Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
Sí
Las avellanas, si están finamente molidas o servidas como mantequilla de avellanas, se pueden introducir a la dieta del/la bebé tan pronto como esté listo para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Las avellanas enteras, las avellanas picadas y la mantequilla de avellana son peligros de ahogamiento para los(as) bebés, así que lee nuestra sección de preparación por edad antes de servirlas.
También conocidas como cobnut, hazelnut, filbert, fındık, noisette y nocciola, las avellanas crecen en la naturaleza y en granjas en gran parte del hemisferio norte, desde América del Norte hasta Europa y Asia. Las excavaciones han descubierto hoyos de cáscaras de avellana de antiguos sitios de vivienda, lo que sugiere que los humanos han estado disfrutando de la nuez dulce y cremosa durante miles de años.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Tritura las avellanas en un procesador de alimentos hasta que estén completamente finas y no queden trozos grandes. Si no tienes un procesador de alimentos, puedes machacar las nueces en un paño con un martillo, un mortero y maja, o la base de una botella de vino. Para servir la nuez molida, espolvorea una pequeña cantidad sobre yogur, arroz, quinua, calabaza o cereal caliente. También puedes espolvorear avellana sobre alimentos resbaladizos, como frutas en rodajas, lo que agrega una textura que hace que sea más fácil de recoger para el/la bebé. Si deseas hacer una mantequilla de nueces apta para bebé, mantén el procesador de alimentos en marcha hasta que los frutos secos formen una pasta. Luego agrega agua, yogur o un líquido apto para bebés para diluirla hasta que se forme una pasta untable suave, no pegajoso y sin grumos. Esta se puede untar finamente en otros alimentos apropiados para la edad.
Continúa moliendo finamente las avellanas y espolvorea estas en frutas y verduras. Alternativamente incorpora mantequilla de avellana a otros alimentos como el yogur y cereales calientes, o puedes untar una capa delgada de mantequilla de frutos secos en pan tostado. En esta edad, también puedes comenzar a ofrecer leche de avellana como una bebida ocasional.
Continúa sirviendo avellanas finamente molidas y usa mantequilla de avellana como desees. Si el/la niño(a) ha desarrollado habilidades alimentarias maduras (tomar mordidas pequeñas con los dientes, mover los alimentos a un lado de la boca al masticar, masticar bien antes de tragar, no sobrellenar la boca con alimentos, y finalmente, la capacidad de identificar y escupir alimentos cuando no están bien masticados) y es capaz de comer con facilidad nueces más suaves como nuez de castilla y pecanas, pueden estar listos para aprender a comer avellanas enteras. Solo recuerda que frutos secos enteros y los pedacitos de frutos secos se consideran peligros de ahogamiento hasta los 4 años de edad e incluso más allá por todos los organismos médicos gobernantes.
Las avellanas son particularmente riesgosas y difíciles de comer, ya que son firmes, difíciles de morder, y son pequeñas y redondas. Recomendamos comenzar con otros tipos de nueces antes de ofrecer avellanas.
Para modelar cómo comer avellanas de forma segura, comienza diciendo al/a niño(a): "Esto es difícil. Mírame." Luego, muéstrele al/a niño(a) pequeño(a) cómo colocar la avellana entre los dientes frontales. Sostén la nuez entre tus dientes y exagera moviendo la nuez a los molares con la lengua. Mastica con la boca abierta (incluso puedes demostrarlo abriendo y cerrando las manos al mismo tiempo). Una vez que hayas masticado bien la nuez, abre la boca para mostrarle al/a niño(a) pequeño(a) cómo se ha quebrado. Di: "Lo moví a mis dientes grandes y fuertes para masticarlo. Necesita mucha masticación." Haz la demostración un par de veces antes de ofrecerle al/a niño(a) una avellana para hacer lo mismo.
Para guiar al/a niño(a) a comer una avellana entera de forma segura, di: "Es tu turno de intentarlo." NO PONGAS LA NUEZ EN SU BOCA. Si el/la niño(a) muerde y mastica bien (es posible que escupa la nuez durante muchos meses a medida que se acostumbra a la textura), ofrécele una o dos nueces más a la vez (pero nunca más) para mantener el ritmo lento. Si el/la niño(a) no usa sus dientes para morder o no intenta de mover la nuez a los molares para romperla, le recomendamos que le enseñes a escupir la nuez y espera unas semanas más para practicar masticar otras nueces que sean menos difíciles.
Es importante ayudar al/a niño(a) a mantenerse comprometido con la tarea, y parte de eso es modelar que la masticación segura se lleva a cabo cuando estamos sin hablar, ni cantar, etc. Un(a) niño(a) muy animado que habla, grita o canta mientras practica comer nueces aumenta el riesgo de ahogamiento. Después de practicar comer nueces con el/la niño(a) pequeño(a), asegura de que su boca esté limpia antes de sacarlo de su asiento. Nunca permites que el/la niño(a) pequeño(a) camine con nueces o trozos de nueces en la boca.
