Arroz

El arroz se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. 

El arroz se domesticó en Asia hace miles de años y hoy en día es un alimento básico para casi la mitad de la población del mundo. Mientras que el “arroz integral” y el “arroz blanco” son ingredientes comunes en muchas culturas, el arroz tiene una increíble diversidad tanto en sabor como en origen. El arroz arborio, arroz basmati, arroz bomba y el arroz glutinoso - son algunas de las más de 100,000 variedades de esta diversa familia, en donde cada uno tiene un sabor y una aplicación culinaria distinta.

Sí, como parte de una dieta balanceada. El arroz es una excelente fuente de carbohidratos que proporcionan energía rápida y el arroz blanco enriquecido ofrece muy buenas cantidades de folato y un poco de hierro. En general, el arroz integral y otros tipos similares contienen más proteína, vitaminas y minerales que el arroz blanco. Toma nota de que este último y particularmente los productos de arroz procesados como el cereal infantil de arroz puede contener cantidades variadas de arsénico, un metal pesado que el grano absorbe de ambientes contaminados y que puede causar efectos negativos en el desarrollo neuronal cuando se consume en exceso. Remojar el arroz y enjuagarlo antes de cocinarlo puede ayudar a remover algo del arsénico. En general, no es necesario preocuparse por el consumo de arroz del/a bebé como parte de una dieta variada.

Ambos pueden ser parte de una dieta sana y balanceada para los bebés. En general, el arroz integral tiende a contener cantidades más altas de arsénico que el arroz blanco, pero ofrece más vitaminas y minerales. Ten en cuenta que el arroz se puede preparar de diversas maneras que ayudan a reducir el contenido de arsénico.

No. El arroz no es un alimento IgE mediado común. Sin embargo, el arroz se ha reportado por ser detonador del síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias (SEIPA), también conocido como FPIES por sus siglas en inglés, una alergia reconocida incrementalmente como alergia mediada no IgE que puede ser severa y grave en niños. A diferencia de la mayoría de las alergias que generan una reacción inmediatamente después del contacto con el alimento, el SIEPA, ocurre horas después de consumir un alimento en particular. Por esta razón, el SIEPA, es frecuentemente conocido como una reacción alérgica retardada. Los síntomas incluyen vómito retardado (típicamente entre 1 y 4 horas después de la ingesta de la comida que lo detonó) y/o diarrea entre 5 y 10 horas después de la ingesta. Otros síntomas incluyen baja presión sanguínea, baja temperatura, palidez extrema, vómito repetitivo y deshidratación severa. Por fortuna, la mayoría de los casos de SIEPA se resuelven completamente durante la niñez. Los niños que han sido diagnosticados con SIEPA, deben ser monitoreados de manera cercana por un(a) alergólogo(a) o por un(a) pediatra gastroentenerólogo. Si el/la bebé tiene SIEPA preexistente a otro alimento, habla con tu alergólogo(a) sobre cómo introducir otros alimentos que representan un riesgo de inducir SIEPA.

Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza sirviendo una pequeña cantidad por sí sola durante las primeras porciones, y si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en porciones futuras.

Es complicado. A pesar de que el arroz es considerado como un peligro de ahogamiento para bebés menores de 12 meses de edad por el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, no está incluido dentro de la lista de peligros del Departamento de Agricultura, Alimentos y Nutrición de los Estados Unidos. El riesgo del arroz, en su forma completa,  es la aspiración (cuando algo entra a las vías respiratorias, pero no las bloquea), que es más común que el ahogamiento. Esto es una preocupación que aplica de manera particular para los granos sueltos, que pueden ser un reto para los bebés, ya que se dispersan en la boca cuando intentan masticarlos. Los granos individuales de arroz son tan pequeños que se pueden aspirar cuando tragas de manera no coordinada. Los productos hechos a base de arroz como el mochi y otras galletas de arroz al vapor son peligros comunes de ahogamiento y aspiración en algunas regiones debido a su consistencia gomosa, densa y pegajosa. Para reducir el riesgo de aspiración y ahogamiento, prepara y sirve el arroz y los productos de arroz de manera apropiada según la edad. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas. 

Aprende sobre la diferencia entre arcadas y ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños. 

