Nuez de macadamia

Las nueces de macadamia, si se muelen finamente o se sirven como mantequilla de macadamia mezclada con otros alimentos, se pueden introducir a la dieta del bebé tan pronto como esté listo para comer sólidos, que es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Las nueces de macadamia enteras y picadas, así como la mantequilla de nueces de macadamia, son un peligro de ahogamiento para bebés y niños, así que lee nuestra sección de preparación para cada edad antes de servirlas.

Las nueces de macadamia crecen en hermosos árboles perennes en las selvas tropicales alrededor del mundo. La planta es originaria de Australia, donde durante siglos han sido llamadas como bauple, boombera, gyndl y jindilli por los pueblos de las Primeras Naciones. Mucho antes de la colonización europea de la región, la nuez era apreciada por sus múltiples dones—sus nutrientes ayudaban a las madres lactantes, sus ricos aceites se convertían en pintura ceremonial y la cáscara difícil de romper hacía de la nuez un manjar que podía comercializarse entre comunidades. 

Sí. Las nueces de macadamia son una fuente rica de tiamina, un tipo de Vitamina B importante para la energía y la función nerviosa. También contienen proteínas, grasas saludables y fibra, lo que hace que las nueces de macadamia sean un excelente alimento para un óptimo crecimiento y digestión. Por último, las nueces de macadamia, al igual que otros frutos secos, son una gran fuente de hierro, por lo que son particularmente saludables para los(as) bebés que siguen dietas a base de plantas.

★Consejo: Como la mayoría de los frutos secos, las nueces de macadamia pueden volverse rancias. Las nueces de macadamia se pueden mantener frescas en el refrigerador hasta por 1 año y en el congelador hasta por 2 años.

No, las nueces de macadamia no se consideran un alérgeno común globalmente. Sin embargo, las alergias a la macadamia son más prevalentes en Australia, donde las nueces de macadamia son un producto nativo. Las nueces de macadamia son parte de la familia de los frutos secos. Si bien sólo entre el 0.5 y el 1.2% de la población es alérgica a los frutos secos de árbol, generalmente la alergia dura toda la vida: solo el 9% de los niños con alergia a los frutos secos de árbol la superarán. Aunque la alergia a las nueces de macadamia no es muy común, cuando se presenta, puede resultar en reacciones severas. 

Debido a las similitudes en la estructura proteica de las pecanas, la nuez de Castilla y las avellanas con la macadamia, las personas con alergias a estas nueces puede ser que tengan mayor probabilidad de tener alergia a la macadamia. También parece que hay una relación significativa entre la co-sensibilidad (aunque no necesariamente a la co-alergia) a la macadamia y al coco. Las reacciones alérgicas a la macadamia pueden variar desde síntomas leves de alergia oral a reacciones severas a nivel sistémico (anafilaxia). 

Aunque la alergia a un tipo de fruto seco aumenta el riesgo de alergia a otro, ten en cuenta que ser alérgico a una nuez no significa necesariamente que todos los tipos de nueces deben ser eliminados de la dieta. Tener una dieta lo más diversa posible, incluso dentro de los límites de las alergias alimentarias, es importante para la nutrición y calidad de vida de un(a) niño(a).

Para la mayoría de los bebés, no hay necesidad de realizar pruebas de alergia antes de introducir nueces de árbol en la dieta. Sin embargo, si el/la bebé tiene eczema severo o ya ha experimentado una reacción alérgica, o si sospechas que puede ser alérgico(a) a las nueces, habla con tu médico(a) de atención primaria o con un(a) alergólogo(a) pediátrico(a) antes de introducir las pecanas en casa. Tu médico puede ayudarte a determinar si las pecanas pueden ser introducidas en casa, o si es preferible que se introduzcan bajo supervisión en una clínica. Ten en cuenta que un cuerpo creciente de evidencia apoya los beneficios preventivos de la introducción temprana a los alérgenos (especialmente para los bebés con eczema), por lo que es importante no retrasar la introducción de los alérgenos más de lo que sea absolutamente necesario.

Cuando sea el momento de introducir las almendras en casa, empieza por ofrecer una pequeña cantidad (como un pellizco o 8 de cucharadita de mantequilla de nuez diluida con leche materna o fórmula). Si no hay ninguna reacción adversa, puedes aumentar gradualmente la cantidad en futuras comidas. Está bien si el/la bebé no consume completamente cada porción. Más que llenar la barriguita de tu bebé con la nuez, es importante mantener una exposición regular  (dos veces por semana, si es posible) a los alérgenos alimentarios comunes (como las nueces de árbol). No dejes de ofrecer la nuez a menos que el/la bebé muestre signos de una reacción.

Sí. Las nueces enteras, los trozos de nueces y pegotes de mantequilla de nueces son un peligro de ahogamiento para los(as) bebés y los(as) niños(as) pequeños(as). Para reducir el riesgo, prepara y sirve las nueces de macadamia y la mantequilla de nuez de macadamia de forma apropiada de acuerdo a la edad. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.

No. Antes de los 12 meses, los únicos líquidos que un(a) bebé debe consumir son leche materna, leche de fórmula y, si el/la bebé es mayor de 6 meses de edad, agua en pequeñas cantidades (menos de 2 a 4 onzas al día en una taza abierta). Si la leche de nuez de macadamia se usa como ingrediente en alimentos sólidos (como la avena), entonces es aceptable servirla antes de los 12 meses de edad.

Está bien introducir leche de nueces de macadamia como bebida después del primer cumpleaños si deseas hacerlo. Pero ten en cuenta que la leche de nueces de macadamia carece de las calorías, grasas y proteínas adecuadas de una leche a base de plantas para niños(as) pequeños(as) (generalmente, la leche de soja o guisantes fortificada es más nutritiva). Ve nuestras preguntas frecuentes sobre la leche para saber más.