Tipo de alimento
Legumbre
Alérgeno común
Sí
Sugerencia de edades
6 meses
Sí
El maní se puede ofrecer tan pronto como el bebé esté listo para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, el maní entero, el maní picado y la mantequilla de maní representan un peligro de ahogamiento para los bebés y los niños, así que continúa leyendo para aprender cómo prepararlos de manera segura.
Los manís representan un peligro de ahogamiento para bebés y niños, así que continúa leyendo para aprender cómo prepararlos de manera segura.
Seamos claros: el maní pone nerviosa a la gente. Y es por una buena razón: el maní es uno de los alérgenos alimentarios más comunes en los niños. Sin embargo, existe evidencia de que la introducción temprana y frecuente del maní en la dieta de un bebé puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar una alergia a él. Por el contrario, retrasar la introducción del maní puede aumentar la probabilidad de una alergia a él más adelante en la vida, especialmente en bebés con alto riesgo de alergia.
Clasificado por los encargados de la regulación de alimentos como un alérgeno significativo, el maní no es en realidad una nuez, sino más bien la semilla comestible de una planta leguminosa que crece bajo tierra. El maní se originó en América del Sur, donde los pueblos indígenas cultivaban el maní con fines alimenticios y ceremoniales. Los colonizadores europeos llevaron el maní por todo el mundo. Hoy en día, esta legumbre es la “nuez” más consumida en el mundo y un alimento básico importante en África, Asia y América del Norte.
Sí. Los manís proveen un poderoso aporte nutricional. Contienen muchas proteínas, grasas y fibra para nutrir el cuerpo del bebé además de antioxidantes que pueden ayudar a la salud del corazón. Los manís también son ricos en nutrientes esenciales que trabajan juntos para promover el desarrollo del cerebro (ácido fólico, vitaminas B6 y E, y zinc) y energizar el cuerpo (cobre, vitamina B3 y magnesio). Solo asegúrate de comprar manís sin sal, ya que muchos manís contienen mucho sodio, que en exceso no es saludable para losbebés (o adultos).
Posiblemente hayas escuchado los argumentos sobre las implicaciones para la salud de las lectinas, oxalatos y fitatos en el maní. No te preocupes—estos compuestos vegetales son en su mayoría inofensivos cuando se consumen con moderación como parte de una dieta balanceada, además de que pueden reducirse tostando el maní, un método estándar de procesamiento de esta leguminosa saludable.
Por último, pero ciertamente no menos importante, la harina de maní se está convirtiendo en un alimento cada vez más popular. Está hecha de maní molido al que se le ha quitado el contenido de grasa, de ahí que también se le llame harina o polvo de maní desgrasado. Si bien carece de grasa, todavía contiene cantidades significativas de fibra, proteínas y micronutrientes como zinc, vitamina B6 y ácido fólico.
★ Consejo: el maní y la mantequilla de maní son susceptibles a los hongos y el moho, pero hay formas de minimizar el riesgo: mantén los frascos abiertos de mantequilla de maní en el refrigerador, compra maní tostado sin sal o tuesta el maní crudo sin sal en casa después de comprarlo.
Sí. Todas las nueces, trozos de nueces y mantequillas de nueces representan un peligro de ahogamiento para bebés y niños. Para reducir el riesgo, diluye la mantequilla de maní con agua, leche materna, fórmula o purés como puré de manzana o muele finamente el maní para espolvorearlo sobre otros alimentos. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente seguro para comer, mantén siempre al bebé al alcance de tu mano durante las comidas, y verifica las sugerencias de porciones más apropiadas para la edad correspondiente.
Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarizarte con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Sí. Las alergias al maní en los niños están en aumento, y existe un mayor riesgo para los bebés con eczema severo o alergia al huevo. Si crees que tu bebé puede tener alergia al maní, consulta con su pediatra o un(a) alergólogo(a) pediatra antes de introducir el maní a la dieta de tu bebé.
Un estudio pionero demostró que la introducción temprana del maní a la dieta del bebé podría reducir significativamente el riesgo de desarrollar en una alergia al maní en el futuro. A partir de este estudio, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU. ahora recomienda que se introduzcan los manís a la dieta del bebé antes del primer cumpleaños, dando consideración a todos los factores de riesgo.
