Las arcadas son un reflejo protector natural que provoca la contracción de la parte posterior de la garganta para protegernos del ahogamiento. Al igual que la patada reflexiva que ocurre cuando el médico golpea tu rodilla en un lugar específico, la arcada ocurre automáticamente, iniciando una contracción rítmica de la faringe (el tubo que conduce al estómago) de abajo hacia arriba para ayudar a subir la comida y evitar que el reflejo de deglución haga que nuestro cuerpo trate de tragar.
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La deglución es un reflejo complejo con múltiples líneas de defensa incorporadas para evitar el ahogamiento. Estas acciones ocurren de manera reflexiva, lo que significa que el tronco encefálico le dice a nuestro cuerpo que las haga, son involuntarias. Hay tres líneas de defensa importantes que tenemos con cada deglución.
1. Cuando tragamos, nuestras cuerdas vocales, que son como puertas corredizas dentro del tubo respiratorio, se juntan, cerrando las vías respiratorias y evitando que los alimentos entren en los pulmones.
2. Los músculos de la garganta elevan el tubo de respiración ligeramente hacia arriba y hacia adelante, colocándolo fuera del camino por donde pasa la comida en un lugar seguro.
3. La epiglotis, una pequeña lámina de cartílago, se inclina hacia abajo para cubrir las vías respiratorias formando un sello hermético con las articulaciones que ayudan a mover las cuerdas vocales.
Al igual que cualquier sistema funcional, tenemos un medio de respaldo de seguridad ya incorporado. Incluso tenemos un medio de respaldo de seguridad para los medios de respaldo que se activan si es necesario. Por ejemplo, si algo se acerca demasiado a la abertura de las vías respiratorias, incluso antes de que tenga la oportunidad de entrar, las cuerdas vocales se cierran de inmediato (el nombre técnico para esto es el reflejo aductor laríngeo) y nuestro cuerpo tose de inmediato para empujar el objeto lejos del tubo de respiración. Nuestros cuerpos son muy hábiles para mantenernos a salvo.
Primero, es importante distinguir la diferencia entre ahogamiento y arcadas.
El verdadero ahogamiento ocurre cuando las vías respiratorias están obstruidas y el bebé tiene problemas para respirar. Los signos de que un(a) bebé se está ahogando pueden incluir:
incapacidad para llorar
dificultad para respirar
la piel tirando hacia el pecho
mirada de terror
sonidos agudos
cambios en el color de la piel (que van de azul a púrpura o cenizo)
Si sospechas que el/la bebé se está ahogando, comienza primeros auxilios inmediatamente, alternando palmadas firmes en la espalda y compresiones en el pecho y llama al número de emergencia en altavoz para tener las manos libres. Si hay otra persona presente, una persona debe realizar inmediatamente los primeros auxilios por ahogamiento mientras la otra llama al número de emergencias. Realiza la RCP apropiada para la edad si crees que las vías respiratorias del/a bebé están abiertas pero no respira.
Por otro lado, las arcadas son un reflejo protector común que resulta en la contracción de la parte posterior de la garganta. Es una función natural y nos protege del ahogamiento. Cuando esto sucede, es importante dejar que el bebé saque la comida por sí solo. Evita meter los dedos en la boca del bebé, lo que podría empujar el objeto hacia la garganta y empeorar la situación.
Te recomendamos encarecidamente que tomes una clase de RCP (Resucitación cardiopulmonar) en línea o en un centro de salud local y que revises los procedimientos de seguridad. Nuestra Guía de rescate de bebés y Guía de rescate de niños pequeños también pueden ayudarte a visualizar la diferencia. Algunos recursos adicionales:
Las arcadas son un reflejo completamente normal en bebés, niños(as) y personas adultas por igual. Las arcadas son muy comunes y sucederán mucho en el proceso de introducción de alimentos sólidos. Todos(as) los(as) bebés tienen arcadas en este proceso; de hecho es beneficioso para el/la bebé mientras aprende cómo comer. La buena noticia es que los(as) bebés generalmente superan las arcadas después de un par de meses de práctica con alimentos de diferentes texturas.
