Si bien la mayoría de las madres y padres se preguntan comúnmente si su bebé está consumiendo suficiente leche, ninguno(a) de ellos(as) esperaba tener que preocuparse de dónde obtendrán el próximo biberón de su bebé.
Esta publicación está diseñada para proporcionar orientación en un momento de grave escasez de fórmula para bebés. El objetivo en cualquier emergencia de salud es mantener a el/la bebé adecuadamente hidratado(a), nutrido(a) y seguro(a). Ten en cuenta que los consejos proporcionados aquí son estrictamente para situaciones de EMERGENCIA y no se aplican en situaciones de acceso de fórmula típica. Siempre habla con el proveedor de atención médica de tu hijo(a) si tienes alguna inquietud sobre la salud, la nutrición o el crecimiento general de tu bebé.
* Nota sobre las fórmulas para niños(as) pequeños(as): Es extremadamente importante asegurarse que la fórmula para niños(as) pequeños(as) no contenga miel de abeja como ingrediente dado el riesgo aumentado de botulismo infantil.
Cómo navegar la escasez de fórmula infantil por edad
0 – 6 Meses: La fórmula infantil y/o la leche materna deben ser la principal fuente de nutrición de el/la bebé. Si no hay disponibilidad, comunícate con el proveedor de atención médica de tu hijo(a) de inmediato.
También puedes considerar comunicarte con el banco de leche materna local, ya que algunos proporcionan leche materna sin receta médica.
No des agua ni diluyas la fórmula infantil o la leche materna con agua o cualquier otro líquido.
No intentes hacer tu propia fórmula.
Las soluciones de rehidratación oral pediátricas, que encuentras en el supermercado o en la farmacia, como el Pedialyte, son aceptables para un par de días bajo supervisión médica.
En una emergencia, si el/la bebé tiene al menos 4 meses de edad, puedes complementar su alimentación con alimentos en puré y cereales infantiles fortificados con hierro, siempre y cuando sea apropiado para el desarrollo y aprobado por el proveedor de atención médica de el/la bebé.
6 – 9 Meses: La fórmula infantil y/o la leche materna deben ser la principal fuente de nutrición de el/la bebé. A esta edad, tu bebé también debe comer alimentos sólidos.
Si no hay disponibilidad de fórmula infantil o leche materna, comunícate con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) de inmediato.
No le des agua ni diluyas la fórmula o leche materna con agua o cualquier otro líquido a menos que te lo indique el proveedor de atención médica de el/la bebé.
No intentes hacer tu propia fórmula.
Las soluciones de rehidratación oral pediátrica que encuentras en el supermercado o en la farmacia, como el Pedialyte, son aceptables para un par de días bajo supervisión médica.
Los sorbos de agua son aceptables en cantidades limitadas (no más de 2-4 onzas o 60-118 mililitros al día).
Como último recurso, si no puedes encontrar ninguna fórmula, y después de consultar con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a), por un par de días a la vez, puedes considerar ofrecer leche entera, pasteurizada, de vaca, oveja o cabra, bebida vegetal fortificada no-láctea (la bebida de proteína de soja o guisante es la mejor) y/o fórmula para niños(as) pequeños(as) (Es extremadamente importante asegurarse que la fórmula para niños(as) pequeños(as) no contenga miel de abeja como ingrediente dado el riesgo aumentado de botulismo infantil.)
Dependiendo de la dieta general de tu hijo(a), también podría beneficiarse de un suplemento de hierro, así que por favor discute esto con tu proveedor(a) de atención médica.
Enfócate en ofrecer alimentos sólidos nutricionalmente densos como puré de frijoles y lentejas, carne, aves de corral, mariscos, huevos, mantequillas de maní/nueces diluidas, yogur entero, aguacate, y avena.
Está bien continuar ofreciendo cereales infantiles fortificados con hierro a tu bebé.
9 – 12 Meses: A esta edad, la fórmula infantil y/o la leche materna siguen siendo fuentes importantes de nutrición, con un enfoque cada vez mayor en los sólidos ricos en hierro.
Si no hay disponibilidad de fórmula infantil o leche materna, comunícate con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) de inmediato.
Cierta cantidad de agua es aceptable (no más de 8 onzas o 236 mililitros diarios)
No diluyas la fórmula infantil o la leche materna con agua o cualquier otro líquido.
