Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
Sí
La lubina, se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. La lubina de granja se puede ofrecer un par de veces a la semana mientras que la lubina salvaje es mejor consumirla una vez al mes o menos debido a sus altos niveles de mercurio.
Este popular pescado es también llamado róbalo entre otros nombres. El tamaño del pescado, su sabor suave y piel escamada lo ha hecho una elección popular para platillos que requieren pescado completo como asado de lubina con cítricos y mantequilla.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Corta pedazos de lubina cocida (sin piel ni espinas) en tiras del tamaño aproximado de dos dedos meñiques de un adulto juntos. Sirve como bocados por sí solas o con una salsa. Ten en mente que seguramente el/la bebé aplastara el pescado con su mano, eso está bien. También puedes mezclar la lubina cocida con puré de vegetales o yogur natural para dejar que el/a bebé se alimente de manera autorregulada. De manera alternativa, puedes precargar la comida en una cuchara o tenedor apropiado según la edad de tu bebé y dejar que la tome de la mesa o de tu mano. A esta edad, también puedes ofrecer tortitas de lubina siempre y cuando sean suaves y más grandes que la boca del/a bebé.
Ofrece pedazos del tamaño de un bocado de lubina cocida sin piel y sin espinas para que el/la bebé las recoja con su pinza fina que se encuentra en desarrollo (cuando el dedo índice y pulgar se juntan). De manera alternativa, sirve lubina cocida en tiras grandes (del tamaño aproximado de dos dedos meñiques de un adulto juntos) o tortitas de pescado para que practique morder o trozar.
Sirve tiras más largas, pedazos del tamaño de un bocado, tortitas o hamburguesas de pescado o el pescado solo o mezclado con otros alimentos. Es una buena edad para iniciar a practicar el uso de utensilios con alimentos como la lubina.
Evita comprar pasteles o palitos de pescado preparados o procesados. La mayoría tienen una cantidad de sodio muy por encima de lo recomendado para los niños pequeños y es posible prepararlos en casa.
Para más información sobre cómo prepara los alimentos de forma segura para bebés, visita nuestro artículo Formas y tamaños de comida.
No. La lubina representa un bajo peligro de ahogamiento siempre y cuando se remuevan las espinas antes de servirlo. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Aprende los signos de ahogamiento y arcadas y más sobre primeros auxilios para el ahogamiento con nuestras guías gratuitas: Guía de rescate para bebés y Guía de rescate de niños pequeños.
Sí. Los pescados con aleta están clasificados como Alérgeno Global Prioritario por la Organización Mundial de la Salud. Se estima que alrededor del 0.2% de las personas son alérgicas al pescado con aletas alrededor del mundo, y la prevalencia de las alergias al pescado en los niños, aunque puede ser variable, es menor que en la población adulta. Alrededor del 40% de las personas con alergia a los pescados con aletas no sufren su primera reacción hasta que son adultos. Desafortunadamente, la mayoría de los individuos que son alérgicos a los pescados con aletas no las superan.
Algunos individuos con alergia a los pescados con aletas pueden reaccionar por inhalar proteínas que se dispersan en el aire cuando el pescado se cocina. Si este es el caso de tu bebé, evita cocinar pescado cuando el/a bebé esté presente.
Alrededor del 50% de los individuos con alergia a un pescado con aletas, también tendrán una reacción a otros pescados. Esto es porque el mayor alérgeno en el pescado con aletas es la parvalbúmina, que está presente en la mayoría de los pescados sin importar la especie. Debido a la contaminación cruzada y al mal manejo del pescado, los alergólogos recomiendan que aquellos individuos con una alergia a una especie de pescado con aletas eviten todos los pescados con aletas hasta no tener una consulta con un alergólogo/a para determinar cómo introducir los pescados de manera segura. Esta es una recomendación individualizada, confirma con tu alergólogo/a antes de ofrecer otros pescados con aletas a tu bebé si es alérgico/a a la lubina.
