Las tortillas suaves de maíz se pueden introducir a la dieta de el/la bebé tan pronto como el/ella esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, recomendamos posponer las tortillas de trigo hasta después del primer cumpleaños, ya que tienden a volverse gomosas y difíciles de manejar en la boca. También, reserva las tortillas tostadas/crujientes y los chips de tortilla (tortillas fritas) para los(as) niños(as) mayores, ya que son una causa común de ahogamiento en niños(as) pequeños(as).
La historiadora de alimentos Maricel Presilla describe a la tortilla como “un pan antiguo que es enormemente complejo”—una descripción justa. La tortilla es un alimento básico en las Américas, donde el nombre se aplica a un pan plano sin levadura hecho tradicionalmente de maíz, un alimento sagrado. La tortilla también se conoce como chaw, gueta, hme, tlaxcalli y waaj para las personas que viven en México y América Central, cuyos antepasados aprendieron a convertir el maíz en pan nutritivo hace cientos de años. Los colonizadores españoles vieron semejanzas entre ese pan plano y un pastelillo simple hecho de trigo y cocinado sobre cenizas común en su tierra natal y, por lo tanto, llamaron al “pan” indígena con el mismo nombre, “tortilla”, y exigieron que se hiciera con trigo—el cual sigue siendo el grano preferido por algunos hasta el día de hoy.
Sí, siempre y cuando sean bajas en sodio, como lo son la mayoría de las tortillas de maíz y algunas de trigo. La mayoría de las tortillas ofrecen una buena cantidad de carbohidratos, para obtener energía rápida, y fibra, para apoyar el desarrollo del microbioma intestinal, siendo las tortillas de trigo integral las más altas en fibra.
Fuera de estas similitudes, las tortillas hechas con diferentes granos y métodos tienen diferentes beneficios nutricionales. Las tortillas hechas con maíz nixtamalizado contienen almidón resistente para alimentar a las bacterias beneficiosas en el intestino. Las tortillas de maíz azul contienen antioxidantes adicionales, particularmente las antocianinas que le dan a la tortilla su tono azul. Las tortillas de trigo (que a menudo son enriquecidas o adicionadas con nutrientes esenciales) pueden ofrecer una buena cantidad de zinc y varias vitaminas B. Dicho esto, cada país tiene regulaciones diferentes cuando se trata del enriquecimiento de granos con nutrientes añadidos, por lo que el contenido nutricional de las tortillas puede variar según su país de origen.
★Consejo: Las tortillas pueden ser altas en sodio, así que busca opciones bajas en sodio para el/la bebé—idealmente menos de 100 miligramos por porción. Por lo general, las tortillas de maíz son más bajas en sodio que las tortillas de trigo.
No, las tortillas no son un peligro común de ahogamiento. Sin embargo, las tortillas suaves pueden ser bastante gomosas y pueden ofrecer una textura difícil para los(as) nuevos(as) comensales. Además, algunas tortillas de trigo pueden formar una masa en la boca que se puede pegar a la lengua o al paladar. Ten en cuenta que las tortillas tostadas/crujientes y los chips de tortilla sí son peligros de ahogamiento y es mejor reservarlas para niños(as) mayores.
Para minimizar el riesgo, sirve tortillas de maíz suaves hasta que el/la niño(a) tenga al menos 12 meses y corta las tortillas en tamaños apropiados para la edad. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantenerte al alcance del bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Depende. Si bien muchas tortillas se hacen comúnmente de maíz, cada vez es más común que las tortillas se hagan de trigo y mezclas de granos como este, y el trigo es un alérgeno común. Las variedades de tortilla sin gluten o sin cereales también pueden contener alérgenos adicionales, como la leche, la soja y los frutos secos. Si el/la niño(a) tiene una alergia alimentaria, asegúrate de leer detenidamente la etiqueta nutricional de las tortillas.
El trigo es uno de los alérgenos alimentarios más comunes en los/las niños(as). Afortunadamente, dos tercios de los/las niños(as) superan la alergia para los 12 años de edad. Las personas con Síndrome de Alergia Oral (también conocido como síndrome al polen-alimento) pueden ser sensibles al trigo, particularmente aquellas que son alérgicas al polen del abedul y el pasto. Si bien es raro, algunas personas tienen una afección conocida como anafilaxia inducida por el ejercicio dependiente del trigo, que puede provocar una reacción alérgica grave si la persona hace ejercicio pocas horas después de comer trigo. Estos pacientes deben evitar comer trigo en las cuatro horas previas a la actividad extenuante.
