Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Los ñames, cuando están suaves y completamente cocidos, se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Nota: Esta página es sobre el verdadero ñame. Ve nuestra página de camote para información sobre el tubérculo más pequeño y dulce.
¿Necesitas ideas de los mejores primeros alimentos para bebés? Consulta nuestras guías.
Los ñames son tubérculos con una piel marrón áspera y escamosa y una carne abundante y almidonada que son originarios de Asia y África. A veces otras raíces como oca y taro se llaman ñame, pero son botánicamente distintas del ñame verdadero, que se cultivó por primera vez hace unos 18,000 años en África. Los ñames se pueden hervir, triturar, freír e incluso hacer harina. Juegan un papel vital en la cocina africana y caribeña, desde guisos ricos hasta el plato festivo llamado oto o eto, un puré hecho con ñames o plátanos macho y servido con huevos cocidos en hogares y en festivales ghaneses.
En los Estados Unidos y algunas otras regiones, los camotes a menudo se llaman ñames, pero los dos son de familias botánicas completamente diferentes. Entonces, ¿por qué la confusión? Según Maricel Presilla, autora del libro Gran Cocina Latina, la respuesta se remonta a los viajes portugueses a África, donde el término nyami (ñame) de África Occidental fue adoptado para tubérculos comestibles de aspecto similar. La relación entre el ñame y el camote también se conecta con el Pasaje Medio: las personas esclavizadas de África comían ñame en el viaje desde sus tierras natales a través del Atlántico, y luego usaron el término para referirse a los camotes que crecían en las Américas.
Sí. Los ñames son densos en carbohidratos y ofrecen buenas cantidades de fibra. Son una excelente fuente de potasio, una buena fuente de vitaminas B, incluida la B6, y también ofrecen algo de vitamina C. Los ñames también contienen muchos compuestos que benefician al cuerpo en una amplia gama de maneras, como proporcionar antioxidantes (especialmente los ñames púrpuras) y apoyar el sistema inmunológico.Al igual que la harina de yuca, el trigo y otros alimentos básicos de todo el mundo, la harina de ñame se puede fortificar con nutrientes añadidos, como proteínas, vitaminas A y C, calcio, hierro o zinc, que son esenciales para un(a) bebé en crecimiento. Si está interesado en la harina de ñame fortificada, simplemente revisa la etiqueta nutricional para ver si a tu harina de ñame se le han agregado estos nutrientes.
Cuando sirvas ñames al/a bebé, ten en cuenta que:
El ñame, al igual que otros cultivos alimentarios, puede contener trazas de metales pesados (como plomo y arsénico) del suelo. Esto es resultado de la contaminación industrial y la contaminación que se filtra en el suelo durante muchos años, incluyendo en algunas localidades mineras en África. Incluso los productos cultivados orgánicamente pueden contener metales pesados.No necesitas preocuparte de esto siempre y cuando ofrezcas al bebé una amplia variedad de alimentos y no dependas demasiado de los que tienden a ser altos en metales pesados, como el arroz, el ñame y el camote.
Siempre sirve el ñame que haya sido completamente cocido. Además de ser un peligro de ahogamiento, el ñame crudo a veces contiene cianógenos, así como un grupo de compuestos vegetales a veces llamados "antinutrientes". Muchos de estos compuestos vegetales se descomponen al lavar, remojar, hervir o asar los ñames y son generalmente inofensivos en personas sanas cuando se consumen como parte de una dieta equilibrada.Ciertos antinutrientes incluso puede ofrecer beneficios para la salud, como propiedades antioxidantes y anticancerígenas.Evite el ñame amargo silvestre, puesto que puede ser tóxico.
★Consejo: ¡Los ñames aman la oscuridad! Almacenar los ñames en un área fresca, oscura y bien aireada les permitirá mantener su valor nutricional durante aproximadamente 2 semanas. Evita guardarlos en la nevera o en un recipiente o envolverlos, ya que eso puede fomentar el deterioro.
