La espinaca se puede comenzar a ofrecer tan pronto como bebe esté listo para comer sólidos, que generalmente es alrededor de 6 meses de edad.
La espinaca se originó en Asia occidental. Hoy en día hay muchas variedades relacionadas con dos tipos principales: espinaca de saboya (savoy), con hojas arrugadas y rizadas, y espinaca de hoja plana con hojas lisas que pueden ser redondas, ovaladas o en forma de corazón. También hay diferentes especies de verduras de hojas verdes comestibles que comúnmente se llaman “espinacas” en inglés y se preparan como alimento de una manera similar. Estas hojas verdes incluyen la vigorosa hoja de vid llamada pui en la India, la mostaza espinaca verde komatsuna en Japón, la planta acuática kangkong en Filipinas, las plantas tapizantes rizadas sambu o sissoo en Brasil, variedades de amaranto como efo tete en Nigeria y morogo en Sudáfrica, y muchas más.
Sí – aunque no es el superalimento rico en hierro que los comercializadores afirmaron anteriormente. Si bien, es cierto que la espinaca fresca contiene algo de hierro, la cantidad de hierro no es tan alta como se pensaba y la presencia de oxalatos en las hojas verdes puede disminuir la capacidad del cuerpo para absorber estos minerales. Cocinar espinacas y comer las hojas verdes junto con alimentos con vitamina C ayuda al cuerpo a absorber más hierro.
El superpoder menos conocido de la espinaca es su increíble concentración de vitamina K y de compuestos vegetales beneficiosos llamados polifenoles. Juntos, estos nutrientes promueven la salud de los huesos, la sangre y la función celular. La hoja verde también contiene una buena cantidad de vitaminas B para alimentar el crecimiento del/la bebé y antioxidantes de origen vegetal llamados carotenoides que apoyan el desarrollo de la visión del/la bebé. Una vez que hayas introducido las espinacas, ¡mantente consistente con ellas! Cuanto más se exponga un(a) niño(a) a los vegetales y al verde en su comida, más probable es que los coma más adelante.
Es posible que hayas escuchado que las espinacas contienen nitratos, o compuestos vegetales naturales que pueden afectar negativamente los niveles de oxígeno en la sangre cuando se consumen en gran exceso. Primero, ten en cuenta que los beneficios de comer verduras a menudo superan los riesgos de cualquier exposición a nitratos de las verduras. Segundo, los(as) bebés con problemas de salud o que son menores de 3 meses de edad son los más susceptibles a los efectos de los nitratos. Organizaciones como la Academia Americana de Pediatría y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria generalmente no ven los nitratos en las verduras como una preocupación para la mayoría de los niños sanos.
Para reducir la exposición al nitrato, evita el consumo de agua de pozo no analizada y ten cuidado con los purés. Cuando sea posible, evita los purés caseros hechos con vegetales con alto contenido de nitrato que se almacenen durante más de 24 horas. También evita los purés comerciales que no se consuman dentro de las 24 horas posteriores a la apertura. Las verduras con alto contenido de nitrato incluyen rúcula, remolacha, zanahoria, lechuga, espinaca y calabaza, entre otras.
Las espinacas se pueden comprar frescas, congeladas o conservadas en latas. Cuando cocines espinacas frescas para bebés y niños(as) pequeños(as), lávalas primero. Las espinacas y otras verduras de hoja verde son tratadas a menudo con pesticidas y pueden ser un alimento de mayor riesgo para transmitir infecciones por E. coli. Lavar la espinaca ayuda a minimizar la exposición a ambos problemas.
No. La espinaca no es un peligro de ahogamiento, aunque, en teoría, un individuo puede se ahogar con cualquier alimento. Pedazos de espinaca cruda o cocida pueden pegarse a la lengua del bebé, causando algunas arcadas inofensivas. Además, las hojas enteras de espinacas crudas pueden ser especialmente difíciles de masticar y tragar de manera segura. Para minimizar el riesgo, corta finamente las espinacas crudas y cocidas.
Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y mantente al alcance del/la bebé a la hora de comer. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestras secciones sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Vídeo recomendado: Ahogamiento, arcadas, y rescate infantil (en inglés y con subtítulos en español)
No. Las alergias a la espinaca son raras, pero se han reportado. Las personas que son alérgicas al látex pueden ser alérgicas a la espinaca o experimentar el Síndrome de Alergia Oral (también conocido como alergia al polen-alimento). El Síndrome de Alergia Oral típicamente resulta en picazón, hormigueo o ardor en la boca por un corto periodo y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Como la espinaca es naturalmente alta en histamina, algunas personas que son sensibles a la histamina pueden experimentar síntomas idénticos a una reacción alérgica después de la ingestión de grandes cantidades de espinaca.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad servida en las comidas futuras.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos alimentarios a los bebés que están comenzando sólidos
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Lava, cocina y pica las espinacas. Luego combina las verduras con alimentos blandos que sean fáciles de recoger para el/la bebé, como las gachas de granos, puré de verduras o yogur. También puedes mezclar las espinacas cocidas y picadas en platos de huevos cocidos como la frittata. O sirve las espinacas cocidas y picadas por sí solas con un pequeño chorrito de aceite y jugo de cítricos, cuya vitamina C ayuda al cuerpo del/la bebé a absorber el hierro vegetal de las espinacas. Los tallos de las espinacas son comestibles y no representan ningún riesgo inusual, aunque muchos(as) bebés los escupirán hasta que aprendan a molerlos con los molares. Las fases quisquillosas de los(as) niños(as) pequeños(as) pueden aparecer tan pronto como a los 12 meses y las verduras verdes a menudo son un objetivo de rechazo. Por eso, rociar una cucharadita de hojas verdes crudas finamente picadas, como espinacas, en arroz, pasta o cualquier otro plato puede ayudar a mantener este alimento y el color verde en la dieta del/la bebé en esta fase y el resto de la niñez.
