Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
Sí
Los tamales suaves rellenos con ingredientes apropiados para la edad de tu bebé se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/a bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Cuando compartas tamales suaves con un/a bebé menor de 12 meses de edad, modifica o retira cualquier ingrediente que pudiese ser un peligro de ahogamiento y opta por tamales hechos con queso pasteurizado para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Toma nota de que los tamales, comúnmente contienen alérgenos comunes como lácteos, huevos, pescados con aleta, maní, ajonjolí, mariscos, nueces y trigo.
Hace miles de años, los Aztecas, los Mayas y otros pueblos originarios de Centroamérica, desarrollaron los métodos de cocción del tamal, mismos que los latinoamericanos y otras culturas utilizan hoy en día. Para muchas culturas indígenas, los tamales eran un alimento de nutrición diaria, pero también un alimento para celebrar y compartir, una tradición que continúa hasta hoy. Con el paso del tiempo, los tamales hechos en América, con la colonización, migración y el comercio, se han modificado generando una amplia variedad, cada una representando la cultura del pueblo que los prepara. Algunos contienen masa, mientras que otros están hechos a base de harina de arroz (como los canarios dulces) o de puré de maíz fresco en lugar de maíz nixtamalizado. Algunos estilos se envuelven en la cáscara del maíz, mientras que otros, como los nacatamales de Nicaragua, se envuelven en hoja de plátano. Los tamales también varían en tamaño, desde los más pequeños como el chuchito en Guatemala a los más grandes como los zacahuiles en el estado de Veracruz, México.
Sí. A pesar de que los tamales varían de un estilo a otro, en general, ofrecen carbohidratos que dan energía, proteína que apoya el crecimiento, grasa para el desarrollo neurológico y fibra para ayudar a la microbiota intestinal en desarrollo del bebé. Opta por tamales hechos con quesos pasteurizados, puesto que comer quesos no pasteurizados, conlleva un alto riesgo de contraer enfermedades alimentarias a las que los bebés y niños pequeños, niños con anemia falciforme e individuos con sistemas inmunocomprometidos son más susceptibles.
Sí. Los tamales frecuentemente contienen ingredientes hechos con lácteos y pueden contener muchos otros alérgenos como el huevo, pescado con aletas, maní, mariscos, ajonjolí, soya, nueces y trigo.
Es importante introducir cada uno de los alérgenos en lo individual para descartar cualquier alergia, antes de ofrecer cualquier alimento preparado que contenga varios alérgenos. De esta forma, cuando estés listo(a) para compartir un tamal, estarás seguro(a) de que el/la bebe ha comido todos los ingredientes que son alérgenos comunes. Este método también ayuda a determinar que ingrediente pudieron haber causado una alergia.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza sirviendo una pequeña cantidad por sí solo durante las primeras porciones, y si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en porciones futuras.
Sí, pueden serlo. Los tamales pueden contener rellenos firmes o masticables que aumentan el riesgo de atragantamiento, como nueces picadas, carne en cubos, trozos de queso, trozos de verduras, frutas secas, semillas grandes, aceitunas y trozos de hueso. Los tamales fritos y otros estilos firmes son firmes y, a veces, duros o crujientes, texturas que también aumentan el riesgo de atragantamiento. Para reducir el riesgo, ofrece los tamales de forma segura de acuerdo a la edad del/a bebé y como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
Sí. Los bebés necesitan mucha grasa para su crecimiento y desarrollo, y los tamales son una gran fuente de este nutriente esencial. A pesar de que las grasas saturadas se conocen por ser asociadas a enfermedades de corazón en adultos, las investigaciones demuestran que deben estar presentes como parte de una dieta balanceada y que puede que tengan un impacto más neutral en el corazón de lo que se había pensado, sin embargo, se requiere más información al respecto.
Sí, siempre y cuando todos los ingredientes del tamal se hayan modificado de acuerdo a la edad y las capacidades del/a bebé. Usa nuestra Base de Datos First Foods® para buscar cualquier ingrediente en el tamal y encontrar información acerca de cómo compartirlo de manera segura con el/a bebé de acuerdo con su edad y capacidad.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Desenvuelve un tamal suave y córtalo por la mitad a lo largo. Retira cualquier ingrediente que pueda ser un riesgo de ahogamiento (granos de maíz, trozos de carne, trozos de queso, trozos firmes de verduras, aceitunas enteras, semillas grandes, nueces enteras y trozos de nueces o pasas) y luego deja que el/la bebé sostenga la mitad del tamal y le dé mordidas. Alternativamente, si el tamal está tan blando que se deshace, tritúralo y deja que el/la bebé lo coma con las manos o con una cuchara. A esta edad es recomendable evitar los tamales fritos por el alto riesgo de ahogamiento.
Remueve el tamal suave de su envoltura y córtalo en pedazos del tamaño de un bocado para fomentar el desarrollo del agarre de pinza (cuando el dedo índice y el pulgar se juntan). Para tamales suaves que se puedan comer con cuchara, sigue ofreciendo cucharas pre cargadas con el tamal y con rellenos apropiados para la edad del/a bebé a un lado. Si el tamal contiene ingredientes que conllevan un riesgo de ahogamiento como granos de elote, grumos de queso, vegetales firmes en pedazos grandes, cubos de carne, aceitunas enteras, semillas grandes, nueces picadas, pasas o frutos secos, sácalos del relleno y resérvalos para ti o modifícalos antes de servirlos al/a bebé.
Ofrece pedazos del tamaño de un bocado de un tamal suave y una cuchara o un tenedor para que el/a bebe practique el uso de los cubiertos o prueba ofrecer pedazos grandes del tamal sin la envoltura para que practique dar mordidas. Asegúrate de remover o modificar cualquier ingrediente en el tamal dependiendo de las habilidades del/a niño(a).
Puedes ofrecer un tamal entero en la envoltura (déjalo enfriar un poco antes de servirlo), enséñale al/a niño(a) cómo abrirlo e invítalo(a) a intentarlo. A esta edad, los niños pueden estar listos para comer tamales fritos enteros o tamales con ingredientes riesgosos como con nueces cortadas, cubos de carne, pedazos de queso, pedazos de vegetales, frutos secos, semillas grandes, olivas, y pedazos de hueso dentro del relleno o salsa. La clave está en evaluar la habilidad para masticar del/a niño(a), qué tan acostumbrado(a) está a manipular diferentes texturas dentro de la boca y su habilidad para seguir instrucciones. Algunos niños pueden estar listos para comer tamales con ingredientes riesgosos a los dos años de edad, mientras que otros pueden necesitar más tiempo para practicar. Si el/a niño(a) ha tenido suficiente práctica mascticando los alimentos que se encuentran dentro del tamal, y son capaces de sentarse y seguir instrucciones, ofrécele el tamal entero y explícale que hay alimentos difíciles de masticar dentro. Come un tamal con el/a niño(a) para modelar cómo debe utilizar sus dientes para partir los alimentos y deja que el/a niño(a) lo intente.
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