No intentes hacer tu propia fórmula infantil.
Las soluciones de rehidratación oral pediátricas que encuentras en el supermercado o en la farmacia, como el Pedialyte, son aceptables para un par de días bajo supervisión médica.
A la gran mayoría de bebés de 9 meses o más, se les puede introducir la leche entera pasteurizada de vaca, oveja o cabra de manera segura, y/o las bebidas fortificadas a base de plantas (la leche de proteína de soja y alverja son las mejores), durante un par de días a la vez, bajo la supervisión de el/la proveedor(a) médico(a) de el/la bebé, o por más tiempo dependiendo de el/la niño(a) y sus necesidades nutricionales individuales.
Bajo supervisión médica, la fórmula para niños(as) pequeños(as) también puede ser una opción aceptable. (Es extremadamente importante asegurarse que la fórmula para niños(as) pequeños(as) no contenga miel de abeja como ingrediente dado el riesgo aumentado de botulismo infantil).
Enfócate en ofrecer alimentos sólidos nutricionalmente densos como puré de frijoles y lentejas, carne, aves de corral, mariscos, huevos, mantequillas de maní/nueces diluidas, yogur natural de leche entera, aguacate, puré de frijoles y lentejas, avena, y carne.
Está bien continuar ofreciendo cereales infantiles fortificados con hierro a su bebé.
12 – 24 meses: Si tu hijo(a) está comiendo una dieta bien balanceada y variada, ya no necesitas ofrecerle fórmula infantil.
A esta edad, la leche de vaca u otras leches de rumiantes proporcionan proteínas, grasas, calcio y vitamina D, por lo que, si no puedes obtener leche, enfócate en alimentos ricos en estos nutrientes, como yogur, kéfir y queso.
Si tienes acceso limitado a leche entera de vaca (o de cualquier otro rumiante), considera ofrecer cualquiera de estas leches: de vaca, de oveja, o de cabra (descremada o 2%); leches fortificadas de origen vegetal (idealmente de proteína de soja o alverja); o fórmulas para niños(as) pequeños(as) (según lo recomiende tu proveedor de atención médica pediátrica) como Kate Farms Pediatric, Boost Kids Essentials o Pediasure.
A los 12 meses, el agua debe ser una parte regular de la dieta de tu hijo(a) y ya no está restringida si tu niño(a) pequeño(a) está consumiendo la mayoría de sus calorías a través de alimentos sólidos.
Las soluciones de rehidratación oral pediátrica son aceptables para un par de días, bajo supervisión médica.
Los tiempos que estamos viviendo son excepcionalmente estresantes. Afortunadamente hay algunos consejos y trucos que puedes intentar:
Habla con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) y/o el dietista pediátrico(a) para obtener orientación individualizada
Busca si el tipo de fórmula infantil que usas se puede cambiar a una marca o versión más disponible, como uno de marca genérica, una clase de fórmula diferente o fórmulas en polvo o listas para alimentar.
Pregúntales a tus amigos o familiares si tienen fórmula disponible que puedan compartir.
Comunícate con las compañías de fórmulas, visita sus sitios web y usa la función de localizador de tiendas, llama a la compañía y ve si tienen fórmulas y recursos adicionales.
Ponte en contacto con el banco de leche materna local para ver si tienen leche materna donada disponible para comprar.
Intenta comprar fórmula en tiendas pequeñas y farmacias (no solo en supermercados grandes) en caso de que tengan más inventario de fórmulas.
Si te es posible, considera comprar fórmula infantil en línea por medio de un minorista de buena reputación.
Consulta nuestra tabla anterior para obtener un resumen sobre cómo navegar la escasez de fórmulas infantiles por edad y nuestra tabla a continuación acerca de las diferentes fórmulas infantiles por clase y marca.
Afortunadamente, hay algunos pasos que puedes seguir en esta situación:
Ve al sitio web de la marca de tu fórmula y usa su función de localización de tiendas para encontrar la fórmula en algún lugar cerca de ti. Si no hay ninguno disponible, habla con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) y o el/la dietista pediátrico(a) sobre la posibilidad de cambiar su tipo de fórmula (siempre y cuando sea apropiado) y/o cambiarte a una marca genérica. Consulta nuestra tabla para obtener información más específica sobre las fórmulas.