Los(as) bebés a menudo tienen arcadas desde antes de comenzar a comer sólidos, cuando se alimentan con el pecho o con biberón. Por lo general, esto ocurre cuando el/la bebé no está bien prendido(a) y el pezón activa el reflejo nauseoso, o si el/la bebé no está listo(a) para tragar leche por cualquier motivo. Algunos(as) bebés tienen arcadas cuando el reflejo de eyección de leche es demasiado rápido. Otros(as) tienen arcadas cuando necesitan recuperar el aliento en lugar de tragar. Muchos(as) bebés tendrán arcadas con un chupón o con ciertas mamilas de biberón si no están familiarizados(as) con ellos. Estas arcadas ocurren porque el cerebro está tratando de proteger al/a bebé para que no se trague a un “intruso” o algo que el/la bebé no está listo(a) para tragar. Este reflejo nauseoso generalmente disminuye durante los primeros meses de vida del/a bebé cuando el/la bebé se “insensibiliza” y aprende a aceptarlo (chupete, pezón o textura de la comida) sin arcadas. Estas arcadas ocasionales a una temprana edad no parecen molestar a la mayoría de los bebés.
Curiosamente, el reflejo de arcadas de un bebé de 6 a 10 meses es mucho más sensible y puede desencadenarse más hacia adelante en la lengua que un adulto. Esta es la razón por la que los bebés tienen arcadas fácilmente: cuanto más adelante se estimula el reflejo nauseoso en la lengua, más fácil es desencadenar las arcadas. No es raro que los bebés tengan arcadas (y ocasionalmente vomiten) durante las primeras semanas de sólidos. Si el bebé tiene arcadas y vomita repetidamente después del primer mes de comenzar con sólidos, consulta a tu pediatra, quién puede referirte a un especialista en deglución.
Mira nuestro video (disponible con subtítulos en español) de arcadas y el resto de cosas típicas, pero a veces angustiantes, que hacen los bebés al comenzar la alimentación complementaria.
Cooper, 6 meses, tiene arcadas con puré de manzana.
Ronan, 7 meses, tiene arcadas con un arándano aplastado, escupe un poco, y sigue comiendo.
Quentin, 8 meses, tiene arcadas y tos comiendo pan con aguacate. El pan es notorio por activar las arcadas ya que se adhiere a la saliva en la lengua.
Cuando se activa el reflejo nauseoso, esto obliga a que se cierre la parte posterior de la garganta, lo que esencialmente evita la deglución. Si la comida hizo que el/la bebé tuviera arcadas, este reflejo empuja la comida hacia la parte delantera de la lengua. Los(as) bebés pequeños(as) abren naturalmente los labios cuando tienen arcadas, lo que significa que, por lo general, la comida u objeto que causó la arcada sigue saliendo de la boca.
Las arcadas son completamente normales e increíblemente importantes para la seguridad del/a bebé, tanto en la mesa como fuera de ella.
Para que los(as) bebés desarrollen las habilidades para masticar y manejar todos los alimentos (no solo los alimentos fáciles de masticar), debemos brindarles la oportunidad de cometer errores, como comer un bocado demasiado grande. Cuando un(a) bebé muerde demasiada comida y no puede moverla adecuadamente para masticar, el reflejo nauseoso se activará y ayudará a empujar la comida hacia adelante. Esta experiencia le enseña al/a bebé que el pedazo de comida era demasiado grande para tragarlo. Estas experiencias son esenciales para aprender y desarrollar la confianza en morder y desgarrar. Con el tiempo, el/la bebé aprenderá a tomar bocados más pequeños y se volverá más hábil para mover los alimentos para masticarlos correctamente.
Una vez que el/la bebé tenga varias semanas comiendo alimentos sólidos, puede usar el reflejo nauseoso a su favor. Ofrece alimentos que no sean tan fáciles de masticar para ayudar a que el desarrollo oral del/a bebé avance más rápidamente. Cuando la comida mal masticada toca la lengua, el reflejo nauseoso hará su trabajo y el/la bebé aprenderá que necesita masticar más la comida.
Es importante desafiar al/a bebé antes de que se acostumbre demasiado a los purés y los alimentos blandos. Los(as) bebés aprenden rápidamente que masticar y tragar purés y otros alimentos fáciles de masticar satisface fácilmente su hambre con un trabajo mínimo. Muchos(as) bebés no se molestarán en tratar de mejorar sus habilidades con consistencias difíciles que requieren de mas morder o desgarrar, y pueden rechazar los alimentos desafiantes y esperar los alimentos más fáciles.
