Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
No
El chicozapote se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Retira las semillas antes de ofrecer chicozapote a los bebés, ya que sus semillas son un peligro de ahogamiento y pueden ser tóxicas cuando se ingieren.
Al igual que el canistel y el zapote, el chicozapote crece en árboles perennes que se originaron en las selvas tropicales de América Central, donde la planta ha proporcionado alimentos y medicinas a las comunidades desde la antigüedad. Para los pueblos azteca y maya, el chicozapote no solo ofrecía abundante fruta, sino hojas para hervir en té medicinal, madera para construir estructuras y una resina blanca pegajosa que puede procesarse en una goma llamada chicle. El chicozapote sigue siendo un alimento muy apreciado en el Caribe, donde la fruta se conoce con diferentes nombres: zapotilla, dilly, mispel, muy, naseberry y nispero, por nombrar algunos. También se llama baramasi, chico y chikoo en los trópicos asiáticos, donde las semillas se introdujeron en el siglo XVI. Hoy en día, la mayoría de los chicozapotes provienen de la India, el principal productor mundial.
★ Consejo: Si no puedes encontrar la fruta fresca, busca chicozapote enlatado (a menudo etiquetado como pulpa de chikkoo). La fruta madura no viaja bien durante distancias largas, por lo que a menos que vivas cerca de un huerto, puede ser dificil de encontrar. Cuando uses fruta enlatada en almíbar, enjuagala con agua para eliminar parte del azúcar agregado.
Sí. El chicozapote es una buena fuente de muchos nutrientes que van desde la mayoría de las vitaminas B (incluidos el folato y la B6) hasta el potasio y el hierro. No solo es rico en antioxidantes, el chicozapote también contiene una pizca de calcio y una gran dosis de vitamina C y además de muchos carbohidratos para apoyar los niveles de energía del/la bebé. Además, el chicozapote es una excelente fuente de fibra para ayudar al sistema digestivo y la evacuación regular. Esto es una de las muchas razones por las que la fruta está siendo estudiada por sus efectos protectores a la salud gastrointestinal.
El chicozapote se usa a menudo en mermeladas, jugos y postres, muchos de los cuales contienen azúcares añadidos (que no son ideales para bebés). Lee cuidadosamente las etiquetas, considera esperar hasta que el/la niño(a) sea mayor para introducir alimentos con azúcar agregada e, idealmente, evita servir jugo hasta que el/la niño(a) tenga al menos 2 años de edad.
Si tienes un chicozapote inmaduro, puedes colocarlo en el mostrador o en una bolsa de papel marrón durante unos días hasta que esté listo. ¡Ten paciencia! El chicozapote inmaduro es muy astringente debido a la presencia de sustancias llamadas saponinas, lo que significa que sacará la humedad de la boca y la dejará seca, como un banano inmaduro. Sabrás que la fruta está madura cuando la textura arenosa de la piel sale fácilmente al fregarla, es completamente color marrón y ligeramente arrugada, además la pulpa debe ser suave cuando se presiona ligeramente, pero no debe ser blanda.
No. La pulpa de chicozapote maduro no es un peligro común de ahogamiento, pero la pulpa firme e inmadura y las semillas duras y enganchadas dentro de cada fruta ciertamente lo son. Además, en teoría un individuo puede ahogarse con cualquier alimento. Para minimizar el riesgo, asegúrate de que el chicozapote esté completamente maduro y sin semillas antes de ofrecerlo al bebé. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias al chicozapote no son comunes. Sin embargo, ha habido informes raros de individuos que experimentan síntomas localizados de Alergia Oral después de consumir chicozapote fresco. Tales reacciones pueden ser más probables en individuos con alergia preexistente a la aceituna, la uva, el kiwi, el pimiento o el tabaco. El Síndrome de Alergia Oral suele provocar picazón, hormigueo o ardor en la boca de corta duración y es poco probable que provoque una reacción peligrosa. Cocinar la fruta puede ayudar a minimizar la reacción.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay reacción adversa alguna, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
El chicozapote maduro es rico en azúcares naturales como la fructosa y fibra, lo que lo convierte en un alimento bueno para hacer popo. Sin embargo, lo mejor es comenzar con pequeñas cantidades, ya que demasiado puede causar calambres abdominales e hinchazón, así como heces muy sueltas.
