Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
La toronja se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Toma nota de que la toronja y otros alimentos ácidos pueden causar una irritación inofensiva en la piel que entra en contacto con su jugo ácido y que puede generar rozaduras en el pañal.
La toronja es un híbrido de cítricos que viene de las islas del Caribe. Esta fruta agridulce fue cultivada de semillas de naranjas dulces y de pomelos ácidos traídos de Asia a América durante la colonización y el comercio del siglo 17. De la toronja surgieron diferentes ramas de cítricos relacionados entre ellos: mineola, oroblanco, tangelo y ugli.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Sirve segmentos completos de toronja, sin cáscara, membrana y semillas o gajos de toronja sin membrana, pero con cáscara. Si el/la bebé muerde un pedazo demasiado grande, mantén la calma ya que es un momento de aprendizaje. Es importante darle la oportunidad al/a bebé de sacar la comida de manera independiente. Abstente de meter tus dedos en la boca del/a bebé ya que esto puede accidentalmente empujar la comida para atrás.
Ofrece rebanadas delgadas o pedazos del tamaño de un bocado de segmentos de toronja sin semilla y sin membrana. Este tamaño ayuda al/a bebé a dominar el agarre de pinza (cuando el dedo pulgar y el dedo índice se juntan).
Sigue ofreciendo pedazos del tamaño de un bocado de toronja sin membrana y sin semillas y sirve con un tenedor para fomentar el uso de cubiertos.
Ofrece rebanadas delgadas o pedazos del tamaño de un bocado de toronja. A esta edad, eres libre de servir una toronja a la mitad, sin semillas y sacando ligeramente cada segmento antes de servirla (sin remover los segmentos completamente) para que el/la niño/a pueda practicar sacar los gajos de la cáscara. Puede que no consuma mucha fruta, pero este tipo de actividades puede ayudar cuando los niños atraviesan por la etapa selectiva.
Cómo preparar la toronja para bebés de 6 meses o más
Evita errores frecuentes que contribuyen a la alimentación quisquillosa. Ve nuestra guía de Que hacer y que no hacer para criar un comedor feliz e independiente.
Sí. Los segmentos de los cítricos (si se dejan en su membrana) son un riesgo de ahogamiento para bebés y niños. Las semillas, también conllevan un riesgo de aspiración ya que pueden ser inhaladas accidentalmente. Para reducir el riesgo, ofrece una suprema de toronja lo que se logra cortando y sacando los gajos de la membrana y remueve todas las semillas. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las toronjas, no son consideradas un alérgeno común. Sin embargo, la sensibilidad auto reportada a los cítricos se ha descrito frecuentemente en la literatura médica alrededor del mundo.
Individuos que tienen el síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen), pueden ser sensibles a la toronja y a otros cítricos. En particular, los individuos que son alérgicos al pasto y a otros tipos específicos de polen de algunos árboles pueden ser más sensibles a los cítricos. El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor el la boca y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocer o pelar la toronja, puede minimizar la reacción.
Las frutas ácidas como la toronja y otros cítricos pueden causar una irritación no dañina cuando entran en contacto con la piel. Esta irritación generalmente desaparece después de poco tiempo. Adicionalmente, cuando se consume en exceso, su acidez puede irritar el tracto digestivo del/a bebé y causar o empeorar rozaduras en el pañal. Las pomadas de barrera (como la vaselina o aceita/cera vegetal) pueden aplicarse en la cara antes de la comida y en el área del pañal para ayudar a proteger la piel de los alimentos ácidos. La cáscara de la toronja contiene un compuesto llamado limonene que es conocido como un alérgeno de contacto y puede causar una dermatitis por contacto en individuos sensibles.
Por último, la toronja está asociada con fitofotodermatitis, una condición de la piel que ocurre cuando la piel entra en contacto con el jugo de una fruta y la piel no se lava. Los compuestos del jugo se activan con el sol y pueden causar pigmentación, comezón y ocasionalmente ampollas y salpullido en la piel. Limpiar la piel después de estar en contacto con los cítricos y usar protector solar puede ayudar a prevenir la irritación por fitodermatitis.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. La toronja aporta muchos carbohidratos, fibra y líquidos, además de vitaminas A, B6 y C. También ofrece potasio, folato y antioxidantes como el licopeno. En conjunto, estos nutrientes trabajan para proporcionar energía para impulsar el juego y el desarrollo del/a bebé, promover su salud digestiva y apoyar la hidratación. Estos nutrientes también apoyan la visión, el metabolismo, la función inmune, el equilibrio electrolítico, el funcionamiento del sistema nervioso y la reparación y recuperación corporal.
Si el/la bebé está tomando algún medicamento, consulta con el/la pediatra o nutricionista pediátrico antes de ofrecer esta fruta. La toronja contiene niveles altos de un compuesto natural que afecta la forma en la que el cuerpo utiliza y digiere ciertos medicamentos.
Espera para servir jugo de toronja como bebida hasta después de los 12 meses de edad. Ten en cuenta que puede ser beneficioso esperar hasta que el/la niño/a cumpla dos años para ofrecer jugos y otras bebidas azucaradas con regularidad. Las investigaciones sugieren que el consumo regular de jugos y otras bebidas dulces tiende a aumentar el riesgo de caries dentales y llenarles el estómago, lo que puede disminuir la motivación del/a niño/a para comer otros alimentos a la hora de comer y puede afectar negativamente su crecimiento.
Sin embargo, una pequeña porción de jugo ocasionalmente después del año de edad generalmente no es un motivo de preocupación. Aprende más sobre el jugo y los bebés y niños pequeños.
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