El durazno, si está maduro y suave, se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad.
Los duraznos se originaron en el este de Asia en donde los arboles de la fruta han influenciado el arte, la literatura, la medicina y la espiritualidad por miles de años. Hoy en día, esta fruta jugosa se cultiva en climas templados alrededor del mundo. Los duraznos frecuentemente representan el pico del verano junto con las cerezas, las ciruelas y las nectarinas- la hermanas de piel lisa del durazno. Cuando el clima es caliente, hay cientos de variedades, desde duraznos planos con piel rosada y pulpa amarilla, a duraznos dorados, perfectamente redondos y con pulpa color crema. El sabor también varía, algunos son ácidos mientras que otros son agrios y muchos son dulces.
Sí. Los duraznos ofrecen fibra para dar soporte a la microbiota intestinal y a la salud intestinal en general, además, contienen buenas cantidades de vitamina E, así como vitamina A y vitamina C para promover el sistema inmune. La piel del durazno es particularmente alta en antioxidantes- compuestos benéficos para combatir el estrés y mantenernos sanos. Lavar la fruta puede ayudar a reducir los residuos de pesticidas y al mismo tiempo deshacerse de gérmenes dañinos.
¿No puedes conseguir duraznos frescos? Los duraznos en lata y congelados también son muy buena opción. Mientras que los duraznos en lata son frecuentemente preservados en jarabes, cuando sea posible, busca duraznos enlatados que sean libres de azúcares añadidos o aquellos que estén preservados en agua.
Pueden serlo, especialmente si no están suficientemente maduros. Los duraznos son resbalosos y pueden ser firmes, cualidades que incrementan el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, solo sirve duraznos muy maduros y suaves. Toma nota de que la piel del durazno, aunque no es un riesgo de ahogamiento común, puede pegarse al paladar o a la lengua del/la bebé y causar arcadas e incomodidad. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias al durazno son poco comunes. Individuos con el síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen), y particularmente aquellos sensibles al árbol de abedul y/o al polen del pasto, pueden ser sensibles a los duraznos. Individuos sensibles a otras frutas de la familia de los rosáceos, como los albaricoques, almendras, nectarinas y ciruelas, también pueden tener una experiencia similar con el durazno.
El síndrome de alergia oral usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Los duraznos cocidos, enlatados o pelados pueden minimizar la reacción e incluso eliminarla.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
No. El jugo de cualquier tipo no se debe ofrecer a bebés menores de 12 meses de edad, a menos que así lo índique el proveedor de atención médica en circunstancias muy específicas. A pesar de que pequeñas cantidades de jugo (menos de 4 oz por día, idealmente diluidas en agua) se pueden ofrecer a los(as) niños(as) después de su primer cumpleaños, es nuestra opinión profesional esperar hasta que cumplan dos años de edad antes de ofrecer cualquier tipo de jugo e incluso en ese momento, limitar la cantidad y la frecuencia con el fin de minimizar el azúcar (incluso el azúcar natural) en la dieta del/la niño(a). El consumo regular y excesivo de bebidas dulces puede reducir la diversidad de alimentos y nutrientes consumidos y puede incrementar el riesgo de caries dentales, diabetes y enfermedades cardiacas.Además, las frutas enteras ofrecen mucha más nutrición que el jugo.
Sí. Los duraznos son ricos en fibra y fluidos lo que ayuda a alimentar a las bacterias buenas del intestino, aumentar la cantidad de popo y a hidratar el intestino para dar soporte a una sana digestión y a los movimientos intestinales. En particular, los duraznos (junto con las peras, ciruelas pasa, ciruelas y otras) contienen sorbitol, un componente de los alimentos que promueve el movimiento intestinal.
