Tipo de alimento
Fruto seco
Alérgeno común
Sí
Sugerencia de edades
6 meses
Sí
Los anacardos, si se muelen finamente o se sirven como mantequilla de anacardo, se pueden introducir a la dieta de el/la bebé tan pronto esté listo(a) para comer sólidos, lo cual generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Los anacardos enteros, los anacardos picados o en pedazos y la mantequilla de anacardo pueden ser peligrosos para los(as) bebés y los(as) niños(as), así que asegúrate de leer atentamente nuestra sección de preparación por edad antes de servirlos.
Si te da mucho miedo ofrecerle nueces a tu bebé, mira nuestros videos de maní y de alérgenos alimentarios en nuestro curso virtual (con subtítulos en español), que fueron creados por nuestra galardonada médico alergóloga y nuestra fundadora, que es madre de niños con alergias alimentarias.
Los anacardos son originarios de Centroamérica y Suramérica. Los portugueses luego introdujeron el anacardo a la India, que ahora es el productor más prolífico de esta nuez en el mundo. En su tierra natal, la palabra original para esta nuez en la lengua tupí—acajú— dio lugar a muchos otros nombres (como cashew, cajú, casu, kaju) a medida que se extendió por todo el mundo. El anacardo, como árbol, ofrece una hermosa vista: cada nuez con cáscara emerge del fondo de una pequeña “fruta falsa” de colores brillantes conocida como la manzana de anacardo, la cual parece una pequeña pera o un pequeño pimiento. Aunque la manzana de anacardo también es comestible, no está ampliamente disponible en muchas partes del mundo. Durante la cosecha, la nuez se extrae de su cáscara, la cual contiene un químico natural llamado ‘urushiol’. Este químico también se encuentra en la hiedra venenosa y el roble venenoso.
★Consejo: Los anacardos son una nuez que requiere de mucha mano de obra e incluso es peligrosa de procesar. Al comprar anacardos con la marca de “comercio ético”, estás apoyando precios justos y condiciones de trabajo éticas para los trabajadores locales que las cosechan.
Sí, si no tienen sal. Los anacardos son una excelente fuente de grasas saludables para el desarrollo del sistema nervioso y el cerebro del bebé. Los anacardos también son excelentes fuentes de zinc y fibra, dos nutrientes que son muy importantes para el crecimiento y para una digestión saludable en los(as) bebés. Los frutos secos, en general, también son una muy buena fuente de hierro y proteínas para los/las bebés con dietas a base de plantas. Por último, los anacardos contienen vitamina K, un nutriente esencial para la coagulación de la sangre.
Los anacardos a veces se venden con sal, y algunas marcas de mantequilla de anacardo pueden contener un alto contenido de azúcar y sodio. Al introducir anacardos a los(as) bebés, siempre opta por anacardos (o su mantequilla) sin sal y sin azúcar cuando sea posible.
★Consejo: Como la mayoría de los frutos secos, los anacardos se pueden poner rancios. Para prolongar su vida útil, guarda las nueces crudas y los frascos abiertos de mantequilla de anacardo en el refrigerador. Los anacardos se mantienen frescos en el refrigerador por hasta 6 meses y en el congelador por hasta 1 año.
No. Antes de los 12 meses, los únicos líquidos que un(a) bebé debe consumir son la leche materna, la fórmula infantil, y, si el/la bebé es mayor de 6 meses de edad, pequeñas cantidades de agua (menos de 2-4 onzas / 60-120 mililitros al día) de un vaso abierto o con popote/pajilla. Sin embargo, es aceptable servirla antes de los 12 meses de edad si se usa como ingrediente en alimentos sólidos (como en la avena).
Si después del primer cumpleaños de tu bebé deseas introducir la leche de anacardo (sin azúcar) como bebida, ya puedes hacerlo. Pero ten en cuenta que la leche de esta nuez a menudo carece de las calorías, grasas y proteínas adecuadas en una leche a base de plantas para niños(as) pequeños(as). Por lo general, la leche fortificada de soja o de guisantes/alverjas es la opción más nutritiva. Visita nuestra página de Preguntas frecuentes sobre la leche para obtener más información.
Si. Las nueces enteras, los trozos de nueces y las bolas densas de mantequilla de nueces son un peligro de ahogamiento para los bebés y los(as) niños(as) pequeños(as). Para reducir el riesgo, tritura o pulveriza finamente los anacardos hasta que no queden trozos grandes y espolvoreálos sobre otros alimentos. Alternativamente, puedes ofrecer mantequilla de anacardo, suave, diluida con otros alimentos como el puré de manzana, yogur, leche materna, fórmula o agua hasta que esta esté ligera y sin grumos. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Si. Los anacardos se consideran frutos secos (aunque técnicamente son una semilla), y todos los frutos secos son alérgenos alimentarios comunes. Debido a las similitudes en la estructura proteínica de los anacardos y los pistachos, los(as) niños(as) a menudo son especificamente alérgicos a estos dos frutos secos. Si bien solo entre el 1% y el 3% de la población es alérgica a los frutos secos, la alergia suele durar toda la vida: solo el 9% de los(as) niños(as) con alergia a los frutos secos la superan como adultos.
