Una de las preguntas que recibimos más frecuentemente es: ¿cuándo puedo ofrecerle postres y dulces a mi bebé? Continúa leyendo para obtener respuesta a todas tus preguntas sobre la sal y los bebés.
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El azúcar es seguro para que los bebés lo coman tan pronto como estén listos para comenzar la alimentación complementaria, lo que generalmente ocurre alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, esperar puede tener beneficios.
Espera hasta los 12 meses para introducir la miel debido al riesgo de botulismo infantil..
Se puede ofrecer jugo como bebida en pequeñas cantidades después de los 12 meses de edad, aunque esperar para servirlo con regularidad tiene sus beneficios.
Esperar para ofrecer postres y alimentos con alto contenido de azúcar de forma regular puede ayudar a promover el interés del/a bebé por explorar una variedad de comidas y sabores. .
El consumo regular de jugos, postres y alimentos con alto contenido de azúcar agregada puede afectar negativamente la salud oral y aumentar el riesgo de caries dental conforme brotan los dientes.
No es necesario controlar, rastrear ni restringir el azúcar. Estas prácticas pueden crear ansiedad y sentimientos de escasez de alimentos para toda la familia que pueden quedarse con el/la bebé a medida que crece.
No hay una cantidad exacta de azúcar que un/a bebe puede ingerir por día. Aspira a lograr un equilibrio en las comidas: reducir el azúcar cuando sea posible, disfrutar la comida cuando no lo sea y tratar de ofrecer una amplia variedad de alimentos.
Es seguro ofrecer alimentos con azúcar tan pronto como el/la bebé está listo/a desde un punto de vista del desarrollo para comenzar la alimentación complementaria, lo que generalmente ocurre alrededor de los 6 meses de edad, aunque esperar para ofrecer alimentos con azúcar puede tener beneficios.
El postre, siempre y cuando no contenga riesgos de ahogamiento (como dulces, semillas enteras grandes, trozos de nueces) o alcohol o cafeína, se puede compartir una vez que el/la bebé esté listo/a para comenzar la alimentación complementaria, lo que generalmente sucede alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que ofrecer jugos, postres y alimentos dulces regularmente puede disminuir la motivación de un/a niño/a para probar otros alimentos. Además, comer jugos, postres y otras comidas con una alto contenido de azúcar puede aumentar el riesgo de caries dental conforme brotan los dientes del/a bebé. Aspira a lograr un balance: permite que tu bebé explore y se familiarice con una variedad de alimentos, ofreciéndoles diferentes colores, sabores y texturas, incluyendo alimentos dulces ocasionalmente. Este enfoque ayuda a demostrar que los alimentos dulces son sólo una parte de lo que la familia come y disfruta..
Los bebés nacen con preferencia por los sabores dulces y es completamente normal que les gusten los alimentos con sabor dulce. También es normal que los bebés necesiten mucha exposición a otros alimentos para desarrollar un aprecio y familiaridad con los diferentes sabores.
Alrededor de los 6 meses de edad, los bebés son curiosos por naturaleza y están interesados en explorar todo tipo de alimentos. Esta ventana de oportunidad cambia radicalmente y se reduce durante la niñez, por esa razón sugerimos compartir una amplia variedad de alimentos una vez que tu bebé esté listo/a para comenzar la alimentación complementaria. Si deseas que su hijo aprecie una variedad de alimentos y sabores, entonces sírvelos desde el comienzo, para que se familiarice con ellos antes de que llegue la etapa natural de selectividad durante la niñez temprana.
Las investigaciones son claras: cuanto más frecuentemente se sirve un alimento, más probabilidades hay de que el/la niño lo acepte y, finalmente, lo disfrute.. Muchos alimentos, como las carnes y las verduras, tienden a ser más difíciles de masticar y requieren más esfuerzo para comerlos que los productos horneados, los postres y los refrigerios comerciales. Muchos bebés y niños pequeños no tienen la motivación para esforzarse cuando hay alimentos más fáciles de masticar disponibles.
En lugar de compartir únicamente alimentos que tú crees que el bebé va a comer, comparte también comidas que tú disfrutas y deja que tu bebé las explore en la mesa. Tu bebé aprende observando y copiando lo que tú haces y comes, tú eres el mejor modelo para mostrarle qué hacer.. Incluso si tu bebe simplemente te observa, o juega con la comida y finalmente decide no comerla, o no come mucho, la exposición es importante. Esto puede ayudar a motivar al/a bebé a explorar alimentos que puedan requerir más esfuerzo para comer.
En pocas palabras: el objetivo no es hacer que a tu bebé no le guste la comida dulce, si no mostrarle que los dulces son solo una parte de la gran variedad de alimentos que hay para comer. Está bien ofrecerle un pedacito de tu postre y compartir comida dulce que sea especial para ti. Lo que queremos hacer es mostrarle cómo navegar en un mundo donde el azúcar está fácilmente disponible, aprendiendo a disfrutarlo sin culpa junto con muchos más alimentos.
