Las papas se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Es importante notar que esta página se refiere a las papas amarillas, color crema y de interior blanco. Lee nuestras páginas de papa morada y camote para obtener información específica sobre estas dos ramas increíblemente nutritivas del árbol genealógico de la papa.
¿Necesitas más ideas para los primeros alimentos sólidos para tu bebé? Consulta nuestras guías.
En la década de 1950, el poeta chileno Pablo Neruda escribió una oda al tubérculo almidonado de su tierra natal, en el que pregona a la papa como el “tesoro interminable de los pueblos”. Su hipérbole celebra la diversidad y la ubicuidad de la papa. La papa es un alimento de primera necesidad en todo el mundo, incluso en América del Sur, donde los agricultores Aymaras y Quechuas aprendieron a cultivar la planta nativa hace miles de años. Los colonizadores españoles trajeron este tubérculo resistente a Asia y Europa, donde la papa se convirtió en un alimento esencial que todavía hoy se disfruta para el desayuno, el almuerzo y la cena. Hay miles de variedades diferentes, cada una con un color, forma y sabor único, pero dos tipos dominan el mercado mundial: las papas almidonadas russet y las papas de pulpa cerosa. Estas son las papas que se usan para hacer alimentos favoritos como las papas fritas, dosas, dumplings, papas a la francesa, latkes, puffs (bocaditos aireados), samosas y más.
Sí. Las papas son una fuente de energía para los(as) bebés en crecimiento, con nutrientes esenciales como folato, hierro, vitamina B6 y zinc. Los tubérculos también contienen otras vitaminas B, vitamina C para estimular el sistema inmunológico y colina, un nutriente importante para el desarrollo del cerebro. Un tipo importante de fibra llamada “almidón resistente” en las papas ayuda a crecer bacterias intestinales beneficiosas para apoyar el cuerpo del/a bebé.
¿Pelar o no pelar? La piel de la papa está repleta de antioxidantes y nutrientes beneficiosos de origen vegetal. Sin embargo, como la mayoría de los tubérculos, las papas absorben los metales en el suelo donde crecen. Esto es cierto tanto para las papas orgánicas como para las cultivadas convencionalmente. Esto es el resultado de la contaminación del suelo por el uso de pesticidas desde hace décadas. Esta es la razón por la que puedes haber leído que los alimentos comerciales para bebés (que a menudo se hacen con camotes) pueden contener metales pesados. Para minimizar el riesgo, pela las papas antes de cocinarlas, ya que los metales del suelo y los pesticidas tienden a concentrarse en la piel.
★Consejo: Desecha las papas que hayan brotado y pela o quita cualquier “ojo” (el nombre común para esas manchas oscuras) antes de cocinar y servir. Las papas germinadas contienen más de la toxina natural del tubérculo llamada solanina, que puede ser dañina cuando se consume en grandes cantidades. Cocinar papas a fuego alto puede disminuir el contenido de solanina significativamente.
No. La papa no es un peligro común de ahogamiento cuando se ha cocinado y preparado de una manera apropiada para la edad. Como siempre, para reducir el riesgo, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. La alergia a la papa es poco común, aunque no inaudita. Algunos(as) bebés y niños(as) pequeños(as) que tienen eczema y/o alergias alimentarias preexistentes pueden tener un riesgo mayor de sensibilidad a la papa. Además, las personas con Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome de alergia al polen-alimento) pueden ser sensibles a las papas, especialmente si comen la cáscara o si las papas están crudas o mal cocidas. En particular, las personas que tienen alergias al polen de abedul, pasto o artemisa pueden ser más sensibles a la papa. El síndrome de alergia oral típicamente resulta en una picazón de corta duración en la boca y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa.
Aunque las reacciones alérgicas graves (anafilaxia) a la papa cocida son poco frecuentes, ha habido informes aislados de urticaria por contacto y rozaduras después del contacto con la papa cruda. Algunas personas con alergia preexistente al látex de caucho natural desarrollan una alergia reactiva cruzada a la papa.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo a un bebé, comienza por servir una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad con las comidas futuras.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece gajos o cuñas grandes de papa cocida (o hasta papas enteras) que el/la bebé pueda agarrar y masticar. Asegúrate que la papa se haya cocinado por completo y que se aplaste fácilmente al aplastarla entre dos dedos. Si ofreces una papa entera, la papa debe ser notablemente más grande que la boca de el/la bebé, pero lo suficientemente pequeña como para que el/la bebé pueda sostenerla por sí mismo(a). No es necesario quitar la piel, a menos que te ponga nervioso(a). También puedes ofrecer puré de papa que el/la bebé coma con las manos o con una cuchara precargada. Para agregar nutrición al puré de papas considera agregar leche materna/humana, fórmula, otra leche de tu elección, queso ricotta fresco o yogur de leche entera sin azúcar. También puedes rociar con un aceite saludable o una pizca de nueces molidas. Sirve el puré de papas como base para alimentos difíciles de recoger como amaranto, lentejas, quinua y arroz para minimizar el desastre y facilitar que el/la bebé coma estos alimentos.
