Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Caldo y fondo de huesos bajo en sodio hechos de carne o aves de corral se pueden comenzar a ofrecer en las comidas o como bebida a la dieta de el/la bebé tan pronto como esté lista para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Al servir caldo de huesos como bebida, limita la cantidad a menos de 4 onzas (118 mililitros) al día antes del primer cumpleaños, incluso cuando el/la bebé esté enfermo(a).
Huesos cubiertos con agua cocinados a fuego lento, con plantas y condimentos, hasta que el líquido sea rico en colágeno y esté lleno de sabor—los humanos han estado adaptando esta receta tradicional desde que nuestros antepasados usaron por primera vez una olla para hervir agua. En los tiempos modernos, los cocineros usan diferentes nombres para este elixir caliente. A menudo, se conoce simplemente como caldo, una palabra antigua utilizada para describir el líquido hervido con cualquier ingrediente. Otros lo llaman concentrado (o stock en inglés), el nombre popularizado por el famoso chef francés Auguste Escoffier. Estos términos se usan a menudo indistintamente, aunque otros hacen distinciones entre los dos.
Sí. Aunque como bebida, solo se debe ofrecer en pequeñas cantidades después de los 6 meses de edad. Si deseas servir caldo de huesos por sí solo, asegúrate de ofrecerlo en una taza abierta durante una comida (1-2 onzas por comida es una buena regla general, y no excedas de 4 onzas por día) y nunca coloques caldo de huesos en el biberón de un(a) bebé. Los(as) bebés pueden volverse bastante eficientes con los biberones y corren el riesgo de beber una gran cantidad de caldo de huesos, lo que puede desplazar el deseo de una ingesta más nutritiva, como leche materna (humana) o fórmula. Comenzar el hábito de servir bebidas como caldo de huesos en una taza o con una pajita sienta el precedente de que las comidas son el evento principal y la bebida es secundaria.
Los nutrientes en caldos y fondos de huesos dependen de varios factores: el tiempo de cocción, si se añadió ácido o no, el tipo de hueso, el tipo de animal, la dieta del animal y la añadidura de cualquier otro ingrediente como especias o verduras. En general, los huesos son densos en minerales, por lo que pueden estar presentes cantidades de una variedad de minerales, como calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc. Los caldos de huesos también ofrecen pequeñas cantidades de proteína y grasa.
Al servir caldo comprado de la tienda a los(as) bebés, opta por versiones bajas en sodio y busca recipientes que no contengan BPA. Los caldos y fondos de huesos pueden ser muy altos en sodio, lo que puede ser poco saludable para bebés y niños(as) pequeños(as) cuando se consumen en exceso. El bisfenol A (BPA) se encuentra en muchos recipientes de almacenamiento de alimentos, y los estudios muestran que la exposición frecuente a esta sustancia química puede afectar el desarrollo neurológico.
★Consejo: Al hacer caldo en casa, agregar un ácido como vinagre de sidra de manzana o jugo de limón ayuda a que los minerales saludables se filtren de los huesos y se introduzcan en el líquido. Además, cuanto más tiempo cocines los huesos de los animales (hasta 12 horas), más nutrientes estarán disponibles en el caldo.