No existe una cantidad exacta de azúcar que un bebé pueda consumir al día. Aspira a lograr un equilibrio en las comidas: reducir el azúcar cuando sea posible, disfrutar la comida cuando no lo sea y tratar de ofrecer una amplia variedad de alimentos.
Si sientes que es necesario medir, controlar o contar la cantidad de azúcar, recuerda que la meta no es alcanzar la perfección nutricional y que probar el azúcar no le hará daño a tu bebé. Restringir los alimentos y establecer reglas estrictas en torno a los alimentos puede tener consecuencias no deseadas, incluido crear una preocupación y una relación de ansiedad con los alimentos dulces para toda la familia, lo que puede acompañar al/a bebé conforme crece..
Después del primer cumpleaños. Cuando los bebés menores de 12 meses consumen miel, corren un mayor riesgo de sufrir botulismo infantil, que es una afección rara pero potencialmente mortal causada por las esporas de Clostridium botulinum, que pueden colonizar el intestino del/a bebé y producir toxinas que atacan el sistema nervioso.. Los niños menores de 12 meses corren un mayor riesgo porque su microbioma intestinal aún está en desarrollo. Por estas razones, las principales organizaciones de salud recomiendan evitar la miel antes del primer cumpleaños.. Visita nuestro artículo sobre la miel en nuestra base de datos First Foods ® para obtener más información.
Sólo bajo supervisión médica directa. Generalmente se le ofrece agua azucarada, sacarosa oral o Sweet-ease® a bebés muy pequeños (a menudo recién nacidos) que se someten a algún procedimiento médico breve, como pinchar el talón para una prueba de laboratorio, circuncisión, extracción de sangre en un laboratorio, o colocar una vía intravenosa. Sin embargo, el agua azucarada es una de las muchas opciones no farmacológicas que se utilizan para tratar el dolor. Otras estrategias para manejar el dolor incluyen: contacto piel con piel, amamantar, succionar el chupón/chupete o biberón, y envolverlo en una manta “como burrito”. Hasta la fecha, ninguna intervención ha demostrado ser más efectiva para disminuir el dolor en recién nacidos sometidos a punción en el talón. Si es necesario someter a tu bebé a un procedimiento breve y doloroso, analiza las opciones con el equipo médico..
Se pueden compartir pequeñas cantidades de jugo pasteurizado como bebida después de los 12 meses de edad, aunque puede ser beneficioso esperar hasta que el/la niño/a sea mayor para compartir jugo y otras bebidas azucaradas con regularidad. Dicho esto, usar jugo para cocinar o compartir una pequeña porción ocasional de jugo como bebida después del primer cumpleaños generalmente no es motivo de preocupación si se ofrece como parte de una dieta variada. Visita nuestro artículo sobre el jugo en la base de datos de First Foods® para obtener más información.
No es necesario preocuparse por el azúcar natural de la fruta y los bebés o niños de cualquier edad. La fruta es rica en una variedad de vitaminas y minerales nutritivos, además de que aportan fluidos para la hidratación y fibra para favorecer la digestión regular. La fruta también puede ser una excelente manera de exponer a los bebés a diferentes sabores, como la acidez, la astringencia y el amargor. Las investigaciones respaldan que comer fruta como parte de una dieta variada conduce a una mayor aceptación del sabor ácido y no está asociado con que los niños prefieran los alimentos dulces a otros alimentos..
Sin embargo, cuando se trata de jugo de fruta, un vaso de jugo de fruta puede contener mucha más fruta por porción de la que se consumiría en su forma entera y puede resultar en el consumo de una gran cantidad de azúcar de fruta a la vez, sin la fibra que se encuentra en la fruta entera y que ayuda a regular el azúcar en la sangre y la digestión, y sin la textura que ralentiza al/a bebé mientras mastica. El consumo regular de grandes cantidades de jugo puede resultar en problemas como un mayor riesgo de caries, desplazamiento de otros alimentos nutritivos y diarrea..
Evita usar los sustitutos del azúcar cuando sea posible, como los edulcorantes artificiales como la sucralosa y la sacarina y otros como la stevia, endulzante de fruta del monje y más. En general, la información sobre qué tan seguros son sustitutos del azúcar para los bebés es limitada. Algunas investigaciones también demuestran que ofrecer sustitutos del azúcar con regularidad puede afectar negativamente la percepción del gusto, la regulación del azúcar en la sangre y la diversidad del microbioma intestinal, aunque se necesita más investigación..
Espera para ofrecer dulces hasta que estés completamente seguro/a de que tu hijo/a tiene la habilidad y los molares para masticar los dulces de forma segura. Para algunos niños esto puede ser alrededor de los 2 o 3 años de edad, otros pueden tardar más. Nunca ofrezcas dulces a los bebés, incluyendo gomitas y caramelos blandos, ya que la mayoría de los dulces presentan un peligro de ahogamiento debido a su textura, forma o ambas. Algunos niños pequeños pueden demostrar las habilidades para comer dulces alrededor de los 24 meses de edad, mientras que otros necesitarán más tiempo para practicar con alimentos desafiantes para masticar. La clave es considerar las habilidades de alimentación de cada niño/a, su familiaridad con los alimentos firmes y resbaladizos, y su capacidad para seguir instrucciones.