A esta edad, los(as) bebés comienzan a desarrollar el agarre de pinza (donde se unen el pulgar y el dedo índice), lo que les permite agarrar trozos de comida más pequeños. Cuando veas señales de que esta habilidad está emergiendo, intenta servir trozos de papa cocida del tamaño de un bocado para que el/la bebé intente recogerlos. Puedes retirar la piel o dejarla, es tu decisión. Los(as) bebés a menudo mastican la piel y la escupen, y si bien esto parece un desperdicio, familiarizarse con la piel puede ayudar a alentar a un(a) niño(a) a comer frutas y verduras con la piel más adelante en la vida. También puedes seguir ofreciendo gajos o cuñas de papa cocida para que practique morder y manejar trozos de comida más grandes, así como puré de papa.
Ofrece trozos pequeños de papa cocida para comer como bocado o para practicar el uso de cubiertos (precargando el tenedor según sea necesario), enseñando cómo pinchar la comida con el tenedor. No te preocupes si el/la niño(a) no está interesado(a) en usar cubiertos y quiere seguir comiendo con las manos. Muchos(as) niños(as) pequeños(as) prefieren usar las manos para alimentarse solos(as) y alternar entre usar los cubiertos y las manos. Esto es apropiado para la edad y una parte saludable del desarrollo. Trata de no aplicar demasiada presión; el uso constante y preciso de los cubiertos llegará a su debido tiempo, probablemente entre los 18 y los 24 meses de edad.
Para obtener más información sobre cómo cortar alimentos para bebés, visita nuestra página sobre Tamaños y formas de alimentos seguros.
Rinde
4 tazas (960 ml)
Tiempo de preparación
30 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
2 ramitas de tomillo (opcional)
4 cdas (56 g) mantequilla sin sal
1 taza (240 ml) leche entera
½ taza (120 ml) queso mascarpone
Esta receta contiene un alérgeno comun: lácteos (mantequilla, leche, queso mascarpone). Servir sólo una vez que estos alérgenos han sido introducidos de manera segura a la dieta del/a bebé.
Pelar y cortar las papas.
En una olla poner las papas y suficiente agua como para cubrirlas por 5 cm.
Hervir las papas hasta que sean fáciles de cruzar con un tenedor, alrededor de 20 minutos. Colar y triturar las papas. Reservar.
Mientras las papas se están cocinando, preparar los ingredientes restantes: separar las hojas de col de los tallos y picar finamente las hojas. Picar finamente la cebolla y los ajos. Seleccionar las hojas de tomillo de las ramas.
En una sartén grande a fuego medio, derretir la mantequilla. Cuando esté lista, agregar la cebolla y mezclar. Cocinar hasta que la cebolla esté suave, alrededor de 5 minutos.
Agregar el ajo y el tomillo. Cocinar hasta que estén fragantes, alrededor de 30 segundos.
Agregar las hojas de col rizada y ⅓ taza (80 ml) de agua. Tapar la sartén y cocinar al vapor hasta que luzca “marchita”, alrededor de 5 minutos.
Agregar la leche y llevar la mezcla a hervir lentamente. Si el fuego está muy fuerte, la leche cuajada y se comenzará a pegar al fondo de la olla.
Agregar las papas y revolver para combinar los ingredientes, luego agregar el queso mascarpone (lo puedes sustituir por queso quark y funcionará bien). Triturar y mezclar el colcannon hasta que esté en su mayoría cremoso. Un poco de textura está bien.
Reservar una porción de colcannon para el/la bebé y sazonar el resto con sal a gusto.
Servir el colcannon
Ofrecer colcannon al/a bebé y dejar que se alimente por sí mismo(a).
Si necesita ayuda, precargar una cuchara apta y dejar a un costado de la comida para que el/la bebé la agarre con sus manos. Otra opción es mantener la cuchara en el aire en frente del/a bebé y esperar a que la tome.
Come junto al/a bebé tu porción para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: El colcannon se mantiene bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días.
Ideas de comidas
Puedes servir el colcannon acompañado de un trozo de carne de res, chuletas de cordero o albóndigas.
Usa las sobras de colcannon como agregado para un pie shepherd o como relleno de un pastelito de hojaldres.
Tritura las sobras de colcannon y arroz para hacer dumplings, los cuales son un excelente bocado para los(as) bebés.
Las papas comunes tienen un sabor a nuez, a veces con un toque de dulzura, con una textura que absorbe el condimento. Prueba el puré de papas con vegetales que agregan sabor como alcachofa, remolacha, col, zanahoria, coliflores, colirrábano, chirivía, calabaza, colinabo, calabacín o nabo. Mezcla con alimentos cremosos como queso mascarpone, queso ricotta, quark, o yogur para complementar la textura suave de la papa. Experimenta con condimentos mezclando alcaparras, eneldo, ajo, rábano, pimiento picante, kimchi, limón, limoncillo, perejil, chucrut o estragón. Juega con el sabor terroso de la papa al servirla junto con champiñones o shiitake; carnes abundantes como res, bisonte, cordero, cerdo, o venado; o mariscos como eglefino (anón), halibut, carbonero, sardina, vieira, tilapia o trucha.
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