La zanahoria se puede introducir a la dieta tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de 6 meses.
La zanahoria cruda es un riesgo común de ahogamiento, especialmente las zanahorias “baby” o bebé o aquellas cortadas en forma de palito. Sigue leyendo para aprender más acerca de cómo introducir las zanahorias de manera segura a los(as) bebés.
Las zanahorias a menudo son dulces y anaranjadas, pero esto no siempre fue así. Esta raíz vegetal se originó en el suroeste de Asia, donde los humanos inicialmente cosechaban la planta por sus hojas aromáticas y sus semillas para usar como alimento y medicamento. Eventualmente, la gente aprendió que la raíz de la planta también era comestible, aunque esta no era la zanahoria anaranjada y gruesa que conocemos ahora, si no que era amarilla o púrpura, delgada, y mucho más amarga que la zanahoria moderna. Con el tiempo, los seres humanos distribuyeron la zanahoria por el mundo, eventualmente creando variedades nuevas en todos los colores del arcoíris—rojo, dorado, púrpura, blanco y todas sus variaciones. Cada una de esas variaciones tiene un sabor vegetal dulce que funciona bien en platos salados y postres, por igual.
Sí. Las zanahorias contienen fibra para ayudar a la digestión y vitamina B6, un nutriente esencial para impulsar el crecimiento y desarrollo del cuerpo de un(a) bebé. El superpoder oculto de una zanahoria es su increíble cantidad de carotenoides, los cuales son nutrientes que se convierten en vitamina A en el cuerpo y ayudan a apoyar la salud de los ojos.
Las zanahorias vienen en muchos colores, y su densidad de nutrientes depende más de la calidad del suelo en el que se cultivan, que en su tono. Las zanahorias de color naranja oscuro contienen la mayor cantidad de vitamina A, mientras que las variedades amarillas, naranjas, púrpuras y rojas ofrecen nutrientes vegetales específicos que ayudan al cuerpo. Por ejemplo, las zanahorias moradas contienen antocianina, que es un antioxidante muy potente, y las zanahorias rojas contienen licopeno, el cual es importante para salud del corazón.
Quizás hayas leído que ciertos alimentos, como las zanahorias, contienen metales pesados que absorben del suelo en el que crecen. Esto es cierto, aunque no es necesario evitar las zanahorias por completo. Los tubérculos como las zanahorias y las papas (sin importar si son orgánicas o cultivadas convencionalmente) pueden contener trazas de arsénico, plomo y otros metales pesados que absorben del suelo, debido a la contaminación ambiental. Esto es más preocupante con las papillas de zanahorias porque los aditivos que usan las compañías de alimentos para bebés también pueden contener arsénico y otros metales. Además, es más riesgoso porque es probable que los(as) bebés consuman más de la verdura en forma de puré de lo que comerían si se les ofreciera la verdura entera. Para minimizar la exposición de tu bebé a metales pesados, abstente de ofrecerle cereal de arroz regularmente, sirve una amplia variedad de alimentos y opta por alimentos integrales en vez de alimentos procesados.
Sí. Las zanahorias son un peligro de ahogamiento común, particularmente las zanahorias “baby” o bebé y los palitos de zanahoria. Para minimizar el riesgo, cocina la zanahoria hasta que esté suave y córtala en tamaños apropiados para la edad del/a bebé. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y mantente al alcance de tu brazo del/a bebé a la hora de comer. Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestras secciones sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias a la zanahoria son raras, pero sí se han reportado. Las personas que son alérgicas al polen de abedul pueden ser alérgicas a las zanahorias crudas o experimentar el Síndrome de Alergia Oral (también conocido como alergia al polen-alimento). El Síndrome de Alergia Oral típicamente resulta en picazón, hormigueo o ardor en la boca por un momento y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar la zanahoria puede minimizar la reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una cantidad pequeña en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en las siguientes comidas.
Depende, pero generalmente es más seguro esperar hasta más cerca de los dos años. Las zanahorias bebé crudas representan un alto riesgo de ahogamiento debido a su forma y textura firme. Al igual que las zanahorias normales, cocinar las zanahorias bebé hasta que estén suaves minimiza el riesgo para los(as) bebés y los(as) niños(as) pequeños(as). Para minimizar el riesgo aún más, córtalas longitudinalmente en mitades o cuartos. Nunca ofrezcas zanahorias crudas enteras a un bebé y, para los(as) niños(as) pequeños(as), no las ofrezcas hasta que estes seguro(a) de sus habilidades de masticación, lo cual probablemente no pase hasta más cerca de los dos años.
Los “chips” de zanahoria (pedazos de zanahoria cruda cortados en forma de “chip” o de moneda) también se consideran un alimento desafiante y, como tal, no son seguros más que para comedores con habilidades de masticar avanzadas, cosa que no pasa hasta más cerca de los dos años.