Después de los 12 meses de edad, los(as) niños(as) pequeños(as) a menudo comienzan a rechazar las vegetales y verduras verdes, por lo que deben mantener su exposición a la hora de comer. Cuanto más se exponga un(a) niño(a) a los vegetales y al verde en su comida, más probable es que los coma más adelante. Continúa ofreciendo espinacas cocidas y picadas por sí solas, añada espinacas cocidas y picadas en platos de huevo y alimentos que se pueden recoger y también crea oportunidades sin presionar, para que los(as) niños(as) mayores experimenten la espinaca sin tener que saborearla. Por ejemplo, invita al/a niño(a) a ayudarlo a lavar las verduras crudas o descongelar las verduras congeladas presionando los botones de un microondas o abriendo el paquete en una cesta de vapor. Puedes comenzar a ofrecer al/a niño(a) espinacas crudas como en una ensalada a medida que sus habilidades de masticación se vuelven más coordinadas y ganes confianza en su capacidad de masticar y tragar, así como masticar y escupir alimentos si no son seguros de tragar (por lo general, más cerca de los 24 meses). Espera que, probablemente, al principio, mastiquen y escupan antes de comenzar a masticar y tragar. Modelar y entrenar cómo tomar bocados y masticar completamente un alimento como la espinaca cruda puede ayudar mucho al/a niño(a) a aprender a comer este alimento.
Para una referencia rápida a los nutrientes clave que los(as) bebés necesitan, echa un vistazo a nuestra Hoja de referencia de nutrientes para bebés.
Rinde
6-8 tiras de huevo
Tiempo de preparación
15 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
1 taza (240 ml) hojas de espinaca
2 cdtas (10 ml) aceite de oliva
Esta receta contiene un alérgeno común: huevo. Servir sólo una vez que este alérgeno ha sido introducido de manera segura a la dieta del/a bebé.
Lavar la espinaca y picar finamente. Puedes picar los tallos finamente y agregarlos a la receta o simplemente descartarlos si te ponen nervioso(a).
Calentar 1 cdta (5 ml) de aceite en una sartén antiadherente de 20 cm a fuego medio. Si usar una sartén más grande, aumenta la cantidad de huevos para cubrir todo el fondo de la sartén.
Agregar la espinaca al sartén, tapar y cocinar al vapor hasta que su verde sea más fuerte, alrededor de 1 minuto. Reservar en un tazón y dejar enfriar por 2 minutos.
Agregar al tazón los huevos. Batir y combinar los ingredientes.
Sin la necesidad de limpiar la sartén, volver a poner a fuego medio y agregar 1 cdta (5 ml) de aceite. Agregar la mezcla de huevos con espinaca y bajar el fuego al mínimo.
Tapar y cocinar los huevos hasta que el omelet esté firme y las orillas comiencen a despegarse, alrededor de 5 minutos.
Transferir el omelet a una tabla de cortar. Cortar tiras del ancho de dos dedos adultos presionados entre sí y dejar enfriar.
Servir las tiras de huevo
Ofrecer las tiras de huevo al/a bebé y dejar que se alimente por sí mismo(a).
Si necesita ayuda, mantener una tira de huevo en el aire en frente del/a bebé y dejar que lo tome de tus manos.
Come tu porción de huevo junto al/a bebé para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: Las tiras de huevo con espinaca se mantienen en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses.
La espinaca tiene un sabor herbáceo y pastoral que combina bien con muchos alimentos. Pruébala con comidas cremosas, como aguacate, congee (gachas de arroz), huevo, queso mozzarella, polenta (sémola de maíz), puré de papa, o queso ricotta. Mezcla con nueces de sabor terroso como almendra, avellanas, o nuez. Combínala con alimentos ricos en umami como cebolla caramelizada, seta, o tomates asados. Úsala para alegrar carnes abundantes como pollo, cordero, o cerdo, o legumbres como alubia carilla, garbanzo, o lentejas. O equilibra su sabor ligeramente amargo sirviendo espinacas junto con frutas agridulces y verduras como pimiento, nectarinas, melocotón, ciruela, o fresa. Como siempre, una pizca de especias como el comino, ajo, o jengibre y una pizca de jugo de limón, lima, naranja, o tu cítrico favorito hace bien para alegrar el sabor!
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