Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
El banano se puede introducir tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. En latinoamerica, el banano también se conoce como plátano, banana, guineo y cambur.
El banano se originó en los trópicos de Asia y aún crece de forma silvestre. Allí uno puede disfrutar de una gran variedad de bananos y plátanos macho de diferentes tamaños, formas y colores, incluyendo el rojo, el naranja, el rosa y el morado, con un sabor que va de almidonado a dulce. Sin embargo, a pesar de su increíble biodiversidad (existen más de 1,000 variedades conocidas), solo una—el banano Cavendish—domina el mercado mundial. Esta variedad tiene una cáscara resistente que protege la fruta mientras viaja largas distancias, la cual le dio una ventaja competitiva sobre los otros tipos de bananos tiernos que se tienen que comer rápidamente después de la cosecha.
Sí. Los bananos están llenos de carbohidratos que energizan el cuerpo del bebé y de nutrientes esenciales que los bebés necesitan para el desarrollo, como ácido fólico, vitamina B6, vitamina C y potasio. Juntos, estos nutrientes apoyan el sistema nervioso, la salud de la piel, la absorción de hierro y la presión arterial. Un bono extra: ¡los bananos contienen más antioxidantes que muchas bayas, hierbas y verduras!
Los nutrientes disponibles varían según la madurez del banano. Por ejemplo, todos los bananos contienen una buena cantidad de fibra para desarrollar un sistema digestivo saludable, pero los bananos verdes contienen más fibra prebiótica que los bananos maduros, que contienen más fibra soluble.
No. Aunque los bananos no se consideran un alérgeno común, se han reportado reacciones alérgicas al banano. Las personas con alergia a la ambrosía, alergia al látex o síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia alimentaria al polen) pueden ser sensibles a los bananos.
El síndrome de alergia oral generalmente causa picazón, hormigueo o ardor leve y temporal en la boca, que generalmente se resuelve por sí solo. Cocinar el banano antes de servirlo puede minimizar los síntomas de alergia oral. También es poco probable que las personas con síndrome de alergia oral reaccionen a los alimentos con sabor a banano.
El banano puede ser un desencadenante de los síntomas del SEIPA (síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias) o FPIES (por sus siglas en inglés) en bebés y niños, que es un tipo de reacción alérgica retardada que puede provocar vómitos, diarrea, presión arterial baja y deshidratación unas horas después de ingerir el alimento. Para obtener más información sobre el SEIPA, consulta nuestra página de alergias.
Como lo harías al presentar cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo pequeñas cantidades de banano en las primeras ocasiones. Si no hay ninguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
No. El banano presenta un riesgo bajo cuando se prepara de manera segura según la edad y las habilidades de desarrollo de cada niño/a, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve el banano de forma apropiada según la edad. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas.
Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarizate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
A pesar de la percepción popular, la evidencia de que los bananos causan estreñimiento es mínima. De hecho, hay investigaciones que sugieren que los bananos pueden ayudar a promover los movimientos intestinales regulares. La creencia de que los bananos causan estreñimiento puede deberse a diferencias en la madurez.
Los bananos verdes inmaduros son más ricos en almidones resistentes y fibras solubles, que ayudan a alimentar las bacterias intestinales (excelentes para la regularidad), a la vez que contienen taninos. Los taninos son un tipo de polifenol que hace que los bananos verdes absorban la humedad de la boca. Cuando los taninos se consumen en exceso, pueden asociarse con estreñimiento; a pesar de esto, los bananos verdes aún pueden ayudar a regular las evacuaciones de heces.
Si te preocupa que los bananos estén causando estreñimiento, explora la posibilidad de ofrecer bananos más maduros. A medida que los bananos maduran, el almidón y el tanino se disminuyen y se aumenta el contenido de azúcar natural, lo que puede ser más útil para un(a) niño(a) que ya está estreñido.
Dicho esto, el estreñimiento es complicado. Por lo general, las posibles causas de estreñimiento van más allá que solo los bananos— por ejemplo los otros alimentos en la dieta de el/la bebé, el historial médico de un(a) bebé y el cambio natural en el microbioma intestinal con la introducción de alimentos sólidos. Si tienes alguna inquietud sobre el estreñimiento, asegúrate de hablar con tu proveedor de atención médica pediátrica.
★Consejo: Guarda los bananos verdes en una bolsa de papel marrón para acelerar el proceso de maduración. Una vez que estén maduros, pélalos y colócalos en un recipiente hermético en el congelador— donde se mantendrán bien por un par de meses.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Puedes ofrecer la mitad de un banano entero pelado por sí solo, o puedes servir lanzas de banano partido a lo largo en tercios (para lograrlo, solamente debes introducir tu dedo en el centro de uno de los extremos del banano pelado y empujar hasta que se separe en 3 lanzas). También puedes hacer puré de banano y precargar una cuchara para que el/la bebé intente levantarla o agarrarla de tu mano. Recuerda que los(as) bebés a menudo hacen arcadas con el banano porque es suave y pegajoso. Si notas que el banano se pega al paladar del bebé y le provoca una arcada intensa, considera ofrecer tiras de banano partido a lo largo en lugar de un banano entero pelado. A diferencia de otros alimentos que cuando se sirven grandes dan mucha retroalimentación sensorial en al interior de la boca, la naturaleza suave y blanda del banano no tiende a proporcionar el mismo tipo de experiencia.
Sirve lanzas de banano partido a lo largo en tercios (para lograrlo, solamente debes introducir tu dedo en el centro de uno de los extremos del banano pelado y empujar hasta que se separe en 3 lanzas). Si un(a) bebé se está sobrellenando la boca con comida, intenta servir pedazos más pequeños, del tamaño de un bocado, cortados de un banano ya partido en tiras, lo cual hará que los pedazos sean más fáciles de agarrar y menos resbaladizos. Los pedacitos de banano son excelentes para la práctica de agarre en pinza y también se pueden agregar al yogur y gachas.
Ofrece pedazos del tamaño de un bocado o, si te siente cómoda, sirve lanzas o incluso un banano entero. El tamaño exacto depende de ti, aunque ciertos tamaños pueden producir un mayor consumo dependiendo de las habilidades alimentarias del/a niño(a).
Este es un buen momento para volver a subir de tamaño ofreciendo el banano entero. Intenta enseñarle al/a niño(a) a pelar un banano, una actividad divertida para los(as) niños(as) pequeños(as).
Dividiendo un banano en lanzas
Una forma de partir el banano en trozos pequeños para bebés de 9 meses en adelante
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