Hillis, 6 meses, tiene arcadas con un puré de vegetales.
Addie, 9 meses, tiene arcadas y tose con espárragos, y los empuja hacia el frente de la boca con éxito.
Ysabella, 8 meses, tiene arcadas con pitaya morada.
Cuando se trata de bebés pequeños(as), el reflejo nauseoso se activa fácilmente. Si tocas el medio de su lengua, muchos(as) bebés tendrán arcadas. Si observas a un(a) bebé de 3 a 4 meses metiéndose las manos y los dedos a la boca, verás que le dan arcadas con frecuencia. Esto es común y normal. Por lo general, a los(as) bebés no les molesta y, a menudo, seguirán haciéndolo.
Nuestra boca es una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo. La boca humana tiene muchos receptores sensoriales para detectar el tacto, el gusto, la temperatura, la presión y otros tipos de estimulación. Los(as) bebés se sienten impulsados(as) a explorar con la boca para aprender sobre su mundo simplemente porque la boca es sensible. La exploración con la boca podría ser peligrosa si los(as) bebés no tuvieran el reflejo nauseoso como una red de seguridad natural.
Es importante destacar que los(as) bebés pequeños(as) tienen una coordinación inmadura de las manos y dedos, lo que significa que no pueden sacarse fácilmente algo que se meten a la boca. También su coordinación motora oral (de la lengua y la boca) está inmadura. No pueden usar la lengua facilmente para localizar un objeto en la boca y escupirlo. Esta es otra razón por la que las arcadas son un reflejo de protección, ya que permite que un(a) bebé se meta un objeto en la boca y lo empuje hacia afuera sin dejar que se acerque a la garganta. Cuando los(as) bebés se llevan cosas a la boca, las arcadas les indican cuándo algo no debe estar allí y evita que se acerque demasiado a la garganta.
Desde el nacimiento hasta alrededor de los 9 meses, las arcadas se activan cerca de la parte frontal de la boca (alrededor del medio de la lengua). A esta edad, las arcadas son mas sensibles que nunca. Esto es importante para la protección porque cualquier objeto (comida o cualquier otra cosa) activará rápidamente las arcadas y será expulsado antes de que pase la mitad de la lengua.
En algún momento alrededor de los 7-12 meses de edad, las arcadas se desensibilizan lentamente. El punto de activación se mueve desde el medio de la lengua a la parte posterior de la lengua en dirección a la garganta. En este momento, la comida u objetos pueden acercarse mucho más a la garganta antes de que el cuerpo reconozca que algo es demasiado grande para tragar e intente expulsarlo. Esto puede sonar aterrador, pero recuerda, ¡nuestros cuerpos son increíbles! Las arcadas permanecen activas y fuertes, por lo que si algo (comida, zapato de Barbie, insecto, etc.) toca la parte posterior de la lengua, la parte posterior del paladar (techo de la boca) o incluso la parte posterior de la garganta, las arcadas aún se activan.
Mahalia, 10 meses, tiene arcadas con una naranja que está queda pegada a su lengua. Si miras de cerca, puedes ver que la naranja en realidad no está tan atrás en su boca, sino más bien en el medio. Se recupera muy bien y sigue comiendo.
Adie, 12 meses, tiene arcadas y tos con un trozo de pan. El pan se adhiere fácilmente a la saliva de nuestra lengua y puede desencadenar el reflejo nauseoso fácilmente. Como ves aquí, Adie se recupera sin problema y sigue comiendo.
El umbral de lo que activa las arcadas y la intensidad con que suceden es diferente en cada bebé, pero la mayoría de los bebés pasarán por un período en el que cualquier cosa más espesa que la leche materna o fórmula, les causará arcadas. El cerebro dice: “¡Espera, esto no está bien! ¡No debería tragarme esto! ¡ARCADA!" Muchos tendrán arcadas aun con cucharaditas de puré uniforme y blando.
