Aceitunas (olivas)

Las aceitunas se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Aprende acerca del aceite de oliva para los bebés aquí.

Las aceitunas (olivas) son una fruta antigua que se originó en las tierras alrededor del mar Mediterráneo. Hoy en día, las aceitunas se cultivan en los climas soleados y cálidos de todo el mundo, en granjas que se especializan en diferentes variedades. Existen las aceitunas afrutadas Arbequinas de España, las aceitunas carnosas Beldi de Marruecos, las aceitunas mantecosas Castelvetrano de Italia, las aceitunas Kalamata de Grecia, las aceitunas Picholine de Francia, las aceitunas Souri del Líbano y cientos más. Varían en tamaño y color, de marrón a verde a negro, dependiendo de su madurez y método de procesamiento. Debido a que las aceitunas son muy amargas cuando se recogen frescas de sus árboles, se curan para que sean apetecibles para nuestro paladar.

Sí. Las aceitunas son ricas en grasas nutritivas, incluidos los ácidos grasos omega-3 y omega-6. También ofrecen fibra, calcio, hierro y vitaminas E y K, además de una variedad de compuestos vegetales que tienen propiedades antioxidantes. Estos nutrientes trabajan juntos para proporcionar energía para apoyar el juego y la exploración de los bebés, así como un floreciente microbioma intestinal, el desarrollo del cerebro, la función inmunológica, la densidad ósea, la coagulación sanguínea, la reducción de la inflamación y la salud cardíaca.

Si bien las aceitunas pueden tener un alto contenido de sodio, la cantidad de sodio que comen los bebés tiende a ser baja mientras que desarrollan las habilidades para alimentarse por sí solos, y un poco de sodio es importante para apoyar el equilibrio electrolítico, la hidratación y el movimiento del bebé. Si bien muchas organizaciones de salud recomiendan mantener o reducir la sal en los alimentos que se comparten con el bebé, revisiones recientes de la literatura sugieren que esto puede no ser necesario. Además, compartir las comidas familiares, incluso si contienen sal, tiene sus beneficios, ya que ofrecen oportunidades de explorar una variedad más amplia de alimentos, participar de la cultura alimentaria familiar y experimentar con una variedad de texturas.

★Consejo: Los envases abiertos de aceitunas suelen conservarse hasta 4 semanas en el refrigerador; esto también se aplica a las aceitunas disponibles en barras de autoservicio de comida.

No. Las aceitunas no se consideran un alérgeno común. Se han producido casos raros de dermatitis por contacto y alergia alimentaria a las aceitunas en zonas donde se cosechan aceitunas habitualmente.

Ciertas personas alérgicas al polen de los olivos, de la familia de las plantas Oleaceae, como el fresno, el aligustre, el jazmín y la forsitia, o que padecen el síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia alimentaria al polen) también pueden ser sensibles al consumo de aceitunas. El síndrome de alergia oral suele provocar picor, ardor u hormigueo de corta duración en la boca y es poco probable que provoque una reacción peligrosa. Aunque esta sensibilidad podría, en teoría, extenderse a los aceites de oliva prensados ​​en frío o extra vírgenes, la mayoría de las personas alérgicas a las aceitunas pueden tolerar el aceite de oliva.

Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.

Sí. Las aceitunas son redondas, resbaladizas y pueden ser firmes o elásticas, y pueden contener una semilla firme, características que aumentan el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, asegúrate de que las aceitunas estén deshuesadas (es decir, que se les haya retirado el hueso interior) y prepara y sirve las aceitunas de una manera apropiada para la edad de cada niño/a, como se describe en la sección Cómo servir. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas. 

Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.  

Puede variar. En términos generales, la idea es traer al/a bebé a la mesa al menos una vez al día entre los 6 y 7 meses de edad, dos veces al día entre los 8 y 9 meses de edad y 3 veces al día a partir de los 10 meses de edad. Consulta nuestros ejemplos de horarios de alimentación para obtener más detalles.

Termina la comida y ofrécele una toma de pecho o biberón. Nunca presiones a un/a bebé o a un/a niño/a para que coma; a largo plazo esto sólo empeorará el rechazo a los alimentos. Los bebés rechazan la comida por diferentes motivos, como la dentición, una enfermedad, demasiado cansancio, o falta de energía o interés en aprender una nueva habilidad. Para obtener más información sobre por qué el/la bebé puede negarse a comer, consulta nuestra guía Cómo responder al rechazo de los alimentos en los bebés.