El pollo se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.
¿Necesitas ideas para los mejores primeros alimentos para bebés? Consulta nuestras guías.
Hace miles de años, los(as) humanos(as) domesticaron un ave escuálida que corría salvaje en las junglas del sur de Asia desde tiempos prehistóricos. El ave que hoy conocemos y amamos surgió de esa innovación agrícola. En nuestra era moderna, cada año se crían 50 mil millones de pollos como fuente de carne y huevos. ¿Cómo se convirtió la gallina salvaje en una de las proteínas más consumidas del mundo? Una combinación de fuerzas tecnológicas, culturales e históricas a través de los siglos han ayudado a asegurar que haya un pollo en cada olla. Una combinación de estrategias genéticas y agrícolas han transformado a las aves delgadas en aves de corral regordetas con una producción de huevos maximizada. Estos esfuerzos continúan hoy, con la carne cultivada en laboratorio que está incitando la conversación sobre la ética, la sostenibilidad, la salud y el futuro del ave.
Casi todo el pollo se puede utilizar para cocinar deliciosos platos, desde patés de hígado de pollo ricos en hierro; a caldos repletos de proteínas y colágeno proveniente de la carcasa, las patas y la cabeza; al schmaltz, una sabrosa grasa extraída de la piel. Ofrecer el pollo a los(as) bebés puede ser tan fácil como pasarle un muslo, que tiene una forma perfecta para que el/la bebé la sostenga y mastique.
Sí. El pollo contiene muchos nutrientes que los(as) bebés necesitan para su desarrollo, incluidas las vitaminas B6 y B12, hierro, zinc, colina, selenio y vitamina B3. En conjunto, estos nutrientes ayudan a soportar las actividades antioxidantes, proporcionan energía a las células, crean sangre saludable, promueven un fuerte sentido del gusto y el olfato y promueven la salud del cerebro. El pollo también es una excelente fuente de proteínas, con un espectro de aminoácidos completo que ayuda a desarrollar el cerebro, los músculos, el sistema nervioso, el corazón, la piel y el cabello de un(a) bebé en crecimiento.
Hay muchas etiquetas para el pollo que hablan de la calidad de la carne: de corral, orgánico, criado vegetariano, libre de jaula, criado en pastoreo… ¿Qué significan y cuál es mejor? Las etiquetas pueden ayudar al consumidor, pero a veces pueden ser engañosas. Algunos pollos son “criados vegetarianos,” lo que sugiere cierta calidad, pero la etiqueta a menudo significa que las aves están alimentadas a base de granos básicos como maíz y soja. Los pollos “de corral” y “sin jaulas” tienen acceso al aire libre donde pueden comer una dieta más natural de gusanos e insectos además de alimentos de origen vegetal. Desafortunadamente, en estas condiciones el espacio al aire libre es a menudo limitado y muchas aves no se aventuran al exterior; en cambio, permanecen en sus casas de cultivo (a menudo superpobladas) donde comen granos básicos. Incluso los pollos “orgánicos” no se crían necesariamente al aire libre con una dieta natural, aunque los animales se alimentan con alimentos que han sido certificados como orgánicos.
Los pollos criados en pastoreo tienen más nutrientes, menos aditivos, menos toxinas y menos pesticidas que los pollos criados en interiores comiendo granos. Lo malo es que los pollos criados en pastoreo pueden ser extremadamente caros.
En pocas palabras: el pollo proporciona muchos nutrientes para un(a) bebé en crecimiento. Ninguna etiqueta es perfecta, así que haz lo que puedas con los recursos disponibles y, si lo deseas, obtén más información sobre dónde y cómo se crio el ave.
★ Consejo: El pollo a menudo se asocia con enfermedades bacterianas transmitidas por los alimentos como Salmonella y Campylobacter. Toma las precauciones adecuadas para minimizar este riesgo: mantén el pollo en el refrigerador o congelador y guárdalo separado de los otros productos. Descongela la carne congelada en el refrigerador (nunca en la encimera de la cocina) y cocina el pollo a una temperatura interna de 74 Centígrados (165 grados Fahrenheit) antes de servir. Lávate siempre las manos y limpia bien las superficies que entren en contacto con la carne cruda.