Generalmente, sí. Los nitratos son compuestos naturales de las plantas que pueden afectar negativamente los niveles de oxígeno en la sangre cuando se consumen en exceso también conocido como metahemoglobinemia). Pero ten en cuenta que las organizaciones como la Academia Americana de Pediatría y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria generalmente consideran que los nitratos en las verduras no son problema para la mayoría de los(as) niños(as) sanos. También es importante tener en cuenta que los beneficios de comer verduras generalmente superan los riesgos de cualquier exposición al nitrato en ellas.
Los(as) bebés que beben fórmula infantil preparada con agua de pozo sin evaluar (que puede ser extremadamente alta en nitratos), los(as) bebés con algún problema de salud o los(as) bebés menores de 3 meses de edad (que, de igual manera, no deberían de estar consumiendo sólidos), son los más susceptibles a los efectos de los nitratos. Para reducir la exposición a los nitratos, evita el consumo de agua de pozo que no haya sido evaluada y ten cuidado con los purés/papillas de estos alimentos. Cuando sea posible, evita guardar papillas caseras hechas con vegetales con alto contenido de nitratos por más de 24 horas. También evita las papillas comerciales si tienen más de 24 horas abiertas. Las verduras con alto contenido de nitrato incluyen la rúcula, la remolacha, la zanahoria, la lechuga, la espinaca y la calabaza, entre otras.
Las zanahorias tienen un sabor vegetal dulce que funciona bien en platos salados y postres por igual, y se comen crudas, cocidas o conservadas en todo el mundo. Sumérgete en la cultura culinaria de una región, y es probable que encuentres una versión diferente de la ensalada de zanahoria: hay zanahorias marinadas en cítricos con cebolla y ajo; mezclada con semillas de chile, coco y mostaza; ligeramente tostada con aceite y especias audaces; fermentada con repollo y rábano; encurtida con hierbas y granos de pimienta, y más.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Cocina la zanahoria pelada entera (entre más grande, mejor) hasta que esté completamente suave y se perfore fácilmente con un cuchillo, luego corta la verdura por la mitad a lo largo. Pásala por el aire para que el/la bebe la agarre. También puedes triturar o rallar zanahoria cruda o cocida. Ayuda a que el/la bebé se autoalimente colocando una cuchara precargada de puré o zanahoria rallada frente él/ella y deja que trate de agarrarla.
También puedes, bajo tu propio riesgo, ofrecer un palo grueso de zanahoria cruda pelada para que el/la bebé la roe, (trata de que sea alrededor de 1 pulgada o 2 cm de diámetro en ambos extremos para evitar que el extremo cónico se rompa). El roer es una actividad que no conduce a que la comida se consuma, pero es muy beneficioso para fortalecer la mandíbula, ayudar a la lengua a aprender a mover los alimentos de lado a lado en la boca donde los molares eventualmente crecerán, y proporcionar señales sensoriales para que el/la bebé “mapee” el interior de la boca. Estas acciones ayudan a apoyar el desarrollo de la coordinación masticatoria. Aunque es poco probable, es posible que ciertos bebés con dientes o una mandíbula fuerte logren morder un pedazo de zanahoria. Si esto sucede, dale al/a bebé un momento para que intente escupirlo, colocando tu mano debajo de la boca del/a bebé. Puedes ayudar poniendo tu mano en la espalda del/a bebé e inclinándolo(a) suavemente hacia adelante. Esto permitirá que la gravedad ayude a mover el pedazo de comida hacia la parte frontal de la boca para que el/la bebé lo escupa más fácilmente. Esos momentos pueden dar miedo, pero son momentos muy valiosos de enseñanza para que el/la bebé aprenda acerca de lo que no es seguro tragar y practique escupir alimentos.
A esta edad, los(as) bebés desarrollan el agarre de pinza (donde se encuentran el pulgar y el índice), lo cual les permite agarrar pedazos más pequeños de comida. Cuando veas señales de este desarrollo, intenta bajar de tamaño, ofreciendo zanahorias cocidas cortadas en pedazos del tamaño de un bocado. También puedes continuar ofreciendo zanahoria cruda rallada. Conforme el/la niño(a) se aproxime a los 18 meses de edad, puedes intentar cortar zanahoria cruda en palillos muy delgados, lo cual representa un riesgo de ahogamiento aumentado, pero ofrece la oportunidad de fortalecer la mandíbula y practicar desgarrar y escupir pedazos grandes. Las zanahorias crudas son un peligro de ahogamiento, así que asegúrate de crear un ambiente seguro para comer minimizando las distracciones (sin teléfonos celulares ni tabletas), asegurándote de que el/la bebé esté en un asiento apoyado y permaneciendo cerca del/a bebé a la hora de comer.