Cuando está maduro, el chicozapote tiene un sabor dulce con toques de dátiles, caramelo y calabaza y una textura suave y granulada como una pera madura. La fruta no necesita mucha preparación: simplemente corta un chicozapote fresco y cómelo directamente o mézclalo en ensaladas de frutas con una pizca de jugo de limon y, si lo desea, un poco de chile para dar una punzada. Si quieres ir un paso más, usa chicozapote en batidos o lassis (batidos) o mézclalo para hacer helado o kulfi (helado) o gola o paletas de hielo. El chicozapote sabe delicioso con coco, así que intenta ofrecerlo en platos hechos con leche de coco, como cereales de grano caliente, budines de semillas de chía o quinua.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece chicozapote maduro, pelado y sin semillas, cortado en cuartos o lanzas. El chicozapote puede ser resbaladizo, así que trata de cubrir la fruta en nueces molidas o hojuelas de coco sin azúcar para agregar agarre. Alternativamente, tritura la fruta y mezclala con alimentos suaves que se pueden recoger, como gachas o masa para productos horneados como muffins o panqueques. Si estás usando chicozapote enlatado en almíbar/jarabe, enjuaga la fruta para eliminar parte del azúcar agregado. Si bien el chicozapote sabe delicioso en postres, es aconsejable esperar hasta después del segundo cumpleaños para servir alimentos con azúcar agregada.
A esta edad, los(as) bebés desarrollan el agarre de pinza (donde se unen el pulgar y el índice), lo que les permite recoger trozos más pequeños de comida. Cuando veas signos de este desarrollo, intenta reducir el tamaño a trozos más pequeños (del tamaño de un bocado) de chicozapote maduro (sin piel ni semillas). Pueden ser cubiertos con nueces molidas o hojuelas de coco sin azúcar para agregar agarre. Si lo prefieres, siga ofreciendo cuartos pelados o lanzas, que le dan al/a bebé la oportunidad de practicar morder y aprender a escupir cuando las mordeduras son demasiado grandes.
Continúa sirviendo trozos pequeños de chicozapote maduro del tamaño de un bocado y muéstrale al/a niño(a) cómo perforar la fruta con un tenedor apropiado para su edad. Alternativamente, sirve mitades de chicozapote maduro en su piel (pero sin semillas), que actúa como una taza natural para la fruta dulce, y muestra al/a niño(a) cómo usar una cuchara para recoger la carne.
¡Es hora de batidos! El chicozapote maduro contiene mucha azúcar natural, así que intenta mezclarlo con leche de coco e ingredientes agrios tropicales como limón, maracuyá o tamarindo para equilibrar el dulzor. Por supuesto, también puedes continuar sirviendo mitades, cuartos o lanzas de chicozapote y quitar las semillas antes de servir. En algunas culturas, el chicozapote se come antes de que se retiren las semillas y estas se escupen. Solo ofrece chicozapote con las semillas si confías en las habilidades de masticar y escuchar del niño, y practica entrenarlo para que escupa las semillas.
Max, 3 años, aprende del chicozapote.
Max, 3 años, aprende del chicozapote (continuado)
Evita las trampas comunes que pueden llevar a una alimentación quisquillosa. Ve nuestra guía Qué hacer y qué no hacer para criar a un comedor feliz e independiente.
J. Truppi, MSN, CNS
V. Kalami, MNSP, RD, CSP
K. Tatiana Maldonado, MS, CCC-SLP, CBIS, CLEC
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT
Dr. S. Bajowala, MD, FAAAAI. Alergóloga e inmunóloga certificada por la Junta (sección de alergias)
Dr. R. Ruiz, MD, FAAP. Pediatra general certificada por la Junta y gastroenteróloga pediátrica
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