Algunos alimentos altos en fibra pueden producir gas y en ocasiones, derrames en el pañal; aunque esto es normal y debe ser esperado, puede ser incomodo para el/la bebé. Para reducir la incomodidad digestiva, introduce los alimentos ricos en fibra como el durazno de manera gradual y regular en la dieta del/la bebé conforme los tolere. Recuerda que los patrones de evacuación pueden cambiar de manera significativa de niño(a) a niño(a). Asegúrate de hablar con el/la pediatra o proveedor de salud si hay alguna preocupación sobre las evacuaciones de el/la bebé o sus funciones digestivas.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece al/la bebé duraznos sin hueso cortados por la mitad con la piel puesta. Dejar la piel ayuda al/la bebé a agarrar la fruta resbalosa pero si te pone nervioso(a) pela el durazno y espolvoréalo con coco rayado o frutos secos o semillas finamente molidas para que no se resbale con tanta facilidad y para añadir agarre. Si el/la bebé come un bocado demasiado grande del durazno, respira profundo y evita meter tus dedos en su boca. Mejor, híncate enfrente del/la bebé e intenta que mire hacia abajo para permitir que la gravedad le ayude a sacar la comida de su boca. De manera alternativa, puedes machacar el durazno y mezclarlo con alimentos que se puedan servir con cuchara como gachas o yogur.
Ofrece rebanadas de durazno suave y maduro con o sin la piel. Si el/la bebé no esta listo(a) para agarrar las rebanadas de durazno, continúa ofreciendo mitades de durazno con o sin piel. Ya que los duraznos son tan resbalosos, los pedazos del tamaño de un bocado pueden ser un reto demasiado grande para el/la bebé pero también puedes intentar espolvorear los pedazos pequeños con coco rallado o frutos secos molidos finamente.
Sigue sirviendo rebanadas delgadas de durazno o mitades de durazno para que el/la bebé pueda practicar dar mordidas. De manera alternativa, corta el durazno en pedazos del tamaño de un bocado y precarga un tenedor con los pedazos.
Si te sientes cómodo(a), considera ofrecer al/la niño(a) un durazno maduro completo. Recomendamos que tú comas uno al mismo tiempo para demostrar cómo se muerde y evitar el hueso. Toma un par de bocados y enséñale el hueso duro que esta en el centro. Toca el hueso con tus dedos y di “estoy comiendo alrededor de esta parte dura”. Si el/la niño(a) intenta poner el hueso en su boca, simplemente remueve el hueso y continua con la pulpa de la fruta. Si el/la niño(a) accidentalmente se mete un hueso en la boca, intenta no entrar en pánico. Recuerda que el hueso produce un reflejo nauseoso fuerte para mover el hueso hacia adelante y expulsarlo de la boca. Híncate junto al/la niño(a) y dile en una voz calmada “escupe eso por favor”. Pon tu mano junto a su barbilla mientras le demuestras como escupir. Si es necesario, pon un hueso en tu boca y enséñale como lo escupes en tu propia mano.
Cómo preparar duraznos para bebés a partir de 6 meses.
Incorpora nuevas recetas en tu rutina de las mañanas con nuestra guía: 50 desayunos para bebés y niños(as).
Rinde
1 taza (240 ml) duraznos + 1 taza (240 ml) nata
Tiempo de preparación
5 minutos
Edad sugerida
6 meses o más
½ taza (120 ml) nata (crema para batir)
1 pizca de nuez moscada (opcional)
Esta receta contiene un alérgeno común: lácteos (crema para batir). Servir sólo una vez que este alérgeno haya sido introducido de manera segura a la dieta del/a bebé.
Lavar los duraznos y cortar de acuerdo al corte indicado según la edad del/a bebé.
Batir la nata hasta obtener picos firmes.
Poner los trozos de duraznos en la nata batida para que sean fáciles de agarrar para él/la bebé.
Espolvorear un poco de nuez moscada por encima.
Servir la fruta
Ofrecer los duraznos con nata batida al/a bebé y dejar que se alimente por sí mismo(a).
Si necesita ayuda, mantener un trozo en el aire en frente del/a bebé y dejar que lo agarre de tus manos.
Come un poco de duraznos y nata junto al/a bebé para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: Los duraznos cortados y la nata batida son mejores cuando se comen al momento de preparación. Si hay sobras, las puedes almacenar en un recipiente hermético en el refrigerador por no más de 2 días.
Los duraznos saben excepcionalmente bien con zarzamoras, cerezas, coco, queso crema, cerdo o yogur.
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