Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
No
La carne de cordero mayor se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/a bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad.
La carne de cordero mayor a 1 año es la carne de la oveja adulta, aunque hay algo de ambigüedad en el nombre dependiendo de donde vivas. En algunas regiones, la carne de cordero mayor o “mutton” se refiere a la carne de cabra y en otras, esta carne se refiere a la carne de oveja (cordero) joven y adulto. Si bien que el cordero mayor es un alimento básico en muchas partes del mundo, es difícil de encontrar en algunas regiones (incluyendo Norteamérica). En comparación con la carne de cordero infantil, la carne de cordero mayor tiende a tener un sabor mucho más intenso y una textura más dura por lo que frecuentemente se prepara en estofados, se marina o se guisa para ayudar a suavizar la carne.
Sí. La carne de cordero mayor es un alimento rico en proteína y frecuentemente alto en grasas que dan soporte al rápido crecimiento del/a bebé. También está lleno de otros nutrientes esenciales como hierro, zinc, selenio, colina, vitaminas B6 y B12 y grasas ácidas omega-3. En conjunto, todos estos nutrientes ayudan a prevenir anemia, a asegurar un metabolismo sano, dan soporte al crecimiento y el desarrollo y ayudan a construir un sistema inmune fuerte. Los bebés necesitan cantidades incrementales de hierro a partir de los 6 meses de edad que es cuando sus reservas se vacían, y la carne de cordero mayor es una gran fuente de hierro.
Evita servir productos como salchicha de carne de cordero mayor y otras preparaciones curadas o ahumadas hasta después del primer cumpleaños del/a bebé ya que contienen altos niveles de sodio y nitrato.
★ Consejo: La carne molida de cordero mayor es un alimento de alto riesgo de enfermedades alimentarias como el E. coli y la Salmonela si no se cocina completamente. Cuando cocines carne molida de cordero mutton, es importante calentar la carne a una temperatura interna de 160 F (71 C) para matar las bacterias dañinas.
Sí. La carne en general es una causa común de ahogamiento. Para minimizar el riesgo, evita servir carne de cordero mayor en pedazos grandes o en cubos y sigue las sugerencias de cómo servirla de acuerdo al corte indicado según la edad y la habilidad del/a bebé. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. La carne de cordero mayor no es un alergeno alimentario común, aunque sí se han reportado alergias a la carne de cordero mayor. Cocinar la carne disminuye el riesgo de desarrollar una reacción alérgica a la carne de cordero mayor. Adicionalmente, algunas mordidas de ciertas garrapatas (principalmente las garrapatas Lone Star, que se encuentran en la superficie continental de los Estados Unidos, pero también otras garrapatas alrededor del mundo), están asociadas con el desarrollo de una alergia a la galactosa aplha-1 galactosa-3 (también conocida como “alpha gal”), la cual es un azúcar que se presenta en la carne de los mamíferos no primates. Esto resulta en una reacción alérgica retardada, entre 3 y 8 horas después de consumir cualquier carne roja, incluyendo la carne de cordero mayor. Algunos individuos con la alergia alpha gal también desarrollan una reacción a las pequeñas cantidades de azúcar presentes en los productos lácteos, en la gelatina o en los tejidos de los órganos (como el hígado) de los mamíferos.
Algunos individuos con alergia a la carne de cordero mayor también presentan sensibilidad por contacto con lana o lanolina (substancia grasa obtenida del cordero), pero la mayoría de los individuos con sensibilidad a la lana o lanolina pueden consumir carne de cordero mayor sin sufrir ninguna reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las siguientes comidas.
Los bebés pueden comer albóndigas a partir de los 6 meses de edad siempre y cuando estén cocidas completamente, estén suaves y sean de al menos 2 pulgadas (5 cm) de diámetro. Entre más grande la albóndiga, es menos probable que el/a bebé se la meta completa a la boca. Entre más suave, menor es el riesgo de ahogamiento: para suavizar las albóndigas, cocínalas en una salsa o guiso o mezcla la carne con ingredientes que suavicen como migas de pan, granos cocidos o semillas, nueces o flores.
Ten cuidado con las albóndigas pre-hechas y congeladas: estas frecuentemente son altas en sodio y son más pequeñas (cercanas en tamaño al tamaño de la boca del/a bebé) y firmes, todas estas siendo cualidades que incrementan el riesgo de ahogamiento. Cuando compartas con el/a bebé este tipo de albóndigas minimiza el riesgo de ahogamiento desmoronando las albóndigas y mezclándolas con alimentos suaves que se puedan servir con cuchara como puré de vegetales, gachas y yogur.
Las albóndigas pueden causar arcadas ya que se desmoronan en la boca y si la carne está seca, se puede pegar al paladar lo cual intensifica la arcada e incluso puede provocar vómito. Si esto sucede, intenta mantener la calma y dale al/a bebé la oportunidad de sacar la comida por sí solo(a). Si te dan nervios los tamaños pequeños, simplemente retíralos y reemplázalos con una albóndiga más grande. También puedes deshacer las albóndigas y mezclar las boronas con otros alimentos como puré de papa, cualquier otro puré o yogur.
