Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
El ajo se puede introducir a la dieta del bebé tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses. Mucha gente cree que los alimentos insípidos son mejores para los bebés, pero no hay evidencia que respalde este mito cultural. De hecho, alrededor del mundo ofrecen vegetales del género allium como el ajo y otros alimentos sabrosos al principio de la experiencia con los sólidos. Un estudio incluso encontró que los bebés con madres que consumen ajo amamantan por más tiempo y consumen más leche materna.
El ajo es originario de Asia Central, donde se ha utilizado durante mucho tiempo para diversos fines medicinales—desde mejorar la respiración hasta aliviar la diarrea. En la cocina, la mayoría de las recetas que contienen "ajo" se refieren a los aromáticos dientes blancos que forman el bulbo. Los dientes de ajo se pueden preparar y utilizar de muchas formas, desde crudos hasta tostados y en escabeche.
Sí. El ajo es rico en nutrientes que son críticos para los bebés en esta etapa de desarrollo, en particular, vitaminas B6, C y calcio, así como cobre, manganeso, fósforo y selenio. Además, en las variedades de ajo abundan los fitonutrientes como los compuestos a base de azufre que incluyen alicina, ajoeno, aliína y muchos más. En conjunto, estos nutrientes ofrecen efectos antiinflamatorios, antioxidantes, antimicrobianos y anticancerígenos; además, el ajo puede promover niveles saludables de colesterol y ayudar a la salud del corazón, según muchos estudios. El ajo – tanto crudo como cocido – también es particularmente beneficioso para el intestino debido a su contenido prebiótico natural – en otras palabras, es fertilizante para las bacterias intestinales beneficiosas. Cuando no hay tiempo, el ajo en polvo o el ajo granulado es una alternativa totalmente apropiada para dar sabor a los alimentos, y aún ofrece muchos nutrientes. El ajo en polvo o el ajo granulado se pueden usar en alimentos para compartir con el/la bebé y también ofrecen muchos nutrientes. El ajo negro es ajo añejado y contiene una serie de antioxidantes beneficiosos.
Cuando se trata de ofrecer ajo al bebé por primera vez, considera comenzar poco a poco. A veces, demasiado de un alimento rico en prebiótico puede provocar gases y malestar.
★Consejo: El ajo pelado o picado conservado en aceite ahorra tiempo al cocinar, pero puede ser fuente de enfermedades transmitidas por los alimentos – como el botulismo – si se prepara y almacena de manera incorrecta. El botulismo es un tipo de intoxicación alimentaria, a la cual los niños tienen un riesgo mayor. Para minimizar el riesgo de botulismo, sigue las prácticas de envasado seguro, refrigera después de abrir y utilízalo en 3 a 4 días. Para obtener más información sobre cómo almacenar el ajo de forma segura, consulta nuestras preguntas frecuentes aquí.
No. Las reacciones alérgicas al ajo son raras, pero no inauditas, y en particular cuando han ocurrido tienden a ser graves. Las personas sensibles a las cebollas u otros miembros de la familia de las liliáceas también pueden ser sensibles al ajo. Es importante destacar que algunos alérgenos en los alimentos de esta familia son sensibles al calor, lo que significa que el ajo bien cocido puede ser tolerado por una persona sensible al ajo crudo. Las personas con Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome del polen-alimento) y en particular, las personas con sensibilidad al polen de pastos y al polen de artemisa (una hierba mala) también pueden ser sensibles al ajo. El Síndrome de Alergia Oral generalmente produce picazón o ardor en la boca por un corto periodo de tiempo y es poco probable que provoque una reacción peligrosa. El contacto de la piel con el ajo crudo se ha asociado con el desarrollo de eczema de manos.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
No. El ajo cocido presenta un riesgo bajo cuando se prepara de forma segura según la edad y la capacidad de desarrollo de cada niño/a, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve el ajo de forma apropiada según la edad, como se describe en la sección Cómo servir. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Aprende sobre la diferencia entre arcadas y ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
Puede variar. En términos generales, la idea es traer al/a bebé a la mesa al menos una vez al día entre los 6 y 7 meses de edad, dos veces al día entre los 8 y 9 meses de edad y 3 veces al día a partir de los 10 meses de edad. Consulta nuestros ejemplos de horarios de alimentación para obtener más detalles.
¡Ninguno! Sirve los alimentos sólidos directamente en la bandeja, plato o tazón del/a bebé y luego deja que el/la bebé explore con las manos. Si lo deseas, tenga una cuchara o un tenedor disponibles para ayudarlo/a a familiarizarse con los utensilios, pero no se espera que adquiera las habilidades para usarlos hasta que sea un poco mayor.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Tienes muchas opciones. Puedes usar ajo rallado o ajo en polvo para darle sabor a platillos como sopa de arroz, puré de verduras, crema agria u otros alimentos para cucharear; prueba rociar un poco de aceite de ajo sobre otro alimento apropiado para la edad del/a bebé; o unta ajo asado sobre tiras de pan tostado. También puedes compartir salsas como chimichurri, pesto o salsa verde. El ajo cocido tiene un sabor más suave que el crudo, así que sigue las señales del/a bebé y si decides ofrecer un platillo que contenga ajo crudo, considera comenzar con una cantidad pequeña y asegúrate de que el ajo esté finamente picado o rallado para minimizar el riesgo de ahogamiento.
Puedes servir platillos con rodajas finas de ajo cocido, ajo rallado, ajo en polvo, aceite de ajo o ajo asado suave y untable. El ajo cocido tiene un sabor más suave que el crudo, así que sigue las señales del/a bebé y si decides ofrecer un platillo que contenga ajo crudo, considera comenzar con una cantidad pequeña y asegúrate de que el ajo esté finamente picado o rallado para minimizar el riesgo de ahogamiento.
Continúa ofreciéndo comida sazonada con ajo según lo desees, aunque es importante considerar que los trozos de ajo crudo siguen representando un peligro de ahogamiento. El ajo cocido tiene un sabor más suave que el crudo, así que sigue las señales del/a bebé y si decides ofrecer un platillo que contenga ajo crudo, considera comenzar con una cantidad pequeña.
Para obtener más información sobre cómo almacenar el ajo de forma segura, consulta nuestras preguntas frecuentes aquí.
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