Hasta el día especial en que decidas comenzar con los alimentos sólidos, el/la bebé no ha tenido que consumir nada más que un líquido que fluye rápidamente. Dale algo un poco más espeso, resbaladizo y con un sabor diferente y el cerebro del/a bebé se activará con mecanismos protectores activando las arcadas para evitar tragar el puré invasor. Por lo general, esto dura poco tiempo porque los purés finos son bastante similares a los líquidos y la textura no causará arcadas por mucho tiempo.
Los(as) bebés saben que deben empujar la lengua contra el pecho o la mamila del biberón para iniciar la succión y mover el líquido hacia la garganta. La alimentación con cuchara puede presentar desafíos motores orales únicos. Al darle una cucharada de puré y ponerla en el medio de la lengua, el/la bebé no tiene nada que succionar o empujar y aún no conoce las habilidades para ayudar a mover esa comida hacia atrás. Debido a que no puede mover el puré hacia atrás rápidamente, se queda sentado en medio de la lengua o comienza a esparcirse dentro de la boca, lo que puede provocar arcadas. Muchos(as) bebés succionan la cuchara para ayudarlos a mover rápidamente el puré para tragarlo, tal como lo harían con un biberón o en el pecho. Esos(as) bebés, que encontraron una forma de controlar el puré, a menudo tragarán fácilmente con muy pocas o nada de arcadas.
Si bien no todos(as) los(as) bebés que son alimentados(as) con cuchara tienen arcadas, muchos sí las tienen. No es poco común que cuando un(a) bebé es alimentado(a) exclusivamente con cuchara durante un período de tiempo prolongado (pasados los 8 meses de edad, por ejemplo), ese(a) niño(a) tenga más arcadas cuando comienza a comer bocados debido a la falta de exposición a texturas diferentes.
Max, 4 meses, tiene arcadas con cereal de arroz.
Levi, 6 meses, tiene arcadas con puré de vegetales.
Jai, 6 meses, tiene arcadas con puré de calabaza y su mamá (con razón) le pide a su pareja no intervenir.
Cuando un(a) bebé comienza la alimentación complementaria con purés y bolsas de comida, la lengua recibe menos información sensorial. Aunque los(as) bebés también tienen arcadas con los purés, se aclimatan a la textura suave o descubren cómo usar la cuchara para succionar y tragar, lo que reduce las arcadas. Sin embargo, todos(as) los(as) bebés tendrán períodos de arcadas cuando se les ofrezca bocados por primera vez, ya sean bebés de 6 meses o bebés mayores que hayan sido alimentados con cuchara. Cuando se le ofrecen bocados por primera vez al/a bebé, su cerebro activa una respuesta de protección: “¡Esto no está bien! ¡No sé cómo mover esto! ¡No deberíamos tragar esta comida! " A menudo, este período de arcadas durará más en los(as) bebés que comenzaron con el método de la alimentación con cuchara.
En el 2016, el estudio "BLISS" encontró que los(as) bebés que siguen un método tradicional de introducción a la alimentación complementaria (purés suaves con cuchara > purés grumosos > bocados) tienden a tener menos arcadas a los 6 meses, pero más a los 8 meses y después. Recuerda: alrededor de los 8 meses, el reflejo nauseoso de un(a) bebé se vuelve menos sensible y se mueve más hacia la parte posterior de la boca. Esto significa que la comida está más cerca de la garganta antes de que el cuerpo reaccione e intente expulsarla. En otras palabras, esperar para introducir bocados hasta que el/la bebé tenga 8 o 9 meses puede aumentar el riesgo de ahogamiento, ya que el reflejo nauseoso es menos sensible, se encuentra más atrás en la boca, y el/la bebé no está acostumbrado a texturas que no sean alimentos blandos dados en cuchara.
A los 8-9 meses de edad, un(a) bebé alimentado(a) con cuchara ha estado practicando una habilidad muy específica para comer. “Los purés entran en mi boca. Succiono o elevo la lengua para mover ese puré de comida hacia atrás y lo trago. " Los(as) bebés siempre comenzarán con la habilidad que conocen y tratarán de usar ese mismo patrón con los alimentos sólidos. Intentan mover ese alimento sólido directamente hacia atrás sin el paso necesario de mover el alimento lateralmente a sus encías para masticarlo. Este patrón motor a menudo conduce a más arcadas.