Pregunta si el consultorio de el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) local o el consultorio de WIC (si te corresponde) tiene fórmula de respaldo.
Llama a la compañía de fórmulas y pregunta si tienen un suministro que te puedan ofrecer para usar mientras que consigues la fórmula específica de tu bebé.
Intenta comprar en línea, a través de minoristas de buena reputación (Target, Buy Buy Baby, Walmart, Costco, Sam's Club, Instacart y más) que pueden tener inventario de diferentes fórmulas, pero también prueba directamente desde el sitio web de los fabricantes.
También puedes probar tiendas o locales más pequeños, por ejemplo, la tienda de abarrotes local, farmacias, etc., o ir a las tiendas tan pronto como abran.
Pregúntale a tu tienda local cuándo esperan que llegue el próximo envío de fórmula y planea llegar a la tienda en ese momento.
En términos generales, sí. Sin embargo, asegúrate de hablar con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) y/o el/la dietista pediátrico(a) para obtener orientación individualizada. Por lo general, las fórmulas dentro de una clase similar se pueden usar indistintamente, sin embargo, no debes cambiar entre diferentes clases de fórmulas infantiles a menos que te lo indique el/la proveedor(a) de salud de tu bebé. Consulta nuestra tabla para obtener orientación sobre opciones alternativas y discútelo con tu equipo médico.
Sí, solo ten en cuenta que las fórmulas listas-para-alimentar son significativamente más costosas. Si bien generalmente se recomiendan para bebés de 0 a 2 meses, las fórmulas listas para alimentar tienen una composición de nutrientes similar a la de las fórmulas en polvo.
¡Absolutamente! Todas las fórmulas infantiles de los Estados Unidos están estrictamente reguladas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) y deben proporcionar los nutrientes esenciales que un(a) bebé necesita para crecer de manera óptima. Las marcas de la tienda ofrecen una amplia gama de fórmulas dependiendo de tus necesidades. Si es posible, permanece dentro de la misma clase de fórmula. Si no hay disponible, no cambies de clase de fórmula antes de hablar con tu proveedor(a) médico o el/la dietista pediátrico(a) de tu hijo(a). Además, ten en cuenta que, al igual que con cualquier otro cambio de fórmula, la barriguita de tu bebé puede tardar un par de días en adaptarse a una nueva fórmula.
No. Diluir la fórmula de el/la bebé puede provocar deshidratación, desequilibrios electrolíticos, problemas renales, pérdida de peso e incluso convulsiones. La fórmula infantil está diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales exactas de los/las bebés; diluirla puede resultar en que el/la bebé no obtenga vitaminas y minerales esenciales necesarios para un crecimiento y desarrollo óptimos.
Depende. Si el/la bebé está cerca de cumplir 12 meses de edad y tiene una dieta variada y bien balanceada que incluye bastantes alimentos ricos en hierro, entonces puede ser seguro dejar de usar la fórmula, sin embargo, asegúrate de discutir esto primero con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) y/o el/la dietista pediátrico(a) antes de hacerlo. Si el/la bebé tiene menos de 11 meses, no se recomienda dejar de usar la fórmula, ya que todavía está proporcionando la mayoría de las necesidades nutricionales de el/la bebé. Suspender la fórmula antes de que el/la bebé esté listo(a) podría provocar deshidratación y afectar el crecimiento. Antes de hacer cualquier cambio o suspender la fórmula de tu bebé, habla con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) y/o el/la dietista pediátrico(a) para obtener orientación individualizada.
Comunícate con el/la proveedor(a) de atención médica y/o el/la dietista pediátrico(a) de tu hijo(a). Con una guía muy específica, ciertas fórmulas se pueden concentrar o diluir, pero esto solo se debe hacer caso por caso, según sea necesario, bajo supervisión médica y nutricional. Hacerlo sin la orientación adecuada puede resultar en una fórmula excesivamente concentrada o inadecuadamente concentrada, lo cual podría ser problemático para los riñones, la nutrición y el equilibrio electrolítico de tu bebé.
Sí, pero habla con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) y/o el/la dietista pediátrico(a) sobre las maneras en que se puede diluir la fórmula de manera segura para evitar los desequilibrios electrolíticos por el exceso de agua.
