El mango se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Notorio por ser resbaladizo, el mango es un delicioso—y entretenido—bocado para los nuevos comensales. Pero ten cuidado ya que los alimentos resbaladizos pueden aumentar el riesgo de ahogamiento.
El mango es una fruta con semilla que crece en árboles que se originaron en el sur de Asia y ahora crecen en climas tropicales de todo el mundo. Hay más de 500 variedades conocidas de mango, incluyendo el Tommy Atkins, una fruta más grande con piel de color rojo verdoso y carne dorada; el mango miel o Ataúlfo, una fruta más pequeña y dorada con un sabor agridulce; y el mango Kesar, una variedad redonda y dulce.
Sí. Los mangos contienen fibra para ayudar a una digestión saludable, lo que puede ser útil si el/la bebé está constipado. La fruta también tiene bastante betacaroteno, que el/la bebé convierte en vitamina A para ojos sanos y un sistema inmunológico fuerte. El mango tiene toneladas de vitamina C, un poderoso antioxidante que alimenta el crecimiento y ayuda a nuestros cuerpos a absorber el hierro en los alimentos de origen vegetal para tener una sangre saludable. Otros nutrientes notables incluyen: el folato (para el crecimiento celular); la vitamina B6, un nutriente que impulsa el desarrollo y la función neurológica; y los fitoquímicos que pueden tener propiedades antiinflamatorias para apoyar la salud celular.
En comparación con otras frutas, los mangos contienen mucha azúcar natural. Los(as) bebés tienen una preferencia innata por el sabor dulce. Por eso servir mango junto con otras frutas, verduras y alimentos integrales puede ayudar a desarrollar un gusto por una amplia variedad de sabores a medida que el paladar y las preferencias alimentarias del/a bebé se están formando. Si no hay mangos frescos a tu disponibilidad, elige mangos congelados u opta por mangos enlatados envasados en agua o jugos naturales. Pero no mangos en jarabes, ya que son demasiado azucarados para los(as) niños(as). Enjuaga el mango enlatado antes de servirlo para eliminar el exceso de azúcares.
★Consejo: Agrega textura a frutas resbaladizas como el mango cubriendo pedazos con cereales integrales triturados (idealmente una variedad sin azúcar), coco rallado finamente, o nueces y semillas finamente molidas.
Sí. Los mangos pueden ser firmes y resbaladizos—dos cualidades que aumentan el riesgo. Además, a veces la carne es fibrosa, lo que puede ser un desafío para los pequeños comensales. Para reducir el riesgo, asegúrate de ofrecer mango suave y maduro, ofrecer la semilla del mango entero o cortar la fruta en tiras delgadas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias al mango son raras, aunque las personas que son alérgicas al látex o al polen (abedul, hierba, artemisa y ambrosía) también pueden ser alérgicas a los mangos. Aunque se ha observado reactividad cruzada entre anacardo, pistacho y semilla de mango, esta no se extiende a la pulpa de mango.. Por lo tanto, generalmente es seguro darles pulpa de mango cortada o triturada a los(as) bebés alérgicos a los anacardos o pistachos. Sin embargo, es posible que no quieras darles el hueso para que lo roan.
La savia del mango (que se encuentra en la piel) contiene una sustancia química que reacciona de forma cruzada con el urushiol, la sustancia química responsable de la dermatitis por contacto con hiedra venenosa y roble venenoso. Las personas sensibles al urushiol pueden experimentar reacciones cutáneas al manipular la piel del mango, pero la carne comestible del mango no debe producir tal reacción.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
No. No se debe dar jugo de ningún tipo a los(as) bebés a menos que lo indique un proveedor profesional de la salud. Después del primer cumpleaños, se pueden ofrecer pequeñas cantidades de jugo (menos de 4 onzas al día, idealmente diluidas con agua para reducir el dulzor) de manera segura. Dicho esto, creemos que lo mejor es esperar hasta los dos años para servir jugo e incluso entonces, limitar la cantidad ofrecida para minimizar el azúcar (incluido el azúcar natural) en la dieta de un(a) niño(a). El consumo regular y especialmente excesivo de bebidas dulces (incluso bebidas naturalmente dulces como el jugo de mango) puede reducir la diversidad de alimentos y nutrientes consumidos y aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y caries dentales. Además, los mangos enteros son más nutritivos que el jugo.
