La coliflor, cuando se cocina hasta que quede suave, se puede introducir a la dieta del/a bebé tan pronto como esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.
“La coliflor no es más que repollo con educación universitaria.” El autor estadounidense Mark Twain no era botánico, pero tiene algo de razón acerca de los orígenes de la coliflor. Hace mucho tiempo, en las fértiles tierras que rodean el mar Mediterráneo, los humanos cultivaban coliflor y otras brassicas a partir de plantas de repollo silvestre que crecían en climas frescos y soleados. Con un ligero sabor a nueces, la coliflor entró en el repertorio de la antigua cocina romana, donde era apreciada como la más sabrosa de todas las coles. La colonización y el comercio trajeron la coliflor a todo el mundo y, con el tiempo, la innovación agrícola produjo nuevas variedades con coronas en forma de cúpulas que varían en color, desde las variedades comunes de color crema hasta otras de color verde brillante, anaranjado dorado o morado oscuro.
Si. La coliflor es una buena fuente de fibra para apoyar la salud digestiva de el/la bebé y está repleta de vitaminas B, incluidas la B6 y el ácido fólico, así como colina para la energía celular. Al igual que con otras verduras crucíferas, la coliflor tiene una cantidad decente de vitamina C, que ayuda a nuestros cuerpos a absorber el hierro—un nutriente crítico en esta etapa de la vida. También proporciona vitamina K para una sangre sana y es rica en fitoquímicos que apoyan el desarrollo general de el/la bebé.
La coliflor se cultiva para crecer en una variedad de colores, cada uno de los cuales ofrece nutrientes ligeramente diferentes. Por ejemplo, la coliflor verde contiene clorofila, la púrpura contiene antocianinas y todas las coliflores – particularmente las anaranjadas – contienen betacaroteno. Alimentar a los/las pequeños(as) comensales con una amplia variedad de vegetales coloridos es una forma de combatir hábitos de alimentación quisquillosa, y al mismo tiempo proporciona muchos nutrientes para el crecimiento.
Cocinar al vapor o asar la coliflor ayuda a preservar su contenido de nutrientes al tiempo que aumenta la absorción de nutrientes en el cuerpo. Otra ventaja de cocinar la coliflor es la reducción de residuos de pesticidas, que son comunes en el cultivo de esta.
★Consejo: La coliflor tiene mucha vitamina C, un nutriente que ayuda a nuestro cuerpo a absorber el hierro no hemo de las plantas. Sirve la coliflor junto con alimentos vegetales ricos en hierro como frijoles, verduras de hoja verde oscura, lentejas, champiñones y tofu para ayudar a aumentar la absorción de este nutriente crítico que los/las bebés necesitan para un desarrollo óptimo.
Sí, la coliflor cruda o poco cocida es firme y difícil de masticar. Para minimizar el riesgo, cocina al vapor o asa la coliflor hasta que esté suave y corta los tallos por la mitad a lo largo. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantenerte al alcance de tu brazo de el/la bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestras secciones sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias a la coliflor son raras, pero no inauditas. Las personas alérgicas o sensibles a otros miembros de la familia de las crucíferas, como las hojas de mostaza y el brócoli, también pueden ser sensibles a la coliflor.
Personas con Síndrome de Alergia Oral (también conocido como síndrome de alergia al polen-alimento), y en particular, aquellos con sensibilidad al polen de artemisa, también pueden ser sensibles a vegetales crucíferos tales como la coliflor. El Síndrome de Alergia Oral generalmente produce picazón, hormigueo o ardor de corta duración en la boca y es poco probable que provoque una reacción peligrosa.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Hornea una cabeza de coliflor entera para crear un plato llamativo para un banquete vegano. Corta una cabeza en “filetes” finos, luego marina en tu salsa favorita y asa de la misma manera que harías con la carne. Licúa o tritura la cabeza para hacer “arroz” de coliflor, que funciona como un grano en cacerolas, ensaladas y guisos. Licúa la coliflor con caldo de huesos, crema de anacardos o yogur para crear una salsa cremosa para un platillo de pasta. Toda la planta es comestible, desde su tallo grueso que se puede cocinar como el colirrábano o colinabos, a sus hojas robustas que funcionan como sustitutos de berzas o col rizada.