Aspira a lograr un equilibrio en las comidas: reducir el azúcar cuando sea posible, disfrutar la comida cuando no lo sea y tratar de ofrecer una amplia variedad de alimentos. Compartir las cosas que disfrutas comer con tu bebé tiene muchos beneficios, y algo de azúcar en la masa para panqueques, o en una salsa para pasta o vegetales salteados no le hará daño. La cantidad de comida que consume un/a bebé suele ser mínima ya que está aprendiendo a morder y masticar y, como resultado, la cantidad de azúcar que un/a bebé consume por porción puede ser muy pequeña. Lo importante es que el/la bebe tenga la oportunidad de explorar una variedad de sabores, colores y texturas mientras aprende a comer alimentos sólidos.
Hay un sinfín de filosofías sobre cómo navegar el tema del azúcar y los bebés y puede resultar abrumador. Recuerda que está bien tratar de simplificar las cosas y hacer lo que mejor funcione para tu familia. Las comidas son momentos para que tú y tu bebé conecten y se nutran emocional y físicamente.
Hay varias formas de reducir el azúcar en la dieta de un/a bebé:
Evita ofrecer bebidas dulces como jugos o refrescos.
Usa menos azúcar de lo que sugiere una receta
Cambia el azúcar por puré de frutas en productos horneados
Busca versiones de alimentos con poca o sin azúcar, como avena natural en lugar de avena con sabor, o yogur natural en lugar de yogur con sabor.
Los alimentos que comúnmente tienen un alto contenido de azúcar incluyen pasteles, dulces, chocolate, galletas, miel, confituras y jaleas, mermeladas, muffins, yogures azucarados y bebidas azucaradas.
Otros alimentos con alto contenido de azúcar incluyen:
Bebidas como jugos, jugos 100% de fruta, refrescos, leches para niños pequeños y leches saborizadas.
Dulces como chocolates, gomitas y caramelos duros.
Condimentos como salsa BBQ y catsup (salsa de tomate).
Salsas dulces como jarabes de caramelo y chocolate.
Azúcares como el azúcar moreno, el azúcar de coco, el azúcar granulada y el azúcar en polvo.
Siropes como sirope de agave, sirope de abedul, néctar de dátiles, miel y sirope de arce.
El peso y el crecimiento del/a bebé están influenciados por muchos factores y no solo por la comida. Siempre y cuando un/a bebe está prosperando y creciendo de la forma que es esperado dentro de su propia curva de crecimiento, esto indica que el/la bebé está saludable. Aspira a crear equilibrio compartiendo una variedad de sabores, colores y texturas de alimentos, y evita darle demasiada importancia a los alimentos con azúcar. Este enfoque no sólo nutre al/a bebé con los alimentos que necesitan para prosperar, sino que también ayuda al/a bebé convertirse en un/a niño/a que se siente cómodo/a consigo mismo/a.
Empieza por buscar el “por qué” detrás de los comportamientos y emociones relacionados con el azúcar. Para muchos adultos, las actitudes hacia el azúcar están determinadas por muchos factores, como los medios de comunicación, las creencias, las experiencias de vida y más. Algunas personas se preocupan por el peso del/a bebé, otros cuestionan la seguridad de los alimentos con azúcar y muchos temen que esto resulte en que el/la bebé tenga actitudes quisquillosas hacia la comida. Incluso cuando no experimentamos estas emociones personalmente, es posible encontrarse con el estigma del azúcar por parte de familiares, amigos e incluso proveedores de atención médica.
Restringir alimentos, como los que contienen azúcar, puede provocar fijaciones alimentarias, problemas para comer o con el apetito, y ciclos de culpa, escasez y vergüenza, que los bebés y los niños pequeños aprenden de los adultos y hermanos mayores a su alrededor. . Por eso, cuando el azúcar es un tema detonante, es importante hacer una pausa y buscar la razón. Quizás exista la preocupación de que comer alimentos dulces provoque problemas de salud. Reconoce y acepta que está bien experimentar esta emoción y luego pregúntate: “¿De dónde viene este sentimiento? ¿Por qué está surgiendo esta emoción ahora? ¿Hay hechos que respaldan este sentimiento? ¿Qué pasos puedo tomar para solucionarlo?
Date permiso para hacer lo que funcione para ti y tu familia para lograr una relación feliz con la comida. Y recuerda, el azúcar puede formar parte de una dieta equilibrada cuando se consume como parte de una dieta variada.
Escrito por
V. Kalami, MNSP, RD, CSP. Dietista y nutricionista pediátrico certificado
R. Ruiz, MD, FAAP, CLC. Pediatra general certificado y gastroenterólogo pediátrico
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT. Especialista senior en alimentación y deglución
K. Rappaport, OTR/L, MS, SCFES, IBCLC. Especialista senior en alimentación y deglución
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