Aunque la alergia a un fruto seco aumenta el riesgo de una alergia a otro, ten en cuenta que ser alérgico a una nuez no necesariamente significa que todas las nueces deben ser eliminadas de la dieta. Tener una dieta lo más diversa posible, incluso dentro de los límites de las alergias alimentarias, es importante para obtener los nutrientes que necesitamos para estar saludables.
No es necesario completar pruebas de alergia antes de introducir los frutos secos en la dieta, incluso si hay antecedentes familiares de alergias alimentarias. Sin embargo, si sospechas que el/la bebé pueda ser alérgico(a) a los frutos secos, haz una cita con tu médico de cabecera o un alergista pediátrico antes de introducir los frutos secos en casa.
Cuando llegue el momento de introducir la nuez, ofrece una cantidad muy pequeña (como del tamaño de una pizca de nuez finamente molida o 1/8 de cucharadita de mantequilla de anacardo suave diluida con agua) en las primeras ocasiones. Si no hay ninguna reacción adversa, puedes ir gradualmente aumentando la cantidad en las próximas comidas. Está bien si el/la bebé no consume cada porción por completo. También, es importante mantener los alérgenos alimentarios comunes (como los frutos secos) regularmente en la dieta (aproximadamente 1 gramo dos veces por semana, si es posible) una vez introducidos. No dejes de ofrecer la nuez a menos que el/la bebé muestre señales de una reacción.
Guía recomendada: Introducción de alérgenos
Los anacardos y la mantequilla de anacardo pueden ayudar a prevenir el estreñimiento ya que promueven la regularidad de la evacuación de las heces. Son una buena fuente de fibra y magnesio lo cual ayuda a mover las heces en el intestino.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia. Tu hijo(a) es un(a) individuo(a) único(a) y puede tener necesidades o consideraciones más allá de las prácticas comúnmente aceptadas. Para determinar las recomendaciones de tamaño y forma de los alimentos, nosotros(as) utilizamos la mejor información científica disponible acerca del desarrollo motor grueso, fino y oral para minimizar el riesgo de ahogamiento. Las sugerencias de preparación que ofrecemos son sólo para fines informativos y no reemplazan el consejo individual y específico de tu médico(a) pediatra o profesional de la salud o proveedor para niños(as). Es imposible eliminar por completo el riesgo de que un(a) bebé o un(a) niño(a) se ahogue con cualquier líquido, puré o alimento. Recomendamos que sigas todos los protocolos de seguridad que sugerimos para así crear un entorno de alimentación seguro y que tomes decisiones informadas para tu hijo(a) con respecto a sus necesidades específicas. Nunca ignores el consejo médico profesional ni te demores en buscarlo debido a algo que hayas leído o visto aquí.
Haz un dip o una salsa, mezclando mantequilla de anacardo suave (sin sal ni azúcar añadidos) con puré de manzana, yogur, leche humana, leche de fórmula o agua hasta que esté suave y sin grumos, para servir con gachas o con verduras cocidas. Ten en cuenta que agregar incluso una capa delgada de mantequilla de frutos secos a un alimento puede hacer que ese alimento sea más difícil de manejar para el/la bebé. El pan tostado con mantequilla de frutos secos puede ser particularmente difícil de maniobrar para los(as) bebés pequeños(as), lo cual puede aumentar el riesgo de arcadas y ahogamientos. También puedes moler los anacardos para que queden bien finos y espolvorear una pizca sobre frutas frescas como el aguacate o el banano, o sobre lanzas de verduras cocidas. Si tienes ganas (y tiempo) de divertirte un poco en la cocina, puedes hacer un lote grande de crema de anacardo. Solo remojas los anacardos en agua durante unas horas hasta que queden saturados (estarán un poco blandos) y luego los mezclas hasta que queden suaves. Puedes usar la crema como aderezo para los panqueques, gachas de avena o también para carnes cocidas, pescado, frijoles o tofu para bebés.
Continúa moliendo los anacardos finamente y espolvoreándolos sobre frutas y verduras. De otra manera, puedes incorporar mantequilla de anacardo o crema de anacardo en otros alimentos como el yogur, cereales calientes o purés de verduras. A esta edad, también puedes empezar a intentar servir mantequilla de anacardo untada en pan tostado. Para hacer esto, asegúrate de que la mantequilla esté untada en una capa muy fina y ofrece leche o agua en un vaso abierto para ayudar a el/la bebé a enjuagar cualquier trozo pegajoso de comida.
Puedes continuar moliendo los anacardos finamente y usar la mantequilla de anacardo como lo desees. Si el/la niño(a) ha desarrollado habilidades para masticar avanzadas (puede dar mordidas pequeñas con los dientes, mover los alimentos a un lado de la boca al masticar, masticar bien antes de tragar, no atascarse alimentos en la boca, y, por último, ya tiene la capacidad de identificar y escupir alimentos cuando no están bien masticados), es posible que ya esté listo(a) para aprender a comer anacardos enteros. Solo recuerda que los frutos secos y las piezas de frutos secos se consideran peligros de ahogamiento hasta los 4 años de edad e incluso más allá por todas las organizaciones médicas gubernamentales.
