Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
El membrillo se pueden introducir a la dieta del/a bebé tan pronto como esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Mientras que hay variedades de membrillo que se pueden comer crudas, la mayoría son tan firmes (incluso cuando están maduras) que se deben cocinar para que sean seguras para los(as) bebés. Las semillas del membrillo contienen un compuesto que puede convertirse en cianuro en el cuerpo, así que debes asegurarte de remover las semillas antes de servir membrillo al/a bebé.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece secciones grandes o cuartos de membrillo bien cocido, sin piel y sin semillas. A esta edad, mientras más grande, mejor. Si el/la bebé muerde un pedazo demasiado grande, respira y deja que el/la bebé mueva la comida hacia delante de manera independiente antes de intervenir. De manera alternativa, puedes hacer puré de membrillo y mezclarlo con otros alimentos como gachas y yogur. Evita las jaleas y mermeladas de membrillo ya que tienen azúcar añadido.
Sigue ofreciendo secciones grandes o cuartos de membrillo bien cocido sin piel y sin semillas y una vez que el/la bebé desarrolle el agarre de pinza (cuando el dedo índice y el pulgar se juntan), ofrece pedazos del tamaño de un bocado. También puedes seguir ofreciendo pure de membrillo cocido por sí solo o mezclado con otros alimentos. Evita jaleas y mermeladas ya que tienen azúcar añadido.
Sirve pedazos del tamaño de un bocado de membrillo bien cocido sin piel y sin semillas. Si quieres fomentar el uso de un tenedor, simplemente precarga un tenedor y déjalo en la mesa o en el borde del tazón y deja que el/la niño(a) intente tomarlo. También puedes continuar ofreciendo puré de membrillo cocido en platillos dulces o salados. Sigue esperando a que el/la niño(a) esté cerca de los 2 años para ofrecer jaleas y mermeladas de membrillo. Entre más tiempo tiene el/la niño(a) para desarrollar su paladar sin alimentos azucarados, es más probable que acepte una variedad más amplia de alimentos sin azúcar conforme crezca.
Cómo preparar el membrillo para bebés y niños pequeños
Cómo cortar el membrillo cocido para bebés y niños pequeños.
Para más ayuda de cómo ayudar al/la niño(a) a desarrollar una relación sana con el azúcar, lee nuestra página: El azúcar y las preferencias gustativas.
Sí, ya que la mayoría de sus variedades son firmes cuando están crudas. Para minimizar el riesgo, remueve las semillas y cocina el membrillo hasta que esté suave. A pesar de que la piel es comestible y no es un riesgo de ahogamiento, puede ser dura y difícil de masticar así es que remuévela si el/la bebé está teniendo problemas al masticarla. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. El membrillo no es un alérgeno común aunque alergias al membrillo se han reportado. Mientras que la información sobre el membrillo es limitada, individuos con sensibilidad a otras frutas de la familia de los rosáceos como las manzanas, albaricoques, almendras y ciruelas, pueden tener una reacción similar al membrillo. Individuos que tienen el síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen) a otras frutas rosáceas, particularmente aquellos con alergia al polen de abedul, pueden en teoría ser sensibles al membrillo. El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor en la boca y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocer y pelar el membrillo, puede ayudar minimizar la reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. Particularmente rico en vitamina B6 y zinc, el membrillo ayuda a dar soporte a la salud del corazón, a la función cognitiva, al crecimiento y al desarrollo. El membrillo también proporciona pequeñas cantidades de otros nutrientes, desde el hierro y potasio a los carotenoides y polifenoles que benefician el intestino y el hígado. Es una gran fuente de fibra, particularmente pectina, que da soporte a la función digestiva. Por último, el membrillo es rico en potentes antioxidantes que pueden reducir inflamación y proteger contra enfermedades.
Toma nota de que las semillas del membrillo contienen un compuesto que puede convertirse en cantidades dañinas de cianuro cuando se consume en grandes cantidades. Mientras que las semillas se usan en ciertas culturas con fines medicinales, es mejor ser precavidos y remover todas las semillas antes de servir membrillo al/la bebé.
La paste, jalea o mermelada de membrillo puede que sea más fácil de conseguir que la fruta. Sin embargo, estos productos tienden a contener azúcar añadida, lo que no se recomienda hasta cerca de los 2 años de edad (aunque una probada de vez en cuando está bien).
Sí. El membrillo es una buena fuente de fluidos y fibra, particularmente pectina, que ayuda a tener una sana microbiota intestinal, suaviza la popo y da soporte al proceso digestivo. Recuerda que los patrones de evacuación pueden variar significativamente de un(a) niño(a) a otro(a). Si te preocupa que tu bebé esté teniendo problemas con la popó y la función digestiva, habla con tu proveedor de atención médica pediátrica.
Conocido y amado por culturas ancestrales en Europa y el Sudeste Asiático, el membrillo, de dulce fragancia, es pariente de la manzana y se origino en las tierras entre el mar Negro y el mar Caspio. Mientras que existen muchas variedades, la mayoría son astringentes y firmes cuando la fruta esta cruda y se suavizan y endulzan cuando se cocina. Antes de la era del la refrigeración y de las formas modernas de almacenamiento, las civilizaciones antiguas preservaban el membrillo almacenándolo en miel hasta que se hiciera suave. Hoy en día la tradición de comer membrillo en conservas continúa en jaleas, mermeladas y pastas hechas con la fruta y que también son populares complementos a platillos salados como estofados de carne y tagines.
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