Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
El apio se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. El apio crudo representa un alto riesgo de ahogamiento por lo que asegúrate de prepararlo de manera apropiada para la edad.
El apio viene de vegetales salvajes que se originaron en las tierras fértiles alrededor del Mar Mediterráneo. Los humanos aprendieron a cultivar este vegetal hace miles de años lo que llevó a tener diferentes variantes incluyendo la raíz de apio, apio de hoja (común en Asia) y tallos de apio que se encuentran fácilmente en las Américas.
Sí. El apio ofrece una gran cantidad de vitamina K que ayuda a tener sangre sana, algo de folato que ayuda al desarrollo y crecimiento del/a bebé y buenas cantidades de carotenoides, muchos de los cuales se convierten en vitamina A, que ayuda a la salud de la piel, los ojos y el sistema inmune.
¿Te preocupa el sodio en el apio? No es necesario preocuparse. A pesar de que el apio tiene un contenido más alto de sodio que muchos otros vegetales, no es un alimento alto en sodio.
No. Las alergias al apio son poco comunes, pero se ha reportado un incremento en reacciones que varían de moderadas a severas.Los individuos con síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia al polen) particularmente aquellos alérgicos al polen del abedul y la artemisa y/o son sensibles a otros alimentos de la familia Apiaceae como la zanahoria y el hinojo pueden ser sensibles al apio. Otras especies con reacción cruzada al apio son el cilantro, semillas de alcaravea, perifolio, comino, eneldo, semilla de anís y perejil. El síndrome de alergia oral usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar el apio puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la reacción, pero algunos individuos pueden ser sensibles al apio cocido. Se han reportado casos anafalaxia inducida por el ejercicio en individuos que han consumido apio 4 horas antes de hacer ejercicio.
El apio, también está asociado a la fitodermatitis, una condición que puede ocurrir después del contacto con el alimento. Algunos compuestos del apio se activan con el sol y ocasionalmente puede causar una pigmentación e irritación en la piel que da comezón y puede generar ampollas y dolor. Limpiar la piel después de estar en contacto con el apio y usar protector solar puede prevenir la irritación por firodermatitis.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza sirviendo una pequeña cantidad por sí sola durante las primeras porciones y si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en porciones futuras.
Sí. El apio crudo representa un peligro de ahogamiento alto, ya que es firme y frecuentemente se corta en pedazos pequeños que son un reto para los bebés. Para reducir el riesgo, prepara y sirve el apio de forma apropiada de acuerdo a la edad. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No, no hay necesidad de preocuparse. Puede que hayas escuchado que el apio y otros vegetales (como la arrúgala, remolacha, zanahoria, lechuga, espinaca y calabacín por mencionar algunos) contienen nitratos que son compuestos naturales que, si se consumen en grandes cantidades, pueden afectar de manera negativa los niveles de oxígeno en la sangre. Los bebés menores de 3 meses de edad y/o aquellos con preocupaciones de salud puede que sean más sensibles a los nitratos. Organizaciones como la Academia Americana de Pediatría y la Agencia Europea de Seguridad Alimenticia, generalmente no ven a los nitratos en los alimentos como una preocupación para la mayoría de los niños sanos y los beneficios de comer estos vegetales como parte de una dieta variada, típicamente son mayores que el riesgo de exposición a un exceso de nitrato.
Espera para servir jugo de apio como bebida hasta después de los 12 meses de edad. Considera que puede ser beneficioso esperar hasta que el niño sea mayor para compartir jugo con regularidad. Si bien el jugo de apio se considera una bebida saludable popular, considere limitar o evitar el jugo de apio incluso después de los 12 meses de edad, ya que puede tener un contenido excesivo de nitratos. Si bien el jugo de apio no es dulce como los jugos de frutas, ofrecerlo en su forma entera es aún más nutritivo. Obtenga más información sobre cómo servir el jugo a bebés y niños pequeños.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Corta el apio de manera transversal en medias lunas delgadas y cocina hasta que esté suave. Mezcla las medias lunas con alimentos suaves que el/a bebé pueda recoger con cuchara como guisos, cereales tibios o yogur.
Si te sientes cómodo(a), puedes ofrecer el tallo completo del apio como mordedor y para meter en dip de alimentos suaves. Masticar el tallo fortalece la mandíbula, ayuda a la lengua a aprender a mover la comida de un lado a otro de la boca para masticar y ayuda al/a bebé a “mapear” la parte interna de su boca. Congelar los tallos del apio puede ayudar a minimizar el riesgo ya que el tallo se vuelve más firme cuando se congela y se suaviza cuando el/a bebé lo mastica. Para bebés con mandíbulas y dientes fuertes, es posible que logren morder un pedazo de apio. Si esto sucede, dale un momento para escupir el alimento y mantén tus dedos fuera de la boca del/a bebé. Hincarte frente al/a bebé hará que vea hacía abajo y esto puede ayudar a que por la gravedad, la comida salga de la boca.
Corta el apio de manera transversal en medias lunas delgadas y cocina hasta que esté suave. Puedes servir las medias lunas solas o mezcladas con alimentos suaves que el/a bebé recoger con cuchara como guisos, cereales tibios o yogur. Puedes ofrecer el tallo completo de apio como mordedor pero prepárate para que el/a bebé le dé una mordida. Si esto sucede, dale un momento para escupir el alimento y mantén tus dedos fuera de la boca del/a bebé. Hincarte frente al/a bebé para que mire hacía abajo puede ayudar a que la comida salga de la boca más fácilmente con la ayuda de la gravedad.
A esta edad, los niños típicamente son capaces de comer apio crudo. Continúa cortando el apio transversalmente en medias lunas iniciando con rebanadas muy delgadas e incrementando el grosor conforme las habilidades del/a niño/a maduren. Evita servir pedazos grandes de apio crudo a esta edad.
Espera a servir tiras de apio hasta que sientas que el/la niño/a muestra la habilidades necesarias; dar mordidas de tamaño apropiado, masticar los alimentos completamente, moverlos de un lado a otro con su lengua y escupir si es necesario. Algunos niños son capaces de comer tiras de apio crudo alrededor de su segundo cumpleaños mientras que otros requieren más práctica. Si el/a niño/a ha tenido suficiente práctica masticando comida y logran sentarse de manera calmada y seguir instrucciones, ofrece tiras de apio y explica que es un alimento difícil de masticar. Come una tira junto con el/ella y modela cómo usar los dientes para partir la comida, después deja que lo intente. Para minimizar el riesgo, asegúrate de que esté sentado/a, concentrado y supervisado. Puede ser que quieras empezar cortando la tira de apio a lo largo para que sea más fácil. Ofrecer las tiras de apio junto con un dip puede hacerlo más fácil de masticar.
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