Cuando hagas o compres albóndigas para compartir con el/a bebé, ten cuidado con los niveles de sodio. Algunas recetas o productos contienen niveles de sodio que exceden los niveles recomendados para bebés. Por último, muchas albóndigas contienen elementos alérgenos incluyendo lácteos, huevo, sésamo y trigo. Asegúrate de leer las etiquetas de los alimentos preparados e introduce cualquier alérgeno alimentario a la dieta antes de compartir con el/a bebé cualquier preparación que lo contenga.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Mezcla carne molida de cordero mayor bien cocida con un alimento fácil de servir con cuchara como puré de vegetales, gachas o yogur. Evita servir boronas de carne molida por sí solas ya que estas representan un riego más alto de ahogamiento. De otra manera, prepara hamburguesas, albóndigas o tortitas de al menos 2 pulgadas (5 cm) de diámetro y cocidas a una temperatura interna de 160 F (71 C). Asegúrate de que la hamburguesa o albóndiga esté lo suficientemente suave para que el/a bebé la pueda deshacer con sus encías. Para saber si está lo suficientemente suave, tómala entre tus dedos y apriétala un poco entre tu dedo índice y tu dedo pulgar. Meter las tortitas en salsa de manzana, guacamole, yogur u otras salsas puede ayudar.
De otra manera, ofrece carne de cordero mayor en el hueso, con pedazos grandes de carne bien cocida sin grasa y sin pedazos sueltos de carne o en tiras del tamaño aproximado de dos dedos de adulto pegados. A esta edad, el/a bebé probablemente solo chupara la tira de carne. Si logra morder un pedazo, respira profundo, mantén la calma y deja que el/a bebé escupa el pedazo o que su reflejo nauseoso le ayude a sacar la comida de su boca. Si necesita asistencia, inclínalo(a) gentilmente hacia adelante y pon tus manos debajo de su barbilla para indicarle que ahí puede escupir la comida.
Nota: La hamburguesas y albóndigas suaves frecuentemente se deshacen en la boca. Cuando esto pase, intenta mantener la calma y darle al/a bebé la oportunidad de empujar la comida hacia afuera con su lengua. Si el/a bebé necesita ayuda para sacar un pedazo de comida de su boca, pon tu mano debajo de su barbilla para indicarle que ahí puede escupir la comida. Sacar tu propia lengua puede enseñarle como escupir.
Sirve pequeñas hebras de carne de cordero mayor bien cocido por si solas o como parte de una comida. Si quieres compartir guisos, kebabs y otras preparaciones de carne en cubos, asegúrate de deshacerlas para minimizar el peligro de ahogamiento. También puedes deshacer las albóndigas, hamburguesas o tortitas de cordero mayor en pequeños pedazos del tamaño de un bocado para crear una oportunidad de que el/a bebé practique su agarre de pinza y sus habilidades de motricidad fina. Si el/a bebé no está todavía listo(a) para levantar los pedazos más chicos, continúa ofreciendo chuletas de cordero mayor en el hueso, carne molida de cordero en salsa o hamburguesas enteras de al menos 2 pulgadas (5 cm) de diámetro cocidas a una temperatura interna de 160 F (71 C). Meter la carne de cordero mayor en una salsa puede ayudarle a tragar. Si tiene un pedazo suelto demasiado grande en la boca, enséñale a escupir la comida sacando dramáticamente tu lengua y diciendo “ah” de manera repetida.
Sirve chuleta de carne de cordero mayor deshebrada, pierna de carne de cordero mayor cocida o tiras delgadas de carne de cordero mayor cortadas en pedazos del tamaño de un bocado con salsa para mantener la carne suave solas o como parte de una comida. También puedes ofrecer albóndigas o tortitas de carne partidas en pedazos del tamaño en un bocado. La carne de cordero mayor puede ser seca y difícil de masticar y tragar, meter la carne en una salsa puede ayudar a que la trague con más facilidad. Si muerde un pedazo demasiado grande, enséñale a escupir la comida sacando dramáticamente tu lengua y diciendo “ah” de manera repetida. Continúa deshaciendo cualquier cubo de carne, brocheta de carne, kebabs o cualquier otra preparación para compartir en familia ya que siguen representando un riesgo de ahogamiento. A esta edad, también puedes ofrecer salchicha de cordero mayor con moderación, sólo asegúrate de cortar la salchicha a lo largo en mitades o cuartos para que deje de ser redonda.
Sirve hamburguesas de carne molida de cordero mayor, albóndigas y carne deshebrada o molida. A esta edad, también puedes empezar a ofrecer tiras más largas de carne de cordero mayor para que el/a niño(a) practique morder y trozar, pero evita servir kebabs, cubos de carne o pedazos grandes ya que continúan representando un alto riesgo de ahogamiento.
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