Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Lo mejor es esperar para ofrecer el jamón, incluida la carne delicatessen y los jamones curados y glaseados, hasta después del segundo cumpleaños del/a niño(a) e incluso entonces, es mejor servirlo con moderación. El consumo regular de carnes conservadas y/o ahumadas, como el jamón y el tocino aumenta los niveles de sodio, nitratos, nitritos y carcinógenos potenciales en el cuerpo.
Si deseas comenzar a ofrecer el jamón desde temprano, una buena alternativa es cocinar el jamón crudo (también llamado jamón fresco) en casa. Al igual que otros cortes de cerdo, el jamón crudo cocinado en casa se puede introducir a la dieta del/a bebé tan pronto como esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.
Sí, si es fresco y hecho con jamón crudo. Como otros cortes de cerdo, el jamón fresco crudo y cocinado en casa ofrece muchos de los nutrientes que los(as) bebés necesitan, incluidas excelentes cantidades de proteínas, zinc, colina y vitaminas B6 y B12.
Sin embargo, la mayoría de los productos marcados como "jamón" tienden a curarse o procesarse de alguna manera, y generalmente debe esperarse hasta después del segundo cumpleaños para ofrecerlos. Los jamones procesados, incluidos el jamón serrano, el jamón ibérico, el Spam (un producto de jamón enlatado) y las carnes delicatessen, entre otros, son excesivamente altos en sodio. Esto puede preparar el paladar del/a bebé para los alimentos salados, aumentar el riesgo de obesidad y poner al/a niño(a) en mayor riesgo de desarrollar hipertensión. Algunas de estas carnes también se curan con nitratos, que pueden afectar negativamente los niveles de oxígeno en la sangre cuando se consumen en exceso. Además, las carnes procesadas parecen tener una asociación con el cáncer. Mientras que probar jamón curado o delicatessen está bien antes de los 2 años, asegúrate de que el producto no contenga miel antes de ofrecerlo a bebés menores de 12 meses de edad.
★Consejo: El jamón también se vende a veces en frascos de vidrio, o incluso en forma de purés comercializados para bebés. Estas pueden ser una opción asequible, pero asegúrate de buscar versiones bajas en sodio.
No. El jamón no es un alérgeno alimentario común, aunque se han notificado reacciones alérgicas a la carne de cerdo. Ciertas picaduras de garrapatas (principalmente la garrapata Estrella Solitaria en los Estados Unidos continentales y otras garrapatas en diferentes partes del mundo), están asociadas con el desarrollo de una alergia a la galactosa-alfa-1, 3-galactosa (“alfa gal”), un azúcar que está presente en muchas carnes rojas. Esto da lugar a una reacción alérgica retardada, 3 a 8 horas después del consumo de carne roja, como el jamón. Sin embargo, algunas personas con alergia al alfa gal también reaccionan a pequeñas cantidades del azúcar presente en los productos lácteos, la gelatina o los tejidos de los órganos de los mamíferos. La alergia a la gal alfa es más frecuente en el sureste de los Estados Unidos, pero está empezando a ser más común en otras áreas a medida que se expande la distribución geográfica de la garrapata Estrella Solitaria. Aunque es raro, algunas personas con alergias a los gatos también pueden desarrollar una alergia de reacción cruzada a los productos de carne de cerdo, una afección conocida como síndrome cerdo-gato.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza por servir una cantidad muy pequeña al principio. Si no hay reacción alérgica adversa, aumenta gradualmente la cantidad servida en comidas futuras.
Sí. Para bebés y niños pequeños, los pedazos y cubos de carne son un peligro de ahogamiento, ya que son difíciles de masticar. Para minimizar el riesgo, tritura o pica la carne, sirve solo un poco a la vez y directamente en la bandeja de la silla del/a niño(a) o en la superficie de la mesa frente al/a niño(a) (no la sirvas en un recipiente o plato de succión puesto que esto hace que sea más fácil para el/la bebé recoger la comida a puñados grandes). Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantenerte siempre cerca del/la bebé a la hora de comer. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Ultimately, there is no “best” age to introduce these products; rather, it is a personal decision for which you must calculate risk. It is generally recommended to wait until the child is older or holding off on regularly serving deli meats, cured hams (such as prosciutto and jamon iberico), and glazed hams due to the risk of foodborne illness. Deli meats, such as ham, have also been implicated in a number of outbreaks of foodborne illness, namely Listeria. To reduce the risk of foodborne illness, especially for babies, young children, and any other immunocompromised individuals, heat deli meats until steaming and let cool before offering. Avoid offering glazed ham or other deli meats made with honey before the first birthday due to the risk of infant botulism.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Evita ofrecer jamón horneado comprado en la tienda, jamón curado (jamón, prosciutto y otras carnes curadas en seco), fiambre, jamón precocido y jamón glaseado con miel, jarabe o azúcar. Sin embargo, está bien ofrecer una pequeña probadita al/a bebé como parte de una ocasión especial, solo asegúrate de que no se haya usado miel como uno de los ingredientes. En su lugar, prueba el jamón fresco cocinado en casa para controlar la cantidad de sal, azúcar y otros ingredientes. Ofrece tiras de jamón cocinadas en casa que tengan aproximadamente el tamaño de dos dedos de un adulto presionados juntos. El/la bebé puede chupar y masticar la tira, y si una pieza demasiado grande se rompe en la boca del/a bebé, mantén la calma y dale la oportunidad de trabajar con el bocado de comida para empujarlo hacia el frente de la boca antes de intervenir.
Evita los jamones curados y los fiambres, así como los jamones horneados y glaseados comprados en la tienda. Si deseas probar un poco de estos productos como parte de una ocasión especial, está bien, solo asegúrate de que no haya miel en los ingredientes si el/la niño(a) es menor de 12 meses de edad. Sigue ofreciendo jamón fresco cocinado en casa y cuando veas signos de que el/la bebé está desarrollando el agarre de la pinza (donde se encuentran los dedos pulgar e índice), intenta reducir de tamaño ofreciendo pedazos del tamaño de un bocado o jamón rallado. Puedes ofrecerlo por sí solo para animar al/a bebé a practicar recogiendo los pedazos pequeños de comida o mezclarlo con otros platos. Evita el jamón en cubos—del tipo que se encuentra en platos de queso pre-empaquetados y sus ingredientes incluyen gran cantidad de sodio, nitritos y otros aditivos.
!¡A explorar! Ofrece una pequeña cantidad del jamón favorito de tu familia y trata de servirlo con moderación debido a la sal, el azúcar y otros aditivos. Corta en trozos pequeños o en tiras y evita servir la carne cortada en cubos. Si ofreces probaditas de jamones curados en rebanadas finas como jamón prosciutto, serrano y speck, considera ofrecer pedazos del tamaño de un bocado, uno a la vez. Estas carnes finas pueden enrollarse fácilmente en la boca, hacerse bola y volverse difíciles de masticar. Trata de optar por otros cortes como la carne de cerdo molida o costilla si comen carne de cerdo con regularidad.
Nuestro equipo
Consejos de expertos directo a tu bandeja de entrada
¡Suscríbete y recibe correos semanales con recetas, consejos y más!
Copyright © 2024 • Solid Starts Inc