Sí, pero se recomienda precaución si se ofrece, ya que este puede ser un peligro de ahogamiento cuando se presenta en cubos, debido a su textura firme. Las alternativas más seguras incluyen ofrecer la semilla de mango para que el/la bebé mastique, cortado en tiras delgadas (en juliana) y como chutneys (sin miel). El mango verde es rico en vitamina C y tiene un sabor amargo. Los(as) bebés en particular pueden tener gases e hinchazón debido a los altos niveles de almidón crudo en el mango sin cocer, por eso ofrece pequeñas cantidades en las primeras ocasiones.
No. Es mejor no servir mango seco hasta cerca de los 2 años de edad, a menos que el/la bebé esté bajo la supervisión de un terapeuta de alimentación o especialista en deglución (el mango seco a menudo se usa en la terapia de alimentación para desarrollar habilidades de masticación). Las frutas secas en general pueden aumentar el riesgo de ahogamiento y a menudo contienen sulfitos y otros conservantes. Si todo lo que tienes a la mano es mango seco, simplemente rehidrata los trozos de mango seco en agua (no jugo) y pícalos de manera apropiada.
Cuando están maduros, los mangos son jugosos, con un olor dulce y una pulpa suave que varía en color desde el oro hasta el naranja y el amarillo pálido, dependiendo de la variedad. Puedes determinar si un mango está maduro cuando cede un poco al presionarlo. El mango maduro aporta un rico dulzor a los batidos, lassis y postres como el arroz pegajoso (o glutinoso) con coco. También sabe igual de bien como complemento en platos salados, desde curris hasta platillos salteados. Los mangos verdes (o no maduros) también son deliciosos. Tienen un sabor agrio que funciona bien en encurtidos, ensaladas y platos con sabor intenso como el gii xoài, una ensalada vietnamita a menudo hecha con mango verde, camarones y menta.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Una semilla de mango entero—pelada y con la mayor parte de la carne retirada—es un excelente alimento resistente para esta edad, que ofrece bajo riesgo para que los bebés desarrollen habilidades motrices orales y aprendan sobre los límites de su boca. Si el hueso de mango se resbala de las manos del/a bebé, cúbrelo en alimentos como coco rallado, nuez finamente molida o incluso cereal de bebés seco para agregar textura. Alternativamente, las lanzas de mango maduro son otra buena forma de servir la fruta a esta edad. Simplemente pela el mango, corta la pulpa y separa de la semilla y después, corta en tiras largas. Entregar la tira en el aire al bebé le ayudará a agarrar la fruta.
Continúa ofreciendo la semilla del mango entero o lanzas. Si el/la bebé ha desarrollado el agarre de pinza (donde se encuentran el pulgar y el índice), también puedes servir trozos de mango del tamaño de un bocado para agarrar con la mano o en un tenedor precargado. Alternativamente, ofrece mango picado encima de alimentos que se pueden recoger con la mano como yogur o ricotta.
Sirve mango maduro cortado en cubitos como bocados, así como un tenedor para fomentar el uso de cubiertos. Para los(as) niños(as) pequeños(as) que están aprendiendo a usar cubiertos, anímalos precargando un tenedor con un pedazo de mango y déjalo junto a la fruta para que el/la niño(a) trate de recogerlo.
Cómo cortar una semilla de mango para bebés.
Cómo cortar un mango en lanzas para bebés
Los(as) bebés se aburren con los alimentos al igual que nosotros. Trata nuestra guía, 50 desayunos para bebés y niños pequeños, para agregar algo de variedad a las mañanas.
Rinde
1 taza (240 gramos)
Tiempo de preparación
5 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
2 cdta (4 g) hojuelas de coco sin endulzar
Esta receta contiene un alérgeno común: coco (hojuelas). Servir sólo una vez que estos alérgenos han sido introducidos de manera segura a la dieta del/a bebé. Mientras la alergia al coco es rara, la United States Food and Drug Administration lo cataloga como un árbol de nuez.
Lavar y pelar el mango.
Partir el mango cortando verticalmente por el costado de la semilla. ¡No descartes el hueso! Es un excelente alimento resistente para practicar habilidades motoras orales avanzadas.
Cortar las mitades del mango al corte indicado según la edad del/a bebé.
Exprimir el jugo del limón verde y rociar 1 cdta (5 ml) sobre la fruta. Guardar el resto de jugo para un uso futuro.
Empanizar el mango en las hojuelas de coco.
Servir el mango
Ofrecer el mango al/a bebé y dejar que se alimente por sí mismo(a).
Si necesita ayuda, entrega un trozo de mango o un cubierto precargado en el aire al/a bebé para que lo tome de tus manos.
Come tu porción de mango junto al/a bebé para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: El mango cortado se mantiene bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses.
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