Esta receta de granola es perfecta para cuando quieres preparar el desayuno con anticipación o preparar lotes grandes. Además, es una excelente manera de mantener al/a bebé o niño(a) expuesto a muchos diferentes alérgenos alimentarios y deleitará hasta los paladares más exigentes. ¿Tienes un(a) niño(a) quisquilloso(a)/picky? Obtén nuestro Paquete para revertir la alimentación quisquillosa antes posible. Será de gran ayuda.
Rendimiento: 8 tazas / 236 ML
Tiempo de preparación: 60 minutos
Edad: 6 meses o más
3 tazas de hojuelas de avena
1 taza de semillas de girasol o semillas de calabaza
2 tazas de hojuelas de coco
1 ½ tazas de frutos secos sin sal (las almendras, anacardos, nueces de macadamia y nuez de Castilla combinan bien con esta receta)
1/3 taza de aceite de coco refinado
Yogur griego
Crema espesa de batir (2 años o más)
2 tazas de chispas de chocolate blanco o café (2 años o más)
Esta receta contiene alérgenos alimentarios comunes: lácteos (yogur, crema espesa), y frutos secos (almendras, anacardos, nueces de macadamia, pecanas). No se la sirvas a un(a) niño(a) hasta después de que estos alérgenos se hayan introducido de manera segura a su dieta. Nota: las semillas de girasol y las semillas de calabaza no se consideran alérgenos comunes, pero debes introducirlas a la dieta por separado antes de servir este platillo.
Precalienta el horno a 300 F (150 C). Si el aceite de coco está solidificado, coloca el frasco en un recipiente con agua caliente para que se vuelva líquido.
En un tazón grande, combina la avena, las semillas, las nueces y el aceite, y mezcla para cubrir.
Esparce la mezcla de granola en dos bandejas para hornear forradas con papel pergamino.
Hornea, revolviendo cada 15 minutos, hasta que la granola esté ligeramente dorada y tostada.
Separa la mitad de la mezcla de una bandeja para ti y los comensales mayores de la casa. Agrega la mitad de las hojuelas de coco y guarda en un recipiente hermético.
Vierte la otra mitad de la mezcla en un procesador de alimentos grande y agrega 1 taza de hojuelas de coco. Pulsa hasta que las nueces estén completamente pulverizadas. Repite el proceso con la segunda bandeja de granola y la segunda taza de hojuelas de coco.
Para servir: Para bebés y niños pequeños, sirve sobre yogur o yogur griego. Para niños quisquillosos a los que no les gusta el yogur natural (2 años o más), sirve con una jarra de crema o leche y deja que tu hijo(a) vierta la crema/leche en el tazón por sí mismo(a). Ofrece fresas enteras (o la fruta de tu elección) a un lado.
Para almacenar: Mantener en el refrigerador por hasta un mes o en el congelador por hasta un año.
El sabor ligero, terroso y suavemente dulce del coco combina bien con la almendra, el plátano, el mango, el durazno, la frambuesa y la fresa. Intenta agregar algunas de estas frutas y explora con especias como el cardamomo, la canela y la cúrcuma para agregar sabor.
Charlie, 5 años, espolvorea semillas de girasol en su plato de gachas de avena. Invitar a los niños selectivos con la comida a participar del proceso de preparación puede inspirarlos a probar los ingredientes por separado y también el platillo finalizado.
Pulverizar la granola para bebés para que no haya trozos picudos de frutos secos o semillas. Gradualmente puedes pulverizarla menos para acostumbrarlo(a) a la textura mas grumosa y avanzar hasta servir la granola con nueces enteras (cerca de los 6 años).
Adie, 15 meses, come granola finamente triturada espolvoreada sobre yogur griego.
Charlie, 5 años, sirve la granola en su propio plato. Incorporar a los comedores selectivos como Charlie en el proceso de preparación puede resultar en un mayor interés e ingesta.
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