Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
No
La carne de res molida bien cocida se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad.
Cortar la res en trozos de carne y otros cortes de carne populares, resulta en pequeños pedazos de carne de res que se muelen o pican finamente para obtener la carne de res molida. Una hamburguesa, contiene carne de res molida y grasa de res para darle más sabor. En los Estados Unidos, tanto la carne de res molida como una hamburguesa, puede contener no más del 30% de grasa y la carne de res molida no contiene grasa añadida. La carne de res molida proviene de pedazos de carne que pueden ser magras o con grasa. Es por esto que los paquetes de carne de res molida están frecuentemente etiquetados con la proporción que contienen, por ejemplo: 80% carne magra / 20% grasa.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Mezcla carne de res molida bien cocida con un alimento fácil de servir con cuchara como el puré de papa, la polenta o puré de tubérculos. Deja que el/la bebé come con sus manos o precarga una cuchara para fomentar el uso de cubiertos. Evita servir boronas de carne de res molida solas, ya que representan un riesgo más alto de ahogamiento. De manera alternativa, prepara hamburguesas, albóndigas o pastelitos de carne que sean al menos 2 pulgadas (5 cm) de diámetro y cocidas hasta que su temperatura interna haya alcanzado 71 Centígrados (160 Fahrenheit). Asegúrate de que la hamburguesa o albóndiga cocida esté lo suficientemente suave para que el/la bebé la pueda deshacer con las encías. Para verificar la consistencia, toma la carne entre tu dedo índice y pulgar y aplástala. Puedes aderezarlas con salsa de manzana, guacamole, yogur o cualquiera otra salsa para que sean más fáciles de tragar.
Nota: Las hamburguesas o albóndigas suaves, frecuentemente se deshacen en la boca. Cuando esto pase, trata de mantener la calma y dale la oportunidad al/a bebé de trabajar con la comida para empujarla hacia afuera con su lengua. Si el/la bebé necesita asistencia para sacar el pedazo de comida de su boca, inclínalo(a) gentilmente hacia adelante y pon tu mano en su mentón para indicar que pueden escupir la comida. Sacar tu lengua puede ayudar al/a bebé a aprender como escupir.
Puedes deshacer las albóndigas o hamburguesas en pedazos del tamaño de un bocado para ofrecer al/a bebé o niño(a) la oportunidad de practicar su pinza fina y sus habilidades motoras. Si el/la bebé aún no está listo para recoger pedazos más pequeños de comida, continúa ofreciendo carne de res molida en salsas o como hamburguesas completas, kebobs, albóndigas o pastelitos que sean al menos 2 pulgadas (5 cm) de diámetro y cocidas hasta que su temperatura interna haya alcanzado 71 Centígrados (160 Fahrenheit). Sumergir la carne en salsa de manzana, guacamole, yogur o cualquiera otra salsa puede ayudar a que sean más fáciles de tragar. Si el/la bebé tiene un pedazo demasiado grande en su boca, enséñale a escupir la comida, sacando tu lengua dramáticamente y diciendo “ah” repetidamente.
Continúa sirviendo carne molida en salsas, guisos, mezclada con otros alimentos o por sí sola. Esta edad puede ser un buen momento para comenzar a servir una hamburguesa entera (en forma de un sándwich con pan y otros ingredientes), aunque considera que muchos niños pequeños seguirán desarmando la hamburguesa y comiendo las partes por separado, lo que es completamente normal y está bien. Continúa cocinando la carne hasta que haya alcanzado una temperatura interna de 160 °F (71 °C).
Sí. La carne molida puede ser firme y difícil de masticar, y las migas sueltas y secas pueden esparcirse de manera impredecible en la boca del/a bebé, todas las cuales son características que aumentan el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, asegúrate de que la carne molida esté blanda y se pueda triturar fácilmente, y prepárala y sírvela de forma apropiada de acuerdo a la edad de cada niño/a, como se describe en la sección Cómo servir. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
No. La carne de res molida, no es un alérgeno común, aunque se han reportado reacciones alérgicas a la carne de res.Algunas mordidas de garrapatas (principalmente las garrapatas Lone Star en la superficie continental de los Estados Unidos, pero también otras garrapatas alrededor del mundo), están asociadas con el desarrollo de una alergia a la galactosa alpha-1, galactosa-3 (“alpha gal”), una azúcar que se presenta en la carne de mamíferos, no primates. Esto resulta en una reacción alérgica diferida, entre 3 y 8 horas después de la ingesta de carne roja como la carne de res.Sin embargo, algunos individuos con alergia alpha gal también desarrollan una reacción a pequeñas cantidades de azúcar presentes en productos lácteos, en la gelatina o en tejidos de órganos (como el hígado) de mamíferos. La alergia alpha gal, es más frecuente en el sureste de los Estados Unidos, pero está comenzando a ser más común en otras áreas en donde la población de la garrapata Lone Star se está expandiendo.Aunque es poco común, individuos con una alergia a los lácteos pueden tener un riesgo un poco más alto de ser sensibles a la carne de res. Sin embargo, hay estudios que demuestran que un gran porcentaje de individuos con una alergia confirmada a la carne de res, también tienen una alergia a la leche de vaca.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones y observa con cuidad conforme el/la bebé come. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. La carne de res molida es un alimento rico en proteína que, frecuentemente, es alto en grasas para alimentar el rápido crecimiento del/a bebé. También está lleno de otros nutrientes esenciales como el hierro, zinc, selenio, colina y vitamina B6. En conjunto, estos nutrientes garantizan un metabolismo sano, dan soporte al crecimiento y desarrollo, construyen un sistema inmune fuerte y ayudan a prevenir anemia. Los bebés necesitan cantidades incrementales de hierro a partir de los 6 meses de edad, cuando sus reservas se agotan. La carne ofrece una gran fuente de hierro nutricional en esta etapa de la vida de los bebés.
