Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
No
Cocina los mejillones completamente antes de ofrecerlos a los bebés. Los mejillones conllevan un riesgo elevado de enfermedades alimentarias ante las que los bebés tienen mayor riesgo de presentar síntomas severos.
Los mejillones se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/a bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad.
Los mejillones se pueden encontrar en aguas dulces en las zonas costales en todo el mundo. A pesar de que hay muchos topos de mejillones, muchos de los mejillones disponibles en el mercado, provienen de granjas de acuacultura incluyendo la robusta industria de China en donde los mejillones crecen en cuerdas largas que se anclan al piso del mar.
Sí. Los mejillones son ricos en proteína y ofrecen nutrientes esenciales como grasas ácidas omega-3, vitaminas B6 y B12, folato, zinc, hierro y selenio. Dependiendo de donde provienen, los mejillones pueden contener niveles variables de cadmio, un metal pesado que puede afectar de manera negativa el desarrollo neurológico cuando se consumen con exceso. No hay alimento perfecto por lo que, si la familia disfruta comer mejillones de manera regular, intenta ofrecerlos como parte de una dieta variada.
Los mejillones, al igual que la mayoría de los mariscos, pueden conllevar un riesgo elevado de enfermedades alimentarias incluyendo la vibriosis. Cuando cocines mejillones, ten cuidado de que sean frescos y de buena calidad y asegúrate de cocinarlos completamente.
No. A pesar de ser parte de la familia de los mariscos, los moluscos (como los mejillones) no están clasificados como un alérgeno prioritario por la Organización Mundial de la Salud, que solo considera a los crustáceos como alérgenos prioritarios. Sin embargo, un número de agencias regulatorias alrededor del mundo agrupan a los mariscos en dos tipos y determinan a los moluscos como un alérgeno junto con los crustáceos. Notablemente, las alergias a los mariscos se desarrollan comúnmente en la edad adulta y no en la infancia. Para aquellos que la desarrollen en la infancia, lo más probable es que no se elimine con el tiempo.
Los individuos con alergia a los mejillones son más propensos a sufrir una reacción alérgica a otros mariscos en la familia de los moluscos ( almeja, pulpo, ostra, vieira, caracol o calamar) y también tienen un riesgo de >70% de tener una reacción a los mariscos en la familia de los crustáceos (cangrejo de río, cangrejo, langosta, camarón). Si sospechas que el/a bebé es alérgico(a) a los mariscos, consulta a un(a) alergólogo(a) antes de introducir mejillones.
Ya que no se relacionan de manera cercana, tener alergia a los mariscos no quiere decir que un individuo tendrá alergia a los pescados con aleta. Sin embargo, puede que debas tener cuidado por la contaminación cruzada de proteínas ya que frecuentemente son alimentos que se cocinan en las mismas instalaciones y compartiendo utensilios y materiales de cocina.
Como lo harías al introducir cualquier alimento potencialmente alergénico, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí, los mejillones son firmes, resbaladizos y gomosos que son características que aumentan el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve x de forma apropiada de acuerdo a la edad y las habilidades del/a bebé. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Aprende sobre la diferencia entre arcadas y ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
Los bebés pueden comer mejillones de lata, si están picados finamente para reducir el peligro de ahogamiento, tan pronto como el/a bebé esté listo para comer sólidos, lo que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Si deseas reducir la cantidad de sodio en la dieta del/a bebé, opta por una marca que no contenga sal añadida o que sea baja en sodio. Conoce más sobre el sodio y los bebés en nuestra página sobre preguntas frecuentes sobre el sodio.
No hay una edad específica en la que comer mejillones crudos sea completamente libre de riesgo, por lo que servir mejillones crudos a los bebés es una decisión personal para la que debes calcular el riesgo. Los mejillones crudos representan un muy alto riesgo de enfermedades alimentarias, especialmente Vibrio, una bacteria dañina que causa diarrea aguada entre otros síntomas en bebés, niños y adultos por igual. El riesgo de enfermedades es aún más alto en individuos con historiales médicos complejos, tomando medicamentos que reducen la acidez estomacal y/o inmunocomprometidos. Cocinar los mariscos a una temperatura interna de 145 F (63 C) ayuda matar a las bacterias en los alimentos.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Sirve los mejillones completamente cocidos o mejillones de lata picados finamente y mezclados con alimentos suaves que se puedan servir con cuchara como puré de vegetales o crema ácida.
Ofrece los mejillones cocidos finamente picados o en rebanadas delgadas. Sirve los mejillones solos o, si el/a bebé tiene dificultades para recoger los pedazos por ser resbalosos, los puedes mezclar con otros alimentos como pasta, arroz o guisos.
Sirve mejillones cocidos cortados en pedazos del tamaño de un bocado o en rebanadas delgadas, por sí solos o como parte de un platillo. También puedes picarlos finamente y mezclarlos con alimentos para cucharear.
Cuando sientas que el/la niño/a está listo/a, puedes probar ofrecer mejillones cocidos o de lata enteros. Los mejillones enteros requieren de mucho masticar para deshacerlos en la boca por lo que solo los debes ofrecer cuando te sientas confiado/a de que el/la niño/a puede usar sus muelas para morderlos. Intenta modelar como se comen los mejillones antes de ofrecerlos: abre tu boca, pon un pedazo de mejillón en tus muelas y explica “estoy usando mis dientes fuertes de atrás para masticar y lo tengo que masticar MUCHO”. Mastica con la boca abierta y puede que quieras contar hasta 10 con tus manos mientras masticas. Antes de tragar, abre tu boca y muestrale como se ha descompuesto la comida. Entonces, sirve un mejillón para que intente hacer lo mismo. Por último, debes saber que es frecuente que los niños escupan la comida mientras aprenden a masticar alimentos retadores, esto no quiere decir que no les guste el alimento, simplemente están aprendiendo.
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