Desafortunadamente, las alergias al maní tienden a durar toda la vida. Solo alrededor del 20% de los niños superan la alergia al maní. Además, los niños alérgicos al maní tienen una mayor probabilidad (entre 25 a 40 %) de ser alérgicos a una o más nueces de árbol. Curiosamente, para aquellos con alergias al maní, los aceites de maní altamente refinados generalmente son tolerables, porque las proteínas alergénicas del maní se han eliminado durante el proceso de preparación. Sin embargo, el aceite de maní sin refinar aún presenta un riesgo de alergia debido a las proteínas retenidas en el aceite.
¿Qué tan temprano debes empezar a ofrecer maní a tu bebé? Aunque para los bebés con eczema severa o alergias alimentarias preexistentes hay que consultar a un doctor antes de introducir el maní, los demás bebés pueden empezar a probar el maní desde el momento en que están listos para iniciar los sólidos, usualmente alrededor de los 6 meses de edad. Para bebés con eczema de cualquier severidad, se recomienda una introducción incluso más temprana – idealmente entre los 4 y 6 meses de edad.
Al igual que con todos los alérgenos alimentarios, es mejor empezar poco a poco. Sirve una pequeña cantidad (como una pizca de maní molido o 1/8 de cucharadita de mantequilla de maní suave que no contenga miel) durante las primeras comidas y observa atentamente a partir del primer bocado, ya que las reacciones no siempre ocurren al principio. Si no hay una reacción severa después de 5-10 minutos, ofrece el resto del maní al ritmo natural de alimentación de tu bebé. Puedes empezar a incrementar la cantidad de maní que ofreces de manera gradual en las siguientes comidas. Los alergólogos recomiendan la exposición a los alérgenos alimentarios comunes, incluyendo el maní, de manera regular en la dieta una vez introducidos. Estudios recientes nos dicen que un promedio de 2 gramos de proteína de maní a la semana durante la niñez temprana puede ser suficiente para desarrollar tolerancia a largo plazo al maní.
¿Quieres más apoyo en el proceso de introducción del maní? Consulta nuestra guía Introducción de alérgenos.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
Sí, siempre que no tenga sodio ni azúcar añadidos. Cuando compres mantequilla de maní para bebés, compra mantequilla de maní suave y sin sal ni azúcar añadidas, edulcorantes, saborizantes, aceite hidrogenado u otros conservantes.
★Consejo: ¡Cuidado con los impostores! Algunas mantequillas de maní contienen aceites hidrogenados y edulcorantes como el chocolate, que no son apropiados para bebés. Cuando sea posible, opta por productos de mantequilla de maní suave que estén marcados como “natural”, “sin sal” y “sin azúcar añadida.”
Sí. Tanto el aceite de maní refinado como el no refinado son aceptables como aceite de cocina. El aceite de maní es ultra procesado a altas temperaturas para eliminar el color y el sabor (aceite de maní refinado) o producido por prensado en frío para conservar el sabor y la nutrición (aceite de maní sin refinar). Ambos tipos agregan grasas saludables a la dieta de un bebé, sin embargo, es posible que desees elegir aceite de maní refinado, ya que tiene un punto de humo más alto y es menos probable que se vuelva rancio mientras se cocina. El punto de humo del aceite de maní refinado es de 450 grados Fahrenheit / 232 Centígrados.
Sí, aunque es mejor agregarla a otros alimentos. La harina de maní es hecha triturando los manís y quitándoles las grasas saludables, por lo que a veces se comercializa como harina o polvo de maní “desgrasado”. Si bien la harina de maní carece de grasa, aún contiene cantidades significativas de fibra, proteínas y micronutrientes como zinc, vitamina B6 y ácido fólico.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Los bebés de este rango de edad no suelen estar preparados para alimentarse por sí mismos. Generalmente solo se recomienda la introducción del maní a partir de los 4 y 6 meses de edad si un médico o alergólogo determina que es deseable la introducción temprana es deseable para fines de prevención de alergias debido a enfermedades preexistentes, factores de riesgo para el desarrollo de alergia al maní, como eczema grave, alergia al huevo o ambos. Para la mayoría de los(as) bebés, el maní se puede introducir cuando el/la bebé muestra todos los signos de estar listo para introducir alimentos sólidos, generalmente alrededor de los 6 meses.