Elimina tus dudas acerca de la introducción de alérgenos comunes viendo nuestro video, Introducción de Alérgenos.
Sí. Las nueces enteras, los trozos de nueces y las bolas de mantequilla de nueces son un peligro de ahogamiento para los(as) bebés y los(as) niños(as) pequeños(as).Para reducir el riesgo, prepara y sirve las avellanas y la mantequilla de avellana de forma apropiada de acuerdo a la edad. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Sí, las avellanas son consideradas como un alérgeno alimentario de prioridad glonal según la Organización Mundial de la Salud. Las reacciones alérgicas a la avellana pueden variar desde leves a reacciones severas sistémicas (anafilaxia), un dato interesante es que las reacciones más severas a la avellana son más notables en áreas donde el árbol de abedul no es nativo, así como en el Sur de Europa. Las reacciones severas a la avellana también son más comunes en niños menores de 5 años, que tienen mayores probabilidades de tener sensibilización primaria a la avellana (mientras que el síndrome de alergia oral es más común en personas adultas). Si bien solo entre el 0.5% al 1.2% de la población es alérgica a los frutos secos, generalmente esta alergia dura toda la vida: solo el 9% de los niños superará la alergia a los frutos secos.
Las avellanas son una causa común del Síndrome de Alergia Oral, especialmente en personas alérgicas al polen de abedul. El Síndrome de Alergia Oral a la avellana generalmente produce picazón, hormigueo o ardor en la boca de corta duración y es poco probable que produzca una reacción peligrosa.
Debido a las similitudes en la estructura protéica, las personas con alergia a la avellana, pueden experimentar una reacción cruzada con el maní y otros frutos secos.Sin embargo, esto no necesariamente significa que es necesario remover todas las nueces de la dieta. Tener una dieta lo más diversa posible, incluso dentro de los límites de las alergias alimentarias, es importante para la nutrición y calidad de vida de un(a) niño(a).
Para la mayoría de los bebés, no hay necesidad de realizar pruebas de alergia antes de introducir nueces de árbol en la dieta. Sin embargo, si el/la bebé tiene eczema severo o ya ha experimentado una reacción alérgica, o si sospechas que puede ser alérgico(a) a las nueces, habla con tu médico(a) de atención primaria o con un(a) alergólogo(a) pediátrico(a) antes de introducir las avellanas en casa. Tu médico puede ayudarte a determinar si las avellanas pueden ser introducidas en casa, o si es preferible que se introduzcan bajo supervisión en una clínica. Ten en cuenta que un cuerpo creciente de evidencia apoya los beneficios preventivos de la introducción temprana a los alérgenos (especialmente para los bebés con eczema), por lo que es importante no retrasar la introducción de los alérgenos más de lo que sea absolutamente necesario.
Cuando sea el momento de introducir las almendras en casa, empieza por ofrecer una pequeña cantidad (como un pellizco o 8 de cucharadita de mantequilla de nuez diluida con leche materna o fórmula). Si no hay ninguna reacción adversa, puedes aumentar gradualmente la cantidad en futuras comidas. Está bien si el/la bebé no consume completamente cada porción. Más que llenar la barriguita de tu bebé con la nuez, es importante mantener una exposición regular (dos veces por semana, si es posible) a los alérgenos alimentarios comunes (como las nueces de árbol). No dejes de ofrecer la nuez a menos que el/la bebé muestre signos de una reacción.
Sí. Las avellanas son una fuente rica de vitamina E, grasas saludables y fibra, que son nutrientes importantes para desarrollar y mantener el funcionamiento del cerebro, el corazón, el sistema inmunitario y la digestión del/la bebé. Los frutos secos en general son una excelente fuente de hierro y proteínas, lo que los convierte en un alimento particularmente saludable para bebés con dietas a base de plantas. Por último, las avellanas contienen vitamina K, un nutriente esencial para la coagulación de la sangre.
★Consejo: Como la mayoría de los frutos secos, las avellanas pueden volverse rancias. Las avellanas pueden permanecer frescas en el refrigerador hasta 1 año y en el congelador hasta 2 años.
No. Antes de los 12 meses, los únicos líquidos que un(a) bebé debe consumir son leche materna, fórmula y, si el/la bebé es mayor de 6 meses de edad, agua en pequeñas cantidades (menos de 2-4 onzas / 60-120 mililitros al día) en una taza abierta. Si la leche de avellana se usa como ingrediente en alimentos sólidos (como la avena), entonces es aceptable servirla antes de los 12 meses de edad.
Si, después del primer cumpleaños, quieres introducir leche de avellana como bebida, está bien hacerlo, pero ten en cuenta que las leches de nueces a menudo carecen de las calorías, grasas y proteínas adecuadas para los(as) niños(as) pequeños(as). Por lo general, la leche fortificada de soja o guisantes es más nutritiva. Ve nuestras preguntas frecuentes sobre la leche para saber más.
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