Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
La coliflor se puede introducir a la dieta del/a bebé tan pronto como esté listo/a para comer sólidos, lo que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.
Hace mucho tiempo, en las fértiles tierras que rodean el mar Mediterráneo, los humanos cultivaban coliflor y otras brassicas a partir de plantas de repollo silvestre que crecían en climas frescos y soleados. La colonización y el comercio trajeron la coliflor a todo el mundo y, con el tiempo, la innovación agrícola produjo nuevas variedades con coronas en forma de cúpulas que varían en color, desde las variedades comunes de color crema hasta otras de color verde brillante, anaranjado dorado o morado oscuro.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
¡Entre más grande, es mejor! A esta edad, los pedazos más grandes de comida son más fáciles de agarrar y masticar para los bebés, y además ayudan a los bebés a aprender los límites de su boca. Procura conseguir floretes con coronas del ancho de 3 dedos de un adulto juntos y cocina al vapor a tu gusto: cuanto más tiempo la cocines, más suave quedará. Ten en cuenta que, entre más firme el alimento, más fácil es para el/la bebé de empujarlo hacia afuera cuando se mete demasiado a la boca. Los alimentos más blandos o suaves presentan un riesgo menor de ahogamiento, pero a menudo causan arcadas más intensas. Si decides ofrecer un florete más firme, puedes reducir el riesgo de ahogamiento cortando el florete a lo largo para que el tallo ya no quede redondo. Alternativamente, tritura o pica los floretes finamente y deja que el/la bebé agarre la comida con las manos o con una cuchara.
Otra opción es ofrecer una lanza grande, hecha del tallo principal cortado y cocido al vapor hasta que quede suave. Simplemente pela el tallo para eliminar las capas externas duras, luego corta el tallo en palitos rectangulares del grosor y la longitud de dos dedos de un adulto juntos. Asegúrate de que las lanzas no tengan una forma cilíndrica, ya que esa forma presenta un mayor riesgo de ahogamiento si el/la bebé llegara a romper un pedazos en su boca.
Intenta ofrecer trozos de florete de coliflor cocida del tamaño de un bocado para que el/la bebé practique su agarre en pinza en desarrollo (donde se unen el índice y el pulgar). Si deseas seguir ofreciendo floretes grandes de coliflor cocida, házlo y aprovecha la oportunidad para demostrarle al/a bebé cómo morder.
Continúa ofreciendo floretes de coliflor cocidos en la forma que lo desees, ya sea solos como preparados en comidas familiares. Para fomentar el uso de los cubiertos, precarga un tenedor con pedazos pequeños de coliflor cocida del tamaño de un bocado y deja que el/la niño/a lo recoja. Alternativamente, pasale el cubierto en el aire para que el/la niño/a lo agarre de tu mano. Alrededor del segundo cumpleaños del/a niño/a, una vez que veas que ya puede dar mordidas más precisas y masticar bien los alimentos regularmente, intenta disminuir gradualmente el tiempo de cocción para que la coliflor quede menos blanda.
Elimina tus dudas acerca de cómo comenzar a ofrecer alimentos sólidos a tu bebé con nuestra guía Los Primeros 100 Días: Plan de Comidas Diario para Comenzar con Sólidos.
Sí, la coliflor cruda o poco cocida es firme y difícil de masticar, cualidades que aumentan el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve la coliflor de manera apropiada de acuerdo a la edad de cada niño/a, como se describe en la sección Cómo servir. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
No. Las alergias a la coliflor son raras, pero no inauditas. Las personas alérgicas o sensibles a otros miembros de la familia de las crucíferas, como las hojas de mostaza y el brócoli, también pueden ser sensibles a la coliflor.
Personas con Síndrome de Alergia Oral (también conocido como síndrome de alergia al polen-alimento), y en particular, aquellos con sensibilidad al polen de artemisa, también pueden ser sensibles a vegetales crucíferos tales como la coliflor. El Síndrome de Alergia Oral generalmente produce picazón, hormigueo o ardor de corta duración en la boca y es poco probable que provoque una reacción peligrosa.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. La coliflor es una buena fuente de fibra para apoyar la salud digestiva del/a bebé y está repleta de vitaminas B, incluidas la B6 y el ácido fólico, así como colina para la energía celular. Al igual que con otras verduras crucíferas, la coliflor tiene una cantidad decente de vitamina C, que ayuda a nuestros cuerpos a absorber el hierro—un nutriente crítico para esta etapa de la vida. También proporciona vitamina K para una sangre sana y es rica en fitoquímicos que apoyan el desarrollo general del/a bebé.
La coliflor se cultiva para crecer en una variedad de colores, cada uno de los cuales ofrece nutrientes ligeramente diferentes. Por ejemplo, la coliflor verde contiene clorofila, la púrpura contiene antocianinas y todas las coliflores, particularmente las que son de color anaranjado, contienen betacaroteno.
★Consejo: La coliflor tiene mucha vitamina C, un nutriente que ayuda a nuestro cuerpo a absorber el hierro no hemo de las plantas. Sirve la coliflor junto con alimentos vegetales ricos en hierro como frijoles, verduras de hoja verde oscura, lentejas, champiñones y tofu para ayudar a aumentar la absorción de este nutriente crítico que los bebés necesitan para un desarrollo óptimo.
Hay muchos alimentos que pueden ser excelentes opciones. Busca alimentos que permitan que el/la bebé se alimente solo/a fácilmente, que tengan bajo riesgo de ahogamiento y que ofrezcan los nutrientes que los bebés necesitan, como el hierro. Algunos de nuestros primeros alimentos favoritos incluyen brócoli al vapor, avena, y semilla de mango.
Puedes hacerlo si lo deseas, pero desde un punto de vista del desarrollo, no es necesario comenzar con alimentos sin textura. A los bebés se les pueden servir versiones modificadas de lo que tú comes. Utiliza nuestra base de datos First Foods para descubrir cómo servir cualquier alimento de forma segura.
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