Siempre cocina la carne de res molida hasta que alcance una temperatura interna de 71 Centígrados (160 Fahrenheit), ya que la carne de res molida que no está bien cocida, conlleva un riesgo más alto de provocar infecciones alimentarias debido a bacterias dañinas como el E. coli y la Salmonela.
Sí. Cuando se prepara correctamente, y si no vives en Argentina o en otra región en donde hay altos índices del síndrome urémico hemolítico (SUH) o HUS (por sus siglas en inglés).
La organizaciones de salud en Argentina, han dicho que la carne de res molida, no debe ser servida a niños(as) menores de 5 años debido a un riesgo alto de contaminación de un cepa en particular del E.coli (E. coli productora de toxina Shiga) que puede causar complicaciones severas incluyendo SUH. El SUH, es una condición que potencialmente puede causar la muerte y que daña los riñones y afecta las células rojas y la coagulación; los niños menores de 5 años y niños inmunocomprometidos tienen el mayor riesgo. Habiendo dicho esto, las investigaciones en Argentina han demostrado que existen otros factores de riesgo para el SUH en niños, incluyendo el contacto con animales de granja e interacciones con otros niños menores de 5 años con diarrea.
Recuerda que la recomendación de evitar la carne de res molida, es específica para ciertas regiones. Por ejemplo, en los Estados Unidos, no hay recomendaciones de evitar la carne de res molida para los bebés.
Los bebés pueden comer albóndigas a partir de los 6 meses de edad, siempre y cuando estén bien cocidas, blandas y tengan al menos 5 cm (2 pulgadas) de diámetro. Cuanto más grandes sean las albóndigas, menos probabilidades hay de que el/la bebé se las meta enteras a la boca. Cuanto más blandas sean, menor será el riesgo de ahogamiento: para ablandar las albóndigas, cocínalas en salsa o en un guiso o mezcla ingredientes suavizantes al preparar la base de las albóndigas, como pan rallado, cereales cocidos o harinas de frutos secos o semillas. Pon atención al servir albóndigas precocidas o congeladas compradas en la tienda: suelen ser pequeñas (de un tamaño que suele caber en la boca del/a bebé) y firmes, características que aumentan el riesgo de ahogamiento. Si vas a servir este tipo de albóndigas a un/a bebé, puedes reducir el riesgo de ahogamiento cortándolas en pedacitos pequeños para mezclarlas con un alimento blando para cucharear, como puré de verduras, papilla o yogur.
Las albóndigas pueden provocar arcadas al desmoronarse en la boca y, si la carne está seca, puede pegarse al paladar, lo que provoca arcadas más intensas e incluso vómitos. Si esto sucede, trata de mantener la calma y de darle la oportunidad de manejarlo por sí solo/a a tu bebé. Cuando sirves una albóndiga grande, los bebés pueden descomponerla en porciones más pequeñas. Si te dan nervios que tenga pedacitos pequeños a su alcance, simplemente retíralos y reemplázalos con una nueva albóndiga grande. También puedes desmenuzar los pedacitos que se rompen y mezclarlos con otro alimento, como puré de papas, cualquier puré o yogur.
Por último, considera que las albóndigas pueden contener varios alérgenos comunes, incluidos los lácteos, el huevo, el sésamo y el trigo. Asegúrate de leer las etiquetas de los alimentos preparados comprados en la tienda y de introducir cualquier alérgeno que puedan contener a la dieta del/a bebé antes de ofrecer las albóndigas.
Sí, siempre y cuando se hayan descartado las alergias a cualquiera de los alérgenos alimentarios potenciales que figuran en la etiqueta del alimento. Los ingredientes que se utilizan para elaborar carne vegetal varían, pero pueden ofrecer muchas proteínas y mucho hierro vegetal. Sirve las alternativas de carne vegetal siguiendo las sugerencias de preparación basadas en la edad del/a niño/a, pero presta atención al cocinar ya que la textura puede variar. Asegúrate de que la carne vegetal esté bien cocida, pero que se mantenga blanda y sea fácil de triturar.
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