Continúa ofreciendo zanahorias enteras que han sido cocidas y cortadas en piezas del tamaño de un bocado o, si lo deseas, en piezas más grandes para que el/la niño(a) las pueda recoger con los dedos. Muchos(as) niños(as) pequeños(as) están listos para manejar zanahorias crudas más cerca de los dos años. Si te sientes cómodo con las habilidades de comer del/a niño(a), puedes ofrecer zanahoria cruda en palitos (cortando una zanahoria a lo largo en cuartos). Como siempre, puedes reducir el riesgo de ahogamiento asegurándote de crear un ambiente seguro para comer y mantente a la distancia de tu brazo del/a bebé durante la comida.
Continúa ofreciendo zanahorias cocidas de cualquier forma y zanahorias crudas cortadas en palitos delgados. Si aún no has ofrecido zanahorias crudas cortadas en palitos, es mejor comenzar con eso antes de progresar a zanahorias bebé enteras. Cuando el/la niño(a) muestre habilidades de masticación maduras regularmente (puede tomar bocados pequeños, puede mover los alimentos al costado de la boca para masticarlos y masticarlos a fondo, y no se mete demasiada comida a la boca), puede ser que esté listo(a) para practicar comer zanahorias bebé enteras y crudas en un entorno seguro y supervisado. Las zanahorias bebé crudas representan un alto riesgo de ahogamiento debido a su forma y textura firme, así que ofrézcalas cuando un(a) niño(a) esté sentado, concentrado en comer y cuando puedas supervisarlo(a) de cerca.
Antes de ofrecer zanahorias bebé crudas enteras, sugerimos que le demuestres al/a niño(a) como masticar con sus molares: abre la boca, coloca la verdura en sus dientes posteriores y explícale: “Estoy usando mis dientes de atrás fuertes para aplastar esta zanahoria, y tengo que masticarla MUCHO”. Considera sostener la zanahoria bebé con tu mano para que tu hijo(a) practique morderla: sostenla en la esquina de su boca y deja que tu hijo(a) la mastique. Alienta al/a niño(a) para que muerda con fuerza para así romper la zanahoria cruda. Puedes hacer un show con los sonidos crujientes que ocurren cuando masticas la zanahoria.
Si tu niño(a) pequeño(a) no intenta morder y masticar con después de alentarlo(a), continúa sirviendo palitos de zanahoria delgados y crudos para ayudarlo(a) a desarrollar la habilidad de masticar.
Como preparar zanahorias para bebés a partir de 6 meses
Obtén más información sobre cómo hacer que los alimentos de alto riesgo sean seguros para los(as) bebés en nuestro curso virtual.
Rinde
2 tazas (480 ml)
Tiempo de preparación
15 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
2 cdas (28 g) mantequilla sin sal
1 manojo de cebollín
Esta receta contiene un alérgeno común: lácteos (mantequilla). Servir sólo una vez que este alérgeno ha sido introducido de manera segura a la dieta del/a bebé.
Lavar, secar y pelar las zanahorias. Cortar y descartar los extremos. Cortar las zanahorias de acuerdo al corte indicado según la edad del/a bebé.
En una sartén o en un tazón ancho apto para microondas, colocar las zanahorias. Agregar suficiente agua como para cubrir solo el fondo de la sartén o del tazón. Tapar y cocinar al vapor hasta que sean fáciles de cruzar con un cuchillo, alrededor de 5 minutos en el microondas o 10 minutos en la encimera.
Mientras las zanahorias se están cocinando, cortar el cebollín u otra hierba como menta o perejil. Las hierbas pueden ser introducidas en la dieta del/a bebé tan pronto como cuando comienza su alimentación complementaria. A los(as) bebés les tiende a gustar los sabores que han probado frecuentemente desde pequeños(as).
Mover las zanahorias a un tazón y agregar la mantequilla y el cebollín. Mezclar hasta cubrir las zanahorias de mantequilla derretida y hierbas.
Reservar un poco de zanahorias para el/la bebé, si quieres las puedes triturar. Sazonar tu porción con sal a gusto.
Servir las zanahorias
Ofrecer zanahorias y dejar que el/la bebé se alimente por sí mismo.
Si necesita ayuda, mantener las zanahorias en el aire en frente del/a bebé y dejar que la agarre de tus manos. Otra opción es precargar una cuchara apta con zanahoria triturada y dejar que el/la bebé la agarre con sus manos.
Come tu porción de zanahorias junto al/a bebé para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: Las zanahorias al vapor con mantequilla a las hierbas se mantienen bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses.
Las zanahorias tienen un sabor terroso y dulce. Prueba combinarlas con alimentos cremosos como el aguacate, coco, huevo, queso de cabra, kéfir, queso mascarpone, queso ricotta, o yogur, para equilibrar el sabor de la verdura. Añade nueces molidas como avellanas, pacanas, o nuez; o sírvelas junto con legumbres como garbanzos o lentejas o granos como trigo Jorasán o quinua para añadirles aún más sabor terroso. Las zanahorias también saben delicioso con otras frutas y verduras como la manzana, remolacha, col, guisantes de jardín, judías verdes, limón, cebolla, naranja, pera, papa, y guisantes.
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