El pescado con aletas es conocido por desencadenar el síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias (SEIPA) también conocido como FPIES, por sus siglas en inglés. El SEIPA es una reacción alérgica rara que se caracteriza por una reacción retardada a la proteína de los alimentos que causa vómito repetitivo y diarrea, síntomas que comienzan horas después de la ingesta del alimento que lo detonó. Si no se trata, esta reacción puede ocasionar deshidratación severa. A diferencia de otros alérgenos alimentarios, el SIEPA a los pescados con aletas puede no presentarse sino hasta más tarde en la vida y tiende a ser un padecimiento de por vida.
Por último, una nota sobre la intoxicación por escombroides, que en ocasiones se confunde con alergia al pescado. Esta reacción es un tipo de intoxicación que ocurre cuando alguien come pescado que no ha sido refrigerado de manera apropiada. Esto provoca que se acumule una alta cantidad de histamina en el pescado. Cuando se consume, esta carga de histamina puede causar síntomas iguales a los de una reacción alérgica y causar que las personas crean que han desarrollado una alergia al pescado incluso si no son alérgicos. Para minimizar el riesgo, asegúrate de que el pescado se almacene adecuadamente a temperaturas frías.
Si sospechas que el/la bebé puede ser alérgico/a al pescado, consulta a un/a alergólogo/a antes de introducirlo. Como con muchos alérgenos comunes, introduce en pequeñas cantidades y observa detalladamente mientras el/la bebé come si se genera alguna reacción adversa. Si todo sale bien, incremente el tamaño de la porción gradualmente con el tiempo. Una vez que se hayan introducido los alérgenos alimentarios más comunes a la dieta, es recomendado ofrecerlos como parte de la dieta regularmente (si es posible dos veces por semana). Sin embargo, esto no significa que cada especie individual debe ofrecerse varias veces por semana. Los diferentes pescados con aletas tienen las mismas proteínas principales, así que es totalmente aceptable rotar entre las variedades de pescado con aletas de acuerdo a la disponibilidad y preferencias personales.
Sí. La lubina de granja es típicamente baja en mercurio y rica en proteína, en adición a un número de micronutrientes como potasio, selenio y vitaminas B6 y B12. Adicionalmente, es rico en grasas omega 3. En conjunto, estos nutrientes proporcionan las bases para el crecimiento, desarrollo, balance de electrolitos, función hormonal, metabolismo y para unas células rojas sanas.
Opta por lubina de granja en lugar de la lubina salvaje ya que la salvaje contiene cantidades significativas de mercurio. El mercurio es una toxina persistente y progresiva a la que los bebés son particularmente susceptibles. Afortunadamente, existen muchos pescados bajos en mercurio que los bebés pueden comer. Adicionalmente, el pescado ofrece nutrientes que son particularmente importantes para los bebés (como la vitamina D y el selenio) que pueden ser difíciles de encontrar en otros alimentos. Para minimizar la exposición al mercurio por pescado, simplemente enfócate en aquellos bajos en mercurio y limita la cantidad y frecuencia de los que tienen un contenido alto de mercurio. Para más sobre este tema, revisa nuestra guía sobre Pescados para bebés.
¡Ninguno! Sirve los alimentos sólidos directamente en la bandeja, plato o tazón del/a bebé y luego deja que el/la bebé explore con las manos. Si lo deseas, tenga una cuchara o un tenedor disponibles para ayudarlo/a a familiarizarse con los utensilios, pero no se espera que adquiera las habilidades para usarlos hasta que sea un poco mayor.
Puede variar. En términos generales, la idea es traer al/a bebé a la mesa al menos una vez al día entre los 6 y 7 meses de edad, dos veces al día entre los 8 y 9 meses de edad y 3 veces al día a partir de los 10 meses de edad. Consulta nuestros ejemplos de horarios de alimentación para obtener más detalles.
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