Si se cocinan hasta llegar a una consistencia suave, el ñame no debe ser un peligro de ahogamiento para los(as) bebés. Para minimizar el riesgo, asegúrate de que el ñame esté completamente cocido y suave antes de servir. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. El ñame no es un alérgeno común, aunque se han reportado alergias. En teoría, un individuo puede ser alérgico a cualquier alimento. El Síndrome de Alergia Oral (también conocido como síndrome de alergia al “polen-alimento”) al ñame es raro, pero se ha documentado. El Síndrome de Alergia Oral generalmente produce picazón en la boca en un corto periodo y es poco probable que provoque una reacción peligrosa. Cocinar el ñame puede minimizar la reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Cocina el ñame hasta que esté suave (por lo menos perforable con un tenedor), y luego corta en lanzas, aplasta ligeramente o hazlo en puré. De cualquier manera, el ñame se puede servir como bocado para que el/la bebé lo recoja con las manos. También puedes sazonar el ñame con una grasa saludable como mantequilla, aceite o yogur para agregar nutrición y una pizca de tu especia favorita para agregar sabor. Si deseas alentar el uso de cubiertos, precarga una cuchara y ponla junto a la comida para que el/la bebé intente recogerla, o pásala por el aire para que el/la bebé la agarre.
A esta edad, los(as) bebés desarrollan el agarre de pinza (donde se encuentran el pulgar y el índice), lo que les permite recoger trozos más pequeños de comida. Cuando veas signos de este desarrollo, intenta servir trozos de ñame cocido del tamaño de un bocado para que el bebé lo trate de recoger. También puedes seguir ofreciendo lanzas de ñame cocido para que practique como morder y manejar trozos más grandes de comida. Considera servir rebanadas más delgadas de ñame cocido con la piel. Los(as) bebés a menudo mastican la piel y la escupen, y aunque esto parece un desperdicio, familiarizarse con la piel puede ayudar a fomentar al/a niño(a) a comer frutas y verduras con la piel más adelante en su vida. ¡También fomenta el desarrollo de habilidades de masticar, que serán útiles pronto cuando los molares estén recién brotados! El acto de masticar y escupir la piel también ayuda a desarrollar habilidades motrices orales. Aprender a escupir es, de hecho, bastante importante. Por supuesto, puedes continuar sirviendo puré de ñame para que el/la bebé coma con las manos o un cubierto si te hace sentir más cómodo.
Continúa sirviendo ñame cocido solo o como parte de otros platos familiares. También puedes aprovechar esta oportunidad para fomentar la práctica de cubiertos: ofrece trozos de ñame cocido del tamaño de un bocado con un tenedor y enseña cómo se hace, precargando el tenedor para que el/la bebé lo recoja de forma independiente. También puedes intentar clavar el pedazo de ñame mientras haces un sonido (pink! O boink!) para que sea divertido usar el cubierto. Si el/la niño(a) no está interesado en usar un tenedor o cuchara, ten en cuenta que usar cubiertos puede ser agotador para los(as) nuevos(as) comensales. Además, muchos(as) niños(as) alternan entre alimentarse con los dedos y los cubiertos. Trata de no aplicar demasiada presión: el uso consistente y preciso de cubiertos llegará a su debido tiempo, usualmente entre los 18 y los 24 meses de edad.
Nuestra hoja de referencia de nutrientes es una guía rápida a todos los nutrientes que los(as) bebés necesitan.
J. Truppi, MSN, CNS
V. Kalami, MNSP, RD, CSP
K. Tatiana Maldonado, MS, CCC-SLP, CBIS, CLEC
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT
Dr. S. Bajowala, MD, FAAAAI. Alergóloga e inmunóloga certificada por la Junta (sección de alergias)
Dr. R. Ruiz, MD, FAAP. Pediatra general certificada por la Junta y gastroenteróloga pediátrica
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