Sí. Como todas las carnes y aves, el pollo es un peligro de ahogamiento, así que evita ofrecer trozos grandes o cubos a un(a) bebé. Para minimizar el riesgo, evita cortar el pollo en cubos y, en su lugar, sigue nuestras guías por edad. Además, asegúrate de no cocinar demasiado el pollo, ya que esto hace que quede seco y sea más difícil de masticar y tragar. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y mantenerte al alcance del/a bebé a la hora de comer.
Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. El pollo no es un alérgeno alimentario común. Sin embargo, se han reportado casos de alergia a las aves. Se ha reportado que el pollo puede ser un detonador de SEIPA (síndrome de enterocolitis inducido por proteínas alimentarias - también conocido como FPIES), que produce vómitos tardíos con o sin diarrea de 2 a 4 horas después de la ingestión de carne de pollo. Aunque es poco común, ciertas personas con alergia al pescado pueden tener un mayor riesgo de ser sensibles al pollo. Algunas personas con alergia a las plumas y al huevo de aves también resultan positivos en las pruebas de alergia a la carne de pollo. Sin embargo, no suele haber síntomas después de la ingestión de carne bien cocida, ya que la proteína alergénica es sensible al calor. Por lo tanto, no se recomienda hacer pruebas de alergia a la carne de pollo rutinariamente en casos donde existe alergia al huevo.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad cuando presentes las primeras dos porciones. Si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en porciones futuras.
En nuestra opinión, es mejor no servir nuggets de pollo a los(as) bebés debido al alto contenido de sodio. Después de los 12 meses de edad, los nuggets de pollo son apropiados con moderación, aunque sería mejor servirlos solo de vez en cuando, ya que generalmente están altamente procesados y contienen altas cantidades de sodio.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Sirve una pierna entera, pero remueve la piel y cualquier cartílago suelto, espinas y grasa. A los(as) bebés les encanta agarrar y masticar piernas de pollo—y esto es fantástico para las habilidades motoras orales. Es probable que el/la bebé en realidad no consuma mucha carne, pero es no es problema. Si el/la bebé arranca un trozo de carne demasiado grande, da le tiempo para trabajar con la comida antes de intervenir. Los(as) bebés tienen reflejos innatos para ayudar a empujar la comida hacia adelante y escupirla antes de que entre a la garganta como para causar ahogamiento. También ten en cuenta que las piernas de pollo, dependiendo de cómo se cocinan, pueden volverse quebradizos y se pueden romper fácilmente, especialmente los bordes. Cocinar el pollo durante períodos largos a temperaturas más bajas puede ayudar a evitar que los huesos se vuelvan quebradizos. Recomendamos enfáticamente revisar y probar el hueso antes de ofrecerlo al/a bebé, tratando de doblar y empujar los bordes del hueso. Si el hueso se rompe con facilidad, se desmorona en los bordes o se atilla, aumenta el riesgo de que el hueso se rompa el la boca del/a bebé.
Además de las piernas de pollo, puedes servir pechuga de pollo cortada en tiras del tamaño de dos dedos de un(a) adulto(a). Una vez que el/la bebé sea capaz de morder y desgarrar la comida (alrededor de los 8 a 9 meses de edad), intenta servir rebanadas de carne más delgadas, aproximadamente del tamaño del dedo meñique de un adulto. A esta edad también puedes servir albóndigas de pollo molido o pastel de carne de pollo molida, ya que las carnes molidas son suaves y fáciles de triturar con las encías.
