Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
Sí
Las almendras, si están finamente molidas o se ofrecen como una mantequilla de nueces suave (y luego diluida con leche materna, fórmula, yogur o agua para reducir el riesgo de ahogamiento), se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Las almendras son un alérgeno común, así que ten cuidado al introducirlas y consulta nuestras sugerencias de preparación apropiadas para la edad del/a niño(a).
Es posible que la almendra sea una de las nueces más populares en el mundo, sin embargo, botánicamente hablando, es una semilla. Al igual que los huesos de las cerezas, los duraznos y las ciruelas, las almendras se encuentran en el centro de una fruta que crece en un árbol nativo del sudeste asiático. Las frutas tiernas se conocen como almendras verdes y tienen una pulpa suave comestible — al igual que sus primas las “frutas con huesos”— que, en algunas culturas, se consumen como una delicia de temporada.
Sí. Las almendras son una excelente fuente de fibra, proteínas vegetales y grasas saludables para el corazón. También ofrecen muchas vitaminas y minerales para ayudar al/a bebé a desarrollarse y crecer, incluyendo calcio para tener huesos fuertes, zinc para el crecimiento saludable, vitamina E como apoyo antioxidante y hierro para ayudar a mover el oxígeno a través del cuerpo, así como fibra para apoyar la digestión. Además, la piel marrón de las almendras está llena de antioxidantes para apoyar la resistencia del cuerpo. Compra almendras sin pelar, mantequilla de almendras, y ‘harina’ de almendras para darle un impulso de nutrientes a la comida del/a bebé, y escoge variedades sin azúcares añadidos y sin sal cuando sea posible.
★Consejo: Guarda las almendras en un lugar fresco y oscuro, como en tu despensa o refrigerador. Si vives en un ambiente cálido y húmedo, es especialmente ideal mantener las almendras en la nevera para evitar que se echen a perder.
Sí, las almendras se encuentran clasificadas como un alérgeno de prioridad global de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Las almendras se consideran una nuez de árbol (aunque técnicamente son semillas). Mientras que solo 0.5% a 1.2% de la población estadounidense es alérgica a las nueces de árbol, estas alergias generalmente duran toda la vida: solo el 9% de los niños con alergia a las nueces de árbol la superarán por sí solos al crecer. Aunque las reacciones alérgicas a las almendras suelen ser relativamente leves, las reacciones severas también se han reportado.
Las personas con alergia al polen de abedul pueden experimentar Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen) después de ingerir almendras, especialmente la piel marrón. El Síndrome de Alergia Oral resulta en síntomas de comezón, cosquilleo, o sensación de quemazón en la boca localizados en la boca luego del consumo, pero es poco probable que resulte en una reacción severa.
Aunque tener alergia a un tipo de nuez aumenta el riesgo de alergia a otro tipo de nuez (por ejemplo, los individuos con alergia a las almendras tienen una mayor probabilidad de ser alérgicas a la avellana), ten en cuenta que ser alérgico(a) a una nuez no significa que todas las nueces se deben necesariamente eliminarse de la dieta. Tener una dieta lo más diversa posible, incluso dentro de los límites de las alergias alimentarias, es importante para la nutrición. Tener una dieta tan diversa como sea posible, aun dentro de los límites de las alergias alimentarias es importante para la nutrición y calidad de vida de un(a) niño(a). Si tu hijo(a) tiene alergia a las almendras, trabaja con un(a) alergólogo(a) para determinar si se pueden incorporar otras nueces de forma segura a la dieta.
Para la mayoría de los bebés, no hay necesidad de realizar pruebas de alergia antes de introducir nueces de árbol en la dieta. Sin embargo, si el/la bebé tiene eczema severo o ya ha experimentado una reacción alérgica, o si sospechas que puede ser alérgico(a) a las nueces, habla con tu médico(a) de atención primaria o con un(a) alergólogo(a) pediátrico(a) antes de introducir las nueces en casa. Tu médico puede ayudarte a determinar si las almendras pueden ser introducidas en casa, o si es preferible que se introduzcan bajo supervisión en una clínica. Un dato interesante es que la mayoría de los individuos que no tienen un historial claro de reacción a las almendras pueden pasar un desafío alimentario a las almendras, aún cuando una prueba cutánea o un exámen de sangre muestren resultados positivos. Ten en cuenta que un cuerpo creciente de evidencia apoya los beneficios preventivos de la introducción temprana a los alérgenos (especialmente para los bebés con eczema), por lo que es importante no retrasar la introducción de los alérgenos más de lo que sea absolutamente necesario.
Cuando llegue el momento de introducir las almendras en casa, empieza por ofrecer una pequeña cantidad (como un pellizco o 1/8 de cucharadita de mantequilla de nuez diluida con leche materna o fórmula). Si no hay ninguna reacción adversa, puedes aumentar gradualmente la cantidad en futuras comidas. Está bien si el/la bebé no consume completamente cada porción. Más que llenar la barriguita de tu bebé con la nuez, es importante mantener una exposición regular (dos veces por semana, si es posible) a los alérgenos alimentarios comunes (como las nueces de árbol). No dejes de ofrecer la nuez a menos que el/la bebé muestre signos de una reacción alérgica.