No, a menos que el/la proveedor(a) de atención médica y/o el/la dietista de tu hijo(a) te lo haya indicado explícitamente. Ciertas fórmulas se pueden concentrar o diluir, pero esto solo debe hacerse caso por caso, según sea necesario, con supervisión médica continua. De lo contrario, continúa siguiendo las instrucciones de preparación en el recipiente de la fórmula.
En términos generales, sí. Solo asegúrate de seguir las instrucciones de tu dietista pediátrico(a) para mezclar los lotes y procura minimizar el desperdicio de fórmula. Al preparar lotes grandes de fórmula, como para la alimentación por sonda, es importante mantener la fórmula preparada que aún no se ha utilizado en el refrigerador para prevenir el crecimiento de bacterias dañinas que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos.
Sí, siempre y cuando la fórmula sea del tipo correcto, se haya almacenado y manipulado correctamente y no haya caducado, está bien apoyarte en tu familia y amigos para obtener ayuda con la fórmula durante estos tiempos sin precedente.
No. La fórmula para bebés está cuidadosamente diseñada para imitar la composición nutricional de la leche materna. Las fórmulas caseras conllevan riesgos significativos para la salud, como ser nutricionalmente inadecuadas y tener un alto riesgo de ser contaminadas por bacterias dañinas. Pueden causar problemas de salud fatales como anomalías electrolíticas, insuficiencia renal, infecciones bacterianas y más. Bajo ninguna circunstancia debes hacer fórmula casera.
Depende, está bien si se compra a un vendedor en línea de buena reputación. Sin embargo, evita comprar fórmulas de vendedores de mala reputación y proveedores externos, como Ebay, Craigslist, Facebook Marketplace u otros. Comprarle fórmula a vendedores externos de mala reputación puede resultar en estafas, fórmula caducada y manipulación de la calidad de la fórmula. Siempre es mejor comprar de un minorista de confianza como una tienda de comestibles, farmacia o directamente del fabricante de la fórmula.
Si la leche materna se congeló y descongeló adecuadamente, entonces está bien ofrecer leche materna previamente congelada. Es aceptable almacenar la leche materna en un congelador profundo con un refrigerador adjunto (0 ° F o -18 ° C) durante un máximo de 6 meses y en un congelador profundo (-4 ° F o -20 ° C) durante un máximo de 9-12 meses. Cuanto antes la uses, mejor. La leche materna congelada dura de forma segura en el congelador por aproximadamente un mes mientras conserva la mayoría de los nutrientes. Consulta nuestra página de preguntas frecuentes sobre la leche para obtener más orientación.
Si puedes hacer una donación generosa de leche materna a tu banco de leche local, puede ser de gran ayuda para las familias necesitadas, así como para los/las bebés recién nacidos médicamente vulnerables y hospitalizados que dependen de la leche materna de donantes. Llama a tu banco de leche local para obtener detalles sobre cómo puedes ayudar a las familias necesitadas.
Solo en circunstancias extremas y cuándo/si el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) lo aconseja. Consulta nuestra sección sobre "Cómo navegar la escasez de fórmula infantil por edad" para obtener más detalles.
En términos generales, como residente de los Estados Unidos, no se recomienda utilizar fórmulas europeas. Sin embargo, estas son circunstancias excepcionalmente atenuantes. Si eliges usar fórmulas europeas, como residente de los Estados Unidos, úsalas con extrema precaución, ya que los estándares nutricionales europeos y los métodos de manejo pueden variar mucho. Ten en cuenta que muchas fórmulas europeas no están aprobadas por la FDA y muchas han sido retiradas del mercado debido a que no cumplen con ciertos estándares. Además, las noticias sobre los retiros de fórmulas europeas no siempre llegan a los residentes fuera de Europa y pueden resultar en el consumo de fórmulas infantiles inseguras.
No. No uses ninguna fórmula que parezca abollada, dañada y/o vencida, ya que pueden contener bacterias dañinas que podrían causar enfermedades graves a tu bebé. Además, después de su fecha de vencimiento, los nutrientes en la fórmula comienzan a degradarse y las bacterias y el moho pueden comenzar a crecer, lo cual puede ser peligroso para los/las bebés.