Es importante tener en cuenta que la alergia al trigo no es lo mismo que la enfermedad celíaca. Si bien una alergia al trigo puede ser superada, la enfermedad celíaca requiere una dieta y un estilo de vida estrictos y sin gluten de por vida. Una “alergia” al gluten suele ser un nombre inapropiado, a menudo en referencia a la enfermedad celíaca.
Las tortillas de maíz están hechas de maíz, que no es un alérgeno común, aunque las reacciones al maíz no son desconocidas. Sin embargo, el maíz y los productos de maíz se han identificado como un desencadenante del síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias, también conocido como SEIPA o FPIES (por sus siglas en inglés). El SEIPA es una alergia rara a la proteína de los alimentos que causa la aparición repentina de vómitos y diarrea repetitivos que comienzan unas horas después de la ingestión del desencadenante de los alimentos. Si no se trata, la reacción puede provocar deshidratación significativa. Afortunadamente, la mayoría de los casos se resuelven por completo durante la infancia. Para obtener más información sobre el SEIPA, lee nuestra publicación en Alérgenos Alimentarios y Bebés. Las personas con Síndrome de Alergia Oral (también conocido como síndrome de alergia polen-alimento) pueden ser sensibles al maíz, particularmente aquellas que son alérgicas al pasto o al polen. El síndrome de alergia oral suele provocar picazón, ardor u hormigueo de corta duración en la boca, pero también se ha informado de dolor abdominal con algunos granos de cereales. Es poco probable que dé lugar a una reacción peligrosa.
Si sospechas que el/la bebé es alérgico(a) al trigo, habla con un proveedor de atención médica pediátrica antes de introducir tortillas de trigo en casa. Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones y vigila de cerca cualquier signo de una reacción alérgica. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en a las porciones futuras.
Para los(as) bebés menores de 12 meses, las tortillas de maíz son más fáciles de manipular con las manos y tienen una textura más fácil en la boca. Sin embargo, después de 12 meses, puedes servir las tortillas que satisfagan las preferencias de tu familia. La mayoría de las tortillas hechas a base de maíz y trigo contienen muchos carbohidratos y fibra para nutrir a los(as) niños(as) en crecimiento, aunque hay algunos beneficios únicos relacionados con las tortillas elaboradas con maíz utilizando métodos tradicionales. Estas tortillas se hacen a mano con una masa simple de agua y maíz que ha sido nixtamalizada, un método de cocción que utiliza una solución alcalina para descomponer los granos antes de hacer la masa.
La nixtamalización del maíz aumenta la capacidad del cuerpo para absorber algunos nutrientes clave en el grano, entre esos el calcio, el hierro y la vitamina B3. Dicho esto, las tortillas de maíz industriales también ofrecen beneficios. Por ejemplo, a menudo son más asequibles y a veces están fortificadas con nutrientes clave que comúnmente son deficientes en la dieta de algunas mujeres embarazadas y bebés.
En pocas palabras, tanto las tortillas de maíz como las de trigo, son excelentes alimentos, así que elige el tipo de tortilla que se adapte al desarrollo, las circunstancias y la cultura del/a niño(a).
If your child has developed mature eating skills (taking small bites with their teeth, moving food to the side of the mouth when chewing, chewing thoroughly before swallowing, not stuffing food in their mouth, and spitting out food when it is not well chewed) they may be ready to learn how to eat whole tortilla chips (as well as other crunchy chips and crackers). For some children, this could be as young as 18 months, but others closer to age 2 or 3. When you see these signs of readiness, start by modelling. Explain to your child: "I am going to eat this chip. It's a tough one, and I need to crunch it up with my strong side teeth." Take a small bite and exaggerate chewing it. Bring attention to the crunching sounds and show your child how it is chewed up before you swallow it. Then give your child a small piece to practice with (big enough that they can hold it and bite a piece off).
Tortilla chips are considered a choking hazard until 4 years of age. Although we have not been able to identify any data to support this, we assume it is due to the sharp edges of the tortilla chip and the fact that they are slightly more challenging to chew than other foods. Swallowing part of an unchewed tortilla chip can certainly be uncomfortable, but is most likely not harmful for the pharynx and esophagus. It is also not a high risk for choking (blocking the airway), as it is not small, round, or slippery.
