No se recomienda ofrecer como bebida la leche de vaca (o la leche de soya, la leche de almendras y otras bebidas alternativas) antes del primer cumpleaños. Nuestros médicos pediatras licenciados explican el por qué y cómo manejar los lácteos antes del primer cumpleaños.
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Está bien ofrecer alimentos que contengan leche de vaca tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comenzar a comer sólidos, pero evite ofrecérsela como una bebida hasta alrededor del primer cumpleaños.
Si se ofrece como bebida, la leche de vaca (y sus alternativas) puede desplazar a la leche materna y a la fórmula, que son las principales fuentes de nutrición durante esta etapa de la vida.
Al momento de introducir la leche a la dieta como un ingrediente en los alimentos, comienza ofreciendo una pequeña cantidad y observa de cerca para detectar cualquier síntoma de una reacción alérgica. La leche de vaca es un alérgeno común, al igual que la soya y los frutos secos, que se utilizan para producir bebidas alternativas.
Si un/a bebé tiene alergia a la proteína de la leche de vaca o intolerancia a la proteína de la leche de vaca, se deben evitar los productos lácteos hasta que un/a médico recomiende re-incorporarlos a la dieta.
Si deseas hacer el cambio de la leche materna o de fórmula a la leche de vaca alrededor del primer cumpleaños, sirve la leche de vaca un vaso abierto para fomentar esta habilidad (en lugar de un biberón que promueve la succión).
Los bebés pueden comenzar a probar pequeños sorbos de leche de vaca (y bebidas alternativas a la leche de vaca) como bebida alrededor de los 11 a 12 meses de edad. Empieza poco a poco: ofrece 1 a 2 onzas líquidas (~30 a 60 ml) en un vaso abierto. Durante esta etapa, el propósito de la leche de vaca y las bebidas alternativas no es reemplazar el volumen de leche materna o de fórmula que consumen los bebés. Ofrecer una pequeña cantidad en un vaso abierto puede ayudar al/a bebé a familiarizarse con el sabor de la leche y también le da la oportunidad de practicar beber en vaso.
Cuando se sirve como bebida, la leche de vaca y las bebidas alternativas a la leche de vaca pueden desplazar el consumo de la leche materna y de la fórmula del/a bebé, que actúan como la principal fuente de nutrición hasta que los bebés adquieren la capacidad de comer una variedad de alimentos sólidos. Aunque está bien ofrecer un traguito de vez en cuando, espera hasta aproximadamente el primer cumpleaños para ofrecer la leche de vaca y bebidas alternativas a la leche de vaca como bebida si puedes hacerlo. La leche se puede mezclar con papilla y otros alimentos, pero cuando quieras darle algo de tomar a tu bebé, opta por ofrecer leche materna, fórmula y agua.
Sí. La leche de vaca constituye la base de la mayoría de las fórmulas infantiles. Ten la seguridad de que la fórmula es una fuente segura y excelente de nutrición para los bebés, ya que se modifica para ser una fuente completa de nutrición para ellos.
Esta sugerencia de la OMS está dirigida principalmente a quienes no pueden acceder a la leche materna o a la fórmula. Si las familias enfrentan barreras para acceder a la leche materna o la fórmula, la leche de vaca puede ser una alternativa temporal bajo la recomedación de su proveedor médico. Su médico también puede ofrecer una derivación a un dietista pediátrico, una asesora en lactancia y/o un programa que proporcione fórmula infantil de forma gratuita o a un precio reducido. Ver Guía para navegar la escasez de fórmula infantil para más información.
Sí, pero como un alimento sólido, no como una bebida. Se puede comenzar a ofrecer productos lácteos como mantequilla, ghee y yogur elaborados con leche de vaca y alternativas a la leche de vaca tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comenzar con sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Espere hasta después del primer cumpleaños para ofrecer leche de vaca o alternativas a la leche como bebida de forma regular, para evitar que la leche desplace a la leche materna o de fórmula, que ofrecen nutrientes importantes que los bebés necesitan para crecer y prosperar durante el primer año.
