.
Nueces: triturar finamente y espolvorear sobre otros alimentos.
Mantequillas de nueces: untar una capa delgada sobre otros alimentos o diluir con yogur o puré de manzana.
Para obtener información detallada sobre formas y tamaños de alimentos apropiados de acuerdo a la edad, visita nuestra página sobre tamaños y formas de alimentos seguros para bebés y consulta nuestra base de datos First Foods®.
Ten en cuenta que modificar estos alimentos no elimina completamente el riesgo de alimentar a un(a) bebé o niño(a) de cualquier edad. Estas modificaciones reducen el riesgo, pero no existe una forma de eliminar el riesgo completamente cuando se trata de comer alimentos sólidos.
Muchos alimentos que comúnmente se introducen al comienza de la alimentación complementaria son blandos y pegajosos, como el aguacate y el banano. El/la bebé todavía está aprendiendo a mover la comida en la boca, a usar la lengua de manera coordinada para mover la comida hacia un lado para masticar en lugar de dejarla en el centro de la lengua para succionar, por lo que es común que la comida se quede pegada en el paladar superior. Esto puede ser muy incómodo para el/la bebé y, muchas veces, provocará arcadas intensas que pueden hacer que el/la bebé vomite, lo que eliminará la comida del paladar. Desafortunadamente, es bastante difícil para un(a) bebé pequeño(a) eliminar estos pedazos de comida por sí mismo sin tener arcadas y/o vomitar.
La comida que se pega al techo de la boca del/a bebé puede ser especialmente común y problemática para los(as) bebés con un paladar arqueado alto. Pueden quedarse atascados en esta fase (la comida se atasca y luego las arcadas y los vómitos intensos) durante mucho más tiempo que otros(as) bebés porque el paladar proporciona un espacio perfecto para que la comida se quede atrapada. Si este es el caso de tu bebé y sientes que esto sucede con frecuencia, o han estado trabajando en esto durante un tiempo sin ningún avance, vale la pena hablar con tu médico y buscar una evaluación de terapia de alimentación.
Qué hacer:
Comienza ofreciéndole a tu bebé el extremo ‘equivocado’ de una cuchara de silicona para que muerda y chupe. Dejar que el/la bebé sostenga y mastique una cuchara de silicona de bebés puede ayudar a generar más saliva, lo que comenzará a descomponer lentamente el bocado, o podría ayudar a desalojar la comida ya sea moviéndola físicamente o ayudando a tu bebé a generar suficiente presión de succión contra el mango de la cuchara para mover la comida. Podría terminar succionando la comida y tragándosela.
Si la cuchara no funciona, ofrece un pequeño sorbo de agua. Este sería un sorbo pequeño para ayudar a incrementar los fluidos dentro de la boca, lo que podría ayudar a reducir la pegajosidad del bocado y aflojarla del paladar. Intenta evitar ofrecer un vaso de agua grande que podría llevar el artículo directo a la garganta, ya que entonces el/la bebé tendría que gestionar tanto el bocado de comida como la boca llena de líquido.
Si ninguna de esas estrategias funciona, este puede ser un caso en el que debas ayudar a desalojar la comida. Si bien generalmente no recomendamos poner el dedo en la boca de los(as) bebés porque esto puede aumentar el riesgo de que la comida sea empujada hacia atrás hacia las vías respiratorias de los(as) bebés, esta es una instancia en la que es posible que no tengas otra opción. En primer lugar, mantén la calma y muestra una actitud confiada. Esto puede asustar al/a bebé y si tú te ves aterrorizado(a), estás confirmando que algo anda realmente mal. Trata de mantener una actitud de calma que pueda ayudar al/a bebé a confiar en que tú sabes lo que estás haciendo y que todo está bien. Arrodíllate junto al/a bebé para que mire hacia abajo. Trata de persuadir al/a bebé para que abra la boca para que tengas una idea clara de dónde está la comida en la boca del/a bebé, o si hay otros pedazos adentro además de lo que está pegado al paladar. Comenzando por la orilla donde se juntan el labio superior e inferior, coloca un dedo en la boca del/a bebé y deslízalo a lo largo de la mejilla. Luego mueve el dedo hacia arriba y a lo largo del paladar hacia el frente para desalojar el bocado de comida que estaba pegado. El movimiento del dedo debe ser hacia adelante y hacia afuera.
En el futuro, tritura ligeramente los alimentos con texturas mas pegajosas por un tiempo mientras el/la bebé desarrolla sus habilidades para masticar. Considera servir estos alimentos más pegajosos con una cuchara para bebés o con una mordedera de comida cómo una semilla de mango, un corazón de piña o una costilla de cerdo para que el/la bebé tenga algo firme contra lo que pueda morder y chupar desde el principio, lo que activará su reflejo de masticación y su reflejo de lateralización de la lengua. Esos alimentos resistentes actúan como mordederas y pueden ayudar a mapear la boca, lo que hace que sea más probable que, con el tiempo, el/la bebé sepa cómo mover la comida dentro de la boca y que sea menos probable que pierda el rastro de la comida en su paladar.
Todo depende de la habilidad y cuánta práctica ha tenido el/la niño(a) manipulando los alimentos desafiantes, pero la mejor manera de reducir el riesgo a medida que tu niño(a) crece, es enseñarle específicamente la manera segura de comer dicho alimento. Esto quiere decir, cómo dar mordiscos pequeños, cómo manipular el alimento dentro de la boca, a escupir si se siente inseguro(a), etcétera. Para instrucciones detalladas de cómo enseñarle esto a tu niño(a), consulta nuestra guía Cómo enseñar a los niños a comer alimentos riesgosos.
Las opiniones, consejos, sugerencias e información presentados en este artículo son solo para fines informativos y no reemplazan el consejo profesional o la consulta con un(a) médico(a) pediatra o profesional de la salud, nutricionista o especializado en alimentación y deglución. Nunca ignores el consejo médico profesional ni te demores en buscarlo debido a algo que hayas leído o visto aquí.
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