Según la CDC (Centros de Control de Salud de Estados Unidos), una lata de fórmula en polvo que se ha abierto puede durar hasta un mes. Sin embargo, esto puede variar de una marca a otra. Si bien la fecha de caducidad o vencimiento en ciertas fórmulas puede ser de hasta un año después de su fabricación, por favor abstente de comprar más de 2-3 semanas para permitir que todas las familias tengan acceso a la fórmula infantil que necesitan para mantener a sus bebés seguros.
Al ajustar las marcas o tipos de fórmula, puede haber ajustes naturales que ocurren en el sistema digestivo de el/la bebé. Puede tomar de unos días a un par de semanas para que el sistema digestivo de el/la bebé se acostumbre a una nueva fórmula. En caso de que tengas dudas, habla con el/la proveedor(a) de atención médica o el/la dietista pediátrico(a) de tu hijo(a) para obtener más orientación. Nuestra página sobre cuando preocuparte por la popó de el/la bebé es un recurso útil para obtener más información sobre los patrones de caca del bebé.
Al introducir fórmula por primera vez o, incluso, al cambiar de fórmula, no es raro que a el/la bebé le tome un tiempo adaptarse al olor y sabor de la fórmula nueva. Afortunadamente, hay algunos consejos que pueden ayudar a el/la bebé a aceptar la fórmula con más éxito:
Mezclar mitad y mitad: Antes de que se termine la fórmula vieja, o la leche materna: Prepara tanto la fórmula nueva como la vieja de acuerdo a las instrucciones de la lata (no aplica si usas leche materna). Combina la: 1) fórmula vieja y 2) fórmula nueva en proporciones de 1:1, o 1) leche materna y 2) la nueva fórmula en proporciones 1:1. Por ejemplo, una botella de leche de 4 onzas consistiría en 2 onzas de la nueva fórmula y 2 onzas de la fórmula antigua, o leche materna. Este método ayuda a introducir el sabor de la nueva fórmula a el/la bebé. Poco a poco, puedes ir aumentando la proporción de la nueva fórmula. Si tienes la posibilidad, es útil trabajar con un(a) dietista pediátrico(a) para obtener orientación específica sobre este proceso.
Incorpora la fórmula nueva en los alimentos de el/la bebé: Considera mezclar la fórmula preparada (de acuerdo con las instrucciones de la lata) con alimentos como cereales calientes, gachas y otros alimentos. Incluso puedes congelarlos en forma de paleta para una experiencia divertida, novedosa e intrigante dependiendo de si el/la bebé está listo(a) en términos de desarrollo. Nuestra página de paletas para bebés y niños pequeños ofrece más orientación.
Mantén la calma, comienza poco a poco e inténtalo de nuevo: haz lotes más pequeños de la fórmula nueva para minimizar el desperdicio. Si ya te quedaste sin la leche original de el/la bebé, tranquilo(a), tienes recursos y apoyo. Cuando el/la bebé muestre señales de hambre, mantén la calma y ofrece un biberón. Si el/la bebé rechaza el biberón, dale a el/la bebé un poco de tiempo y un descanso antes de volver a ofrecerlo de manera amorosa y tranquila. A veces, ofrecer el biberón en un ambiente diferente, como una habitación o ubicación diferente, puede ayudar con la aceptación. La mayoría de los/las bebés se darán cuenta rápidamente de que no hay otras opciones y pronto aceptarán la nueva fórmula, aunque la aceptación total puede tardar unos días. Si el/la bebé continúa rechazando el biberón de fórmula nueva a pesar de todos tus esfuerzos, comunícate con el/la proveedor(a) de atención médica de el/la niño(a).
No. No le des leche no pasteurizada (cruda) de ningún tipo a tu bebé. La leche no pasteurizada (cruda) puede transportar bacterias dañinas y otros patógenos, como Salmonella, E. Coli, y Listeria, entre otros. Si bien cualquier persona, independientemente de su edad, puede enfermarse, los/las bebés tienen un riesgo elevado de casos fatales de enfermedades transmitidas por los alimentos debido a que su sistema inmunológico está subdesarrollado.
No, no guardes, refrigeres o recalientes la fórmula sobrante que ya se le ofreció a el/la bebé. Las bacterias de la boca de el/la bebé pueden contaminar la fórmula y hacer que el/la bebé se enferme más adelante. En su lugar, intenta hacer lotes más pequeños de fórmula para reducir el desperdicio y conservar la fórmula.