Cuanto mayor es el/la bebé, más consciente es de las arcadas y lo incómodas que pueden ser. Un(a) bebé de 9 meses es más consciente de las arcadas que un(a) bebé de 6 meses. La “teoría hebbiana”, que es un término sofisticado que usan los especialistas del cerebro, nos dice que las neuronas que se activan juntas crean conexiones entre sí. Esto significa que cuando una parte del cerebro se enciende simultáneamente como otra parte del cerebro, el cerebro comienza a construir una conexión entre esas dos áreas. Por lo tanto, las arcadas frecuentes a medida que el/la bebé crece y se vuelve más consciente de su cuerpo, pueden generar problemas para algunos(as) bebés que parecen establecer una conexión entre los alimentos sólidos y las arcadas. Estos(as) bebés parecen aprender rápidamente que los alimentos sólidos les generarán arcadas y puede llevar al rechazo de cualquier alimento que no sea puré. En contraste, los(as) bebés más pequeños no parecen verse tan afectados(as) como los(as) bebés mayores y los(as) niños(as).
A los 6 meses de edad, el reflejo nauseoso es necesario para la exploración de alimentos. Es lo que permite que un(a) bebé pequeño(a) con habilidades prácticamente nulas de masticación se lleve un trozo de comida a la boca y, si es demasiado grande para tragar, sacarlo de manera segura.
Los(as) bebés aprenden a hacer cosas asombrosas (sentarse, gatear, caminar y correr) usando sus reflejos, explorando a tientas y cometiendo muchos errores mientras desarrollan fuerza poco a poco, agregando un movimiento sobre otro. Lo mismo se aplica cuando aprenden a masticar: los(as) bebés utilizan los reflejos junto con el tanteo a medida que aprenden.
Sorprendentemente, los(as) bebés tienen otros dos reflejos clave, el reflejo de masticación y el reflejo de lateralización de la lengua, que les ayudan a aprender a masticar de inmediato a los 6 meses. Para que los alimentos se mastiquen correctamente, el/la bebé debe:
Dar un mordisco.
Mover la comida hacia el lado (lateralización de la lengua).
Masticar con un movimiento hacia arriba y abajo para descomponer la comida.
Mover la comida de regreso a la lengua para tragarla.
Cuando los(as) bebés comienzan a comer bocados por primera vez, tendrán dificultad para usar sus reflejos de masticación y de lateralización de manera coordinada. Simplemente, ¡andan a tientas! Mientras que los(as) bebés aprenden a comer, no trituraran los alimentos lo suficiente como para tragarlos con seguridad, lo que requiere el reflejo nauseoso para expulsar los alimentos no masticados. Pero cada vez que el bebé hace eso, aprende dónde está la comida en la boca. Lenta y gradualmente, los(as) bebés aprenden a llevar la comida a diferentes partes de la boca. Aprenden que su lengua puede ayudar a empujar la comida alrededor de la boca en muchas direcciones. Aprenden que su paladar, lengua, encías y saliva descomponen la comida a medida que se mueve alrededor de la boca. ¡Todas estas acciones convierten un alimento sólido en algo parecido a un puré!
Algunos(as) expertos(as) sugieren que los purés les enseñan a los(as) bebés a tragar correctamente y les dan práctica para tragar sólidos antes de presentarles la idea de masticar. La mayoría de los(as) bebés no necesitan que se les enseñe a tragar. La deglución es un reflejo profundo del tronco encefálico presente a las 15 semanas de gestación y bien establecido cuando se llega a término completo. Los(as) bebés ya saben tragar; ¡no hay necesidad de practicar! Curiosamente, las texturas más espesas son en realidad más fáciles de tragar para los(as) bebés (piensa en los purés), y nuestras terapeutas de alimentación explican que a los(as) bebés que tienen dificultad para tragar en realidad se les receta leche espesa para beber. Pero los purés sí le enseñan al/a bebé un patrón motor: meter la comida, moverla hacia atrás, tragar. Este es un patrón peligroso porque la mayoría de los alimentos sólidos requieren ser masticados antes de moverlos hacia atrás y poder tragarlos con seguridad. Creemos que los purés exclusivos son una pérdida de tiempo porque el/la bebé no está practicando la masticación y está practicando un patrón motor peligroso que debe desaprenderse.