Sí. Está bien mezclar leche de vaca o alternativas lácteas con gachas, masa para panqueques y otros alimentos para bebés. Al introducir alimentos con leche de vaca y alternativas a la leche de vaca, comienza poco a poco. La leche de vaca es un alérgeno alimentario común y muchas alternativas a la leche de vaca contienen soya y frutos secos, que también son alérgenos alimentarios comunes. Suscríbete a Solid Starts Compass℠, la experiencia guiada de nuestra app para obtener orientación paso a paso.
A largo plazo y cuando se consume una variedad de alimentos, no. A muy corto plazo, el calcio puede bloquear parte de la absorción de hierro, pero esto es de esperarse y está bien siempre y cuando el/la bebé consuma una variedad de alimentos a lo largo del tiempo. Sin embargo, el consumo regular de cantidades excesivas de leche de vaca y otros productos lácteos puede resultar en un menor consumo de alimentos que contienen hierro, reduciendo así la absorción de hierro y aumentando el riesgo de anemia por deficiencia de hierro.
Cuando se consume en exceso, sí. El consumo excesivo de leche de vaca y productos lácteos ocupa espacio en el abdomen, lo que puede resultar en un menor consumo de alimentos ricos en fibra que ayudan a promover una digestión regular, como los frijoles, frutas, cereales y verduras. El estreñimiento también puede ser un síntoma de alergia a la proteína de la leche de vaca, aunque es más común que los bebés con alergia a la leche de vaca experimenten diarrea. Consulta la experiencia guiada de nuestra app, Solid Starts Compass, para más consejos
y ten en cuenta que, en última instancia, el estreñimiento está influenciado por muchas variables. Tu proveedor médico pediátrico puede ayudarte a desarrollar un plan que satisfaga las necesidades individuales de tu bebé.
Comienza ofreciendo una pequeña cantidad de leche de vaca o una alternativa a la leche de vaca mezclada con un alimento que el/la bebé ya haya probado, como frijoles, puré de verduras o papilla.
La leche de vaca es un alérgeno alimentario común y muchas alternativas a la leche de vaca se elaboran con alérgenos alimentarios comunes como la soya y los frutos secos. Los bebés con eczema severo u otra alergia alimentaria preexistente tienen un mayor riesgo de sufrir alergia alimentaria que los bebés no afectados. Si el/la bebé presenta alguno de estos factores de riesgo, consulta a un/a profesional médico pediatra para obtener orientación antes de comenzar a ofrecer la leche de vaca y las alternativas a la leche de vaca. Si tu médico te indica que el riesgo de alergia alimentaria es bajo, es posible que te recomiende introducir los lácteos en casa. Si el riesgo es alto, es posible que sean remitidos a un/a alergólogo/a para realizar pruebas de alergia o para introducir la leche de vaca bajo supervisión médica en un consultorio.
Cuando estés listo/a para introducir la leche de vaca, ofrece una cucharada precargada del alimento que contenga una pequeña cantidad de leche de vaca y luego observa si aparece cualquier síntoma de una reacción alérgica. Si el/la bebé no muestra signos de una reacción después de 10 minutos, ofrécele más y aumente gradualmente la cantidad de leche de vaca en la comida del/a bebé en las comidas futuras. Para obtener un plan de introducción de alérgenos, cantidades específicas y orientación paso a paso, suscríbete a Solid Starts Compass℠, la experiencia guiada de nuestra app.
Sí. La leche de vaca es un alérgeno alimentario común en los bebés y los niños pequeños, y los productos lácteos de otros rumiantes (como búfala, cabra y oveja) pueden provocar reacciones alérgicas similares a las de la leche de vaca. Ver Leche (vaca) para obtener más información sobre este alérgeno.
Sí. La alergia a la leche de vaca suele desaparecer con el tiempo. La mayoría de los niños la superan para los 6 años de edad, mientras que muchos bebés con síntomas más leves de alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) pueden tolerar la leche de vaca desde su primer cumpleaños, la re-introducción a la dieta puede hacerse con la orientación de un/a profesional de la salud pediátrica. De hecho, entre los niños pequeños que aún no pueden beber leche de vaca, muchos pueden tolerar la leche cuando ha sido completamente horneada en forma de pastel o muffin. Suscríbete a Solid Starts Compass℠, la experiencia guiada de nuestra app, para apoyo paso a paso.
