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Leer másSugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Los champiñones portobello (también comercializados como champiñones portabella) se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. ¿Has oído que debes esperar? No hay evidencia que apoya el retraso de la introducción de champiñones comestibles.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece rebanadas largas de cabeza de portobello cocido para que el/la bebé las mastique y chupe. Si son demasiado resbaladizas, intenta de cubrirlas en semillas de cáñamo o pan rallado. También puedes agregar los portobellos cocidos y finamente picados en un omelette. Luego corta el omelette en tiras para que el/la bebé las mastique.
Sirva los portobellos cocidos y picados solos o doblados en otros platos, como lentejas, pasta o quinua. ¡E intercambie champiñones portobello en cualquier momento en en nuestra receta de ramen de hongos! A esta edad, también puedes intentar ofrecerle trozos de champiñones portobello crudos en rodajas muy finas. Solo ten en cuenta que estas rebanadas pueden adherirse a la lengua del/a bebé o al paladar y causar arcadas.
Ofrece champiñones cocidos (picados o en rodajas finas) solos o combinados en guisos, huevos, granos, pastas, verduras u otros platos. A esta edad, también puedes intentar servir rebanadas finas de portobello crudo. Explora el uso de champiñones como sustituto de la carne en recetas. Y si quieres un proyecto, usa champiñones para hacer tu propia salsa condimentada con umami que se puede usar como sustituto para la salsa de soja. Si aún no lo has hecho, este es un buen momento para introducir utensilios, precargándolos según sea necesario para que el/la niño(a) pequeño(a) se alimente por sí mismo.
Para obtener más información sobre cómo cortar alimentos para bebés, visita nuestra página sobre Tamaños y formas de alimentos.
Sí. Las cabezas de los champiñones pueden ser correosas y difíciles de masticar para los(as) nuevos(as) comensales— y los tallos de los champiñones tienen una forma cilíndrica que, aun cuando están en pedazos pequeños, pueden aumentar el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, simplemente corta los champiñones en rebanadas o pica los champiñones, asegurándote de también cortar el tallo, para que ya no sea redondo. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. La alergia a los champiñones es rara, aunque no es desconocida. Dicho esto, los champiñones contienen quitina, un carbohidrato común que también se encuentra en crustáceos e insectos la cual puede contribuir a una respuesta alérgica. Las esporas liberadas por muchos champiñones pueden ser alergénicas y causar problemas para las personas con problemas respiratorios o sensibilidades a los alérgenos en el aire. Las personas con Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome de alergia "polen-alimento") también pueden ser sensibles a los champiñones. El Síndrome de Alergia Oral generalmente produce picazón en la boca en un corto periodo y es poco probable que provoque una reacción peligrosa.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Absolutamente. Los champiñones ofrecen algunas proteínas y tipos particulares de fibra que no son comunes en otros alimentos. También contienen vitamina D y la mayoría de las vitaminas del grupo B, incluyendo la vitamina B12 (normalmente disponible en la carne animal). También contienen folato para ayudar a alimentar al crecimiento celular del/a bebé, y minerales como el cobre, el selenio y el zinc, los cuales todos son nutrientes esenciales que los(as) niños(as) necesitan para desarrollarse.
Los champiñones también tienen un superpoder: contienen nutrientes que se encuentran tanto en las plantas como en los animales, así como nutrientes que son exclusivos de los champiñones. Lo que es más, los champiñones contienen algunos fitonutrientes que pueden ofrecer propiedades antioxidantes, antibacterianas, antiinflamatorias y anticancerígenas.
Hay miles de variedades de champiñones en el mundo, y muchos no son seguros para comer. Siempre compra champiñones de una fuente confiable para minimizar el riesgo de exposición tóxica por comer variedades venenosas accidentalmente.
★Consejo: Los hongos cultivados comercialmente pueden contener menos vitamina D que los hongos silvestres. Sin embargo, exponer los champiñones cultivados en granja a solo 10 a 15 minutos de luz solar directa antes de cocinarlos puede aumentar los niveles de este nutriente vital.
Un champiñón no es ni una fruta ni una verdura, sino un fungo, una clasificación científica que lo distingue de las plantas y los animales por sus atributos biológicos únicos. Existen más de 2,000 variedades de hongos conocidas que son comestibles en nuestro planeta, cada una con un olor y sabor distintivo, pero los champiñones portobello se encuentran entre los más consumidos. El champiñón portobello es la misma cepa que el champiñón botón omnipresente; simplemente se le ha permitido crecer a su tamaño maduro y desarrollar un sabor más carnoso y robusto. Al igual que los champiñones botón, los champiñones portobello brotan en la naturaleza (son originarios de Europa y hoy en día prosperan por todo el mundo). Sin embargo, los hongos en tu tienda de alimentos favorita probablemente se cultivaron en una granja dedicada al cultivo de champiñones en interior, donde los cultivadores pueden controlar el aire, la humedad y otras condiciones ambientales.
Nuestro equipo
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