★Consejo: La coliflor tiene una vida útil larga en el congelador. Para congelar la coliflor, lava los floretes durante 3 minutos, luego escúrrelos y sécalos antes de guardarlos en un recipiente hermético en el congelador.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
¡Más grande es mejor! A esta edad, las piezas de comida más grandes son más fáciles de agarrar y masticar para los bebés, lo cual ayuda al/a bebé a aprender los contornos de su boca. Procura conseguir floretes con coronas del ancho de 3 dedos de adulto juntos y cocina al vapor a tu gusto: cuanto más tiempo cocines, más suave quedará la comida. Ten en cuenta que, entre más firme el alimento, más fácil es para el/la bebé de empujarlo hacia afuera cuando se mete demasiado a la boca. Los alimentos más blandos o suaves presentan riesgo menor de ahogamiento, pero a menudo causan arcadas más intensas. Si decides ofrecer un florete más firme, minimiza el riesgo de ahogamiento cortando el florete a lo largo para que el tallo ya no quede redondo. De otra manera, tritura o pica los floretes finamente y deja que el/la bebé agarre la comida con las manos o una cuchara.
Otra opción es ofrecer un palo grande del tallo principal cortado y cocido al vapor hasta que quede suave. Simplemente pela el tallo para eliminar las capas externas duras, luego corta el tallo en palitos rectangulares del grosor y la longitud de dos dedos de adulto juntos. Asegúrate de que los palitos no queden cilíndricos, ya que esa forma presenta un riesgo aumentado de ahogamiento si un trozo se llegara a romper en la boca del/a bebé.
Intenta ofrecer trozos de florete de coliflor cocida del tamaño de un bocado para que el/la bebé practique su agarre en pinza en desarrollo (donde se encuentran el índice y el pulgar). Si deseas seguir ofreciendo floretes grandes de coliflor cocida, házlo y aprovecha la oportunidad para demostrarle al/a bebé cómo morder.
Continúa ofreciendo floretes de coliflor cocidos según lo desees, tanto solos como cocinados en comidas familiares. Para fomentar el uso de cubiertos, precarga un tenedor con trozos de coliflor cocida del tamaño de un bocado y déjalo para que el/la niño(a) lo recoja. Alternativamente, pasa el cubierto por el aire para que el/la niño(a) lo agarre de tu mano. Más cerca del segundo cumpleaños de el/la niño(a), una vez que veas que puede morder con precisión y masticar bien los alimentos, intenta disminuir gradualmente el tiempo de cocción para que la coliflor no esté completamente blanda.
Elimina tus dudas acerca de cómo comenzar a ofrecer alimentos sólidos a tu bebé con nuestra guía Los Primeros 100 Días: Plan de Comidas Diario para Comenzar con Sólidos.
Rinde
3 tazas (720 mililitros)
Tiempo de preparación
15 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
3 tazas (228 gramos) de floretes de coliflor frescos o congelados
1 cucharada (15 mililitros) de aceite de oliva
1 cucharada (15 mililitros) de jugo de limón
Sal al gusto para adultos y niños(as) mayores (opcional: a partir de 12 meses)
1. Lava los floretes de coliflor.
2. Coloca los floretes en una canasta vaporera dentro de una olla. Agrega 1 taza (240 mililitros) de agua.
3. Tapa y pon la olla a fuego medio-alto. Cocina hasta que los floretes estén suaves, unos 10 minutos.
4. Transfiere los floretes a un bol para mezclar. Rocía el aceite y el jugo de limón sobre los floretes. Revuelve para cubrir.
5. Coloca algunos floretes en el plato del/a bebé. El tamaño exacto de la porción varía. Deja que el/la niño(a) decida cuánto comer.
6. Sazona los floretes restantes para adultos y niños(as) mayores con sal al gusto.
Sirve la Coliflor
1. Sirve los floretes como bocados y deja que el/la niño(a) se alimente solo(a) con las manos.
2. Si deseas fomentar el uso de cubiertos, precarga un cubierto y colócalo junto a la comida para que el/la niño(a) lo recoja. Alternativamente, pasa un cubierto precargado en el aire para que el/la niño(a) lo agarre de tu mano.
Para almacenar: La coliflor con limón se mantiene en un recipiente hermético en el refrigerador durante 4 días o en el congelador durante 2 meses.
★ Consejo: ¿Te gusta cocinar en lote? Esta receta se puede agrandar fácilmente. Simplemente espera a ponerle sal a la comida. De esta manera, la coliflor está lista para servir en comidas futuras, y puedes agregarle sal al gusto para adultos y niños(as) mayores.
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