Puerros

Los puerros se pueden introducir a la dieta del/a bebé tan pronto como esté listo/a para comenzar a comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. 

Los puerros son un miembro de la familia allium, lo que significa que están relacionados con las cebollas, el ajo, el cebollín y las rampas. Los puerros son un alimento antiguo, y la evidencia muestra que se comían regularmente en los antiguos imperios griego, romano y egipcio. Siguen desempeñando un papel importante en los platillos de toda Europa, Oriente Medio y el sudeste asiático. Al igual que otros miembros de la familia allium, los puerros son excelentes para dar sabor en un platillo, por ejemplo, en sopas como el cock-a-leekie escocés o el parmentier de potaje francés. Pero debido a que son más suaves que algunos de sus parientes de la familia de la cebolla, los puerros también se pueden cocinar y servir más o menos por su cuenta, como en el plato turco zeytinyağlı pırasa. 

Sí. Los puerros ofrecen fibra y agua, además de micronutrientes como folato, magnesio, potasio y vitaminas A, C y K. También tienen compuestos vegetales como luteína y zeaxantina, así como otros compuestos que le dan a los puerros su aroma distintivo y ofrecen propiedades antibacterianas, antioxidantes, y antivirales para respaldar la salud general del bebé. Juntos, estos nutrientes respaldan el desarrollo del microbioma intestinal, la hidratación, el desarrollo cerebral, el equilibrio electrolítico, la visión, la absorción de hierro, la función inmune y la coagulación sanguínea de los bebés.  

★Consejo: Al preparar los puerros, asegúrate de limpiarlos muy bien (por ejemplo, enjuagando con agua corriente o agitando la verdura en una tina con agua fría), ya que tienden a atrapar mucha suciedad entre las hojas.

No. Las alergias a los puerros son raras, aunque hay cierta evidencia de que las alergias a las plantas en la familia de la cebolla están aumentando. Cabe destacar que algunos alérgenos de los alimentos de esta familia son sensibles al calor, lo que significa que los puerros bien cocidos podrían bien tolerados por una persona sensible a los puerros crudos. Las personas con Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome polen-fruta) y, en particular, aquellas con sensibilidad al polen de pasto o al polen de artemisa también pueden ser sensibles a los puerros. El Síndrome de Alergia Oral generalmente produce picazón o ardor en la boca en un corto periodo y es poco probable que provoque una reacción peligrosa.

Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza sirviendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad que ofreces en las comidas futuras.

No. Los puerros presentan un riesgo bajo cuando se preparan de manera segura para la edad y la capacidad de desarrollo de cada niño/a, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve los puerros de manera apropiada para la edad de cada bebé, como se describe en la sección. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas. 

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