La pera se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad, siempre y cuando esté muy suave y madura o cocida hasta estar suave.
Las peras son un riesgo potencial de ahogamiento, así que lee nuestra sección de cómo prepararlas de manera segura para los(as) bebés.
Las peras se originaron en Asia hace miles de años y desde allí se extendieron a regiones frescas y templadas de Europa y más allá. Aunque ninguna variedad de pera origino el las Américas, se hicieron increíblemente populares en el noroeste en el siglo XIX y aún hoy se cultivan en todo el continente. Hay miles de variedades de peras, algunas son redondas como una manzana y algunas con la parte suprior alargada y la parte inferior bulbosa, y de colores que van desde el café obscuro al cobre y del verde a casi blanco. Algunas peras se comen frescas, mientras que otras se usan solo para cocinarlas o para hacer perry, una bebida equivalente a la sidra de manzana.
Sí. Las peras son ricas en fibra para ayudar al microbiota intestinal del/a bebé a prosperar y para ayudar al movimiento intestinal. Además, contienen una gran cantidad de vitamina K y algunos otros nutrientes como el potasio y la vitamina C. La piel de la pera es notablemente alta en antioxidantes beneficiosos, así es que deja la piel de la fruta incluso si el/la bebé la escupe.
¿No puedes conseguir peras frescas? La peras enlatadas o congeladas también son buena opción. Cuando sea posible, busca peras que sean libres de azúcares añadidos, como las preservadas en agua. Las peras congeladas están preservadas en almíbar o en jugo de fruta que se pueden enjuagar con agua antes de servirlas al/a bebé para ayudar a reducir un poco el contenido de azúcar.
Sí. Las peras, porque son firmes y resbalosas, son un riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, hierve, escalfa o cocina las peras hasta que estén suaves y puedas atravesarlas fácilmente con un tenedor. De manera alternativa, puedes ofrecer mitades de pera crudas muy maduras o rodajas delgadas del grosor de una regla para que el/la bebé se alimente por si mismo(a) . Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias a las peras son poco comunes, pero se han reportado. Individuos que tienen el síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen), y particularmente aquellos sensibles al polen del árbol de abedul, pueden ser sensibles a las peras. Individuos sensibles a otros alimentos de la familia de los rosáceos, como los albaricoques, almendras y ciruelas, también pueden tener una experiencia similar con la pera. El síndrome de alergia oral usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor en la boca y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar, enlatar o pelar las peras puede minimizar o incluso eliminar la reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay ninguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí, si la pera está firme. Hierve mitades de pera, cocínalas al vapor u hornéalas hasta que estén suaves. Si la pera está muy suave y madura (debes poder aplastarla fácilmente con un poco de presión), no es necesario cocinarla y puedes ofrecer pedazos grandes que sean fáciles de sostener.
No. El jugo de cualquier tipo no se debe dar a bebés menores de 12 meses de edad, a menos que sea recomendado por un proveedor de salud en circunstancias muy especiales. Es mejor esperar para servir cualquier tipo de jugo hasta los dos años de edad, e incluso a esa edad, intenta limitar la cantidad para minimizar el azúcar (incluyendo el azúcar natural) en la dieta del/a bebé. Desde el punto de vista técnico, pequeñas cantidades de jugo (menos de 4 onzas por día, idealmente diluidas con agua para reducir la dulzura) pueden ser ofrecidas de manera segura después del primer cumpleaños del/a bebé, pero hay muchos beneficios de esperar. El consumo excesivo de bebidas dulces puede reducir la diversidad de alimentos y nutrientes que consumen y puede incrementar el riesgo de caries dentales. Adicionalmente, las peras consumidas enteras proporcionan mucha más nutrición que el jugo.
Sí. Las peras son ricas en fibra y líquido, que ayudan a mantener las bacterias intestinales, aumentan el volumen de popo e hidratan los intestinos para tener una buena digestión y buenos movimientos intestinales. Las peras (junto con otras frutas como los duraznos y las ciruelas) también contienen sorbitol, un tipo de carbohidrato que promueve el movimiento intestinal. Algunos alimentos altos en fibra pueden producir gases y en ocasiones, explosiones en el pañal. Aunque esto es normal, puede ser incómodo para el/la bebé. Para minimizar la incomodidad, introduce los alimentos altos en fibra como la pera, de manera gradual y regular en la dieta del/a bebé, conforme los tolere. Recuerda que los patrones de evacuación pueden variar significativamente de un(a) niño(a) a otro(a). Si te preocupa que tu bebé esté teniendo problemas con la popó y la función digestiva, habla con tu proveedor de atención médica pediátrica.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Cocina mitades de pera (sin el corazón, con o sin piel) hasta que estén suaves. Ofrece mitades de pera al/a bebé en el aire para ver si las puede agarrar. Para peras muy maduras y suaves, puedes omitir la cocción y servir las mitades de pera con o sin la piel y sin corazón, o puedes servirlas en rebanadas grandes y finas. las puedes ofrecer sin cocinarlas y servirlas en mitades con o sin la piel y sin el centro, o puedes servir rebanadas grandes y delgadas. Para saber si una pera está suficientemente suave, presiónela entre los dedos para asegurarte que cede a una ligera presión. De manera alternativa, puedes rayar o machacar la pera y mezclara con alimentos fáciles de servir con cuchara como cereal y yogur.
Una vez que el/la bebé haya desarrollado el agarre de pinza, ofrece pedazos del tamaño de un bocado de pera suave y madura con o sin piel. Procura que los pedazos sean pequeños y planos, en lugar de cubos. También puedes seguir ofreciendo mitades o rebanadas delgadas de pera suave y madura sin el corazón o sigue sirviendo mitades de pera cocida.
Para peras maduras y suaves, prácticamente todo es posible. Ofrece peras en cuartos sin corazón ni semillas, pedazos del tamaño de un bocado y, cuando sientas que el/la bebé está listo(a), ofrece la fruta entera con la piel. Es normal que el/la niño(a) escupa gran parte de la piel al comer, pero esto disminuirá alrededor de los 18 a 24 meses de edad, cuando el/la niños(a) aprende a masticar la piel de las frutas y verduras con sus muelas.
Cómo preparar una pera para cocinarla.
Cómo decidir si dejar o no la cáscara en una pera cocida.
¿Te sientes abrumado(a) de empezar a ofrecer alimentos sólidos?: Nuestra guía: Los primeros 100 días: Menus diarios para tu bebé te puede ayudar.
Rinde
2 tazas (480 ml)
Tiempo de preparación
20 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
2 peras
1 ramita de canela (opcional)
Lavar, pelar y cortar por la mitad las peras. Remover el núcleo, las semillas y el tallo.
En una olla, colocar las mitades de peras y la ramita de canela. Agregar suficiente agua como para cubrir las peras por 5 cm.
Tapar y hervir suavemente hasta que las peras sean fáciles de cruzar con un tenedor, alrededor de 10 minutos. El tiempo de cocción varía dependiendo del tamaño y maduración de la fruta.
Remover las peras de la olla. Una vez frías, cortar de acuerdo al corte indicado según la edad del/a bebé.
Servir las peras
Ofrecer la pera escalfada y dejar que el/la bebé se alimente por sí mismo(a).
Si necesita ayuda, mantener una pieza de pera en el aire en frente del/a bebé y dejar que la agarre de tus manos. Otra opción es precargar un cubierto adecuado a la edad y entregar en el aire para que el/la bebé lo agarre.
Come una porción de peras junto al/a bebé para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: Las peras escalfadas se mantienen bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses.
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