Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
Sí
Se puede comenzar a ofrecer helado tan pronto como un/a bebé esté listo/a para comenzar a comer alimentos sólidos, pero puede ser beneficioso esperar hasta que el/la niño/a sea mayor para ofrecerlo regularmente. Si bien una probadita ocasional está bien, el consumo regular de cantidades excesivas de alimentos con azúcar agregada, como el helado, puede aumentar el riesgo de caries dental cuando le salen los dientes a los bebés y disminuir la motivación de los niños para probar otros alimentos. Si decides compartir una probadita de helado, asegúrate de que sea de leche pasteurizada y que no contenga miel, huevo crudo o poco cocido, o ingredientes que puedan ser riesgos de ahogamiento como dulces o pedazos de frutos secos. El helado puede contener leche de vaca, huevo, soya y frutos secos, que son alérgenos comunes que deben introducirse a la dieta de forma segura antes de compartirlos con el/la bebé.
El helado tiene sus orígenes en Asia, donde en la antigüedad las frutas y especias se utilizaban para darle sabor a la nieve, el hielo y la leche. La colonización, la migración y el comercio trajeron estas técnicas culinarias junto con los condimentos para los helados comunes en la actualidad, como el cacao (chocolate), el azúcar, y la vainilla a Europa en el siglo XVI. No fue hasta la llegada de la refrigeración en el siglo XX que la producción comercial en masa del helado realmente despuntó, dando lugar a la infinidad de sabores que existen en la actualidad.
Puede serlo, siempre y cuando esté hecho de leche pasteurizada y que no contenga miel, huevo crudo o poco cocido, o ingredientes que puedan ser riesgos de ahogamiento como dulces o pedazos de frutos secos.
Si bien la mayoría de los helados tienen azúcar agregada, una probadita de vez en cuando está bien y no es necesario llevar un conteo del azúcar en las comidas. Cuando se trata de los alimentos con azúcar agregada como los helados, trata de encontrar un equilibrio: reduce el azúcar cuando sea posible, disfruta cuando no sea posible y trata de compartir una variedad de alimentos a largo plazo. Visita nuestro artículo, El azúcar y los bebés, para obtener más orientación.
★ Consejo: Para evitar el dolor de cabeza causado por el helado, ofrece solo una o dos probaditas y asegúrate de que el/la bebé no coma demasiado rápido. Este dolor de cabeza no es dañino, pero sí puede resultar muy incómodo.
Sí. El helado a menudo se elabora con leche de vaca y puede contener otros alérgenos comunes como el huevo, el maní, el sésamo, la soya, los frutos secos y el trigo, entre otros, así que es importante leer las etiquetas con atención antes de servir. Si vas a comprar helado en una heladería para un niño que tiene alergias alimentarias conocidas, pide que que se abra un recipiente nuevo de helado y que se utilice una cuchara limpia. Esto puede reducir el riesgo de contaminación cruzada con alérgenos alimentarios.
Antes de compartir helado con un/a niño/a, es importante introducir los alérgenos alimentarios comunes a la dieta por sí solos y descartar las alergias antes de servirlos juntos en un alimento preparado. De esta manera podrás identificar cuál alérgeno es el responsable si el/la niño/a presenta una reacción. Así, una vez que estés listo/a para ofrecer helado, tendrás la seguridad de que el/la niño/a ya ha ingerido cada uno de los ingredientes anteriormente.
Como lo harías al servir cualquier alimento nuevo, comienza por ofrecer una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay ninguna reacción adversa, aumenta la cantidad gradualmente en las comidas subsecuentes.
No. El helado presenta un riesgo bajo cuando se prepara de manera segura de acuerdo a la edad y las habilidades de cada niño/a, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento, y el helado a menudo contiene ingredientes que pueden representar un riesgo, incluyendo dulces, pedazos de chocolate, frutos secos picados, y frutos secos y semillas grandes. Además, los conos de helado también pueden ser un riesgo, especialmente cuando son firmes y crujientes. Para reducir el riesgo, espera a ofrecer los conos de helado y el helado con ingredientes hasta que tu niño/a sea mayor. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
Los conos de helado pueden ser firmes y algunos pueden volverse gomosos al contacto con la saliva o con el helado, así que espera para servir el helado en un cono hasta que el/la niño/a pueda morder con precisión y tenga habilidades de masticación más maduras, lo que suele ocurrir alrededor de los 12 meses de edad. Los conos de pastel o de oblea son un buen punto de partida para los niños pequeños, ya que son menos firmes y tienen bordes menos afilados que otros tipos de cono. Cuando se trata de conos de azúcar o de waffle, considera esperar hasta que el/la niño/a tenga más experiencia masticando bien otros alimentos desafiantes y consistencias mixtas, lo que a menudo ocurre cerca de los 24 meses de edad.
Está bien ofrecerle una pequeña probadita de helado al/a bebé cuando le están saliendo los dientes, si así lo deseas. Los alimentos fríos pueden ayudar a aliviar la presión y el malestar en las encías cuando le están saliendo los dientes a un/a bebé. Dicho esto, es probable que el helado ofrezca menos alivio que otras opciones, ya que se derrite rápidamente en la boca y no ofrece mucha presión sobre las encías.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Una vez que se hayan introducido de forma segura a la dieta la leche de vaca y cualquier otro alérgeno común que pueda contener el helado, está bien ofrecer una pequeña cantidad de helado de vez en cuando si así lo deseas, aunque puede ser beneficioso esperar hasta que el/la niño/a sea mayor para ofrecer helado regularmente. Si decides compartir helado a esta edad, sirve una pequeña cantidad y deja que coma con las manos o con una cuchara. No ofrezcas helado hecho con leche no pasteurizada o que contenga miel, huevo crudo o poco cocido, o riesgos comunes de ahogamiento, como dulces o pedazos de nueces. Está bien ofrecerle una probadita de helado de un cono, sólo ten en cuenta que el/la bebé podría intentar agarrar la bola entera.
Sirve el helado en un vaso o tazón para que el/la niño/a lo coma con las manos o con una cuchara. No sirvas helado hecho de productos no pasteurizados o que contenga huevo crudo o poco cocido, o que presente riesgos comunes de ahogamiento, como dulces o pedazos de frutos secos. Una vez que el/la niño/a sea capaz de morder y masticar bien texturas de alimentos más desafiantes, generalmente alrededor de los 12 meses de edad, puedes ofrecerle un cono de azúcar; los conos de gofre/waffle son aún más firmes y parecidos a una galleta y deben reservarse para más adelante en la niñez.
A esta edad, puedes servir el helado en un vaso o tazón para comer con cuchara, o en cono, incluidos los de azúcar o los de gofre/waffle. Los helados un poco más suaves son más fáciles de comer con la cuchara para los niños pequeños. Espera hasta que el/la niño/a tenga al menos un juego de muelas y pueda sentarse tranquilamente y seguir instrucciones a la hora de comer antes de ofrecerle helado que contenga ingredientes que sean más difíciles de masticar, como dulces, pedazos de chocolate y pedazos grandes de frutos secos. Estos complementos requieren que el/la niño/a gestione diferentes texturas al mismo tiempo (helado suave y líquido, y trozos masticables y crujientes), lo cual es más desafiante para los comensales jóvenes.
If your toddler is starting to refuse food, see our guide on Toddler Food Refusal.
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