Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
Sí
El ghee se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad.
El ghee es un tipo de mantequilla clarificada, que en otras palabras es grasa de leche que ha sido cocinada para separar la parte sólida de la leche del agua- un proceso que profundiza el sabor a nuez y extiende el tiempo de vida del producto lácteo, y ofrece grasas y un rico sabor. El ghee se originó en el Sudeste Asiático en donde ha tenido una importancia significativa en prácticas ceremoniales y en la cocina diaria durante siglos. En la India, el segundo productor más grande del mundo, este ingrediente fundamental sazona una infinidad de platillos, desde el biryani celebratorio a dals del día a día hasta el khichdi.
Sí. El ghee es rico en grasas, que es una fuente concentrada de energía para impulsar el rápido crecimiento y desarrollo de los bebés. Específicamente, el ghee ofrece mucha grasa saturada, que es uno de los tipos de grasa más abundantes en la leche materna. En los últimos años, las grasas saturadas de los lácteos han sido analizadas por su asociación con enfermedades cardíacas en adultos, pero las investigaciones muestran que tienen su lugar como parte de una dieta equilibrada y que pueden tener un impacto más neutral en el corazón de lo que se pensaba. El ghee también puede ser una fuente de ácidos grasos omega-3, así como de vitaminas A, E y K. Estos nutrientes trabajan juntos para apoyar el desarrollo del cerebro, la salud de la piel, la densidad ósea, la inmunidad y la coagulación sanguínea.
★Consejo: El ghee se puede almacenar en el refrigerador, en donde se solidifica y puede durar hasta 1 año, o en la alacena a temperatura ambiente durante 6 meses. El ghee se puede derretir a temperatura ambiente pero sigue en buenas condiciones siempre y cuando no huela a rancio.
Técnicamente, sí. El ghee suele elaborarse con leche de vaca, que está clasificada como alérgeno de prioridad mundial por la Organización Mundial de la Salud. La leche es un alérgeno alimentario especialmente común en los niños pequeños y representa aproximadamente una quinta parte de todas las alergias alimentarias infantiles. Ten en cuenta que los productos lácteos de otros rumiantes, como las ovejas, cabras y búfalos pueden provocar reacciones alérgicas similares a los productos lácteos de la leche de vaca. Dicho esto, hay buenas noticias: la alergia a la leche suele desaparecer con el tiempo. Los estudios científicos muestran que la mayoría de los niños con alergia a la leche de vaca la superan a los 6 años. Además, muchos bebés con síntomas leves de alergia a la proteína de la leche (que a veces aparecen como sangre en las heces, pero sin presencia de dolor) pueden ser reintroducidos a la leche de vaca con éxito a partir del primer cumpleaños, siguiendo la dirección de los profesionales pediátricos apropiados. Nota: Los quesos añejos generalmente contienen histaminas, que pueden causar erupciones en los niños sensibles a ellos.13 14
La leche es una causa común del síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias (SEIPA), también conocido como FPIES (por sus siglas en inglés). El SEIPA es una alergia retardada a las proteínas alimentarias que provoca el inicio repentino de vómitos y diarrea repetitivos unas pocas horas después de la ingestión. A esto se le conoce como SEIPA agudo. La reacción puede provocar una deshidratación significativa si no se trata. Cuando la leche se incluye en la dieta con regularidad, el SEIPA puede presentarse como reflujo, pérdida de peso y retraso del crecimiento, a esto se le conoce como SEIPA crónico. Los síntomas generalmente mejoran con la eliminación de la leche de la dieta del/a bebé. Afortunadamente, al igual que otras formas de alergia a la leche, la SEIPA que se presenta temprano en la vida generalmente es superada cuando el/la niño/a ha alcanzado los 3-5 años de edad.
La intolerancia a la lactosa, que ocurre cuando el cuerpo tiene dificultades para procesar la lactosa, el azúcar que está presente naturalmente en la leche, a veces puede confundirse con una alergia, ya que puede provocar hinchazón, gases, diarrea, náuseas y otras molestias. Tenemos buenas noticias para aquellas personas con niños mayores que son intolerantes a la lactosa (ten en cuenta que esta condición es poco común en bebés y niños pequeños): en comparación con la leche y otros productos lácteos, las personas con intolerancia a la lactosa pueden tolerar mejor muchos quesos, particularmente los quesos añejos, que tienen menor contenido de lactosa. Asegúrate de comunicarte con un profesional pediátrico adecuado para cualquier pregunta sobre la intolerancia a la lactosa y ten en cuenta que existen muchos productos lácteos sin lactosa disponibles.
Si sospechas que tu bebé puede ser alérgico/a a los productos lácteos, consulta a un/a alergólogo/a antes de introducir la leche. Según los factores de riesgo y el historial de tu bebé, tu alergólogo/a puede recomendar pruebas de alergia o, en su lugar, puede recomendar la introducción de la leche bajo supervisión médica en el consultorio. Si el riesgo es bajo, te puede recomendar que introduzcas la leche en el hogar. Al igual que con todos los alérgenos comunes, comienza por servir una pequeña cantidad por sí sola para las primeras porciones y, si no hay ninguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
No. El ghee presenta un riesgo bajo cuando se prepara de manera segura de acuerdo a la edad y la capacidad de desarrollo de cada niño/a, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve el ghee de manera apropiada según la edad de tu bebé. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas.
Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Puedes utilizar el ghee generosamente. No es necesario realizar un seguimiento ni restringir la ingesta del ghee en los bebés y niños pequeños. La ingesta de grasas proporciona mucha energía para impulsar el rápido crecimiento de su cerebro y cuerpo en esta etapa.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Mezcla una cucharada de ghee con alimentos como vegetales cocidos o gachas. ¡Un poco de es suficiente! Si estas usando ghee con sal, ofrece con moderación para evitar exceso de sodio en la dieta del/la bebé. Los(as) bebés que comen al base de plantas pueden optar por aceites como el aceite de oliva o de coco para un poco de extra grasa. A esta edad, también puedes ofrecer un panqueque u otra preparación horneada libre de azúcar y sal hecha con ghee.
Sigue añadiendo más o menos, una pequeña cucharada de ghee a los alimentos del/la bebé. Conforme el/la bebé crezca y su actividad y apetito aumente, la ingesta de ghee puede incrementarse de manera natural. Las grasas como las del ghee, proporcionan una excelente fuente de energía para bebés en crecimiento. Intenta ofrecer ghee untado sobre pan tostado, vegetales cocinados en ghee o ghee mezclado con arroz u otros granos.
Ofrece el ghee en los platillos para tu bebé o unta sobre alimentos apropiados según la edad, como lo desees. También puedes ofrecer ghee derretido para que los niños pequeños sumerjan otros alimentos.
¿Se acerca la hora de la cena y no tienes ideas? Nuestra guía de cenas tiene 100 recetas fáciles de intentar con bebés y niños(as) pequeños(as).
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