Desmenuza finamente o corta el pollo en tiras finas u ofrece pollo molido esparcido sobre verduras, pasta o cualquier otro platillo. A esta edad, los(as) bebés se pueden volver ambiciosos y comenzar a meter demasiada comida a la boca de un solo bocado. Si bien es una buena experiencia de aprendizaje, puede ser bastante estresante. ¿Te pone nervioso? Desmenuza la carne para minimizar el riesgo.
Ofrece trozos de pollo pequeños del tamaño de un bocado o deja que el/la niño(a) practique con cubiertos. Para reducir el riesgo de ahogamiento, evita ofrecer trozos de pollo o servir cubos perfectos. Cuando sientas que las habilidades de alimentación del/a niño(a) se han desarrollado, aumenta el tamaño de la comida sirviendo una pierna de pollo entera sin la piel, las espinas y el cartílago o grasa sueltos.
Quitando la piel de una pierna de pollo.
Quitando la piel del hueso de una pierna de pollo asada
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Rinde
1 pollo entero + 3 tazas (720 ml) vegetales
Tiempo de preparación
1 ½ horas
Edad sugerida
6 meses o más
4 cdas (60 ml) aceite de oliva
1 cdta (2 g) pimienta (opcional)
4 zanahorias medianas (opcional)
2 papas cerosas grandes (opcional)
1 cebolla grande (opcional)
Descongelar el pollo en el refrigerador el día anterior al cual planeas cocinar.
Precalentar el horno a 204 C (400 F).
Retirar las menudencias del interior del pollo. Cubrir el pollo con 2 cdas (30 ml) de aceite. Espolvorear pimienta sobre la piel del pollo.
Pelar y picar los vegetales. En una bandeja apta para el horno, mezclar los vegetales y las 2 cdas restantes (30 ml) de aceite. Colocar el pollo encima.
Asar el pollo en el horno hasta que la piel esté dorada y que al insertar un cuchillo entre la pechuga y la pierna, salgan sus jugos. El tiempo de cocción puede variar entre 40 a 60 minutos, dependiendo del tamaño del pollo. Chequear que la temperatura interna de la pechuga del pollo haya alcanzado los 74 C (165 F).
Retirar el pollo del horno y dejar reposar por 5 minutos. Con la ayuda de unas tenazas de cocina, ladear el pollo hacia un costado y verter sus jugos sobre las verduras. Transferir el pollo a una tabla de cortar. Dejar reposar 15 minutos.
Cortar el pollo en partes - piernas, muslos y pechugas. Reservar una pierna de pollo y algunos vegetales para el/la niño(a), sazonar el resto de partes con sal a gusto para ti. Puedes guardar la carcasa del pollo para hacer un caldo de huesos.
Antes de servir, preparar la pierna de pollo de acuerdo al corte indicado según la edad del/a bebé y triturar los vegetales o cortarlos en tamaño de bocados adecuados.
Servir la comida
Ofrecer el pollo y los vegetales, dejar que el/la bebé se alimente por sí mismo(a).
Si necesita ayuda, mantener la pierna de pollo o una cuchara precargada con vegetales triturados en frente del/a bebé y dejar que la agarre de tus manos.
Come tu porción de pollo con vegetales junto al/a bebé para modelar cómo se hace.
Almacenamiento: El pollo al horno con vegetales se mantiene bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días o en el congelador por hasta 2 meses.
¡El pollo es versátil! La carne simple combina tan bien con alimentos ricos en grasas como almendras, aguacate, mantequilla, anacardo, coco, mantequilla de maní, pistacho y yogur; así como con verduras llenas de nutrientes como brócoli, coliflor, zanahoria, calabaza, papa morada y camote; y con verduras de hoja verde como bok choy, berza, col rizada y espinaca. Intenta servir pollo junto con granos con sabor a nuez, como freekeh, trigo jorasán, quinua y arroz y mezcla frutas como manzana, pera, granada o piña para resaltar su dulzura. El pollo puede tener un sabor bastante suave, así que intenta condimentar la carne con ajo, limón o aromáticos y hierbas como achiote, limoncillo, azafrán y tomillo para agregar capas de sabor.
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