Champiñón maitake

Los champiñones maitake se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Nunca alimentes al/a bebé con champiñones que hayas recogido por ti mismo(a) a menos que seas un(a) experto(a) ya que hay muchas especies que crecen de manera salvaje y que se ven muy similares, pero son venenosas.

Hasta hace poco tiempo, los champiñones maitake necesitaban recolectarse del piso de los bosques en el hemisferio norte pero los champiñones maitake cultivados se han vuelto más accesibles a nivel mundial. Estos champiñones tienen una apariencia plumosa y tienen una tendencia a “anidar” en la base de los árboles lo que explica su nombre en inglés “hen of the woods” (gallina del bosque). En japonés, su nombre se traduce como champiñón bailarín y hay quienes dicen que este nombre se refiere a los monjes que bailaban de felicidad al encontrar este tipo de champiñón en el bosque. A pesar de que la historia pueda ser solo una leyenda, los champiñones maitake, se han usado en ceremonias budistas y en aplicaciones culinarias en todo el este de Asia desde hace mucho tiempo.

Sí. Los champiñones maitake son una excelente fuente de vitamina D (un nutriente crítico que no se encuentra comúnmente en muchos alimentos) que da soporte a los huesos del/a bebé, a su sistema inmune y a su salud hormonal. También son ricos en colina, zinc y fibra, en conjunto estos nutrientes ayudan al cerebro, sistema inmune y salud digestiva. Adicionalmente, los champiñones maitake, puede que tengan propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y de soporte al sistema inmune.

Evita darle a bebés y niños suplementos de maitake, incluyendo cápsulas  y polvos ya que no ha sido investigado lo suficiente su seguridad en infantes y niños pequeños.

Asegúrate de comprar champiñones maitake de proveedores confiables y evita recolectar champiñones tu mismo(a) para compartir con el/la bebé a menos que seas un(a) experto(a) ya que hay muchas especies que crecen de manera salvaje y que se ven igual que otras, pero son venenosas.  

Sí, especialmente sus tallos. Los champiñones maitake también pueden ser gomosos, resbalosos y difíciles de masticar para los nuevos comensales. Para reducir el riesgo, pica los champiñones antes de servirlos. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.

No. Las alergias a los champiñones no son comunes, pero no son inauditas. Ha habido reportes de anafilaxis y de irritación por contacto en personas que manipulan los champiñones.. Los champiñones también contienen quitina, un carbohidrato común que también se encuentra en crustáceos e insectos, que puede contribuir a una respuesta alérgica en algunos individuos.

Los individuos con síndrome de alergia oral (también llamada síndrome de alergia oral al polen), particularmente aquellos sensibles al moho, también pueden ser sensibles a los champiñones. El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar los champiñones puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la reacción.

Los champiñones maitake secos pueden estar preservados con sulfitos. A pesar de que los sulfitos no son un alérgeno común, algunos individuos, particularmente aquellos con asma, pueden sufrir reacciones alérgicas a los sulfitos añadidos. Si te preocupan los sulfitos, evita los ingredientes como el dióxido de azufre, el bisulfito de potasio, el metabisulfito de potasio, el bisulfito de sodio, el metabisulfito de sodio o el sulfito de sodio por nombrar algunos.

Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.

Sí, pero toma en cuenta que los champiñones maitake son más fáciles de comer cuando están cocidos. Cocinar los champiñones también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades alimentarias al mismo tiempo que los hace más fáciles de digerir y reduce el peligro de ahogamiento.

Sí. Los champiñones maitake contienen fibra y fluidos que apoyan a la microbiota intestinal, y ayudan a acumular popo y a hidratar el intestino. Los champiñones también ofrecen prebióticos, carbohidratos especiales que ayudan a las bacterias buenas en el intestino a florecer. Introduce alimentos ricos en fibra como los champiñones de manera gradual y regular en la dieta del/a bebé conforme los tolere; un poco de gas o un par de explosiones en el pañal son señales de que el sistema digestivo del/a bebé se está ajustando y no es necesario eliminarlos de la dieta del/a bebé. Recuerda que los patrones de evacuación pueden cambiar de manera significativa de un(a) niño(a) a otro(a). Si tienes alguna preocupación sobre las evacuaciones del/a bebé y sus funciones digestivas, habla con tu pediatra.