That said, a child being mobile and unsupervised while eating significantly increases choking risk with all foods, and tortilla chips are a common snack item at parties, where children are often on the move. It can be easy for a toddler to grab a chip from a bowl without being noticed by a caregiver. This is why it is important to practice eating chips and crackers with children when they are seated and supervised.
Sí, después de los 12 meses y siempre y cuando sean bajas en sodio. Las tortillas libres de cereales se pueden hacer con harinas como la harina de almendra, yuca, coliflor, semilla de chía, garbanzo, coco, linaza (semilla de lino) o quinua. Dependiendo de los ingredientes principales, las tortillas libres de cereales pueden ser bastante gomosas y pegajosas o muy desmenuzables y por eso son más adecuadas para niños(as) mayores de 12 meses de edad. Ten en cuenta que los beneficios nutricionales también variarán dependiendo de los ingredientes que se utilicen para hacer la tortilla. Algunas también pueden contener alérgenos comunes, así que lee cuidadosamente las etiquetas si te preocupan las alergias alimentarias.
Si bien las tortillas varían considerablemente en términos de ingredientes, preparación y fortificación, se ha demostrado que las tortillas de maíz hechas específicamente con harina de maíz nixtamalizada son una buena fuente de fibra insoluble y soluble que ayuda a promover la regularidad intestinal. Ten en cuenta que los patrones de evacuación de heces pueden variar significativamente de un(a) bebé a otro(a). Asegúrate de hablar con tu proveedor de atención médica pediátrica si tiene inquietudes sobre la defecación y la función digestiva del bebé.
Enchiladas, papadzules, quesadillas, tacos, tlacoyos—¡hay tantos platillos para probar! Las tortillas se pueden rellenar con casi cualquier alimento, y si necesitas inspiración, mira las diversas cocinas de México y América Central, donde la tortilla se sirve, no solo con proteínas como frijoles, pollo, huevo, pescado o cerdo, sino también con abundantes combinaciones de vegetales, como cebollas y nopales a la parrilla, champiñones asados y pimienta, o papa guisada con flores de calabaza. Usa aderezos y/o salsas para agregar sabor, textura y nutrientes, como queso blanco, semillas de calabaza o chapulines.
★Consejo: ¿Quieres servirle una tortilla con queso (quesadilla) al bebé? Para bebés menores de 12 meses de edad, busca quesos pasteurizados bajos en sodio, como el queso de cabra fresco, queso blanco o queso fresco. Estos quesos frescos no se derretirán ni supurarán (lo cual puede ser un riesgo de ahogamiento), pero se pueden desmenuzar en la comida del bebé o mezclarse con rellenos suaves para la tortilla.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia. Tu hijo(a) es un(a) individuo(a) único(a) y puede tener necesidades o consideraciones más allá de las prácticas comúnmente aceptadas. Para determinar las recomendaciones de tamaño y forma de los alimentos, nosotros(as) utilizamos la mejor información científica disponible acerca del desarrollo motor grueso, fino y oral para minimizar el riesgo de ahogamiento. Las sugerencias de preparación que ofrecemos son sólo para fines informativos y no reemplazan el consejo individual y específico de tu médico(a) pediatra o profesional de la salud o proveedor para niños(as). Es imposible eliminar por completo el riesgo de que un(a) bebé o un(a) niño(a) se ahogue con cualquier líquido, puré o alimento. Recomendamos que sigas todos los protocolos de seguridad que sugerimos para así crear un entorno de alimentación seguro y que tomes decisiones informadas para tu hijo(a) con respecto a sus necesidades específicas. Nunca ignores el consejo médico profesional ni te demores en buscarlo debido a algo que hayas leído o visto aquí.
Ofrece a el/la bebé una tortilla de maíz suave cortada por la mitad o en tiras largas del tamaño de dos dedos adultos unidos. Cuando la tortilla esté fresca y suave, sírvela sola, pasando la pieza por el aire para que el/la bebé la agarre y la coma. Si está más seca y quebradiza, intenta cocinarla al vapor o remojarla en algún caldo para ablandarla para el/la bebé. De cualquier manera, la textura masticable de una tortilla probablemente significa que el/la bebé no consumirá mucho. Sin embargo, sostener y masticar la tortilla puede ayudar a el/la bebé a desarrollar sus habilidades de masticación. De otra manera, puedes también mezclar tortilla rallada en alimentos blandos que se puedan comer con las manos, como frijoles o huevos rancheros. Entre más suave la textura, más fácil de consumir será para el/la bebé. Espera hasta después del primer cumpleaños para servir tortillas de trigo, tortillas libres de cereales o gluten ya que puede formar una textura gomosa en la boca que es difícil de manejar y puede causar arcadas o ahogamiento. Reserva las tortillas tostadas o crujientes y los chips de tortilla para niños(as) más grandes.