Curiosamente, el estudio BLISS también demostró que los(as) bebés que empezaron la alimentación complementaria con bocados experimentaron más arcadas a los 6 meses, pero menos a los 8-9 meses a medida que desarrollaron más control y coordinación al mover la comida alrededor de la boca. Esto demuestra que los bebés a los que se les da la oportunidad de trabajar con bocados durante la introducción de sólidos, antes de los 8 meses de edad, desarrollan las habilidades motoras orales necesarias para una alimentación madura más rápidamente que los bebés alimentados con cuchara.
Después de un par de meses, la mayoría de los(as) bebés que comienzan a comer bocados con los dedos a los 6 meses de edad desarrollan la habilidad y la coordinación para masticar y mover los alimentos bien masticados hacia atrás para tragar con seguridad. El/la bebé se siente cómodo(a) con sus habilidades y está acostumbrado(a) a que los alimentos se muevan de esta manera. El cuerpo no activará una arcada tan fácilmente.
Por el contrario, los(as) bebés que comienzan con purés han tenido poca práctica de masticación desde los 6 a los 8 meses. Es probable que tengan menos coordinación para mover la comida alrededor de la boca, sean menos capaces de triturar la comida y estén a mayor riesgo en el caso de que la comida sea empujada más atrás de la boca de lo pueden manejar.
Levi, 9 meses, tiene arcadas con un bocado de sandía. Los jugos cítricos y de la sandía son notorios por provocar arcadas y es completamente normal.
Callie, 9 meses, tiene arcadas y tose con bocados de calabaza.
Koko, 10 meses, tiene arcadas con un bocado de sandía.
La alimentación exitosa no se trata solo de masticar, sino de sentir dónde está la comida en la boca y saber si se ha masticado “lo suficiente” para tragar de manera segura. Como personas adultas, la mayoría de nosotros podemos identificar y escupir disimuladamente un pequeño trozo de hueso o de cáscara de huevo que encontramos en un bocado de comida. Ya que esto sucede dentro de la boca, no estamos usando nuestros ojos; nuestro cerebro visualiza lo que sucede dentro de nuestra boca, aunque rara vez vemos lo que sucede allí. Tenemos una imagen mental de nuestra boca y donde todo está en relación con otras partes. Al comienzo, los bebés no tienen este "mapa mental" de su boca.
Para ayudarte a comprender cuán necesario es un mapa mental, piensa en los bebés al aprender a pararse. Antes de que puedan hacerlo, necesitan desarrollar una "conciencia corporal" o, esencialmente, un "mapa" mental de dónde están todas las partes de su cuerpo en relación con las demás. El/la bebé se acuesta en el suelo y aprende lentamente a rodar antes de sentarse. Rodar y tocar todo su cuerpo, de la cabeza a los pies, mientras que sus músculos empujan y jalan, ayuda a formar el “mapa” mental de su cuerpo. Necesitan recibir información sensorial profunda en todo su cuerpo para agregar todos los detalles a ese mapa. Un pequeño toque en una parte de su cuerpo o un ligero roce de tu mano sobre su cuerpo ayuda un poco, pero no es suficiente. Es la sensación firme del piso en todo el cuerpo mientras mueve los músculos lo que realmente parece formar un mapa claro.
Lo mismo ocurre con el interior de la boca. Cuando las cosas tocan el interior de nuestra boca, un mapa se "dibuja" poco a poco en nuestro cerebro. A medida que los(as) bebés desarrollan el mapa del interior de su boca, ganan más control y descubren cómo mover la comida de manera adecuada. También adquieren más confianza en su habilidad para mover la comida. Este control parece ayudar a calmar las arcadas y moverlas más hacia atrás en la boca con el tiempo. El/la bebé no necesita el reflejo nauseoso para comer una vez que tiene un mapa claro y una coordinación eficiente. Ahora tiene control para masticar la comida, saber si ha masticado lo suficiente, moverla hacia atrás para tragarla, o escupirla y volver a intentarlo.
Sabemos que muchos tipos de estímulos sensoriales en la boca ayudan a los(as) bebés a formar el "mapa mental", pero que los estímulos más intensos son más efectivos que los estímulos leves. (Piensa en la diferencia entre un abrazo fuerte y un cosquilleo en el hombro).
