Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Los tipos suaves de guayaba se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad.Hay cientos de variedades de guayaba en el mundo, y varían ampliamente en textura y consistencia. Esto significa que variarán ampliamente en términos de riesgo de ahogamiento. Desde la guayaba crema mexicana, suave y llena de semillas, hasta las guayabas blancas firmes, similares a las manzanas, hay que estar pendiente de cualquier característica que pueda aumentar el riesgo de ahogamiento (como la firmeza, redondez, carácter resbaladizo) o aspiración (semillas sueltas). Para obtener información sobre las variedades firmes de guayaba, conocidas como amrood, farang y jambu batu, consulta Guayaba (Firme).
La guayaba se originó en los trópicos de las Américas, donde los Arawak aprendieron a cosechar la planta que llamaron guayabo por su deliciosa fruta. A medida que la colonización y el comercio llevaron las semillas de guayaba al sur de Asia y a otras partes del mundo, la fruta se proliferó en climas secos y húmedos por igual. Esto fue un salto evolutivo que resulto en cientos de variedades cultivadas hoy en día, todas con el mismo nombre botánico. Algunas guayabas son dulces, otras son agrias, y cada una tiene una piel comestible que varía desde un color blanco cremoso, a un verde limón, a un rosado dorado y hasta al carmesí. El tamaño también es de amplio rango: hay guayabas que son tan grandes como un pomelo, mientras que otras tienen forma de pera. Incluso hay guayabas que son tan pequeñas que los(as) adultos(as) pueden comerlas de un bocado, como una uva.
Ciertas variedades de guayaba, como la crema mexicana, la blanca hawaiana y la mayoría de los tipos de carne rosada, se vuelven muy suaves cuando están maduras. A medida que la fruta madura, el tono de su piel cambia y adquiere un olor fuerte y dulce. La carne dentro de estos tipos varía de blanco cremoso a amarillo pálido con toques de rosado a rosa brillante. Además, es mucho más jugosa que las variedades firmes de guayaba.
★Consejo: Las guayabas maduras tienen un aroma intenso y se pueden aplastar un poco cuando se prensan en la palma de la mano – como un banano maduro, un mango o una pera. Almacena la guayaba inmadura a temperatura ambiente hasta que esté madura, luego transfiérela al refrigerador, donde la fruta se aguantará por aproximadamente una semana.
Sí. La guayaba está llena de nutrientes que los(as) bebés necesitan para alimentar su rápido crecimiento. La guayaba ofrece fibra, vitaminas B (incluyendo la vitamina B6 y el ácido fólico), vitamina E y potasio. La fruta también está repleta de vitamina C para ayudar al cuerpo a construir tejido conectivo, promover un sistema inmunológico saludable y absorber el hierro de los alimentos de origen vegetal. De hecho, la guayaba contiene más de cuatro veces la vitamina C que una naranja. Y eso no es todo: la guayaba también contiene una dosis saludable de ácidos grasos omega-3 a base de plantas para apoyar a la salud cerebral y visual. La guayaba es alta en polifenoles, los cuales son unos nutrientes beneficiosos para las plantas, que en este caso funcionan como antioxidantes, anticancerosos, antimicrobianos y antiinflamatorios para los(as) humanos(as). Finalmente, la guayaba también es una excelente fuente de fibra, específicamente la fibra insoluble, la cual es ideal para promover la digestión y ayudar con las idas al baño, pero puede causar gases e hinchazón si se consume demasiado. Por esta razón, puede ser mejor comenzar lentamente y aumentar gradualmente la cantidad ofrecida a los(as) bebés.
★Consejo: Si no encuentras guayaba fresca disponible, prueba la pulpa de guayaba congelada, pero asegúrate de leer la etiqueta antes de comprarla. Opta por paquetes que digan simplemente "guayaba" o "pulpa de guayaba" sin edulcorantes ni jarabes añadidos, los cuales son demasiado azucarados para los(as) niños(as).
No, aunque algunos tipos de guayaba suaves tienen semillas comestibles que pueden ser difíciles de manejar y presentan un riesgo de aspiración. Para minimizar el riesgo, cuela las semillas y usa la pulpa para salsas, etc. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y mantén al bebé al alcance de tu mano durante las comidas.
Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestras secciones sobre las arcadas y el ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias a la guayaba y a sus subproductos (como la hoja de guayaba) son raras, pero se han reportado. Las personas con alergias al látex pueden ser sensibles a la guayaba. Las personas con Síndrome de Alergia Oral que son alérgicas al polen de abedul pueden ser sensibles a la guayaba. El Síndrome de Alergia Oral suele provocar picazón, hormigueo o ardor en la boca de corta duración y es poco probable que provoque una reacción peligrosa. Afortunadamente, pelar o cocinar la fruta puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones ofrecidas. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad servida en comidas futuras.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Hay algunas opciones para servir variedades suaves de guayaba a los(as) bebés que recién están comenzando con alimentos sólidos. La opción más conservadora es cortar la guayaba por la mitad y luego sacar la fruta y colar las semillas. Tritura la fruta sin semillas para hacer una salsa de guayaba y agrega potenciadores como la mantequilla o el yogur para obtener grasa extra; o condimentos como el cardamomo, la pimienta de cayena, la canela o el jengibre para obtener un sabor más fuerte. Abstente de añadir azúcar y evita ofrecer productos de guayaba en conserva como mermeladas, gelatinas, pastas o jarabes. Si la guayaba es del tamaño de una pelota de golf o más grande y es suave (textura similar a una fresa), también puedes cortarla por la mitad, quitarle las semillas sacando la fruta del centro, y luego entregar la mitad completa de la guayaba al bebé para que la coma.
Tritura la guayaba y mézclala en otros alimentos, como los cereales tibios y el yogur. Si te sientes cómodo, deja las semillas. Si bien no es un peligro de ahogamiento, las semillas se pueden aspirar. Este riesgo es menor si las semillas permanecen incrustadas en la pulpa de la fruta y la guayaba se mezcla con otros alimentos. Si sientes que el/la bebé tiene bien desarrollada las habilidades de masticar y está manejando otras piezas de frutas sin triturar, como el banano, la ciruela o la sandía, puedes intentar servir trozos más pequeños de guayaba suave en cubitos (con la piel y las semillas) para que el/la bebé pueda alimentarse por sí mismo(a). Quitar las semillas hace que estos pedazos sean más fáciles de comer para el/la bebé, ya que las semillas deben tragarse enteras junto con la pulpa y pueden provocar arcadas o tos.
A esta edad, puedes experimentar con el uso de guayaba suave fresca picada o cortada en cubitos para dar sabor a alimentos como la ensalada de frutas o usar puré de guayaba en batidos. Continúa quitando las semillas si deseas, aunque esto puede no ser necesario a esta edad para los(as) bebés que ya tienen experiencia masticando y tragando una variedad de texturas de alimentos. Como siempre, mantén a el/la bebé al alcance de tu mano durante las comidas y abstente de ofrecer guayaba cruda en cochecitos o asientos de automóvil incluso sin semillas y cortada en cubitos.
¡Es hora para el siguiente paso! Si aún no lo has hecho, ahora es un buen momento para considerar servir cuartos, mitades o incluso guayabas enteras, maduras y suaves. Elije una que esté suave como una fresa y lo suficientemente grande como para que el/la niño(a) no pueda metérsela toda en su boca fácilmente y la tenga que morder. La guayaba entera, en realidad, puede ser hasta más segura que los pedazos grandes de guayaba, como los cuartos, ya que estos pueden caber enteros adentro de la boca de el/la niño(a). Cuanto más madura y suave esté la guayaba, más fácil será para el/la niño(a) masticarla bien antes de tragarla, lo cual debería disminuir el riesgo. Puedes dejar la piel, pero sigue pelándola si el/la niño(a) tiene problemas con la piel de la fruta. También puedes intentar pelarla en "rayas", para que la fruta tenga algo de piel y así exponer a el/la niño(a) a la piel de la fruta. Cuando sientas que el/la niño(a) ya entienda instrucciones, modela cómo usar los dientes para morder y raspar la carne jugosa, la pulpa y las semillas diminutas de la piel y deja que el niño lo intente por su cuenta. Asegúrate de que el/la niño(a) esté al alcance de tu mano en caso de que necesite ayuda. Si sientes que el niño no está listo para la fruta con semillas, continúa ofreciendo rebanadas sin semillas o trozos de guayaba cocida del tamaño de un bocado, o tritura y mezcla la guayaba en alimentos suaves como la avena, batidos o yogur.
La guayaba rosada comparada a una guayara blanca firme.
Si estas atrapado(a) en una rutina de pufs (bocaditos aireados)y bolsitas de puré, consulta nuestra guía de refrigerios para obtener 100 ideas saludables y fáciles para bebés y niños(as) pequeños(as).
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