Para introducir el maní entre los 4 y 6 meses de edad, puedes diluir 1/8 de cucharadita de mantequilla de maní suave (sin miel) con agua y ofrecer la mantequilla de maní diluida al bebé con la punta del dedo o con una cuchara. Si el/la bebé tiene un eczema facial significativo o una tendencia a desarrollar irritación de la piel, considera aplicar una pomada de barrera (como vaselina pura o una combinación de aceite y cera a base de plantas) en la piel alrededor de la boca antes de ofrecerle la mantequilla de maní. Esto ayudará a prevenir reacciones de contacto leves.
Alternativamente, puedes combinar una cantidad muy pequeña de mantequilla de maní suave (sin miel) o harina/polvo de maní con puré de frutas o verduras. Si estás introduciendo el maní mezclado con un puré de frutas o verduras, es posible que tengas que introducir sabores muy pequeños del puré varias veces antes para descartar una alergia a ese alimento antes de combinarlo con un alérgeno común como el maní. De esta forma, si el/la niño reacciona a la mezcla de maní, sabrás por seguro que fue el maní y no el puré.
Ofrece una pequeña prueba de la mezcla (unta la punta de un dedo o una cucharadita, por ejemplo) y sostenla frente al bebé, deteniéndolo en frente de su boca. No pongas la mantequilla de maní en la boca del/a bebé hasta que parezca que esté listo(a) (con la boca abierta, sacando la lengua, idealmente inclinándose hacia el dedo o la punta de la cuchara). Deja que el/la bebé chupe brevemente su dedo o la punta de una cuchara si lo desea. Espera 10 minutos y, si no hay signos de una reacción alérgica, continúa ofreciéndole pruebitas del alimento que contiene maní si el/la bebé muestra interés. No te preocupes si el/la bebé no se termina todo. El objetivo a esta edad es solo introducir el alérgeno, no llenar la barriguita del/a bebé con sólidos. Una vez que el/la bebé termine de comer, observa durante otros 30 minutos para asegurar de que no haya signos de una reacción alérgica. Si ocurre una reacción, deja de alimentar el/la bebé y comunícate de inmediato con su proveedor de atención médica o, si la reacción es grave, con los servicios de emergencia. Lee más sobre los síntomas de las reacciones alérgicas.
Si el/la bebé puede tolerar la introducción de maní en la dieta, continúa ofreciéndo maní regularmente, con el objetivo de dos veces por semana. Los estudios muestran que el consumo regular de maní en la dieta es clave para proteger contra el desarrollo de la alergia al maní.
Diluye la mantequilla de maní (sin miel) con agua, leche materna, fórmula o purés como puré de manzana y sírvelo solo o mezclado con otros alimentos suaves como papillas o yogur. Alternativamente, puedes moler manís tostados o crudos sin sal hasta obtener una consistencia fina, luego espolvorea una pizca sobre alimentos blandos que se puedan recoger con cuchara, como puré de frutas y verduras, cereal tibio o yogur. También puedes cubrir frutas resbaladizas como aguacate, plátano o mango en maní molido para agregar agarre. Una vez que el maní haya estado en la dieta con éxito durante algunas semanas, puedes ofrecer mantequilla de maní diluida como "pintura para los dedos" o salsa para mojar los alimentos. Ten en cuenta que esta puede no ser la mejor opción para los(as) bebés propensos al eczema en las manos o la cara, que pueden experimentar erupciones por contacto debido a la exposición al alérgeno.