Hay dos tipos de información sensorial que los terapeutas de alimentación saben que son más efectivos para el aprendizaje sensoriomotor:
Tacto: cuando la comida toca una o varias partes de la boca.
Mensajes de los músculos y articulaciones o información propioceptiva: cuando la boca roe o mastica alimentos firmes o resistentes que no se rompen.
La combinación simultánea de información sensorial táctil y propioceptiva es la más eficiente para formar el mapa. Esta es la razón por la que los terapeutas de alimentación recomiendan con frecuencia dar alimentos resistentes y con sabores fuertes como un hueso de costilla para que el bebé mastique.
Los alimentos como una costilla cumplen la trifecta:
El bebé puede sostener la comida, llevarla fácilmente en la boca y retirarla con sus manos, lo que le da control para mantener la comida en la parte delantera de la boca incluso si aún no tiene el control motor oral.
El bebé recibe un estímulo sensorial intenso en su boca (estimulación táctil y retroalimentación muscular al morder el hueso), lo que crea un mapa de la boca y conduce a un mejor control en el futuro.
El bebé activa dos reflejos clave (el reflejo de morder y el reflejo de lateralización de la lengua), que imitan la masticación y ayudan al bebé a desarrollar fuerza y coordinación para comer en el futuro.
¿Son estas experiencias para consumo? No. Estos son "ejercicios" para ayudar a construir una conexión más fuerte entre la boca y el cerebro. Dibujar un mapa detallado de la boca contribuye a disminuir la sensibilidad de las arcadas. A medida que se desarrolla este mapa, el bebé también desarrolla más confianza en sus habilidades, lo que disminuye aún más la sensibilidad de las arcadas.
Zuri, 9 meses, mastica una semilla de mango. Las semillas de mango son fantásticos para trabajar la motricidad oral y son de bajo riesgo ya que los(as) bebés no pueden romper un pedazo.
Quentin, 11 meses, trabaja en una costilla de cerdo. Las costillas de cerdo e incluso el hueso mismo sin carne son fantásticos para ayudar a trazar un mapa mental de la boca.
Amelia, 10 meses, trabaja con un muslo de pollo. Para obtener información sobre cómo ofrecer el pollo de forma segura, consulta nuestra página de pollo.
Kary Rappaport, una terapeuta de alimentación de Solid Starts, dirige a Reza, de 7 meses, a través de una arcada con una remolacha.
Las arcadas con vómito son muy difíciles de presenciar, aunque es bastante normal para algunos(as) bebés que recién comienzan a comer alimentos sólidos. Algunos(as) bebés tienen un reflejo nauseoso más fuerte o más sensible que otros(as) y sacan la comida cuando tienen arcadas. Esto es aún más común en bebés con antecedentes de reflujo. Para minimizar esta reacción, considera estas tres cosas:
1. Asegúrate de darle al/a bebé al menos una hora entre una toma de leche/fórmula y la comida para permitir que digiera un poco. Un estómago muy lleno puede hacer que una arcada resulte en vómito con mayor facilidad. Por ejemplo, a menudo vemos vómitos con arcadas en el desayuno, ya que la barriga del/a bebé está muy llena después de la primera toma/biberón de la mañana, la cual suele ser pesada.
2. Evita, por un tiempo, los alimentos que tienden a provocar arcadas muy intensas. A menudo, los alimentos que producen muchas arcadas son los semi-sólidos suaves y blandos como el banano y el aguacate, o las frutas y verduras con piel. Estos alimentos pueden adherirse fácilmente al paladar o a la lengua y causar arcadas fuertes que provocan vómitos (lo cual resulta en que puedan sacar la comida atorada en el paladar de la boca).
3. Ofrece muchas oportunidades de práctica con alimentos en forma de lanzas, resistentes y que tengan características de una mordedera (por ejemplo una semilla de mango, una costilla de cerdo u otra costilla gruesa sin la mayor parte de la carne, pedazos sueltos y/o cartílagos, o el centro de la piña cortado como un pedazo grueso que no se rompa o se desmorone fácilmente). Estos alimentos no son para ingerir calorías, sino para ayudar al cerebro a desensibilizar y aprender acerca acerca del interior de la boca. Las arcadas son la manera en que el cerebro dice "algo aquí no está bien", y llevar a la boca estos alimentos duros y resistentes que el/la bebé puede sacar fácilmente de la boca con sus manos ayuda al cerebro a aprender que la comida no es "intrusa". Llevarse los dedos, juguetes y cucharas para bebés a la boca, fuera de las comidas, también puede ayudar a normalizar un poco el reflejo nauseoso.
