Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
No
El hígado de res se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Aunque es mejor esperar hasta que el/la bebé sea mayor. ¿Por qué? Debido a que el hígado de res contiene cantidades extremadamente altas de vitamina A, que los(as) bebés necesitan para desarrollar su sistema inmunológico, ojos y piel, pero puede ser tóxica si se consume en exceso. Por esta razón, el hígado de res solo se debe servir en cantidades muy pequeñas (no más de 1 cucharadita por comida, no más de 1-2 veces por semana). El hígado de pollo es una gran opción para bebés a partir de los 6 meses.
El hígado de res tiene niveles extremadamente altos de vitamina A, un nutriente esencial que puede ser tóxico cuando se consume en exceso. Por esta razón, ten cuidado de limitar las porciones y la frecuencia con la que lo sirves: no más de 1 cucharadita por porción, no mas de 1-2 veces por semana.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Antes de servir, cocina el hígado de res hasta que alcance una temperatura interna de 74 Centígrados (160 grados Fahrenheit). Una vez cocido, mezcla el hígado con una grasa saludable como mantequilla, aceite de oliva o agua para servirlo como un alimento untable. Ten cuidado de limitar la cantidad ofrecida a 1 cucharadita por comida, no más de 1 o 2 veces por semana para minimizar el riesgo de toxicidad por vitamina A. Intenta servir el hígado con una fruta dulce como manzana guisada o pera. Alternativamente ofrece una pequeña cantidad de paté de hígado de res en un bizcocho de dentición o una cuchara para bebés.
Esta es una buena edad para ofrecer rebanadas delgadas o trozos del tamaño de un bocado de hígado de res cocido como bocados. Esto por que alrededor de esta edad los(as) bebés desarrollan su agarre de pinza, lo que les permite recoger trozos más pequeños de alimentos. Por supuesto, también puedes continuar con la mezcla de hígado en un paté casero para untar en galletas de arroz inflado o tiras de pan tostado. Explora agregar cebollas, romero y otras especias saladas.
Ofrece rebanadas o trozos de hígado del tamaño de un bocado por sí solo como bocados (el tamaño exacto de la rebanada o pieza no importa tanto a esta edad) o continúe ofreciendo paté de hígado casero en pan tostado o galletas de arroz inflado. A esta edad también puedes ofrecer paté comprado en la tienda, aunque mantén un control sobre la ingesta general de sodio.
Aprenda más sobre cuánta sal pueden ingerir los(as) bebés en nuestra página de sodio preguntas frecuentes.
Sí. El hígado de res es un peligro potencial de ahogamiento debido a su consistencia dura y gomosa. Para minimizar el riesgo, considera hacer un paté casero o picarlo finamente y agregarlo a otros alimentos. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas.
Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias al hígado de res son raras, aunque no son desconocidas. Hay un tipo de alergia que puede desarrollarse cuando una persona es picada por la garrapata Estrella solitaria. Esta coloca una molécula de azúcar llamada alfa-gal en el cuerpo de la persona, que luego desencadena una respuesta alérgica cuando se consume carne roja en ciertas personas. Las personas con alergia a los lácteos pueden tener un mayor riesgo de ser sensibles a la carne de res, aunque esto es poco común.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones y observa atentamente mientras el bebé come. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente el tamaño de la porción con el tiempo.
Sí, en cantidades muy pequeñas. El hígado de res es increíblemente rico en nutrientes, incluyendo: aminoácidos para construir nuevas proteínas; zinc para el apoyo del sistema inmunológico; selenio para la función tiroidea; y colina para la salud del cerebro. Así como también en vitamina B12 y folato para un desarrollo neurológico saludable. También contiene un montón de hierro, aunque solo alrededor de la mitad de lo que tiene en el hígado de pollo.
Lo que hace que el hígado de res sea nutritivo es su densa combinación de todos estos nutrientes esenciales, muchos de los cuales a menudo son bajos en las dietas de los(as) bebés y niños(as) pequeños(as). Sin embargo, el hígado de res tiene niveles extremadamente altos de vitamina A (2.5 veces más que el hígado de pollo). A pesar de que la vitamina A es un nutriente esencial, en demasiada cantidad puede ser extremadamente tóxica y puede generar irritabilidad, náuseas, dolores de cabeza, mareos y más. Por esa razón, limita ofrecer hígado de res a solo una vez por semana – y no más de dos veces – y sirve pequeñas cantidades de no más de 1 cucharadita a la vez. Si esto es difícil de seguir, considera evitar el hígado de res por completo. Si toma un multivitamínico o cualquier otro suplemento, es posible que los(as) niños(as) ya estén recibiendo vitamina A suficiente o excesiva. Así que asegúrate de hablar con tu profesional de la salud pediátrica para obtener más orientación.
Mientras una función clave del hígado es filtrar las toxinas, resulta que puede acumular metales, pesticidas y otros contaminantes del entorno del animal. De manera similar otras partes del animal tambien acumulan toxinas. Además, el hígado almacena minerales, incluidos los metales pesados, cuyos niveles varían mucho. Por ello puede ser tóxico cuando se consume en exceso. Los estudios muestran que el hígado de pollo contiene las cantidades más bajas de estos metales.
Nota: A veces, el hígado está empacado con la vesícula biliar, un órgano verdoso que almacena un líquido digestivo llamado bilis. Quédate con ella o deséchala—tú decide. La vesícula biliar y la bilis son comestibles. Añaden amargura a los alimentos (un sabor notable en algunas cocinas, particularmente en el sur de Asia y en algunas tribus nativas americanas) y a veces sirven como medicina.
★Consejo: El hígado de res normalmente se vende por libra. Si compras un hígado entero, seguramente te sobrara – no lo usarás todo a la vez porque estás limitando la cantidad que se sirve al/a bebé. En su lugar, corta en tamaños que sean más adecuados para tus necesidades, luego congela lo que no planes preparar de inmediato. Alternativamente, pídale a tu carnicero local que corte el hígado en secciones más pequeñas y compra solo lo que necesites.
El hígado (de vaca, pollo, pescado y muchos más animales) es una de las carnes más nutritivas que podemos comer. Este órgano vital purifica toxinas y procesa vitaminas y minerales durante la digestión. Pasando algunos de estos nutrientes para alimentar las funciones corporales y almacenando otros para obtener energía. Por su sabor distintivo, la gente a menudo ama u odia el hígado—que tiene un sabor mineral intenso que combina bien con verduras y frutas más dulces. El hígado de res encebollado es un plato preparado en todo el mundo. La dulzura de las cebollas caramelizadas complementa la terrosidad del hígado. ¡Pero no hay necesidad de detenerse en las cebollas! En platillos de diversas culturas, el hígado de res también se cocina con salsa de tomate, plátanos hervidos o incluso melocotones caramelizados para lograr un equilibrio similar de dulce y salado.
El hígado de pollo. Ambos, el hígado de pollo y el de res, son adecuados para los(as) bebés cuando se ofrecen en pequeñas cantidades. Sin embargo, el hígado de pollo es casi el doble de rico en hierro por porción y es un poco más tierno. Por lo tanto, más fácil para que los(as) bebés lo mastiquen. Además, el hígado de res es mucho más alto en vitamina A que el hígado de pollo. Esto es importante porque la vitamina A es tóxica en exceso.
J. Truppi, MSN, CNS
V. Kalami, MNSP, RD, CSP
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT
S. Bajowala, MD, FAAAAI. Board-Certified Allergist & Immunologist (allergy section)
R. Ruiz, MD, FAAP. Board-Certified General Pediatrician & Pediatric Gastroenterologist
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