A esta edad, los(as) bebés desarrollan el agarre de pinza (donde se encuentran el pulgar y el índice), lo cual les permite recoger y agarrar trozos más pequeños de comida. Cuando veas señales de este desarrollo, intenta reducir el tamaño a trozos pequeños de tortilla de maíz blanda baja en sodio. Puedes servir los pedazos solos, para que el/la bebé practique recogerlos, o mezclarlos con otros alimentos. Esta también es una buena edad para servir tortillas con un caldo, salsa o estofado y ofrecer algunas piezas simples, y algunas piezas que se han sumergido en la comida.
A medida que un(a) niño(a) avanza en sus habilidades para masticar y escupir, se pueden introducir tortillas de trigo. Trata de usar tortillas de maíz suave, trigo (blanco o integral) o libres de cereales para hacer enchiladas, quesadillas, huevo encamisado y otros platos. Si deseas, fomenta el uso de cubiertos ofreciendo un tenedor apropiado para la edad junto a la tortilla cortada en trozos pequeños o una cuchara junto a un estofado espeso con tortilla. Ten en cuenta que el uso de cubiertos puede ser agotador para los/las nuevos(as) comensales, y muchos niños(as) alternan entre alimentarse con los dedos y los utensilios. No te preocupes si el/la niño(a) rechaza un cubierto; el uso consistente y preciso de un cubierto llegará a su debido tiempo, probablemente entre los 18 y los 24 meses de edad.
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Rinde
2 tacos
Tiempo de preparación
5 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
½ taza (120 ml) de frijoles negros cocidos
1 aguacate
1 cda (14 g) queso fresco (opcional)
Esta receta contiene un alérgeno común: lácteos (queso fresco). Servir únicamente después de introducir de manera segura este alérgeno en la dieta del/a bebé. Siempre chequear por potenciales alérgenos en las etiquetas de los productos procesados comprados, tales como las tortillas de maíz. Ingredientes añadidos podrían incluir alérgenos comunes, tales como el trigo.
Evaluar la frescura de las tortillas: si están suaves y flexibles, ir al paso 2. Si están secas y quebradizas, envolver las tortillas en una toalla húmeda, luego cocer al vapor hasta que estén suaves, alrededor de 1 minuto en el microondas o en el horno.
Si usas frijoles en lata, lavarlos para remover el exceso de sodio, luego molerlos. Un poco de textura está bien.
Partir el limón verde por la mitad y exprimir el jugo de una mitad sobre el puré de frijoles. Mezclar hasta combinar. Guardar la otra mitad del limón verde para otro uso.
Untar una lámina delgada del puré de frijoles sobre la tortilla del/a bebé y dejar una o dos cucharadas en el tazón del/a bebé. Aliñar el resto del puré de frijoles con sal a tu gusto.
Pelar y cortar el aguacate de acuerdo al tamaño adecuado según la edad del/a bebé. Moler una rodaja y untar en la tortilla junto a los frijoles, también poner un poco del aguacate cortado en el tazón del/a bebé. Usar la otra mitad del aguacate y el resto del puré de frijoles para tu taco. Desmenuzar queso fresco arriba de los tacos.
Servir el Taco
Ofrecer el taco, el puré de frijoles y el aguacate, dejar que el/la bebé se alimente por sí mismo.
Para guiar la autoalimentación, intentar cortar la tortilla en tiras del tamaño de dos dedos adultos presionados. Para niños(as) con experiencia masticando, considerar enrollar la tortilla en dos, juntando los lados untados con el puré de frijoles. Si el/la niño(a) tiene problemas para agarrar la tortilla, entrégasela en el aire para que la tome.
¡Comer el taco junto al/a bebé para dar el ejemplo de cómo hacerlo!
Almacenamiento: Las sobras de tortillas de maíz, los frijoles negros cocidos, la lima cortada y el aguacate cortado se mantienen bien en un recipiente hermético por hasta 3 días.
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