Sí. Las almendras enteras, los pedazos de nueces y las ‘bolas’ de mantequilla de almendras se consideran un peligro de ahogamiento para bebés y niños pequeños. Para reducir este riesgo, muele las almendras finamente hasta que tengan la consistencia de una harina fina y espolvorea sobre otros alimentos, o compra mantequilla suave de almendras y mezcla con puré de manzana, yogur o leche materna, fórmula o agua para diluirla. La harina de almendras y la mantequilla de almendras también se pueden agregar a productos horneados como panqueques, waffles y muffins. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre el riesgo de ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Los únicos líquidos que un bebé menor de 12 meses debe tomar, son la leche materna, fórmula y, si el/la bebé tiene más de 6 meses, agua en pequeñas cantidades (menos de 2-4 onzas al día) en un vaso abierto. Para los bebés de 6 meses o más, está bien usar leche de almendras como ingrediente en preparaciones de alimentos (como en avena, etc.).
Si después del primer cumpleaños deseas ofrecer leche de almendras al/a niño(a), está bien hacerlo, pero ten en cuenta que la leche de almendras carece de las calorías, grasas y proteínas adecuadas que nos gustaría ver en una leche de origen vegetal para niños (la leche de soya o de guisantes fortificadas son opciones más nutritivas). Consulta nuestras preguntas frecuentes sobre la leche para obtener más información.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Compra mantequilla suave de almendras y mézclala con puré de manzana, yogur o dilúyela con leche materna, fórmula o agua. También puedes triturar las almendras finamente, hasta obtener una harina fina y espolvorearla sobre otros alimentos a los que se adhieran bien (aguacate, banano, etc.). Considera agregar mantequilla de almendras o harina de almendras a la masa cuando preparas panqueques, waffles, muffins, etc. Evita servir mantequilla de nueces en pan tostado, ya que tanto el pan como las mantequillas de nueces pueden aumentar el riesgo de arcadas y ahogamiento.
Continúa mezclando mantequilla suave de almendras con yogur, cereales calientes o productos horneados, y después espolvoreando la almendra molida en otros platos y alimentos o mezclándolas con la masa al preparar productos horneados. A esta edad, el/la bebé puede estar listo para probar la mantequilla de nueces untada en un pan tostado. Asegúrate de que la mantequilla esté untada en una capa fina y de acompañarlo con leche o agua en un vaso abierto para ayudar a eliminar los pedazos de comida pegajosos. Aunque técnicamente a esta edad también puedes introducir la leche de almendras como bebida ocasional, hay leches vegetales más nutritivas como opción. Lee más acerca del tema en nuestras preguntas frecuentes sobre la leche.
Continúa sirviendo almendras finamente molidas y mantequilla de almendras suave. Una vez que el/la niño(a) haya desarrollado habilidades de alimentación maduras (como dar mordidas pequeñas con los dientes, mover la comida hacia un lado de la boca al masticar, masticar bien antes de tragar un bocado, no sobrellenarse la boca de comida y, finalmente, la capacidad de identificar y escupir alimentos cuando no están bien masticados), y puede comer nueces más blandas como la nuez de Castilla y las pecanas con facilidad, es posible que esté listo(a) para aprender a comer almendras enteras. Solo recuerda que las nueces y los trozos de nueces se consideran un peligro de ahogamiento hasta los 4 años e incluso más allá por todos las organizaciones médicas rectoras.
Las almendras son particularmente riesgosas y difíciles de comer, ya que son firmes y difíciles de morder, características que aumentan el riesgo de ahogamiento. Por eso, recomendamos comenzar con otros frutos secos antes de las almendras.
Para demostrar cómo comer almendras de forma segura, comienza por decirle al/a niño(a): "Esto es difícil de comer. Mírame". Luego, enséñale al/a niño(a) cómo colocar la almendra entre los dientes frontales. Sostén la nuez entre tus dientes y dale una mordida pequeña a la nuez usando gestos dramáticos. Luego, muéstrale cómo mueves el pedazo de nuez hacia tus molares con la lengua. Mastica con la boca abierta (incluso puedes demostrarlo abriendo y cerrando las manos al mismo tiempo). Una vez que hayas masticado la nuez completamente, abre la boca para mostrarle al/a niño(a) cómo se ha descompuesto. Di: "Lo moví hacia mis dientes grandes y fuertes para masticarla. Tuve que masticarlo mucho". Demuéstrale cómo hacerlo un par de veces antes de ofrecerle una almendra para lo intente.
Para enseñarle al/a niño(a) a comer una almendra entera de forma segura, di: "Ahora es tu turno". En el primer intento, sujeta firmemente la nuez para que el/la niño(a) le dé una mordida (sin soltar la nuez). NO PONGAS LA NUEZ EN LA BOCA DEL/A NIÑO(A). No sueltes la almendra hasta que el/la niño(a) haya usado los dientes para morder. Esto asegura que inicien la masticación. Continúa ofreciendo más almendras, pero sírvelas una o dos a la vez para que vayan poco a poco. Si el/la niño(a) insiste en sostener la almendra él/ella mismo(a), deja que lo intente si te sientes cómodo(a). Si no se siente cómodo(a) o si el/la niño(a) no muerde o intenta deshacer la almendra, te recomendamos enseñarle a escupirla y esperar unas semanas más para practicar con otras nueces que sean menos desafiantes.
Es importante ayudar al/a niño(a) a mantenerse atento(a) a la actividad, y parte de eso es demostrarle que la forma más segura de masticar los alimentos es cuando no estamos hablando, cantando, mirando televisión, etc. Cuando un(a) niño(a) está muy animado(a) hablando, gritando o cantando mientras practica comer frutos secos, esto aumenta el riesgo de ahogamiento. Después de practicar comer nueces con un(a) niño(a), asegúrate de que no tenga sobras en la boca antes de sacarlo(a) de la silla alta. Nunca permitas que un(a) niño(a) camine con nueces o pedazos de nueces en la boca.
Para mayor información sobre cómo cortar y servir comida para bebés, visita nuestra página Bocados para bebés: Tamaños y formas para BLW
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