Si el/la bebé consume una fórmula estándar que contiene leche de vaca, es probable que no sea alérgico/a a la leche de vaca. Por otro lado, las fórmulas especializadas como las que son ampliamente hidrolizado o a base de aminoácidos (elemental) se procesan de manera que las proteínas lácteas no provocan una respuesta inmune en la mayoría de los niños y, en general, no se consideran como una exposición a los lácteos. Si el/la bebé toma una de estas fórmulas especializadas, no es posible descartar una alergia a la leche basado únicamente en la exposición a la fórmula. Si este es el caso de tu bebé, habla con su proveedor de atención médica pediátrica antes de intentar introducir la leche de vaca y otros productos lácteos a la dieta de tu bebé.
Sí, sin embargo es extremadamente raro. Mientras La intolerancia a la lactosa tiende a surgir alrededor de los 4 años de edad y más; el inicio puede variar según la dieta, la salud y el origen étnico del bebé. Después de una enfermedad gastrointestinal también se puede desarrollar una intolerancia temporal a la lactosa. La intolerancia a la lactosa es relativamente común en niños mayores y adultos y puede afectar hasta al 70% de la población mundial. A veces, la intolerancia a la lactosa se confunde con una alergia alimentaria cuando una persona con intolerancia a la lactosa experimenta problemas digestivos, como gases, hinchazón o diarrea. Si te preocupa que tu bebé pueda ser intolerante a la lactosa, comunícate con su proveedor/a de atención médica pediátrica y ten en cuenta que hay muchos productos lácteos deslactosados disponibles.
Habla con tu proveedor/a de atención médica ya que las necesidades varían:
A los bebés con alergia a la leche no mediada por IgE se les puede recomendar que esperen a explorar los alimentos a base de lácteos (y posiblemente de soya) hasta los 12 meses de edad o más.
Se pueden recomendar pruebas cutáneas o de sangre antes de tomar la decisión de reintroducir a la dieta.
Se puede recomendar un desafío oral en un consultorio.
No siempre es el caso, pero algunos bebés lactantes pueden necesitar que la persona lactante lleve una dieta libre de lácteos.
Es posible que los bebés que toman fórmula a base de leche de vaca deban cambiar a una fórmula no láctea o hipoalergénica.
Afortunadamente, el 50% de los bebés superan la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) cuando cumplen un año, y alrededor del 90% la superan para su sexto cumpleaños. Tu proveedor/a de salud pediátrica puede ayudarte a desarrollar un plan que cubra las necesidades específicas de tu bebé.
Generalmente después de 6 meses o hasta los 9 a 12 meses de edad, pero cada bebé es diferente. Trabaja directamente con tu proveedor/a de atención médica pediátrica para desarrollar un plan individualizado para el/la bebé. Hasta entonces, evita ofrecerle productos lácteos, así como los productos de soya (si así lo recomienda tu profesional de la salud), hasta que tu médico te sugiera reintroducirlos a la dieta.
Depende del historial individual de tu bebé. La escalera de leche es una forma de reintroducir los productos lácteos gradualmente a un/a bebé que ha estado evitando la leche debido a alergia o intolerancia, comenzando con leche que se ha calentado a cierta temperatura en productos horneados como muffins u otros alimentos, y luego progresando hasta leche parcialmente horneada en panqueques o gofres, queso horneado, leche hervida, productos lácteos sin hornear y finalmente leche líquida. La reintroducción debe planificarse cuidadosamente con un/a proveedor/a médico pediátrico, ya que cada bebé es diferente y este método puede no ser seguro para algunos bebés con alergia grave a la leche. Pregúntale al equipo médico del/a bebé si la escalera de leche es una opción adecuada para tu bebé.
