Pulpo

Considera esperar hasta cerca de los 12 meses para servir pulpo regularmente, ya que contiene niveles moderados de mercurio y es bastante alto en sodio.

El pulpo es una criatura marina muy inteligente. Tiene una vista excepcional, un sistema nervioso complejo, comportamientos de adoptar múltiples formas, y habilidades notables para resolver problemas. Nuestro mundo es el hogar de varios cientos de especies que viven en una amplia gama de hábitats, desde arrecifes de coral y pozas de marea, hasta aguas oceánicas profundas. Los cefalópodos tienen estatus mítico en el arte antiguo y el folclore, apareciendo como monstruos traviesos o deidades divinas dependiendo de la cultura. También son un alimento apreciado en muchas partes del mundo: en Grecia, el pulpo se seca al sol y es cocinado a la parrilla sobre brasas de carbón; en Japón, tako se sirve como sashimi y sushi; en las islas del sudeste de Asia, son marinados en adobos y asados en salsa de curry; y en Corea.

Sí, con moderación y idealmente a partir de los 12 meses. El pulpo es una excelente fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3. También está cargado de nutrientes esenciales como la vitamina B12 para alimentar el sistema nervioso, el hierro para alimentar el cerebro y el selenio para apoyar la salud inmunológica.

Dicho esto, como la mayoría de los mariscos en estos días, el pulpo contiene niveles moderados de mercurio y otras toxinas resultantes de la contaminación química que entra a los océanos y otros cuerpos de agua del planeta. El Fondo de Defensa Ambiental de los Estados Unidos sugiere que hasta tres porciones de pulpo por mes son seguras para niños(as) hasta los 5 años de edad, suponiendo que no se consuma ningún otro pescado.

Hay algunas consideraciones para tener en cuenta al comprar pulpo y otros mariscos.

Opta por pulpo fresco o congelado en lugar de pulpo enlatado cuando sea posible para evitar el BPA. El bisfenol A (o BPA, como se le llama comúnmente) es un químico que se usa para forrar el interior de latas y botellas de plástico que pueden interrumpir las funciones corporales de un(a) bebé. Si bien muchas marcas incluyen una etiqueta "libre de BPA" en productos alimenticios, las latas de pulpo a menudo no especifican si se usa BPA, por lo que es sabio tener precaución y comprar pulpo fresco o congelado.

Si los mariscos enlatados son la opción que funciona mejor para tu familia, considera el exceso de sodio. Muchos productos enlatados, desde verduras hasta pescado y carnes, a menudo tienen altos niveles de sodio. El pulpo envasado en aceite de oliva o agua es generalmente una opción menos salada que el pulpo sazonado con salsas y saborizantes. También puedes intentar enjuagar el pulpo enlatado, lo que puede reducir un poco el contenido de sodio.

★Consejo: ¿Eres fan del calamari? Estos son calamares y no son pulpos. La palabra “calamari” evolucionó de los nombres italianos y españoles para calamar. Hoy en día funciona como un término culinario para describir una variedad de preparaciones, incluido el omnipresente aperitivo rebozado-y-frito en restaurantes de mariscos.

Sí. El pulpo cocido es firme y, cuando no se cocina correctamente, tiene una textura gomosa — dos cualidades desafiantes para comensales jóvenes con habilidades de masticación en desarrollo. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas.

Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento

No. Aunque sí forman parte de la familia más amplia de los mariscos, los moluscos (así como el pulpo) no están clasificados como alérgenos de prioridad global por la Organización Mundial de la Salud, que solo considera los crustáceos como un alérgeno prioritario. Sin embargo, varias agencias reguladoras en todo el mundo agrupan los dos tipos de mariscos y etiquetan a los moluscos como alérgenos alimentarios comunes junto con los crustáceos. Curiosamente, las alergias a los mariscos suelen desarrollarse en la edad adulta y no en los niños. La mayoría de aquellos que desarrollan una alergia a los mariscos en la infancia no la superan con la edad.

Las personas con alergia al pulpo tienen más probabilidades de experimentar reacciones a otros mariscos de la familia de los moluscos (almejas, mejillones, ostras, vieiras, caracoles, calamares) y también tienen un riesgo >70 % de reaccionar a mariscos de la familia de los crustáceos (cangrejos, cangrejo, langosta, camarón). Si sospecha que tu bebé puede ser alérgico/a a los mariscos, consulta a un/a alergólogo/a antes de introducir el pulpo a su dieta.

Ya que los mariscos y el pescado con aletas no están estrechamente relacionados, el ser alérgico a los mariscos no significa que un individuo también tendrá alergia al pescado. Sin embargo, es posible que deba tener cuidado con el riesgo de contaminación cruzada que puede suceder cuando las proteínas de los mariscos contaminan el pescado con aletas y otros mariscos, ya que a menudo se preparan en las mismas instalaciones utilizando herramientas y materiales de cocina compartidos.

Como harías con cualquier alimento nuevo, introduce el pulpo sirviendo una pequeña cantidad al principio y observando de cerca si hay signos de alguna reacción adversa. Si todo va bien, aumenta gradualmente la cantidad en futuras comidas.