Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
La lechuga romana se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Habiendo dicho esto, masticar y tragar la lechuga puede ser complicado para los(as) pequeños(as) que están comenzando a comer sólidos, revisa nuestras sugerencias de como servir este alimento de manera apropiada para la edad.
También conocida como lechuga cos, la lechuga romana se cultivó por primera vez hace muchos siglos, en las tierras fértiles que conectan África, Asia y Europa. De hecho, el nombre de “lechuga romana” viene de lattuga romana en italiano y laitue romaine en francés. Ambos nombres dan una pista de la popularidad de esta lechuga en el Imperio romano. La lechuga romana moderna es más resistente que otras lechugas, tiene tallos crujientes y hojas un poco amargas. Crece y se come alrededor del mundo en ensaladas, guisos y salteados.
Sí. La lechuga romana ofrece una gran cantidad de agua y una variedad de nutrientes importantes para un(a) niño(a) en desarrollo, incluyendo vitamina A, potasio, vitamina K y fibra. En conjunto, estos nutrientes trabajan para dar soporte a la vista, la salud del corazón, una sangre sana y a un sistema digestivo sano.
La lechuga romana puede estar contaminada con gérmenes que causan infecciones alimentarias como el e-coli, la salmonela y la listeria. Lava la lechuga muy bien con agua fría (no hay necesidad de añadir vinagre) antes de servirla o cocinarla y deshecha la lechuga que haya sido retirada del mercado por órdenes de una organización pública de salubridad. La lechuga romana pre-lavada no requiere que la laves en casa.
★Consejo: Para almacenar la lechuga romana, envuelve las hojas en una toalla y almacena en un contenedor con tapa adentro del refrigerador. De esta manera, se minimiza su exposición al aire y a la humedad, lo que acelera el proceso de descomposición, y puede extender su tiempo de vida una o dos semanas.
No, la lechuga romana no es un peligro de ahogamiento común, aunque pequeños pedazos de lechuga rayada pueden conllevar un riesgo de aspiración (cuando alimentos o líquidos accidentalmente entran a las vías respiratorias, pero no las bloquean). La lechuga romana y otras verduras de hojas verdes, frecuentemente causan arcadas y tos, si las hojas se pegan a la lengua del/a bebé o al paladar. Ofrece alguna bebida en un vaso abierto para ayudar al/a bebé a despegar y a tragar los pedazos de comida. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias a la lechuga romana son raras pero cuando ocurren, pueden ser severas. Individuos con alergia a la lechuga pueden ser sensibles a lípidos de proteína transferibles en otros alimentos como el durazno, la cereza, la zanahoria, uva, avellanas, maní y la nuez de castilla. Sin embargo, no es típico que las personas con alergia a la lechuga tengan una reacción a estos alimentos. Individuos con síndrome de alergia oral (también conocida como síndrome de alergia al polen), en particular aquellos que son alérgicos al polen puro de árbol, pueden ser sensibles a la lechuga. El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar la lechuga romana puede ayudar a minimizar o eliminar la reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
Sí. La lechuga romana es rica en fibra y agua, ambas cosas dan soporte a la salud digestiva y a un patrón regular de evacuaciones. Recuerda que los patrones de evacuación pueden cambiar de manera significativa de niño(a) a niño(a), entonces asegúrate de hablar con el/la pediatra o proveedor de salud si hay alguna preocupación sobre las evacuaciones del/la bebé o sus funciones digestivas.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
A esta edad, el/la bebé seguramente no masticará o tragará la lechuga romana, más bien la chupará y la morderá (con las encillas o dientes nuevos), esto ayuda a desarrollar sus habilidades motoras orales. Ofrece las partes más gruesas y los tallos más firmes que crecen del corazón de la lechuga en tiras sin la parte endeble. También puedes mezclar las hojas de lechuga romana cocida y rayada con alimentos que se puedan comer con cuchara para fomentar la alimentación autorregulada. Introducir alimentos verdes al/la bebé a temprana edad y de manera regular puede ayudar a prevenir la alimentación selectiva.
Ofrece la parte firme o las hojas picadas finamente para fomentar el desarrollo de la pinza fina (cuando el dedo índice y el dedo pulgar se juntan). Las hojas verdes frecuentemente se pegan al paladar de los(as) bebés y los(as) adultos(as). Agregar aderezo hecho en casa a estos alimentos, puede ayudar a mover cualquier pedazo que se haya pegado. También puedes ofrecer una pequeña cantidad de agua en un vaso abierto para ayudarle a tragar el alimento. Alternativamente, puedes continuar ofreciendo hojas de lechuga romana grandes para que practique morder y trozar.
Sirve pedazos del tamaño de un bocado de lechuga romana (las partes firmes o las hojas) como bocados o con utensilios u ofrece las hojas completas. Come junto con el/la niño(a) para modelar como se hace, si el/la niño rechaza los alimentos verdes, intenta no hacer presión pero no descartes el alimento completamente. Ten en cuenta, que los(as) niños(as) no pueden aprender a disfrutar alimentos que no les ofreces, así que incluso si crees que no explorará una ensalada u otro platillo con alimentos de hoja verde, sírvelos de todas maneras para que se acostumbren a que son parte de su comida.
Cómo preparar lechuga romana para bebés a partir de 6 meses
Cómo preparar lechuga romana para bebés a partir de 9 meses
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