Solo sirve frutos secos y nueces cuando el/la niño(a) esté sentado en un asiento erguido, esté participando activamente en la comida y no esté distraído. Es importante ayudar a tu hijo(a) a mantenerse atento(a) y concentrado en comer, y, parte de eso, es modelar que la masticación segura se lleva a cabo cuando no estamos hablando, cantando, etc. Un(a) niño(a) muy animado que habla, grita o canta mientras practica comer nueces aumenta su riesgo de ahogamiento. Nunca sirvas nueces en un cochecito, asiento de carro o mientras el niño(a) pequeño(a) está en movimiento (caminando).
Para modelar como comer anacardos de forma segura, comienza diciéndole a el/la niño(a): “Esta es una comida difícil. Mírame.” Luego, muéstrale al/a niño(a) cómo comer una mitad de anacardo a la vez. Coloca la mitad del anacardo entre tus dientes delanteros y exagera tomando un pequeño mordisco de la nuez. Luego, muestra cómo mueves la pieza de nuez a los molares con tu lengua. Mastica con la boca abierta para que el/la niño(a) pueda ver. Una vez que hayas masticado bien la nuez, abre la boca para mostrar al/a niño(a) pequeño(a) cómo se ha quebrado. Di: “Lo moví a mis dientes grandes y fuertes para masticarlo”. “Necesita estar muy bien masticado.” Demuéstrales esto un par de veces antes de ofrecerle a el/la niño(a) pequeño(a) una mitad de anacardo para hacer lo mismo.
Para entrenar al/a niño(a) a comer un anacardo de forma segura, di: “Es tu turno de intentarlo.” En el primer intento, sostén la nuez firmemente con tu mano para que el/la niño(a) la muerda (sin que tu las sueltes). NO PONGAS LA NUEZ EN SU BOCA. No la sueltes hasta que el/ella haya usado sus dientes para morder activamente. Esto asegura que inicie la masticación. Continúa, pero solo sirve una o dos nueces a la vez para acostumbrarse a la práctica. Si el/la niño(a) insiste en sostener la mitad del anacardo por sí mismo(a), permítele que se alimente y que coma un bocado si te sientes cómodo(a). Si no te sientes cómodo(a) o si el/la niño(a) no muerde o intenta quebrar el anacardo con tu apoyo, te recomendamos que esperes unas semanas más. Una vez que el/la niño(a) pequeño(a) haya practicado ampliamente con la mitad de los anacardos, puedes repetir el proceso con un anacardo entero.
Después de practicar nueces con el/la niño(a), asegúrate de que su boca esté vacía antes de sacarlo del asiento. Nunca permitas que el/la niño(a) pequeño(a) camine con nueces o trozos de nueces en la boca.
Take the guesswork out of introducing common allergens by watching our video, Introducing Allergens.
Rinde
8-10 bolitas
Tiempo de preparación
30 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
1 ½ taza (360 mililitros) de agua
½ taza (120 mililitros) de leche de coco entera y sin azúcar (idealmente de un recipiente sin BPA)
1 taza (80 gramos) de copos de avena o avena instantánea
1 cucharada (16 gramos) de mantequilla de anacardo sin sal (y sin azúcar añadida)
¼ de taza (28 gramos) de anacardos sin sal
2 cucharadas (13 gramos) de coco rallado sin azúcar
Esta receta contiene alérgenos: nuez de árbol (mantequilla de anacardo, anacardo) y coco. No se la sirvas a un(a) niño(a) hasta que estos alérgenos se hayan introducido a su dieta de forma segura.
Pon a hervir el agua y la leche de coco en una cacerola pequeña.
Mezcla la avena en el líquido hirviendo. Cocina, revolviendo ocasionalmente, por 2 minutos, aproximadamente.
Agrega y mezcla la mantequilla de anacardo en la avena. Tapa y retira del fuego. Deja reposar por un minuto.
Destapa y deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente.
Forra una bandeja con papel para hornerar. Moldea la avena en bolas de 2 pulgadas de ancho. Esparce uniformemente las bolas en la bandeja y déjalas.
Mientras, muele los anacardos hasta que tengan la consistencia de un polvo fino. Mezcla los anacardos molidos con el coco rallado.
Cubre las bolas con la mezcla de coco rallado y anacardo molido.
Separa un par de bolas para servir a el/la niño(a). El tamaño exacto de la porción es variable. Deja que el apetito de el/la niño(a) determine cuánto se come.
Sirve las bolas de anacardo y coco como bocados y deja que el niño trate de recoger una bola con las manos. Si necesita ayuda, puedes pasar una bola por el aire para que el/la niño(a) la agarre.
Para almacenar: Puedes guardar las bolas de avena de anacardo y coco en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses. Para evitar que las bolas se peguen entre sí en el congelador, coloca la bandeja con las bolas en el congelador por 30 minutos, luego transfiérelas a un recipiente hermético para guardarlas en el congelador para futuras comidas o meriendas.
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