No, el caldo de huesos no es un peligro común de ahogamiento. Dicho esto, los líquidos finos como el caldo son los alimentos más comúnmente aspirados. La aspiración ocurre cuando algo entra en el tubo de respiración, y desde allí, a la tráquea y los pulmones. Para reducir el riesgo, sirve pequeños volúmenes de caldo en una taza pequeña abierta o con popote. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantenerte al alcance de tu brazo de el/la bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestras secciones sobre arcadas y ahogamientoy familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. El caldo de huesos hecho de carne o aves de corral (y la carne de animal que puede permanecer en los huesos utilizados para prepararlo) no son alérgenos comunes, aunque en teoría, una persona puede ser alérgica a cualquier alimento. Aunque es poco común, se han reportado alergias a la carne de res, pollo y cerdo. El caldo de huesos puede tener un alto contenido de histamina, especialmente si se cocina durante un período prolongado de tiempo. Para algunas personas, comer alimentos con alto contenido de histamina puede provocar síntomas similares a los de una reacción alérgica.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
Sí, aunque se aplican los mismos límites en la cantidad diaria, tanto si el/la bebé está enfermo como si no. Para bebés menores de 12 meses, ofrece hasta 4 onzas (118 mililitros) de caldo de huesos al día en una taza abierta durante las comidas (nunca en un biberón). Los caldos de huesos se han utilizado tradicionalmente como remedios para los resfriados y para mejorar la inmunidad y, a menudo, se consideran estimulantes del colágeno y curativos para el intestino. Si bien el caldo contiene proteínas (que son algunos de los bloques de construcción para la salud intestinal) y generalmente son alimentos nutritivos, hay poca evidencia actualmente que respalde estas afirmaciones específicas.
Desde "pot au feu" pasando por "mocotó" hasta el "pho", el caldo de huesos sirve como base para muchos platos deliciosos. Cuando introduces caldo de huesos a el/la bebé, prueba hervir ligeramente verduras o granos en el caldo de huesos para infundirles sabor. Mezcla el caldo de huesos en puré de verduras para agregar cremosidad, o úsalo para hacer salsas. Comparte los sabores con los(as) bebés más pequeños(as) al cocinar frijoles o lentejas en el caldo de huesos y luego machacando algunas de estas legumbres para servirlas a el/la bebé. Para los(as) niños(as) pequeños(as) y mayores, invítalos a ayudar a sazonar el caldo de huesos con hierbas y especias favoritas, y luego sírvelo como bebida.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Usa en tu cocina caldos y fondos de huesos bajos en sodio según lo deseas. Si quieres introducir el caldo de huesos como bebida, ten cuidado de ofrecer solo pequeñas cantidades. Trata el caldo como agua: limita el volumen ofrecido a 1-2 onzas (28-56 mililitros) servidas con una comida (no más de dos veces al día) y ofrécelo solo en una taza abierta (nunca una botella) en la mesa. A esta edad, las únicas bebidas que el/la bebé debe consumir son leche materna/humana o leche de fórmula, y, si se deseas, pequeñas cantidades de agua o caldo.
Al cocinar usa caldos y fondos de huesos bajos en sodio según lo deseas y ofrece hasta 4 onzas (118 mililitros) de caldo de huesos al día en una taza abierta con las comidas (nunca en un biberón).
Continúa usando caldos y fondos de huesos bajos en sodio como lo deseas en tu cocina. Ofrece hasta 8 onzas (236ml) de caldo de huesos bajo en sodio por día en una taza abierta como bebida junto con la comida del niño pequeño. Puedes invitar al niño(a) a ayudar a sazonar el caldo de huesos con tus hierbas y especias favoritas, lo que puede ayudar a atraer el interés de un(a) niño(a) y construir experiencias positivas en torno a la comida. A medida que incorporas el caldo de huesos en tu rutina de cocina, recuerda minimizar el consumo de sodio.
Si tienes un bebé enfermo, visita nuestra lista de 50 Alimentos para apoyar el sistema inmune de los(as) bebés.
J. Truppi, MSN, CNS. Especialista en nutrición certificada
V. Kalami, MNSP, RD, CSP. Nutricionista y dietista pediátrico(a) certificada por la Junta
K. Tatiana Maldonado, MS, CCC-SLP, CBIS, CLEC, CBIS, Terapeuta de alimentación pediátrica
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT. Terapeuta de alimentación pediátrica
Dr. S. Bajowala, MD, FAAAAI. Alergóloga e inmunóloga certificada por la Junta (sección de alergias)
Dr. R. Ruiz, MD, FAAP. Pediatra general certificada por la Junta y gastroenteróloga pediátrica
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