Continua mezclando mantequilla de maní suave y sin sal con alimentos suaves, cubrir frutas resbaladizas en maní molido para agregar agarre o agrega mantequilla de maní o harina de maní en la masa de productos horneados. A esta edad también puedes ofrecer mantequilla de maní suave untada finamente en una tostada. Sírvelo con un vaso de agua o leche para ayudar a comer pedazos de comida pegajosos. También puedes usar aceite de maní para cocinar vegetales, granos y otras comidas integrales, pero recuerda que el aceite de maní puede no ser suficiente para mantener la exposición al alérgeno alimentario, ya que usualmente no contiene suficiente proteína del alérgeno.
Después del segundo cumpleaños del niño, es posible que esté listo para manís enteros si ha desarrollado habilidades avanzadas para masticar y tragar. Aborda este paso con mucho cuidado y consideración: los manís enteros se encuentran entre las principales causas de incidentes de ahogamiento no fatales y fatales relacionados con los alimentos en niños menores de 3 años en América del Norte. Para reducir el riesgo, comienza por dividir los manís por la mitad (las mitades se separan fácilmente con un poco de presión de los dedos) y asegúrate de que el niño esté en un entorno seguro para comer. Empieza ofreciendo una pieza a la vez. Demuestra colocando el maní en tus propios molares y mastica de una manera muy exagerada. Explícale al niño cuánto ruido hacen sus dientes al romper el maní y enséñale a hacer lo mismo. Puedes contar en voz alta cuántos crujidos puede hacer tu niño con un maní, lo que garantiza un masticado completo.
For more information on how to cut food for babies, visit our page on Food Sizes & Shapes.
Rinde
½ taza (120 ml)
Tiempo de preparación
5 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
½ taza (120 ml) puré de manzana sin endulzar
1 tsp (5 ml) mantequilla de maní cremosa (sin miel)
1 banano maduro (opcional)
Esta receta contiene un alérgeno común: maní (mantequilla de maní). Servir sólo una vez que este alérgeno ha sido introducido de manera segura a la dieta del/a bebé. Siempre chequear la etiqueta de los productos procesados comprados, tales como la mantequilla de maní, ya que podrían incluir potenciales alérgenos. Ingredientes agregados podrían incluir miel, la cual no está recomendada para bebés menores a 12 meses.
Mezclar el puré de manzanas con la mantequilla de maní hasta obtener una mezcla cremosa sin grumos, con textura similar a la pintura.
Servir un poco de “pintura” en un tazón lo suficientemente profundo como para que el/la bebé pueda meter sus manos.
Servir la “pintura” con algún alimento resistente, tal como lanzas de banano o una cuchara apta para que el/la bebé pueda untar en la pintura.
Servir la “pintura”
Ofrecer la pintura al/a bebé y dejar que se alimente por sí mismo.
Si necesita ayuda, untar la cuchara del/a bebé o una lanza de banano en la pintura, mantener en el aire en frente del/a bebé para que la tome de tus manos.
Repetir y, esta vez, modelar cómo utilizar la cuchara o la lanza para pintar sobre la bandeja o la mesa. ¡Pintar con los dedos también funciona!
Almacenamiento: La pintura de mantequilla de maní y manzana se mantiene bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses.
¡El rico sabor a nuez del maní combina delicioso con muchos tipos de alimentos! Su terrosidad equilibra el sabor dulce y ácido de frutas como manzana, banano, mango, papaya, piña, plátano macho y fresa; y resalta el brillo en vegetales verdes como pimiento, bok choy, repollo, apio, col berza, judías verdes y espinacas. Una pizca de maní molido puede agregar riqueza adicional a otros alimentos llenos de proteínas como carne de res, bisonte, pollo y cordero y pescados dulces como salmón, camarones, tilapia o trucha. También puedes cubrir granos y fideos como amaranto, cuscús, fideos de huevo, quinua, pasta, arroz o soba con maní molido, o mezclar maní molido o mantequilla de maní con puré de tubérculos y legumbres como frijoles negros, guisantes de ojos negros, calabaza, calabacita, o camote. Cuando quieras una combinación simple, opta por alimentos suaves, untables, bajos en sal, como queso mascarpone, labneh, queso ricotta y yogur, que saben extra cremosos cuando se combinan y baten con una pequeña cucharada de mantequilla cremosa de maní para darle sabor.
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