Ponte en contacto con tu banco de leche local para ver si tienen leche materna para comprar. Pregúntale a el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a) si el/la bebé califica para una receta médica. Ciertos bancos de leche ofrecen leche materna sin receta médica.
Sí, comunícate con el/la proveedor(a) de atención médica de tu hijo(a), ya que pueden recomendarte un especialista en lactancia para obtener apoyo adicional con la lactancia o brindarte asesoramiento sobre cómo navegar la escasez de fórmula infantil. Si recibes beneficios de WIC, llama a tu agencia local de WIC para obtener ayuda y apoyo para la lactancia.
Posiblemente. La ley federal de Tiempo de Descanso para Madres Lactantes requiere que todos los empleadores cubiertos por la Ley de Normas Laborales Justas (FLSA) proporcionen prestaciones (como tiempo para extraer la leche y un lugar para hacerlos) para todas las personas lactantes. Si crees que tus derechos de extracción de leche están siendo violados, comunícate con un abogado o representante legal para obtener orientación. Muchos(as) abogados(as) en la comunidad ofrecen consultas gratuitas.
Agencia de Acción Comunitaria (CAA, por sus siglas en inglés) - Tu Agencia de Acción Comunitaria local puede proporcionarte una fórmula o ponerte en contacto con otras agencias locales que pueden tener diferentes fórmulas en sus inventarios.
Human Milk Banking Association of North America (HMBANA): Si bien algunos bancos de leche materna pueden requerir una receta de un profesional médico, la mayoría de los bancos de leche acreditados por HMBANA han estado distribuyendo leche materna donada a padres/madres necesitados sin receta médica.
2-1-1 de United Way: Puedes llamar para ponerte en contacto con un(a) especialista que pueda guiarte a encontrar la despensa de alimentos más cercana y otros recursos para encontrar fórmula infantil local.
Feeding America: Los bancos de alimentos locales pueden tener fórmula infantil en su inventario.
Líneas directas del fabricante: Algunos fabricantes, incluidos Gerber, Abbott y Reckitt, tienen líneas urgentes de solicitud de productos (puedes pedirle a tu proveedor de atención médica y/o a tu dietista pediátrico(a) que envíe una solicitud urgente de productos).
El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños (WIC, por sus siglas en inglés) - Algunos programas de WIC han anunciado que las personas que reciben beneficios pueden comprar diferentes fórmulas utilizando sus beneficios de WIC debido al retiro de Abbott. Visita el sitio web de WIC de tu estado para verificar si esto se te aplica.
Comparte este artículo gratuito con familiares y amigos y en tus canales de redes sociales para ayudar a otros a obtener acceso a más recursos.
Si tienes latas o biberones adicionales sin abrir de fórmula para bebés o niños(as) pequeños(as) que tu hijo(a) ya no necesita, dónalos antes de que caduquen.
Si eres una persona lactante y tienes leche extraída adicional, considera la donación de leche. Ponte en contacto con tu banco de leche local para obtener más información sobre cómo presentar una solicitud.
Por favor, no acumules fórmula y sólo compra lo que necesitas para no más de 2-3 semanas a la vez. Ten en cuenta a los demás y considera que hay muchas familias que no tienen acceso inmediato a la información más reciente, las compras en línea y otros recursos.
Mantente al pendiente de tus amigos(as), círculos sociales y familiares con niños(as) que dependen de la fórmula. Lo que está en escasez en ciertas áreas puede no serlo en otras, y puedes ayudar estando atento(a) durante tus viajes de compras regulares.
Si tu niño(a) pequeño(a) está tomando fórmula para bebés o niños(as) pequeños(as) y está consumiendo una dieta variada y creciendo bien, considera suspender su uso (a menos que el/la proveedor(a) de atención médica o el/la dietista pediátrico(a) de tu hijo(a) le indique lo contrario).
Revisado por:
Alexia Derma Salazar, MS, CCC-SLP/L
Venus Kalami, MNSP, RD, CSP. Dietista y nutricionista pediátrica certificada por la junta.
Corina Aycinena Marcos, MS, RD. Dietista Registrada y Nutricionista Clínica/Salud Pública.
Dra. Rachel Ruiz, MD. Pediatra certificado por la junta y gastroenteróloga pediátrica.
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