Los cereales comerciales de arroz son formas condensadas de arroz, lo que quiere decir que pueden tener niveles de arsénico más altos. Cuando sea posible, elige cereales fortificados que usen diversos granos, incluyendo avena. De manera alternativa, considera hacer tu propio cereal de arroz usando una variedad de arroz que tiende a contener niveles más bajos de arsénico como el arroz basmati o el arroz blanco de sushi. También puedes servir cereales tibios usando granos alternativos que tienen a tener niveles más bajos de arsénico como el amaranto, la cebada, el trigo sarraceno, el bulgur (trigo),el maíz,el farro (trigo) o el mijo que se ha comprobado que contienen las menores cantidades de metales pesados en comparación con otros granos. El cereal de arroz infantil fortificado es un primer alimento común en algunas regiones, pero no hay necesidad nutricional o de desarrollo que amerite empezar sólidos con cereales para bebé, ya que hay muchos otros alimentos apropiados para la edad y ricos en hierro que ayudan al/a bebé a cumplir sus necesidades nutricionales.

En general, busca aquellas que sean delgadas y hechas con multigranos para utilizarlas como galletas de dentición, ya que se suavizan con facilidad al entrar en contacto con la saliva y casi nunca contienen arroz como el único ingrediente. Algunos ejemplos comerciales incluyen Suzie’s corn and quinoa cakes o Lundberg’s whole grain cakes. Esta información no está patrocinada, pero queremos dar algunos ejemplos para que uses como punto de partida. Evita las galletas de arroz, galletas de arroz inflado gruesas y pastelitos de arroz al vapor como el mochi, ya que representan un mayor peligro de ahogamiento.

El arroz (junto con muchas frutas, verduras y plantas comestibles), tiene pequeñas cantidades de arsénico debido al arsénico presente en el agua y la tierra en la que la planta crece. El arsénico se introduce en la tierra y el agua por medio del uso de pesticidas, alimentos para animales, fertilizantes y otros contaminantes, y una vez adentro, las plantas del área absorben el arsénico. La cantidad de contaminación depende de la ubicación y, por lo tanto, la cantidad de arsénico en el arroz depende de donde fue cultivado y de su forma de procesarlo.

En general, el arroz blanco o refinado tiende a tener menores niveles de arsénico que el arroz integral. Esto es porque el arsénico tiende a concentrarse más en las capas exteriores del grano que se eliminan para hacer arroz blanco. Variedades como el arroz basmati o el arroz de sushi generalmente tienden a tener menos arsénico, aunque varía dependiendo de la región de producción.

Es posible reducir el contenido de arsénico en el arroz de diversas formas. Primero, para minimizar la exposición al arsénico, compra arroz blanco (también llamado arroz “refinado”). También puedes seguir los siguientes pasos para reducir la cantidad de arsénico en cualquier tipo de arroz:

1. Antes de cocinar, enjuaga el arroz en un tazón, coladera o bolsa de tela reutilizable.

2. Planea cocinar el arroz con anticipación, para poder remojarlo por un par de horas o durante la noche y luego drenar el líquido.

3. Cuando lo cocines, usa el método de cocción de arroz en 2 pasos:

o  Hierve el arroz en una porción grande de agua (usa una proporción 4:1) durante 5 minutos.

o  Descarta el agua y termina de preparar el arroz de acuerdo a las instrucciones.

El método de 2 pasos también puede utilizarse en una arrocera: simplemente hierve el arroz en una olla grande con agua, drena y enjuaga antes de cocerlo en la arrocera. También funciona en la máquina de cocción lenta y olla a presión: usa el método de “sauté” o “saltear” para hervir el arroz en agua, drena y procede conforme a las instrucciones de la receta.

Si no tienes tiempo de seguir estos pasos, no te estreses. Debes saber que con tan solo evitar agua de pozo contaminada con arsénico, jugos de frutas y formas altamente procesadas de arroz como los cereales infantiles de arroz y las galletas de arroz, estarás evitando las fuentes alimentarias de arsénico más importantes.

★Consejo: Las investigaciones sugieren que una dieta variada con nutrientes como el folato y las vitaminas B12, C, y E, pueden combatir los efectos del arsénico en el cuerpo.

No necesariamente. El arroz orgánico absorbe el arsénico de la misma forma que el arroz común. Los niveles de arsénico dependen de donde se cultiva el arroz e incluso el arroz orgánico puede estar expuesto al arsénico en el ambiente.

Muchas variedades de granos son bajas en arsénico como el amaranto, la cebada, el trigo sarraceno, el bulgur, el maíz, el farro, el mijo, la polenta, la quinua y el teff. En general, estas alternativas contienen menores niveles de arsénico que el arroz, pero las cantidades varían dependiendo de dónde se cultivaron las plantas. Incluir este tipo de granos en la rotación de tus comidas puede ayudar a incorporar más variedad de alimentos, exponer al/a bebé a nuevos alimentos y a reducir la exposición al arsénico.