Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Las papas se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.
La papa es un alimento de primera necesidad en todo el mundo, incluso en América del Sur, donde los agricultores Aymaras y Quechuas aprendieron a cultivar la planta nativa hace miles de años. Los colonizadores españoles trajeron este tubérculo resistente a Asia y Europa, donde la papa se convirtió en un alimento esencial. Hay miles de variedades diferentes, cada una con un color, forma y sabor único.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece gajos o cuñas grandes de papa cocida (o hasta papas enteras) que el/la bebé pueda agarrar y masticar. Asegúrate que la papa se haya cocinado por completo y que se aplaste fácilmente al aplastarla entre dos dedos. Si ofreces una papa entera, la papa debe ser notablemente más grande que la boca de el/la bebé, pero lo suficientemente pequeña como para que el/la bebé pueda sostenerla por sí mismo/a. No es necesario quitar la piel, a menos que te ponga nervioso/a. También puedes ofrecer puré de papa que el/la bebé coma con las manos o con una cuchara precargada. Para agregar nutrición al puré de papas considera agregar leche materna, fórmula, otra leche de tu elección, queso ricotta fresco o yogur de leche entera. También puedes rociar con un aceite saludable o una pizca de nueces molidas. Sirve el puré de papas como base para alimentos difíciles de recoger como amaranto, lentejas, quinua y arroz para minimizar el desastre y facilitar que el/la bebé coma estos alimentos.
A esta edad, los bebés comienzan a desarrollar el agarre de pinza (donde se unen el pulgar y el dedo índice), lo que les permite agarrar trozos de comida más pequeños. Cuando veas señales de que esta habilidad está emergiendo, intenta servir trozos de papa cocida del tamaño de un bocado para que el/la bebé intente recogerlos. Puedes retirar la piel o dejarla, es tu decisión. Los bebés a menudo mastican la piel y la escupen, y si bien esto parece un desperdicio, familiarizarse con la piel puede ayudar a alentar a los niños a comer frutas y verduras con la cáscara más adelante. También puedes seguir ofreciendo gajos o cuñas de papa cocida para que practique morder y manejar trozos de comida más grandes, así como puré de papa.
Ofrece trozos pequeños de papa cocida para comer como bocado o para practicar el uso de cubiertos (precargando el tenedor según sea necesario), enseñando cómo pinchar la comida con el tenedor. No te preocupes si el/la niño/a no está interesado/a en usar cubiertos y quiere seguir comiendo con las manos. Muchos niños prefieren usar las manos para alimentarse solos y alternar entre usar los cubiertos y las manos. Esto es apropiado para la edad y una parte saludable del desarrollo. Trata de no aplicar demasiada presión; el uso constante y preciso de los cubiertos llegará a su debido tiempo, probablemente después de los 24 meses de edad.
No. La papa cocida presenta un riesgo bajo cuando se prepara de manera segura según la edad y la capacidad de desarrollo de cada niño/a, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve las papas de forma apropiada según la edad de tu bebé. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
No. La alergia a la papa es poco común, aunque no inaudita. Algunos(as) bebés y niños(as) pequeños(as) que tienen eczema y/o alergias alimentarias preexistentes pueden tener un riesgo mayor de sensibilidad a la papa. Además, las personas con Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome de alergia al polen-alimento) pueden ser sensibles a las papas, especialmente si comen la cáscara o si las papas están crudas o mal cocidas. En particular, las personas que tienen alergias al polen de abedul, pasto o artemisa pueden ser más sensibles a la papa. El síndrome de alergia oral típicamente resulta en una picazón de corta duración en la boca y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa.
Aunque las reacciones alérgicas graves (anafilaxia) a la papa cocida son poco frecuentes, ha habido informes aislados de urticaria por contacto y rozaduras después del contacto con la papa cruda. Algunas personas con alergia preexistente al látex de caucho natural desarrollan una alergia reactiva cruzada a la papa.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo a un bebé, comienza por servir una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad con las comidas futuras.
Sí. Las papas son una fuente de energía para los bebés en crecimiento, con nutrientes esenciales como folato, hierro, vitamina B6 y zinc. Los tubérculos también contienen otras vitaminas B, vitamina C para estimular el sistema inmunológico y colina, un nutriente importante para el desarrollo del cerebro. Un tipo importante de fibra llamada “almidón resistente” en las papas ayuda a crecer bacterias intestinales beneficiosas para apoyar el cuerpo del/a bebé.
★Consejo: Desecha las papas que hayan brotado y pela o retira cualquier “ojo” (las manchas oscuras que aparecen en las papas) antes de cocinar y servir. Las papas germinadas contienen más de la toxina natural del tubérculo llamada solanina, que puede ser dañina cuando se consume en grandes cantidades. Cocinar las papas a fuego alto puede disminuir el contenido de solanina significativamente.
¡Ninguno! Sirve los alimentos sólidos directamente en la bandeja, plato o tazón del/a bebé y luego deja que el/la bebé explore con las manos. Si lo deseas, tenga una cuchara o un tenedor disponibles para ayudarlo/a a familiarizarse con los utensilios, pero no se espera que adquiera las habilidades para usarlos hasta que sea un poco mayor.
Puede variar. En términos generales, la idea es traer al/a bebé a la mesa al menos una vez al día entre los 6 y 7 meses de edad, dos veces al día entre los 8 y 9 meses de edad y 3 veces al día a partir de los 10 meses de edad. Consulta nuestros ejemplos de horarios de alimentación para obtener más detalles.
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