Si después de implementar estas estrategias tu bebé sigue teniendo arcadas y vomitando con fuerza en la mayoría de las comidas, es posible que desees comentarlo con el/la proveedor(a) de salud de tu hijo(a).
Nuestra recomendación es que hables con el pediatra del bebe acerca de una recomendación con un terapeuta de alimentación si:
El/la bebé continúa con arcadas en la mayoría de las comidas después de un período de aprendizaje inicial (uno o dos meses de comer con los dedos).
El/la bebé frecuentemente se pone de mal humor o fastidiado después de tener arcadas (llanto, rabietas, vómitos).
El/la bebé vomita en la mayoría de las comidas, incluso con el estómago vacío.
Si bien puede ser incómodo, y estresante de ver, las arcadas son un reflejo completamente normal en bebés, niños y adultos. En pocas palabras:
Es probable que los bebés tengan arcadas cuando comienzan a comer sólidos por primera vez, independientemente de si comienzan con purés o bocados de comida.
Es probable que los bebés que se alimentan con purés finos con cuchara tengan menos arcadas al principio, pero probablemente tendrán más al comenzar a comer bocados de comida más adelante.
Los bebés que comienzan la alimentación complementaria con bocados, tienden a tener más arcadas al principio que disminuyen más adelante, ya que sus habilidades orales y motoras se desarrollan más rápidamente.
Todos los bebés tienen arcadas durante su proceso de alimentación; es una de las formas en que aprenden a comer. La buena noticia es que los bebés generalmente superan las arcadas después de un par de meses de práctica con bocados de diferentes texturas.
Una de las cosas más importantes que puedes hacer para proteger al bebé es tomar una clase de RCP en línea o en un centro de salud local y revisar los procedimientos de seguridad. Nuestra Guía de rescate de bebés y Guía de rescate de niños pequeños incluyen imágenes e instrucciones paso a paso sobre cómo realizar maniobras de rescate por ahogamiento.
Algunos recursos:
Recuerda, es tu responsabilidad supervisar la atención médica de tu hijo y evaluar si la información de este artículo es apropiada para tu niño. Solo tu conoces a tu hijo y cómo reaccionará a los alimentos y métodos de alimentación. Aunque la información presentada en este artículo se basa en investigaciones bien documentadas por profesionales médicos y de salud, tu debes revisar y considerar la información y cómo funcionará con tu hijo.
Siempre busca el consejo de tu médico pediatra, nutricionista o proveedor de atención médica con cualquier pregunta que puedas tener con respecto a una condición médica o problema de alimentación. Puedes consultar nuestros Términos de uso para obtener información más detallada.
Revisado por:
A. Derma, MS, CCC-SLP/L
K. Tatiana Maldonado, MS, CCC-SLP, CBIS, CLEC
K. Rappaport, OTR/L, MS, SCFES, IBCLC
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT
R. Ruiz, MD, FAAP. Board-Certified General Pediatrician and Pediatric Gastroenterologist
Esta página ha sido creada pensando en bebés y niños(as) con un desarrollo típico. La información aquí está generalizada para una amplia audiencia y es solo para fines informativos. Si tu hijo(a) tiene diferencias médicas o de desarrollo subyacentes, que incluyen, entre otras, prematuridad, retraso en el desarrollo, hipotonía, diferencias en las vías respiratorias, anomalías cromosómicas, anomalías craneofaciales, diferencias gastrointestinales, enfermedad cardiopulmonar o diferencias neurológicas, te recomendamos encarecidamente que analices el plan de alimentación de tu hijo con el/la médico(a) del/a niño(a), el/la proveedor(a) de atención médica o el equipo de terapia. Las opiniones, los consejos, las sugerencias y la información que se presentan en este artículo sobre las arcadas son únicamente con fines informativos y no reemplazan el consejo profesional o la consulta con tu médico(a) pediatra o profesional de la salud.
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