La manzana cruda se encuentra dentro uno de los principales peligros de ahogamiento para los niños menores de 3 años. Sigue leyendo para obtener más información sobre cómo ofrecer la manzana de manera segura a los bebés.
La manzana se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, lo que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad, siempre y cuando la fruta no tenga semillas, y esté cortada de una manera apropiada según la edad de tu bebé, y cocida hasta que esté blanda para reducir el riesgo de ahogamiento.
Las manzanas son una de las frutas más populares del mundo—y lo son por una buena razón. Esta fruta nutritiva prospera en climas templados de todo el mundo y puede durar más tiempo en almacenamiento que la mayoría de las frutas. La increíble biodiversidad de la manzana se remonta a Asia Central, donde la fruta salvaje crecía en regiones montañosas. A medida que las rutas comerciales se desarrollaron en todo el continente asiático, las manzanas llegaron a Europa y, finalmente, siguieron la colonización hasta las Américas.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Cocina mitades de manzana (sin la piel, el corazón y las semillas) en agua hirviendo hasta que se puedan pinchar fácilmente con un tenedor o en el horno, hasta que estén blandas. Una vez que estén listas, puedes ofrecer una mitad de manzana cocida y dejar que el/la bebé la muerda y roa. También puedes triturar manzanas cocidas para hacer puré de manzana y darle diferentes sabores agregando mantequilla o yogur para obtener más grasa, aromáticos como jengibre, y especias como cardamomo o canela. Si deseas servir la manzana cruda a esta edad, hazlo de la forma más segura: ralla la manzana y sírvela en un tazón para que el/la bebé la recoja con las manos.
A esta edad, puedes seguir ofreciendo pedazos de manzana cocida y considera servir manzana cruda rallada o en rodajas en forma de media luna, de aproximadamente un centímetro de grosor, con o sin piel. Los bebés suelen masticar la piel y escupirla, y si bien esto puede parecer un desperdicio, familiarizarse con la textura de la piel puede ayudar a animar al/a niño/a a comer fruta con piel en el futuro. La piel también ayuda a que la manzana no se desbarate mientras el/la bebé la mastica, y el acto de masticar y escupir la piel también ayuda a desarrollar las habilidades motoras orales. Ofrecer una rebanada redonda también es una opción excelente para los niños que tienden a sobrellenarse la boca, ya que es casi imposible llevarse una rebanada entera a la boca. Si el/l/a bebé da una mordida demasiado grande, dale un momento para masticar y tragar, o escupir, evitando meter tus dedos a la boca del/a bebé. Puedes ayudar poniendo tu mano en la espalda del/a bebé e inclinándolo/a suavemente hacia adelante para permitir que la gravedad ayude a empujar el trozo de comida hacia el frente de la boca para que el/la bebé lo escupa más fácilmente. Es normal sentirse asustado/a en esos momentos, pero son valiosos momentos de enseñanza para que el/la bebé aprenda lo que no es seguro tragar y practique escupir los alimentos.
Cuando sientas que el/la niño/a está listo/a (mastica bien la comida y está dispuesto a permanecer sentado durante la comida), puedes intentar ofrecerle una manzana entera para que practique morder y masticar. Puedes escoger una variedad de manzana con una textura ligeramente más suave y menos crujiente. Ofrecer manzanas enteras puede ser más seguro que ofrecer manzanas cortadas en cuartos, gajos de manzana o secciones de manzana cruda. Esto se debe a que incluso una mordida muy grande de una manzana entera a menudo resulta en un bocado plano y más manejable, pero una mordida grande de una rebanada de manzana podría resultar en un trozo con forma de cono, lo que plantearía un mayor riesgo de ahogamiento. Antes de ofrecer una manzana entera, puedes reducir el riesgo de ahogamiento retirando el centro, el tallo y las semillas. Alternativamente, puedes retirar la manzana una vez que el/la niño/a se coma la mayor parte de la pulpa y se acerque a las semillas. Si el/la niño/a tiene dificultad con la piel, simplemente pela la manzana entera o pela en “rayas” para que quede algo de piel para exponer al/a niño a la textura. Como siempre, manténte al alcance del/a niño/a durante la hora de comer y evita ofrecer manzanas en el cochecito o carriola, o en los asientos del automóvil.
En algún momento después del segundo cumpleaños, los niños pequeños con un desarrollo típico suelen estar listos para comer rebanadas de manzana cruda, como manzanas en cuartos y gajos de manzana. Los pedazos grandes de manzana pueden ser más riesgosos que una manzana entera, así que espera para ofrecerlos hasta que veas que el/la niño/a esté listo/a. El/la niño/a debe saber dar mordidas de un tamaño apropiado regularmente, mover la comida hacia un lado de la boca y masticar la comida completamente. También debe poder sentarse tranquilamente mientras come. Como siempre, manténte al alcance del/a niño/a durante la hora de comer y evita ofrecer manzanas en el cochecito o carriola, o en los asientos del automóvil.
Cómo cocinar una manzana para los bebés de 6 meses +
Cómo cortar una manzana para bebés de 9 meses o más
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Sí. Las manzanas crudas y los trozos de manzana secos representan un peligro de ahogamiento para bebés y niños(as) porque son difíciles de masticar y pueden ser resbaladizos. Para minimizar el riesgo de ahogamiento, cocina las manzanas hasta que estén blandas o córtalas en rodajas muy finas. Sigue leyendo para ver nuestras sugerencias de porciones apropiadas para la edad del niño(a). Como siempre, asegúrate de crear un ambiente seguro para comer, mantén al bebé al alcance de tu mano durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarizarte con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. La manzana no se considera un alérgeno común, aunque se han reportado reacciones alérgicas. Las personas con síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia al polen-alimento) pueden ser sensibles a las manzanas, en particular aquellas que son alérgicas al polen de aliso, abedul y artemisa. Las personas sensibles a otras frutas de la familia de las rosáceas, como los albaricoques, las almendras y las ciruelas, también pueden tener una experiencia similar con las manzanas. El síndrome de alergia oral generalmente produce picazón o ardor en la boca por un corto tiempo, y es poco probable que provoque una reacción peligrosa. Pelar y cocinar la fruta puede minimizar la reacción alérgica.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. Las manzanas ofrecen carbohidratos, fibra, agua, potasio, vitaminas B6 y C y antioxidantes para ayudar a que el bebé en crecimiento crezca. Juntos, estos nutrientes ayudan a respaldar la energía del bebé para jugar y explorar, la función digestiva, la hidratación, el equilibrio electrolítico, los procesos metabólicos, la absorción de hierro y la reparación y recuperación corporal. Asegúrate de evitar las semillas de manzana, ya que pueden ser tóxicas si se ingieren demasiadas a la vez.
Espera para servir jugo de manzana como bebida hasta después de los 12 meses de edad. Considera que puede ser beneficioso esperar hasta el segundo cumpleaños para compartir jugos y otras bebidas azucaradas regularmente con el/la niño/a. Las investigaciones sugieren que el consumo regular de jugos y otras bebidas azucaradas tiende a aumentar el riesgo de caries dental y ocupar espacio en la pancita, lo que puede disminuir la motivación del/a niño/a para comer otros alimentos a la hora de las comidas y esto puede afectar negativamente su crecimiento con el tiempo. Sin embargo, las porciones pequeñas y ocasionales de jugo después del año de edad generalmente no son motivo de preocupación. Obtén más información sobre el jugo y los bebés/niños pequeños.
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