Existe una gran variedad de opciones, incluida la fórmula hipoalergénica (hidrolizada) especializada o la leche materna de una madre lactante que sigue una dieta libre de lácteos (y posiblemente libre de soya). Al hornear y cocinar, las leches vegetales fortificadas como la leche de avena y la leche de guisantes son excelentes opciones; simplemente no los sirvas como bebida antes del primer cumpleaños.
Evita ofrecer leche de vaca deslactosada si el/la bebé tiene APLV. Ya que aunque no contiene lactosa, todavía contiene las mismas proteínas de la leche de vaca que desencadenan reacciones en personas con APLV.
Sí, la leche es un desencadenante conocido del SEIPA, también conocido como FPIES (por sus siglas en inglés), que se refiere al síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias. El SEIPA es una alergia retardada a las proteínas de los alimentos que puede provocar la aparición repentina de vómitos repetitivos y diarrea unas horas después de la ingesta del alimento causante. A esto se le conoce como SEIPA agudo. Si no se trata a tiempo, esta reacción puede provocar una deshidratación significativa. Cuando la leche se incluye regularmente en la dieta, el SEIPA puede presentarse como reflujo, pérdida de peso y retraso del crecimiento; a esto se le conoce como SEIPA crónico. Los síntomas generalmente mejoran al eliminar la leche de la dieta del/a bebé. Afortunadamente, al igual que otras formas de alergia a la leche, el SEIPA que se presenta temprano en la vida generalmente desaparece cuando los niños alcanzan los 3 a 5 años de edad.
No es necesario sustituir la leche materna o la fórmula por leche de vaca (o alternativas a la leche de vaca) en ningún momento. Sin embargo, si deseas hacerlo, puedes empezar a ofrecer pequeñas cantidades de leche de vaca y alternativas a la leche de vaca como bebida alrededor del primer cumpleaños, si es que quieres. Nosotros sugerimos comenzar ofreciendo una pequeña cantidad en un vaso abierto por varias razones:
Los niños pequeños son muy eficientes al beber de un biberón. Esto puede hacer que un niño pequeño se llene rápidamente de leche de vaca si se le ofrece en biberón, lo que puede reducir su motivación para comer otros alimentos.
Beber de un vaso es una habilidad que muchos niños pequeños aún están practicando. Ofrecer leche de vaca en un vaso abierto o en un vaso con popote/pajita puede ayudar a animar a los niños a probar otros alimentos a la hora de comer.
Para los niños pequeños, el biberón es una fuerte señal visual que está asociada con las tomas de leche materna y de fórmula. Ofrecer leche de vaca en biberón refuerza esta asociación.
Ofrecer la leche de vaca en biberón aumenta el riesgo de caries, particularmente cuando la leche de vaca se bebe de un biberón a lo largo del día y antes de acostarse.
Si deseas hacer la transición de la fórmula a la leche de vaca, especialmente como parte de una rutina nocturna, otras prácticas que brindan confort pueden ayudar a los niños pequeños a dejar el biberón. Algunas ideas incluyen apapachos, mecerlos en una silla, cantar o tararear, acariciar la espalda y leer un cuento. Ve nuestra guía, Cómo destetar del pecho o biberón para más información.
No. No existe una edad en la que consumir leche cruda sea libre de riesgos. La leche cruda presenta un alto riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos, especialmente Campylobacter, E. coli y salmonella, que son infecciones bacterianas dañinas para los bebés, niños y adultos por igual, con un mayor riesgo de síntomas graves en los bebés. La pasteurización (el proceso de calentar un alimento a una temperatura determinada para matar las bacterias) es fundamental para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos y, por ende, hacer que los alimentos sean más seguros para su consumo.
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V. Kalami, MNSP, RD, CSP. Dietista y nutricionista pediátrico certificado
M. Suarez, MS, OTR/L, SWC, CLEC. Terapeuta Ocupacional de Alimentación Pediátrica
R. Ruiz, MD, FAAP, CLC. Pediatra general certificado y gastroenterólogo pediátrico
S. Bajowala, MD, FAAAAI. Alergista e inmunólogo certificado
K. Rappaport, OTR/L, MS, SCFES, IBCLC. Especialista en alimentación y deglución
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT. Especialista en alimentación y deglución
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