El brócoli, cuando está cocido hasta una consistencia suave, se puede introducir a la dieta del/la bebé tan pronto como esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.
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En italiano, el nombre “brócoli” se traduce como “brotes de repollo”, lo cual es apropiado dados los orígenes de esta flor comestible. La flor del brócoli es una brassica—una familia de plantas diversa que incluye la col berza, gai lan, col rizada, colinabos, nabo y muchas otras verduras comunes creadas hace miles de años a partir del repollo silvestre en las tierras alrededor del mar Mediterráneo. El brócoli cultivado alimentó al imperio romano mucho antes de que se expandiera con la migración humana y el comercio a otras partes del mundo, incluyendo América del Norte, donde los inmigrantes italianos popularizaron las verduras crucíferas en el siglo XX. Hoy en día, los floretes de brócoli son uno de los vegetales más consumidos en los Estados Unidos, aunque las hojas y los tallos también son comestibles.
Si. El brócoli es una fuente inagotable de nutrientes. El brócoli es una excelente fuente de vitamina A, que apoya la salud ocular. También contiene vitamina B6 y ácido fólico, para el crecimiento y el desarrollo del cerebro, así como fibra para una digestión saludable. Los fitoquímicos potentes, como el sulforafano, también abundan en el brócoli y pueden inhibir el desarrollo de varios tipos de cáncer.
Existen numerosas variedades de brócoli para probar, cada una con su propio perfil nutricional: romanesco, una hermosa variedad color verde lima con flores fractales; brócoli de brotes morados; y brócoli rabe, una variedad más amarga y frondosa.
★Consejo: Cocinar el brócoli al vapor o en el microondas (en lugar de hervirlo) ayuda a retener sus nutrientes. Asar el brócoli también funciona, aunque este método puede producir una textura más dura. Para los/las bebés pequeños(as), el brócoli al vapor tiene el beneficio de la suavidad para sus encías sensibles.
Sí, el brócoli crudo o poco cocido es firme y difícil de masticar. Para minimizar el riesgo, cocina el brócoli hasta que esté suave y corta los tallos de brócoli por la mitad a lo largo. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantener a tu bebé al alcance de tu mano durante la hora de comer. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias al brócoli son raras, pero posibles. Las personas alérgicas o sensibles a otros miembros de la familia de las crucíferas, como las hojas de mostaza y la coliflor, también pueden ser sensibles al brócoli. Las personas alérgicas a la artemisa pueden ser alérgicas al brócoli o experimentar el síndrome de alergia oral (también conocido como alergia al polen-alimento). El síndrome de alergia oral generalmente produce picazón, hormigueo o ardor de corta duración en la boca y es poco probable que provoque una reacción peligrosa.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Si. El brócoli ofrece excelentes cantidades de fibras solubles e insolubles, glucosinolatos y compuestos fenólicos que, en conjunto, contribuyen a la salud digestiva general y la regularidad intestinal. Ten en cuenta que los patrones de evacuación pueden variar significativamente de un(a) bebé a otro. Asegúrate de hablar con tu proveedor de atención médica pediátrica si tienes inquietudes sobre la función digestiva y la evacuación de el/la bebé.
Sirve floretes de brócoli al vapor junto con una salsa (¡yogur de hierbas!), aderezo (¡salsa de maní!), o algo untable (¡hummus!) y muéstrale al/la bebé cómo sumergir un trozo de brócoli en los aderezos para darle más sabor. Puedes probar a cocinar brócoli salteado con carne de res, champiñones o tofu, y agregar fideos o tu pasta favorita para completar la comida. El brócoli se puede mezclar con hierbas y aceite de oliva para hacer una salsa simple para pollo o pasta. Por último, prueba a triturar los floretes de brócoli crudo para muffins, tiras o frittatas de huevo. ¿Quieres mantenerlo simple para el/la bebé? El brócoli al vapor con una simple vinagreta de limón siempre es una buena opción.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
¡Más grande es mejor! A esta edad, las piezas de comida más grandes son más fáciles de agarrar y masticar para los bebés, lo cual ayuda al/a bebé a aprender los contornos de su boca. Procura conseguir floretes con coronas del ancho de 3 dedos de adulto juntos y cocina al vapor a tu gusto: cuanto más tiempo cocines, más suave quedará la comida. Ten en cuenta que, entre más firme el alimento, más fácil es para el/la bebé de empujarlo hacia afuera cuando se mete demasiado a la boca. Los alimentos más blandos o suaves presentan riesgo menor de ahogamiento, pero a menudo causan arcadas más intensas. Si decides ofrecer un florete más firme, minimiza el riesgo de ahogamiento cortando el florete a lo largo para que el tallo ya no quede redondo. De otra manera, tritura o pica los floretes finamente y deja que el/la bebé agarre la comida con las manos o una cuchara.
Otra opción es ofrecer un palo grande del tallo principal cortado y cocido al vapor hasta que quede suave. Simplemente pela el tallo para eliminar las capas externas duras, luego corta el tallo en palitos rectangulares del grosor y la longitud de dos dedos de adulto juntos. Asegúrate de que los palitos no queden cilíndricos, ya que esa forma presenta un riesgo aumentado de ahogamiento si un trozo se llegara a romper en la boca del/a bebé.
Intenta servir trozos pequeños (aproximadamente del tamaño de un nudillo de adulto grande) de tallo o flor de brócoli cocido. Si el/la bebé tiene dificultades para recoger los trozos pequeños, simplemente vuelva a aumentar de tamaño a floretes cocidos más grandes y modela cómo puede morder.
Este es un buen momento para introducir un cubierto precargado con trozos de brócoli cocido del tamaño de un bocado según sea necesario. A medida que el/la niño(a) desarrolle sus habilidades para rasgar y masticar, puedes disminuir un poco la cantidad de tiempo que estás cocinando (hervido o al vapor) el brócoli. Guíate por las habilidades del/la niño(a) (y tu instinto) e incorpora el brócoli en cualquier plato que desees.
Feeling anxious? Have a look at our First 100 Days: Daily Meal Plan for Starting Solids.
Rinde
3 tazas (720 ml)
Tiempo de preparación
15 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
3 tazas (720 ml)floretes de brócoli
1 cdas (15 ml)aceite de oliva
1 cdas (15 ml) jugo de limón amarillo
Lavar el brócoli
En una vaporera, colocar el brócoli ya sea en una olla o en un tazón de microondas. Agregar suficiente agua como para cubrir sólo el fondo de la olla o tazón.
Tapar y cocinar al vapor los floretes hasta que su color verde esté fuerte y hayan suavizado un poco, sin romperse al presionarlos, alrededor de 3 minutos en el microondas o 6 minutos en la encimera.
Transferir el brócoli a un tazón. Cubrir con el aceite y el jugo de limón.
Reservar los floretes más grandes para el/la bebé y sazonar el resto con sal a gusto para ti.
Servir el brócoli
Ofrecer los floretes de brócoli y dejar que el/la bebé se alimente por sí mismo(a).
Si necesita ayuda, mantener un florete en el aire en frente del/a bebé y dejar que lo agarre con sus manos.
Come tu porción de brócoli junto al/a bebé para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: El brócoli al limón se mantiene bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses.
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