Uvilla

Las uchuvas, cuando están cocidas y aplastadas para reducir el peligro de ahogamiento, se pueden introducir a la dieta del/a bebé tan pronto como el/a bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad.

Se cree que esta fruta se originó en Sudamérica y hoy crece bien en áreas templadas y tropicales en todo el mundo. Debido a su popularidad generalizada, la uchuva se conoce con una variedad de nombres: aguaymanto, gooseberry, harankash, poha, topotopo y uchuva- el nombre de la región nativa de la fruta. Al igual que su primo cercano el tomatillo, la uchuva crece y se madura en una cáscara que parece papel y que debe removerse antes de comerla. Dependiendo del tipo específico, su perfil de sabor varía, algunas son más ácidas mientras que otras son un poco más dulces. Las notas ácidas de la uchuva se intensifican cuando la fruta se deshidrata, pero cuando está fresca es común usarla en batidos o licuados y en postres, mermeladas y ensaladas.

Sí. La uchuva está repleta de antioxidantes y ofrece nutrientes claves como vitamina C que da soporte al sistema inmune y ayuda a la absorción de hierro, fibra para una digestión regular, vitamina A para una salud visual y un poco de hierro para células rojas sanas. Solo asegúrate de que estén maduras ya que las uchuvas verdes o no maduras pueden ser tóxicas. Busca uchuvas de color amarillo o naranja.

Ten en cuenta que es mejor esperar a servir la mermeladas y jugos de uchuva hasta cerca del segundo cumpleaños del/a niño(a), ya que frecuentemente contienen azúcar y otros endulzantes.

★ Consejo: Guarda las uchuvas en un contenedor hermético en el refrigerado por una o dos semanas o en el congelador para preservarlas por mucho más tiempo. Guardar las uchuvas en su cáscara ayuda a incrementar su vida útil.

Sí, las uchuvas son redondas, pequeñas, firmes y resbalosas – cualidades que incrementan el riesgo de ahogamiento. Para minimizar el riesgo, cocina las uchuvas hasta que estén suaves y aplástalas o muélelas para hacer una salsa. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.

No. Las alergias a las uchuvas no son comunes, aunque las alergias a sus primas, las cerezas de invierno y las cerezas angulares de invierno se han reportado. Lo que es más común, es una irritación inofensiva alrededor de la boca mientras el/a bebé come o en el área del pañal como resultado de la acidez de la fruta. Las irritaciones después del contacto con alimentos ácidos son típicamente solo una reacción a la acidez del alimento y rara vez una reacción alérgica. Habla con el/la proveedor(a) de salud sobre aplicar una crema o ungüento de barrera – como vaselina o algún aceite o cera vegetal- a la cara del/a bebé antes de las comidas y al área del pañal para evitar irritaciones por contacto.

Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.

Sí. La uchuva es rica en fibra y líquidos, lo que ayuda a dar soporte a las bacterias en el intestino, a la creación de popo y a hidratar el intestino para dar soporte a una buena digestión y a un sano movimiento intestinal. La uchuva también contiene semillas que pueden ser visibles en la popo del/a bebé, lo cual no es motivo de preocupación. Muchas semillas son naturalmente resistentes al proceso digestivo para la mayoría de los individuos independientemente de su edad. Para minimizar la incomodidad digestiva, introduce alimentos ricos en fibra como la uchuva de manera gradual y regular en la dieta del/a bebé conforme los tolere. Recuerda que los patrones de evacuación pueden variar significativamente de un(a) niño(a) a otro(a). Si te preocupa que un bebé esté teniendo problemas con la popó y la función digestiva, habla con tu proveedor de atención médica pediátrica.